Hello!

Vi una publiacción en facebook acerca de este evento y me anime a participar ya que hubo uno parecido pero por falta de tiempo no pude unirme y me quede con las ganas, bueno esta colección de one-shots pertenecen al evento #INUKAGMOROWEEK que esta organizando BabyMoroha en Twitter y decidi intentarlo, son 5 one-shot en estos 5 dias y es como un reto para mi ya que a pasado mucho desde que público algo asi que veremos en que resulta, espero que lo disfruten y sin más a leer ;3

Aclaración: Los personajes de Inuyasha son propiedad de Rumiko Takahashi y la imagen utilizada en la portada no es mía, es propiedad del usuario mocamilkmoca en twitter


Dia 1: Moroha Bebe e InuKag

Lo único que se escuchaba era el grillar de los grillos y el silencio del campo junto con la presencia de las estrellas y la luna llena, aparentemente la paz y la calma reinaba en el lugar, hasta ahora

- WAAAH! WAAAH! WAAAH!

- Inuyasha… - susurro la azabache intentando despertar a su esposo – te toca

- Ya va – respondio perezosamente el medio demonio mientras se levantaba del futon que compartían

Asi eran las noches durante estos últimos meses.

Sabian que todo esto formaba parte de la experiencia de ser padres primerizos y que en un futuro tal vez se terminen riendo de esas anécdotas, las desveladas durante el primer mes, el miedo de dejar sola a su hija, la sobreprotección le tenían y se negaban a aceptar. Ni que decir cuando le dijeron al peliplateado que la sostuviera, se negó tantas veces que Kagome tuvo que exigir una explicación, luego de muchos "abajos" y aun asi su marido se negaba a dársela.

O si, esa anécdota si es digna de contarse

.-.-.-.-.-.-.-.

- ¡Dime!

- ¡Que no tiene importancia!

- ¡¿Cómo no va a tener importancia si te niegas a cargar a tu propia hija?!

- ¡Ya olvídalo!

- ¡ABAJO! – y por "leyes de la física", se fue de cara al suelo

Era el décimo abajo que decía en menos de 15 minutos y si bien tenia más resistencia que un humano normal, ya le estaba empezando a doler la cabeza

- ¡Ya basta Kago…! – pero antes de terminar, vio como unas lágrimas se asomaban en aquellos ojos castaños que siempre expresaban felicidad

- Entonces porqué dime… ¿acaso la odias? ¿No quieres a tu propia hija y por eso te niegas a cargarla?

Si de por si no le gustaba ver a las mujeres llorar, ver llorar a su esposa y más siendo él quien lo provoca, le hizo sentir como si un millón cuchillas se clavaran sobre él. El dia que Kagome volvió, se juro que haría lo imposible por evitar que la azabache volviera a derramar una lágrima de tristeza y ahí va él bien campante y la hace llorar, oficialmente era un idiota.

Empezó a acercarse poco a poco a la figura de la azabache mientras ella intentaba limpiarse las lágrimas que salían sin parar. A ella le dolia el pensar que Inuyasha no quisiera a su hija, en ese momento había pasado unas cuantas semanas desde el nacimiento y si bien Sango con la anciana Kaede la había ayudado en el proceso, su esposo se notaba un tanto distante. Pensaba que el fin, luego de años de intentarlo, al tener un hijo, seria el comienzo de una familia feliz…

Antes de seguir con sus pensamientos, unos brazos cálidos la rodearon y sintió como la cabeza del peliplateado se ocultaba en su cuello.

- Escucha yo… lo siento – susurro - solo… tengo miedo

- ¿Miedo de que? – le pregunto sorprendida

- Moroha, nuestra hija, ella… es tan pequeña… tan frágil, siento que si la toco podría hacerle daño con mis garras o que si la cargo, por mi fuerza podría lastimarla ¿Y si le termino rompiendo algo? Se que tiene algo de demonio que la hace un poco superior a los humanos pero no dejo de pensar que aun asi, en un pequeño descuido…

Kagome no pudo evitar dedicarle una mirada amorosa, acaricio la mejilla de su amado y le dio un tierno beso en los labios, sabia lo dulce y sobreprotector que podía ser Inuyasha, solo que él era más de demostrarlo que de decirlo, si durante todo su embarazo no dejaba de vigilarla ya que tenia miedo a que le pasara algo, las veces que intentaba consentirla cuando le daba esos cambios de humor drasticos atreves de algún que otro regalo cuando hacia un trabajo extra o cuando le daba sus antojos en especial esos que implicaba la comida de su época, Inuyasha hacia todo lo posible para que conseguir algo parecido, por ahí descubrió que Sango y la anciana Kaede le enseñaron algunas recetas de cocina.

