"Tengo algo que decirles…"
Esa frase representó un enorme cambio para su triste y miserable realidad. Tratar de expiar tus pecados e intentar que tu vida avance después de años de negartelo es duro… y extraño. Demasiado.
Sin embargo, Sunny sabía que era necesario, durante años escapó no solo de la responsabilidad… pero de la realidad en sí misma. Un mundo de sueños donde nada había ocurrido, donde todo estaba bien, donde todos seguían unidos por aquel lazo que parecía inquebrantable…
Aunque… bueno, siempre hay una caída que rompe cualquier cosa, incluyendo cuellos.
Las reacciones a aquella explicación dada con una voz temblorosa fueron las mas esperadas por el muchacho…
Una Aubrey que después de voltear a ver a Basil empujo a Sunny, empujandole para salir de la sala.
Un Hero con un rostro entre herido, decepcionado y enojado. El solo soltó un suspiro, uno tembloroso, harto, estaba harto, sin embargo, intentando no tocar a Sunny, salió igualmente de la sala.
Y un Kel… que justo después de que la puerta se cerró, rompió a llorar.
Sunny miró al suelo, respiró profundamente, era obvio que estaba conteniendo unas lágrimas que logró contener durante esa confrontación tan… patética. El intentando explicar con una voz temblorosa que todo lo que ocurrió ese día fue… un accidente, mezclado con no tener sentido común al solo tener 12 años.
—¿S-sunny…?- escucho, era la voz temblorosa del moreno. El mencionado elevo el rostro, asustado de que cosa este pudiera decirle. —Y-yo… - abrió la boca, mirando ahora a un lado.
El pelinegro miro hacia el mismo lado, al suelo, igual que Kel, era obvio que para ambos era… incómodo mantener contacto visual, sin embargo, Kel tomándolo de los hombros y acercándose a el, con el objetivo de darle un abrazo apaciguó su ya agitada respiración.
Sunny abrió la boca, aunque el único quejido que salió de su boca, fue silenciado por Kel aumentando la fuerza del abrazo.
—E-esta bien… - murmuro, era un tono dolido, y Sunny podía incluso percibir la duda en esa pequeña frase. —Estaremos bien…- el abrazo se aflojo un poco, ya que Kel suspiro temblorosamente.
El pelinegro respondió débilmente al abrazo, escondiendo su rostro en el hombro del muchacho. este respiró profundamente y apretó nuevamente a su amigo. Sunny dejo salir un pequeño espasmo, Kel pudo sentir cómo sus dedos apretaban su camisa. Respiro profundamente por la nariz y asintió levemente.—Vamos a estar bien.
"Vamos a estar bien"
Sunny miró sus manos, sentado a un lado de la cama de Basil. El rubio también se encontraba casi en la misma posición, sentado en su cama, sin apartar la mirada de sus nudillos, los cuales acariciaba ansiosamente, ambos solos en el cuarto, ya que Kel, después de unos momentos, recibió un mensaje de Hero, diciendo que tenían que irse.
—Entonces…- murmuró Basil, con un tono leve, un susurro. —¿Ellos…? ¿Ellos ya lo saben?
Sunny asintió, dejando salir un pequeño "Mm" en respuesta.
Otra vez un silencio. Sunny se encontraba viendo al suelo, pero luego subió la mirada, pudo verlo, aunque con algo de dificultad debido a su ojo dañado. Basil, solo se encontraba viendo a sus manos y unas cuantas lágrimas cayeron a ellas.
El pelinegro se puso de pie y toco gentilmente la cabeza de Basil, llamando su atención.
—L-lo siento… yo…- Basil limpio sus mejillas y sorbió suavemente su nariz. —Tengo miedo... - susurro, su voz se rompió justo en la última sílaba, y le fue inevitable volver a llorar. —Yo… me voy a quedar solo… y ellos me van a seguir culpando.- admitió, Sunny bajo su mano a su hombro y se sentó en la cama, viendo a su amigo —Y… ¿Ahora nos odian?
Sunny abrió la boca, aunque inmediatamente simplemente bajó la mirada, sin saber que responderle. Esa era una buena pregunta. ¿Los odiaban? Seguramente… incluso si eran unos niños… nada justifica esa falta de sentido común que ambos tuvieron, incluso si era una situación estresante…
Y lo peor… es que… incluso si ellos lo saben… ¿Qué pasaría si los adultos se enteran? ¿Su madre, su padre?
