Dato curioso: Este fic iba a ser publicado en San Valentin junto con "chocolate para Inuyasha" como no lo termine ese día, no lo publique. Hasta ahora.

Advertencia: Si quieren reír lean "chocolate para Inuyasha"

Si quieren llorar lean este fic. Bueno, en realidad no creo que lloren :v

A leer!


-Amargo-al probar el cacao sin azucares. Su lengua lamió sus labios.

Esos labios que al rato, se apretaron con fuerza. Algo andaba mal.

-¡Sesshomaru_sama!-de pronto gritó Rin.

La misma que minutos después tenia sus lágrimas cayendo como gotas de lluvia sobre el rostro ardiente de Sesshomaru.

-Lo siento, lo siento- se disculpaba múltiples de veces. Se frotaba sus párpados, limpiaba sus mejillas, pero eso no evitaba que dejara de llover de sus ojos porque ella fue. Ella fue quien le había dado chocolate. Solo un pequeño cuadrado.

-¿Le gusto? -La niña pequeña preguntó con una sonrisa.

Sesshomaru asintió afirmativamente. Rin, rió de alegría.

Para luego asustarse cuando el demonio comenzó a tambalearse, a respirar pesadamente, a tener un temperatura mas alta de lo normal.

Efectos por comer algo extraño. A ella no le había pasado nada, no creyó que fuera dañino, además de que se lo había dado Kagome. ¡Confiaba en Kagome!

-Lo siento. Lo siento. Lo siento.-volvió a repetir, su rostro estaba contorsionado de pura tristeza. La nariz era sorbida múltiples de veces mientras las lágrimas no dejaban de caer sobre el rostro del demonio-Por favor perdoname. Yo no quería lastimarlo...

Había alegado que estaba delicioso y ella se puso feliz. Pero su cara se horrorizó cuando vio los efectos nocivos que tuvo en él.

Malos. Muy malos.

No ayudaba nada que Jaken estuviera en pánico.

-Un chocolate no puede vencerme-espetó el demonio-Así que deja de llorar.

No obstante, la niña demasiado asustada, preocupada y triste no podía detener las lágrimas que salían de sus ojos.

Hasta que una acción de parte de su señor, la sorprendió tanto que detuvo su llanto.

-Salado-su lengua había lamido las gotas del rostro empapado de su protegida y por la impresión de su acción, dejo de llorar.

En ese momento Sesshomaru lo pensó, al ver que la cascada en su cara paró, que su protegida no llorosa estaba mejor. Mucho mejor, pero cuando las lágrimas amenazaron con volver a salir, el demonio trató de detenerlas.

-Estaré bien...-volvió a afirmar, pero sus palabras no tuvieron efecto en ella-...si sonríes -añadió, ya que no soportaba verla con esa expresión.

Y cuando ella esbozó una deslumbrante sonrisa con su rostro mojado y ojos cristalizados. Sesshomaru que había probado lo amargo del chocolate y salado de sus lágrimas, supo que prefería lo dulce de su sonrisa.