Me miro al espejo, ladeo la cabeza de un lado a otro, trato de reconocerme, trato de encontrar algo, un indicio de la antigua Katniss, pero creó que es imposible. Esa Katniss ya es parte del pasado y aunque traté de traerla de vuelta no pude.
Paso mis dedos sobre la tela del abrigo color marrón que Cinna me ha colocado, es suave, nunca antes había sentido una textura tan suave como esta, sin embargo, no es mía. Veo a tráves del espejo el reflejo de la chaqueta que era de mi padre, está sobre la cama.
Es vieja y desprende un olor a cenizas y humo, seguramente de todas las veces que he estado en el Quemador, también huele a madera y pino, huele a bosque. Ese lugar que mi padre me enseño a ver como un refugio, como el sustento que nos mantenía con vida. Estar en el bosque era sinónimo de libertad...
Vuelvo de nuevo mi vista hacia el espejo, mis ojos carecen de brillo, mi rostro carece de emoción alguna, y veo mis manos...
Mi respiración se vuelve errática cuando veo que mis manos están manchadas de sangre, sé que es una alucinación, que mi mente está jugando con mi cordura. Mis manos están manchadas con la sangre de Rue, de Marvel, de Glimmer, de Cato... mi realidad es que soy una asesina.
Apartó la mirada de mis manos e inconcientemente me las limpio sobre el pantalón que llevo puesto.
Inhalo y exhalo, tratando de calmar mi respiración, ahora mi reflejo luce una expresión de angustia y mis mejillas están coloradas. Reprimo las ganas de llorar, trago saliva para deshacer el nudo que se ha formado en mi garganta.
- ¡Cinco minutos para empezar! - exclama Effie cuando abre la puerta de mi habitación.
Asiento y no sé si ha visto mi cara de angustia, pues cerró la puerta de inmediato.
Mi mente volvió a recordarme que en cinco minutos lo volvería a tener cerca, volvería a sentir ese aroma que desprende a pan recién horneado. De nuevo, volvería a entrelazar mi mano con la de él, mis labios volverían a probar los suyos...
Otra vez volveríamos a jugar nuestro papel de los trágicos amantes, pero está vez había mucho que perder, está vez era ganar o morir...
Nadie te dice las consecuencias que trae consigo ser una vencedora de los juegos del hambre. Y en mi caso las consecuencias que trae consigo haber desafiado al Capitolio con unas bayas venenosas.
Afuera, aquellas bayas fueron una chispa, que poco a poco se ha ido propagando. Una chispa que yo misma debo extinguir antes de que el fuego inicie.
¿Será eso lo que en verdad deba hacer?
Niego con la cabeza, debo pensar en Prim, mi madre; en Gale y toda su familia, en Peeta... En mis manos esta su salvación.
Iniciar una guerra no es una opción, debo convencer a todos en los distritos de mi amor por Peeta, que aquel acto fue con el único objetivo de evitar que también él muriera.
Me observó una vez más en el espejo y veo el reflejo distorsionado de lo que una vez fui.
Soy el reflejo de la tiranía de un hombre que busca su propio beneficio; soy el reflejo de la miseria en la que vivimos en el Distrito 12; soy el reflejo de una vencedora que carga a cuestas con demonios que tratan de devorarme con las pesadillas más horrorosas...
Soy el reflejo de una revolución que no pedí y que ahora debo detener.
Suspiró viendo directamente al espejo frente a mí, me armó del valor que aún me queda y empujo cualquier sentimiento en lo más profundo de mi ser...
No se me está permitido ser débil y los sentimientos son sinónimo de debilidad. Estoy a punto de comenzar un nuevo juego pero con el mismo objetivo: proteger a mi familia.
Y para cumplir con mi objetivo debo imponer el reflejo impoluto y glorioso de la vencedora de los Septuagésimos Cuartos Juegos del Hambre...
Hola!!! Este oneshot lo tenía desde hace un tiempo, es corto pero esperó les guste
Tal vez más adelante suba más fanfics de los "Los juegos del hambre"
Besos y abrazos de oso ;)
