Medio año había pasado desde que estuvo a punto de casarse con la mujer que había conquistado su corazón, sin embargo no fue capaz de dar el paso, primero porque sus demás "prometidas" hicieron un escándalo que lo pusieron con los nervios de punta, y temiendo que le hicieran algo a su futura esposa prefirió darle tiempo al tiempo, la segunda razón y la más importante, fue porque tenía miedo, seguía sin sentirse merecedor del amor que una joven tan dulce, amable, bonita, fuerte, agradable como Akane, le profesaba.
Aunque a veces se arrepentía de no haber dado el sí en el altar.
Un suspiro brotó de sus labios mientras continuaba lanzando patadas al aire, realmente sentía todo normal entre ellos desde aquel día, pero definitivamente no era normal el hecho de que cada vez que intentaba disculparse con ella simplemente evitaba el tema poniendo alguna excusa para irse y no escucharlo.
Quizá estaba lo suficientemente enojada para considerar terminar su noviazgo y compromiso.
Eso le aterraba.
—¡Ranma!— exclamó una voz femenina sacando de sus pensamientos al mencionado, quien dejó de entrenar para mirar fijamente a su prometida.
—Akane.— murmuró con sorpresa. —De una vez te digo que sea lo que sea que pienses que hice, yo no fui, así que no me molestes.— habló irritado mientras seguía su práctica, dejando a una confundida azabache que lo miraba desde la entrada del Dojo.
Él tampoco ponía de su parte para arreglar las cosas con ella.
—Bueno, ¿a ti que te pasa?— preguntó a la vez que se cruzaba de brazos. —Solo venía a decirte que la comida esta lista por si gustas ir a comer de una vez, a menos que quieras seguir entrenando hasta tarde como ayer, pero eso si, no quiero que te quejes si te enfermas por no comer a tus horas, total, por mucho que me preocupe por ti no vas a entender.
El de trenza nuevamente se detuvo para mirarla, sorprendiendose al ver como su mirada emanaba auténtica preocupación.
Realmente él también estuvo haciendo las cosas mal.
—Lo lamento Akane, solamente necesitaba entrenar, si un día voy a hacerme cargo del Dojo tengo que mejorar mis habilidades, no sería nada agradable que mi esposa fuera más fuerte que yo, prefiero que ambos estemos al mismo nivel, así será más fácil que manejemos esto juntos.— respondió sin pensar, dándose cuenta de lo que dijo en cuanto vio el rostro sonrojado de la joven.
Ni siquiera sabía si ella quería casarse todavía con él y ya planeaba todo un futuro junto a ella.
Sin duda era un verdadero idiota.
—E-Es decir, una niña tan fea y boba no puede ser más fuerte que yo porque pues yo soy... Yo soy...
—Un tonto que no hace más que confundirme, si, eso eres.— murmuró. —Apúrate que la comida se enfría.
La de corta cabellera se dio la vuelta dispuesta a irse, sin embargo, antes de que pudiera salir del lugar el de ojos azules la tomó del brazo, sorprendiendo con su acción a la menor.
—¿Pasa algo?— cuestionó pero él no hablaba. —Ranma, ¿quieres que le diga a Kasumi que no vas a comer?
Nuevamente el silencio reino en el lugar, dejando con una extraña sensación a la joven, quien miraba bastante inquieta al de ojos azules.
Sin duda de los dos él era más difícil de descifrar.
—Si no vas a decir nada, ¿puedes soltarme?, yo si tengo cosas que hacer, después de comer tengo una cita con Ryoga para...
Y esa fue la gota que derramó el vaso.
—No te voy a soltar y no vas a salir con nadie, tú te quedas aquí, vamos a hablar y sin excusas entras, te sientas, te callas, me escuchas y ya después te acompaño a donde sea que vayas.
La determinación en la voz del muchacho extraño a Akane, quien sin decir más accedió a lo que le decía, no porque le tuviese miedo, sino porque su rostro se veía bastante serio, eso le preocupaba.
—Bien, ya estoy sentada, apúrate a decirme lo que quieres, en verdad tengo prisa.
Él no respondió, simplemente se sentó frente a ella y la miro en silencio, haciéndola sentir mucho más incómoda que antes.
Estaba colmando su paciencia.
—¿Estás molesta?— pregunto luego de un rato, agarrando desprevenida a la joven.
