DE CAZA
Por Cris Snape
Disclaimer: El Potterverso es de Rowling. Las películas de "Animales Fantásticos" son de Heday Films y Warner Bros. Tolkien se pertenecía a sí mismo y todo el universo de El hobbit lo creó él y pertenece a sus herederos. Supongo.
Esta historia participa en el reto "Primera página" del foro La Noble y Ancestral Casa de los Black.
"En un agujero en el suelo, vivía un hobbit"
El hobbit - J.R.R. Tolkien
—En un agujero en el suelo, vivía un hobbit.
—Cállate, Travers.
—Ni hablar. Tienes que escuchar mi historia.
—Estás borracho.
—Tú escúchame.
Torquil Travers alzó las manos para colocarlas sobre los hombros de su acompañante y sonrió con aire bobalicón en cuanto percibió lo huesudos que los tenía. Conoció a Leslie Burke durante su primer día en Hogwarts, cuando era un chiquillo escuálido y paliducho, y no había cambiado mucho desde entonces. Mirándole a la cara resultaba difícil de creer que fuese un brujo de sangrepura. Más bien parecía uno de esos sangresucias que pululaban por el castillo con su aspecto roñoso y su afán desmedido por llenarse la barriga de comida a la más mínima oportunidad. Pobretones que nunca llegarían a nada. No como él, que estaba ansioso por narrar su última gran hazaña, quisiera o no quisiera escucharle ese idiota de Leslie.
—En un agujero en el suelo, vivía un hobbit. Estaba feliz y contento porque no sabía que aquel sería su último día de vida.
—Travers, por favor. Ellos pueden oírte.
Torquil echó un vistazo a su alrededor y estuvo a punto de recriminarle a Leslie que le hubiera llevado a semejante lugar. No había que ser muy listo para darse cuenta de que el pub era completamente muggle. Tenía las paredes forradas de madera, los sofás de cuero rojo y una iluminación bastante oscura para que los clientes pudieran disfrutar de cierta intimidad. La música ambiente era en directo y todo el mundo parecía tener clase. No era un antro y por eso lo había escogido personalmente. Torquil dio un respingo al recordarlo y encontró que sus pensamientos eran de lo más sensatos. Era mejor salir a beber entre muggles que hacerlo en el mundo mágico, donde cualquier chismoso podía verles y cotillear al respecto. Los únicos puntos negativos eran el olor (la gente sin magia olía raro) y el hecho de tener que hablar con cuidado sobre según qué temas. Aunque habida cuenta de que el resto de parroquianos no parecían mucho más sobrios que él mismo, ¿qué importaba si le oían mencionar a los hobbits?
—No se enterarán de nada. Tú escucha.
Leslie puso los ojos en blanco, agarró su copa de whisky y se lo bebió de un trago. A Torquil le agradó comprobar que estaba claudicando. Era algo que hacía bastante a menudo cuando estaban juntos, desde sus años como escolares. Torquil era testarudo y a Leslie no le gustaba nada pelearse, así que se cruzó de brazos y le prestó toda su atención. Torquil sonrió, recordando todo lo que había ocurrido durante su última aventura y se aclaró la voz para lograr que su discurso fuera agradable y seductor.
—Como te decía antes de tus continuas interrupciones, el hobbit vivía en un agujero en el suelo. Estaba feliz y contento porque no sabía que aquel sería su último día de vida.
—Ya —Leslie carraspeó—. Antes de que prosigas, ¿estás seguro de que tus acciones fueron legales?
—¿Cómo dices?
—Por lo que sé, los hobbits están en peligro de extinción. Si te lo has cargado, podrías tener problemas con el Ministerio y no me gustaría convertirme en tu cómplice.
Torquil entornó los ojos, obsequiándole con una mirada realmente fea.
—¿Y tú te llamas amigo?
—Puedes contar conmigo para muchas cosas, Torquil, pero no para cubrirte simplemente porque te gusta ir de caza.
—A ti también te gustaría si vinieras conmigo una sola vez.
—Ese no es el punto. Contéstame. ¿Es legal lo que has hecho?
Torquil reflexionó seriamente sobre ello antes de asentir.
—Pronto seré el jefe del Departamento de Seguridad Mágica. Sé lo que me hago.
—Por supuesto.
Leslie bebió un poco más e incluso llamó la atención del camarero para que les hiciera entrega de una botella enterita. Torquil quiso darle un golpe en la cabeza, molesto con él porque parecía sentir la necesidad de emborracharse justo antes de escuchar su fascinante relato. Le arrebató la botella con tanta brusquedad que golpeó sin querer a un hombre que pasaba junto a ellos, un muggle insignificante con traje de tweed que fumaba en pipa. No se disculpó con él y le molestó un poco que terminara sentándose muy cerca de donde ellos estaban. También le hubiera golpeado a él de haber podido, pero no tenía sentido perder los modales por alguien así.
—Deja de beber y hazme caso.
—Te estoy prestando toda mi atención. Sabes perfectamente que no me gusta la caza y que tus historias al respecto me aburren. Me estoy sacrificando por ti, amigo, así que dame esa botella y habla antes de que cierren el local.
Torquil tomó aire con brusquedad. Leslie estaba hablando muy en serio y comprendió que, aunque normalmente claudicaba ante él, nunca lo hacía con demasiada alegría. Sí. Definitivamente era un buen amigo, así que no perdía nada por dejarle beber si era su única condición para escucharle. Así pues, volvió a aclarar su voz y retomó el relato justo donde lo había dejado.
—Ignoro el nombre del hobbit. ¿A quién le importa? Estaba sentado en el suelo de su madriguera, medio dormido. No parecía muy listo y no hizo gran cosa por defenderse de mí. Sólo tuve que sacar mi varita, pronunciar las palabras mágicas y adiós hobbit.
Leslie alzó la ceja, incrédulo.
—¿Y ya está? ¿A ti te parece una historia emocionante?
—¡Me costó mucho encontrar su escondrijo!
—No opuso ninguna resistencia, Torquil. Fue como quitarle un caramelo a un niño. No sé por qué presumes tanto.
—¡Al menos yo tengo alguna aventura que contar! ¿Qué haces tú con tu vida?
—¡Soy inefable!
—¿Por eso estás tan pálido?
—¡Hago cosas extraordinarias!
—Todavía no me has contado ninguna de ellas.
—Porque es alto secreto. Deberías saberlo.
A esas alturas de la conversación, ambos brujos habían subido tanto el tono de voz que la mitad de la clientela del pub podía oírles perfectamente. El hombre que se había sentado junto a ellos estaba muy atento a todas y cada una de sus palabras. A priori, no eran más que dos borrachos peleándose por una tontería, aunque habían mencionado un par de cosas bastante interesantes.
"En un agujero en el suelo, vivía un hobbit"
Un extraordinario comienzo para un libro, sin duda.
El hombre se puso en pie y abandonó el local de forma inmediata. Ansiaba llegar a casa para ponerse a escribir de forma inmediata. ¡Cuán irónica resultaba la existencia humana en determinadas ocasiones! Aquel día se levantó con el cerebro vacío de ideas y dos borrachos habían abierto en su mente un mundo lleno de posibilidades. Les estaría eternamente agradecido por ello.
Hola, holita.
Os he engañado. Esta pequeña historia no tiene nada que ver con las pelis de "Animales Fantásticos", aunque sí que he escogido a uno de sus personajes como protagonista. Necesitaba un brujo que fuese coetáneo de Tolkien y me pareció divertido escoger a Travers. Ahora ya sabéis dónde tiene su origen todo el universo de ESDLA.
Besetes y hasta la próxima.