- ¿No estas enojada?

- ¿Cómo podría enojarme por eso Inuyasha? Más bien, perdóname, te estampe contra el suelo no sé cuantas veces, sé que no eres de los admiten sus miedos.

- No, tuve que decírtelo solo que me daba un poco de vergüenza hacerlo

- Ven, vamos adentro, te enseñare como hacerlo – dijo la azabache mientras se dirigía a una especie de cuna pequeña que su esposo había hecho unas semanas antes del nacimiento.

- Es…espera Kagome, n… no estoy listo ¡Te acabo de decir que la podría lastimar!

- Shhhh – callo – baja la voz, esta dormida y es el momento perfecto – entre sus brazos estaba un pequeño durmiendo plácidamente en los brazos de la mujer que ama – vamos, siéntate

Tal y como le indico se sentó con su clásica pose de piernas cruzadas, pero en cuanto vio que su esposa le indicaba descruzarlas no entendía que es lo planeaba, más cuando ella se acomodo junto a el a lo que el se tenso un poco

- No te preocupes, ahora intenta abrazarnos, tal y como lo hacíamos bajo los arboles en nuestros paseos

Con cuidado, rodeo con sus brazos ambos cuerpos mientras sentía ya no solo el calor acostumbrado la azabache, si no también el de su hija

- Lo haces bien, poco a poco la soltare para que tu la sostengas solo – tal y como lo había dicho, el peso del pequeño ser empezaba a sentirse en sus brazos a lo que el empezó a tensarse de nuevo – esta bien Inuyasha, no le estas haciendo daño – y sin darse cuenta ya le estaba sosteniendo por si mismo

Con cuidado Kagome se salio del abrazo para luego admirar el momento padre e hija que siempre habia querido ver.

- No tengas miedo - Observaba como su esposo atesoraba cada detalle de su pequeña, sus mejillas regordetas, su pequeña boquita, su pequeña nariz, los parados cerrados que permitian ver sus abundantes pestañas, el cabello azabache que empezaba a crecer. Todos aquellos rasgos que de habia perdido por temor a lastimarla

Y sin darse cuenta, lentamente acaricio una de las regordetas mejillas de si hija

Era un tesoro. Era su tesoro

Al momento de retirar su mano, algo lo retuvo, y ese algo era un pequeña manita que se estaba aferrando a su dedo indice.

El muy pocas veces había llorado, pero esta era la primera vez que lloraba de felicidad

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Recordándolo tal vez parecería ridículo, pero gracias a eso ahora se encontraba cargando a su hija quien poco a poco se estaba calmando, ¿Una pesadilla tal vez? Quien sabe, Kagome le había dado de comer hace un rato y ya había revisado si se había ensuciado, asi que ambas opciones estaban descartas. En cuanto vio que se había vuelto a dormir, la dejo con cuidado en la cuna y regreso al futon compartido donde no dudo en abrazar a su compañera.


Notas de Neko: Bienvenidos a la pequeña sección de desahogo y darse el tiempo de leerla, bueno cuando vi el tema del dia de hoy me quede un poco pensativa, básicamente no se me ocurria nada asi que intente un pequeño fragmento del inicio y luego se alargo, y recorde una imagen en insta que cuanto lo vi, me enamore que es una de Kagome esta cargando a Moroha e Inuyasha esta a su lado un tanto curioso y la inspiración me vino a visitar y ¡tachan! terminado XD Cortito pero estoy satisfecha con el resultado, espero que les gustara y nos vemos el dia de mañana ;3