—No, pero estoy comenzando a molestarme, si no quieres salir lastimado ya dejate de preguntas raras y dime que es lo que quieres.— respondió. —Si lo que buscas es entretenerme para que no salga, deja de molestar con tus celos.— murmuró a punto de levantarse, sin embargo él se lo impidió.
—No habló de ahora, me refiero a que si estás molesta porque tú y yo no...— suspiró. —No nos casamos...
Ante esa aclaración ella permaneció inmóvil, haciendo notar lo nerviosa que estaba luego de esa pregunta a la cual realmente no quería responder.
—Ranma... No me preguntes eso, quedamos en que esperaríamos, yo me precipite al acceder sin preguntarte antes, me salte el orden de las cosas, entiendo que no hayas querido casarte conmigo.— habló luego de un rato, dedicándole una amarga sonrisa a su acompañante. —Me deje llevar por algo que creí escuchar, seguramente fue producto de mi imaginación al estar al borde de la muerte, en verdad te pido disculpas por...
—No has respondido la pregunta.
Ella bajo la mirada, a la vez que negaba lentamente.
—No estoy molesta, estoy decepcionada, pero no de ti, sino de mi, yo no espere lo suficiente y me adelante a algo que no sabía si tu también querías, los dos hemos sido novios técnicamente desde que llegaste, pero no por elección propia, en parte quise esperar porque quería que todo fluyera por su propia cuenta pero... Me cansé.
Ante su respuesta el corazón del pelinegro comenzó a latir frenético, presa del terror comenzaba a arrepentirse de tener esa conversación.
—¿A que te refieres?
Ella al notar la palidez en su rostro pensó en las palabras correctas para aclarar su anterior respuesta.
—Comienzo a cansarme de que todo siga igual, ambos sabemos que no somos los mejores demostrando lo que sentimos, pero me hubiera gustado que al menos lo intentaramos, estaba dispuesta a poner de mi parte pero siempre que lo hacía tu salias con tus groserías, por eso preferí que todo siguiera igual y no quise tocar el tema.
El muchacho no dijo nada, simplemente rasco su nuca con nerviosismo, ya que jamás se dio cuenta de lo que pasaba por su mente, simplemente pensó que portandose como siempre ya demostraba lo mucho que la amaba, pero al parecer tampoco ella noto que todas y cada una de sus palabras tenían un doble sentido.
«Si no quiero perderla tengo que aclarar esta situación de una vez por todas...»
Un suspiro brotó de sus labios ante el incómodo silencio que se había instalado entre ellos, tomando temeroso las manos de la menor de las Tendo, provocando que ella lo mirara con el corazón latiendo a mil por hora.
—Mira Akane, la verdad es que yo trataba de verme normal, de ocultar la verdad, pero cada vez que tu me ves, me hablas, me sonríes, yo no puedo.— confesó. —Se que soy un idiota por no decir esto antes, pero sabes que no soy la persona más abierta a decir lo que siente cuando lo siente, intente demostrar lo que provocas en mi de mil y un formas, pero al final acababa diciendo todas esas cosas sin sentido esperando que tu llegaras a entender que...— trago grueso, ignorando que sus mejillas se tornaban color carmín, cosa que le pareció muy tierna a la azabache. —Realmente te amo, lo dije en Jusenkyo y te lo repito aquí, estoy realmente enamorado de ti, sin quererlo la loca hija del mejor amigo de mi papá acabo por flecharme...
La joven sonrió sin borrar la sorpresa de su rostro, apretando levemente las manos de su acompañante.
—Espero que por loca te refieras a mi y no a Nabiki.— murmuró provocando que él riera ante su comentario.
—La única loca que conozco que hace que pierda el juicio, que me hace enojar, que me hace reír, que me hace entrar en razón, y que hace latir mi corazón, eres tú, tonta.
Ante sus palabras ella llevó una de sus manos a su mejilla para acariciarla tiernamente, provocando que él perdiera el aliento ante ese pequeño tacto.
—Ranma, esto no es normal...
El mencionado negó para después sonreír.
—Lo que no es normal es que esto siga pasando, tú me gustas tanto que...— suspiro mientras pegaba su frente a la de ella. —Realmente quiero arriesgarme contigo, intentarlo para que lo nuestro funcione como debe, quiero que comencemos cruzando la línea de la amistad para poder pasar a ser más que amigos y si todo sale bien en un futuro... Casarnos por nuestro propio pie, no por un acuerdo entre nuestras familias.
