DISCLAIMER
Los personajes de DIgimon, así como la trama principal de la historia pertenecen a TOEI Animation y Akiyoshi Hongo.
Esta historia es solo con fines de entretenimiento de la autora y de los fans del mimato.
SENTIMIENTOS ENCONTRADOS
Yamato
Tenía ya varios días con estos pensamientos, era tanta presión tener que hacer algo por el Digimundo, ser niño elegido, estaba confundido y tan mal que cada día me sentía más atormentado por todo… De no ser por…
Gabumon estaba acostado a mi lado, recargando su cabeza en mi brazo, ya era bastante noche, todos estaban dormidos. Me ofrecí a hacer guardia porque no tenía nada de sueño, mi cabeza todo el tiempo está pensando, todo el tiempo me siento preocupado, no estoy a gusto, sin embargo, tengo que ser maduro, prudente, por Takeru, por los demás, por mí.
Estaba viendo solo a la fogata, analizando la situación, las consecuencias, lo que pudiera o no pasar, lo que ocasionarían mis decisiones, a fin de cuenta somos un equipo… No, somos amigos, somos un grupo de niños que con cada aventura se hizo más unido, hemos pasado por tanto, no solo malos, también muy buenos momentos. Me costó encajar con ellos, sin embargo ahora puedo decirlo con certeza, son mis amigos y daría todo por ellos, así como ellos lo han dado por mí; sin embargo, esto no detenía lo que quería hacer y, a fin de cuentas, tengo que pensar primero en mí.
Me levanté con cuidado para acercarme al lago que estaba cerca de donde estábamos acampando, necesitaba sentir un espacio abierto y estar solo un momento, aunque todos estuvieran dormidos. Con cuidado, me levanté para no despertar a Gabumon y pudiera seguir descansando.
Gabumon… Cuando llegamos a este lugar, nunca me imaginé lo que me esperaría y mucho menos que habría algo llamado Digimon. Al inicio de todo me sentía algo incómodo cuando estaba con Gabumon, quien en ese entonces era Tsunomon, no sabía cómo relacionarme con él, qué hacer, cómo hablarle; con el paso del tiempo me di cuenta que él era como yo, así que lo traté como a me gusta que se acerquen a mí, se volvió tan cercano que daría todo por él, daría mi vida por que Gabumon estuviera bien, tranquilo, viviendo en su mundo feliz.
Llegué a la orilla de lago, me senté y me quedé mirando al cielo. No sé cuánto tiempo estábamos ya aquí, después de regresar de la pelea con Myotismon, sentía que era eterno, que los días no pasaban, que los las horas no corrían. Esto hacía que cada segundo quisiera salir corriendo, aunque no abandonaría a mis amigos, necesitaba un espacio para mí.
Probablemente pasó poco tiempo que estuve en el lago, se me despertó un poco el hambre y regresé a donde estábamos todos para buscar algo que comer y calmar a mi estómago. Busqué rápidamente con la mirada las cosas hasta que localicé la mochila de Tachikawa, ahí era don de guardábamos algo de comida de emergencia.
Me escabullí con mucho cuidado para no despertar a nadie, cuidando que no me vieran ni escucharan. Abrí la mochila de Mimí, hurgué un poco y saqué un paquete de galletas, eso sería suficiente.
Con mucho cuidado abrí el paquete, tomé una galleta y, antes de comerla me quedé en pausa, ahí estaba de nuevo esa sensación de salir corriendo, estaba temblando mi mano y poco a poco mi cuerpo empezó a temblar también, apreté la galleta con la mano y quedó destrozada, mi pecho guardó un grito y en ese momento tomé la decisión, me iba a ir.
Mimí
Había escuchado pequeños pasos cerca de mí, tenía algo de miedo, sin embargo recordé que Yamato estaba vigilando y que probablemente sería él, sin embargo, escuché ahora como movía cosas muy sutilmente, así que con cuidado abrí los ojos y dirigí mi mirada a donde estaba mi mochila.
Enfoqué la mirada y mientras mi cerebro despertaba un poco, me di cuenta que era una persona, una vez que logré despertar un poco más, me di cuenta que era Yamato buscando entre las cosas. Mi corazón se aceleró un poco y me puse algo nerviosa, ¿qué estaba buscando?
Logré ver que sacó un paquete de galletas y eso me tranquilizó un poco, sin embargo de un momento a otro vi que se quedó estático, su rostro quedó quieto, sus ojos inmóviles, parecía mirada perdida, logré ver cómo su mano temblaba y me preocupe, ¿se sintió mal?, ¿le duele algo?
Me asusté cuando destrozó la galleta con su mano, ahora ya no se veía perdido, se notaba horrorizado. Se empezó a mover con cuidado, trataba de no hacer ruido, se acercó sigilosamente a Gabumon y lo despertó, le dijo algunas palabras al oído y Gabumon solo asentía.
Ya estaba más preocupada, no sabía qué estaba pasando, Gabumon se levantó con cuidado y poco a poco empezaron a caminar hacia el bosque, ¿qué estaba haciendo?, ¿no le tocaba guardia?
Miré a mi alrededor, nadie se había percatado de nada, con cuidado me levanté para tampoco despertar a nadie, me puse mis botas y me dispuse a seguirlos. Tal vez solo iban por comida, tal vez solo a caminar, sin embargo, me quise cerciorar.
Iban caminando sigilosamente, Gabumon llamaba a Yamato pero él no respondía. Caminaba tratando de esconderme un poco pero sin perderles el paso.
Yamato paró en seco y Gabumon estaba sorprendido.