Decírselo a ellos era un paso para ambos, pero… ¿Qué sigue después de esto? El aún va a mudarse, aún va a irse de Faraway, y lo que dice Basil es cierto…
Podrán haber dicho la verdad, el grupo podrá saber al fin qué ocurrió con Mari, pero… el se va… el no va a tener que sentir que lo miran, juzgan o culpan, el no va a sentir que lo evitan o lo atacan…
Basil, sin embargo, si.
Sunny respiro profundo, la mirada desesperada de Basil, lo hacía sentir culpable, era necesario decir la verdad pero… el miedo que lo acaba de invadir… ¿Qué era peor? ¿Continuar callado o decir la verdad?
—¿Sunny…?
El mencionado soltó un "¿Mm?" como respuesta
—¿Qué vamos a hacer?
Esa pregunta le shockeo, "¿Qué vamos a hacer?" él también se preguntaba lo mismo. ¿Cómo ayudar a Basil? Él tenía fácil la situación en cierta medida, pero Basil no, Basil va a ser el blanco de la más pura sensación de rechazo que alguien pueda sentir, por algo que ni siquiera le corresponde
—Cartas.
—¿Eh?
—Me dijiste esa noche que no quieres que te deje solo.- aclaró.
Basil miró a Sunny con los ojos algo abiertos por la sorpresa. El pelinegro seguía sujetándolo, aunque su agarre se había aligerado por lo que sus manos se habían deslizado un poco.
—¿C-cartas…?- questiono Basil.
—No puedo quedarme.- explicó Sunny. —Pero quisiera hacerlo.
Basil asintió suavemente. —Eso… eso sería precioso…- una ligera sonrisa apareció en su rostro, seguía preocupado, Sunny sabía que el tener correspondencia no era del todo una solución, al menos no del todo. —Sería lindo poder… poder conversar… y… podrías tomar fotos para mi…- murmuro —Muchas… tal vez te mudes a un vecindario con muchas flores… podría decirte cuales son y-
—Lo lamento.
—¿Huh?
Sunny apretó los labios y un poco los brazos de Basil, quien dejó de sonreír abruptamente por las palabras que escucho. Un silencio zumbante los envolvió.
No había nada detrás ni envolviendolos. Nadie los observaba, no había ojos a su alrededor. Eran ellos dos, disueltos de un secreto horrible que jamás pidieron o buscaron tener.
—¿Qué…?- cuestiono nuevamente Basil.
El rostro de Sunny mostró un ceño ligeramente fruncido, unos labios apretados, su cuello se marco un poco, y trago duro.
—P-perdóname…- volvió a susurrar, al terminar la oración, su ojo estaba acuoso y rápidamente lo limpió. —Por… por dejarte solo. Perdón.
Basil aspiro un poco de aire, viendo a su mejor amigo.
—Yo...no… yo no sabía cómo...
Basil respiro suavemente, viendo a Sunny luchar por no llorar, con un rostro claramente penoso.
—No quería… jamás quise que…
Su pecho subió y bajó con un poco más de fuerza y velocidad.
—Jamás quise hacerte daño. Ni a ti ni… ni a Mari, ni a...
Sunny sintió como su compañero tomaba sus manos e hizo que las deslizara por sus brazos hasta que fue capaz de sostenerlas. Basil sonrió gentil y dulcemente, aunque entre sus pestañas había unas cuantas lágrimas atrapadas que después de un ligero movimiento de cabeza se deslizaron.
—Yo se que jamás querrías hacer esto. Eres bueno… eres una buena persona.
"Y se que jamás me harías daño"
Miro por la ventana del auto, unos pocos vendajes lo acompañaban camino a su nuevo hogar, un ojo dañado que tal vez sea más útil cubierto que descubierto y una cabeza enmarañada en dudas sobre… ¿Qué sigue ahora? ¿Cómo se supone que siga con un futuro que él no planeaba tener? Si Mari no pudo…¿Él merecía tenerlo?
Sabe que… sabe que si. Pero incluso si él intentaba avanzar, algunas cosas seguían atrapadas en él…¿Cuánto tiempo le tomaría sanar?
¿Cuánto tiempo les tomará sanar?
