Prólogo
Su respiración se encontraba agitada debido a la carrera hasta la zona industrial mientras saltaba de tejado en tejado con el corazón en un puño; Ya era demasiado tarde…
Era un panorama desolador… Un panorama de muerte. El humo cubría el cielo de lo que había comenzado como una plácida noche.
La visión ante ella dibujaba el siniestro de una de las tantas fábricas del lugar. Algunas llamas incluso aún se mantenían latentes. Los Bomberos, quienes habían luchado arduamente por contener el fuego, no encontraban descanso a tan cruel desenlace.
Se sentía… Inutil.
Había fracasado en su deber como protectora, como heroína. París había sufrido y ella no había podido hacer nada al respecto. El Akuma en turno había resultado ser demasiado. La muerte de muchas personas se convertiría en un nuevo peso que cargar sobre los hombros.
Era algo imperdonable.
Ya lo sabía. Sabía que ni el poder de restauración podría borrar aquellos traumas de los recuerdos de la gente que volviera a la vida. De nuevo, aquella sensación de impotencia se instauraba en su conciencia. Tan solo podía descargar el enfado conmigo misma.
Hawk Moth había llegado demasiado lejos esta vez.
El olor a cenizas inundaba el ambiente a la vez que estas aun danzaban en el aire ensombrecido, atrayendola de vuelta a la realidad; Así como el sonido de una respiración pesada cercana a su ubicación.
"¡Chat Noir!"
Su compañero, o al menos eso quería creer… Lo había olvidado. Y es que, el despertar de su inconsciencia había sido acompañado por la noticia de que había partido en enfrentamiento de la bestia… Totalmente solo.
Eso agravaba la culpa, ya de por si inmensa, en su interior. Obviamente la preocupación al recordar aquello era horrible… Más cuando por fin apareció él, en ese lúgubre panorama, en un tejado cercano al área…
Su corazón se detuvo al verlo.
Su Dorado cabello se encontraba chamuscado, y portaba heridas por todo lo largo de su cuerpo; De estas emanaba pequeños restos de vapor por las altas temperaturas debidas al lugar del combate. El cuero de su traje estaba agrietado. Incluso podía resaltar con énfasis su ojo derecho, vendado de manera improvisada, con cierto color carmesí sobre la tela blanca…
Era sobrecogedora la imagen.
Se encontraba recuperando energías con cada bocanada de oxígeno que lograba ingresar a sus pulmones, manteniendo un rodilla clavada en suelo mientras intentaba permanecer consciente usando su bastón como apoyo, mientras temblaba cual hoja.
Simplemente quería abrazarlo… Estar con el…
Lo demás ya daba igual, más allá de la situación distante por la que habían estado atravesando, que su camaradería estuviera hecha trizas; Inclusive, más allá de cualquier discrepancia que tuvieran, era imposible para sus sentimientos negar el dolor. Más que incluso que la tragedia frente a ellos.
Amago con acercarse a él, pero algo no se lo permitía… Aún tenía miedo.
Rápidamente, pensó en su Lucky Charm, al menos restauraría aquella industria y demás daños y, claro está, a él.
(...)
Un cascabel roto aterrizó en sus manos, con el clásico patrón moteado que le causaba cierta confusión. Ni siquiera sonaba…
Daba lo mismo, no disponía de tiempo de indagar, lo necesitaba.
-¡Miraculous Ladybug!- Gritó, arrojando el objeto encantado.
Súbitamente, la fábrica estaba de vuelta a su estado anterior. Finalmente los bomberos encontraron el cese a su lucha, así como también las personas que pudieron salir heridas, el Poder Milagroso estaba por todas partes…
-Audrey Bourgeois…- Escapó de sus labios en un lamento mientras veía de nuevo a la fábrica, antes de ser tocada por la magia.
Ella había sido la víctima y ahora… Chat Noir había tenido que…
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"!¡"
El pánico se apoderó de sus sentidos cuando se percató que su condición permaneció igual. Seguía en el mismo estado y posición, con aquellas heridas aún abiertas, y el ojo vendado. La magia no lo había tocado…
De repente, por fin se levantó aún tambaleante. Mantenía ese gesto de dolor palpable hasta que por fin se tranquilizó su ritmo cardíaco. Se disponía a marcharse sin más.
"¿Que le sucedió…?"
La contempló por unos segundos, con una frialdad encerrada en aquella mirada vacía; Nunca antes vista, para luego darse vuelta y saltar hacia otro tejado, siguiendo así hasta perderse en el horizonte.
Antes de alejarse, cuando se giró…
Si, aquella era una Katana, elegantemente guardada en su vaina y colgada de él. Había sido por un momento, pero igual la había visto. El cinturón que usaba a modo de cola era lo que la sujetaba. Reconocía esa bendita arma…
Ese maldito símbolo gravado… El de los Tsurugi.
"Ese es no es mi Chaton"
Cerró los ojos, intentando contener las lágrimas, rendida ya en la tristeza… No lo logró.
-¿Por qué?- Preguntó la joven, sumida en el dolor que por fin se liberaba de tanto tiempo contenido. No entendía nada. Era una sensación abrumante.
"¿No tenía explicación?"
Una voz…
Aquella voz, aquella infernal voz a espaldas, dueño del culpable de la pesadilla en la que se encontraba atrapa, respondió a la duda.
-Renuncio a ti- Dijo con soltura.
Se giró consternada a verlo, encontrándolo con vistas en la dirección por donde él se había ido. No podía significar lo que decía…
Volvió la vista nuevamente por donde se fue, ahora consciente de la posibilidad de aquella respuesta. Las lágrimas solo aumentaron en cantidad mientras caía de rodillas.
-No…- Sollozo, incapaz de creerlo. Era oficial, estaba destrozada.
-Tú poderes ya no pueden tocarlo-
-¡NO!- No podía estar pasando…
"¿Cómo es que todo había terminado así?"
Dolía siquiera pensarlo, pero involuntariamente, comenzó a reflexionar. Todo había iniciado aquel día…
Con aquella primera sospecha y con la primera desconfianza entre ellos… Debería revivir el dolor de los últimos meses.
-Vuelve…- Musito desesperanzada, en un aliento perdido.
Al final, le había tomado tiempo, decisiones equivocas, auges y caídas por igual. Había tenido que luchar para saber la verdad del propio corazón. La verdad…
-Te amo…-
La lluvia comenzó a caer sobre la ciudad, disfrazado hábilmente el rastro de un llanto solitario, y dándole el toque final a una noche de sentimientos rotos…
Terminaba la Ilusión, las consecuencias de sus decisiones por fin le habían dado caza…
Comenzaba la cuenta atrás.
De acuerdo... Este prologo llevaba meses guardado, y la verdad, espero que que se convierta en un ancla para mi descarrilada vida.
No me malentiendan, a esta alturas todo hemos sufrido la misma crisis medica del mundo; El negarlo es un movimiento cobarde. A eso añadan que les caiga una puerta de vidrio en un pie y estarán como su servidor: Una persona que necesita sutura, pero que debe improvisar por desplome del sistema medico de su país...
En fin, luego del reportaje de mi persona, espero que con gusto apoyen a esta nueva historia Miraculous (Mucho mas oscura). Debo aprovechar la fiebre por los especiales y nueva temporada... ¡Aun cuando no haya podido ver nada todavía! -No tengo internet :(-
En mas, háganme saber sus pronósticos de a donde llegara esta historia, cualquier duda también se acepta de paso.
Nos leemos la próxima, que con suerte sera semanal las actualizaciones…
Yo soy A - El Eloy.
Bye.