-¿Qué pasa Yamato?- preguntaba Gabumon visiblemente preocupado.
-Gabumon… Gracias por seguirme, gracias por estar conmigo desde el primer momento, de no ser porque apareciste a mi lado aquí… Has sido un soporte importante en este camino y daría mi vida por ti… Te pedí que me acompañaras porque me voy a separar de ellos, me he sentido muy presionado, confundido, hay momentos donde siento desesperación y me siento perdido y necesito un tiempo para mí, para pensar, para analizar, para tomar decisiones, me he sentido muy asfixiado y atado y no me deja avanzar…
Al escuchar eso sentí un leve dolor en el pecho, en algún momento del viaje sentía a lejano a Yamato, él siempre fue protector, empático, escucha mucho, aconseja, responsable, consciente, en muchas ocasiones él y yo siempre coincidíamos en las ideas, las formas de actuar, los planes, nos coordinamos mucho y siempre estamos de acuerdo por el bien de todos, entonces, cuando empecé a sentir esto de él, me preocupé, sin embargo no me atrevía a acercarme a él y preguntarle, por más obvio que fuera.
Siempre trataba de sacar el tema con los demás, pero no lo notaban, Sora siempre estaba muy apegada a Taichi y viceversa, además, Taichi muy seguido tenía desacuerdos con Yamato, Hikari también era muy apegada a su hermano, Koushiro siendo Koushiro, pegado a su computadora y a investigar y Joe era demasiado distraído como para darse cuenta. Con Takeru no lo quise hablar para no preocuparlo, así que solo lo guardé para mí.
-¿Estás seguro Yamato?, tu sabes que yo me iré contigo y estaré junto a ti por siempre, solo que los demás se van a preocupar.
-Lo sé Gabumon, pero necesito esto para mí de verdad, y gracias por acompañarme.
-Estaré para ti siempre Yamato. Por cierto, ¿cuándo regresaremos con ellos?
-No sé, solo sé que no será pronto…
Al escuchar esto el dolor en mi pecho se hizo más grande, no quería que se fuera, no veía seguir el camino sin él, ¿qué pasaría ahora?, entró en mí una desesperación que no había entrado, Yamato empezó a caminar junto con Gabumon y mi cuerpo, mi cerebro y mi corazón me gritaban que no permitiera que se fuera, de donde pude, agarré fuerzas y salí de mi escondite para hablar con él.
-¡Yamato!
Inmediatamente Yamato volteó, con su rostro un poco asustado, no se esperaba verme ahí.
-Mimí, ¿qué estás haciendo aquí?
-¿Te vas?
Hizo una mueca, esa expresión denotaba que no quería hablar de ello y al parecer tampoco estaba feliz de que me hubiera dado cuenta.
-No quiero hablar de esto Mimí por favor, regresa con los demás… Diles… Solo diles que me fui y que no sabes nada, por favor…
Su mirada suplicaba porque no dijera nada, de verdad quería que nadie se enterara. Al decir eso se dio la vuelta empezó a caminar.
-Espera…- logré decir, tenía la mirada baja, estaba intentando reunir valor, apreté mis puños y como pude, se lo dije.
-¡Llévame contigo!
Su cara de pronto se sonrojó y su expresión era de máxima sorpresa.
-¿Qué estás diciendo Mimí?
-¡Llévame contigo Yamato por favor, quiero estar contigo, no me dejes aquí!
No me decía nada, seguía sonrojado y solo apretaba sus manos y me desvió la mirada.
-Por favor Mimí no me hagas esto, necesito estar solo…
-Yamato… De verdad te pido que me permitas acompañarte y estar contigo… No quiero quedarme con ellos… Yo…- De verdad quería decirlo, era ahora o nunca arriesgarme por todo- Yamato tú me gustas…- sentí cómo me sonrojaba, ahora sentía más valor para decírselo- Me gustas mucho Yamato y no quiero que me dejes aquí con los demás, sé que es egoísta pedírtelo, pero quiero estar contigo por favor…- mi voz se empezó a cortar y empezaron a salir lágrimas, una tras otra- te lo pido… Nosotros… Tenemos una conversación pendiente y… Por favor, solo necesito saberlo o por lo menos, permíteme estar contigo, por favor…
Yamato
¿Cómo se supone que iba a reaccionar a ello?, no esperaba que estuviera despierta, quería que esto fuera fácil, pero esto, no contaba con que me hubiera visto…
-¡Solo déjame ir por Palmon para que venga con nosotros, por favor Yamato!
Cada que hablaba sentía miedo de que nos escucharan y despertara a los demás, ella era así, impulsiva, a veces me exasperaba eso de ella, aunque, quería tener el valor que tiene para decir las cosas con esa tenacidad y honestidad que la caracterizan.
Su súplica me dolía cada vez más, pero mi decisión estaba tomada, siempre veía por todos antes que por mí y ahora necesitaba estar solo, por más que me doliera verla así.
-Mimí, ahorita no puedo quedarme a hablar contigo, por favor, piensa en mí, en lo que necesito, te prometo que regresando hablaremos tú y yo y solucionaremos las cosas, tendrás muchas respuestas, pero ahora necesito irme. Cuídate, cuida de Takeru, te lo encargo.
Salí corriendo, Gabumon venía detrás de mí, solo escuché un pequeño grito de mi nombre y me imaginaba a Mimí ahí, indefensa, llorando, de verdad me pegaba mucho eso, pero, Mimí, te prometo que cuando regrese, tendremos esa plática, y todo quedará solucionado.
Nos vemos Mimí, cuídate.