Akane guardo silencio, no sabía que responder, sabía que un día él podría decirle todo aquello, pero no sabía si ella querría intentarlo otra vez.
—Ranma... Te amo, pero no quiero ser la única que ponga de su parte, quiero cruzar la línea contigo, pero no sé si sea lo mejor...— respondió luego de unos minutos, cerrando los ojos para no hacer contacto visual con él. —De verdad... ¿Será que mi destino es aceptarte en mis brazos, qué somos más que amigos y tenerte mi lado?
El de ojos azules se alzó de hombros.
—No sé si sea el destino o una simple casualidad, pero lo sabremos si lo intentamos.— murmuró. —Dime... ¿Quieres hacer el intento?— cuestionó tomando de las mejillas a la joven para así levantar su rostro y verla a los ojos. —¿Quieres ser mi novia, Akane?
La mencionada no dijo nada, simplemente se abrazo a él mientras derramaba pequeñas lágrimas de alegría, se sentía en un sueño.
—Si.— susurró con la voz entrecortada. —Si quiero, Ranma.
Aquella respuesta provocó que el corazón del mencionado latiera con fuerza, permitiéndose corresponder aquel abrazo en el que su ahora pareja lo envolvía.
—Se que esto no será fácil, pero te prometo que voy a poner de mi parte para que esto funcione, solo te pido que confíes en mi, desde ahora ciertas conocidas trataran de... Ya sabes.
Akane soltó una pequeña risa para después asentir.
—Definitivamente no es normal verte así.— lo miro divertida, provocando que él se sonrojara. —Tranquilo, se en que me estoy metiendo, pero no prometo que ellas salgan ilesas, tendrás que hablarles con la verdad si quieres evitar una tragedia.— bromeó.
Por su parte el de trenza no dijo nada, simplemente tomó las mejillas de la joven, perdiéndose en aquellos ojos que le gustaba tanto mirar.
Quería olvidarse de todo y disfrutar aquel momento con ella.
—Podemos hablar de eso luego, ahora quiero hacer otra cosa.
Akane lo miro confundida, sin poder decir nada o cuestionar lo que haría, el muchacho acabo reduciendo la distancia entre los dos, juntando sus labios en un suave y tierno beso.
Su primer beso como una pareja oficial.
Su primer beso intencional.
La joven, sorprendida ante su acción, prefirió no decir o hacer nada, dejándose guiar por él, sintiendo que en ese instante el tiempo se había detenido, guardando ese momento en su memoria para jamás olvidarlo.
Una sonrisa se dibujo en los labios de Ranma, quien se sentía realmente idiota por no haber dejado su orgullo antes, pero ahora estaba dispuesto a recuperar el tiempo que perdió entre insultos y agresiones.
Si, sabía que ella era una joven testaruda, malhumorada, una mujer a la cual no lograba descifrar aún, pero aprendería hacerlo.
Por su parte, él también era un joven orgulloso, incapaz de admitir cuando algo no salía a su favor, así como también le costaba demostrar lo que sentía hacía su novia, optando por hacerlo a su manera y demostrarle su amor de una forma bastante peculiar.
Pero ya no más.
Las cosas cambiarían a partir de ese momento, todo sería más normal entre los dos.
Como debió ser en un principio.
A partir de ese día sus caminos estarían unidos definitivamente, aprendería a amarla, a entregarse sin miedo.
A darlo todo por un beso.
¡Hey!
¿Qué onda?
Aquí LupitaHaibara trayendoles un nuevo OS, y es que, wow, que bien se siente volver a escribir después de tanto tiempo :'3
Y bueno, sé que regrese con un OS algo peculiar, pues obviamente no es de Miraculous, así que aviso de una vez que pienso escribir historias de otros shipps, de otros fandoms, por lo que me decidí a publicar esta historia corta de Ranma 1/2, ya que el 15 de abril se cumplieron 32 años de ese bonito anime, así que este One-shot es un pequeño homenaje que quise hacerle, basándome en una canción muy bonita, a mi parecer, titulada "Por un beso" De Flavio Andrés (Yolo) y Mariana Ávila.
Y bueno, antes de irme quiero decir que de mientras estaré subiendo historias cortas de este y otros shipps, espero les den apoyo y sean de su agrado :3
En fin, sin más que decirles, yo me retiro, ya saben que cualquier cosita pueden dejarla en los comentarios, yo encantada de leerlos :D
Nos leemos en otra realidad virtual /
Bais~
