Esto es un one-shot para participar en la dinámica propuesta por el grupo de Facebook Mundo fanfics Inuyasha y Ranma, Historias eróticas de personajes secundarios.

Los personajes no son de mi autoría, pertenecen a Rumiko Takahashi, escribo esta historia sin ánimo de lucro

~EL ESTANQUE~

Era la segunda noche que pasaba junto a mí, aún no me podía creer que eligiera estar conmigo antes que con él. Aunque Ranma no lo admita, sé que le fastidia soberanamente que ella se hubiese venido a nuestro campamento.

La primera noche no pude conciliar el sueño, la miraba de reojo mientras dormitaba a mi lado. He dormido muchas veces con ella, y aún más cerca, pero no en mi forma humana, si no como su querida mascota. Pasar la noche a su lado siendo yo mismo era algo que me hacía sentir afortunado y muy nervioso.

Sé de sobra que se alejó de él porque volvió a insultarla y, aún así, ella anoche murmuró su nombre durmiendo. Ese canalla no se la merece, no es digno de vivir bajo el mismo techo que ella. Para más coraje, ella se preocupa por su bienestar, siempre apoyándolo. Tiene un corazón demasiado bondadoso para que la hayan prometido a una sabandija como él. Esta vez le ganaré y le demostraré a Akane que soy tan digno como el que más de ser su prometido y llevar el Dojo de su padre. Esta vez sí que lo conseguiré, nunca había visto una técnica tan precisa y efectiva como la que trata de enseñarme la vieja Cologne, el Bakusai Tenketsu, sé que acabaré dominándola pronto y le haré tragar todas sus humillaciones una a una.

El entrenamiento estaba siendo bastante más duro de lo que me imaginaba pero el saber que ella me apoyaba, me daba fuerza.

Me giré para intentar conciliar el sueño, la hoguera crepitaba a nuestro lado y me relajaba escuchar su sonido junto con su respiración acompasada. Estaba a punto de caer rendido cuando la oí levantarse sigilosamente. Me hice el dormido y sentí cómo se asomaba a mirarme, supongo que para comprobar que no estuviera despierto. Tomó su chaqueta y se adentró en el bosque.

Inmediatamente me levanté para seguirla, me preocupaba que anduviera sola a esas horas, yo he pasado muchas noches en las montañas y conozco perfectamente los peligros nocturnos que las rodean. Siguió caminando unos diez minutos, ¿hacia dónde se dirigía?

Al cabo de un instante la vi parar y agacharse, asomándose a través de unos matorrales. La curiosidad me pudo y escalé a lo alto de un frondoso árbol. La sangre me hirvió cuando vi que estábamos en el campamento de Ranma. Ella estaba preocupada por él y vino a asegurarse de que estaba bien. ¿Por qué? ¿Por qué Akane se preocupa tanto por alguien que no la trata como se debe?

—¿Quién anda ahí? —La voz de mi rival resonó en la oscuridad. ¿Había sentido mi presencia?

Escuché a Akane levantarse y salir de su escondite.

—Ranma, soy yo —le dijo con su dulce voz.

—¿Qué estás haciendo aquí? ¿No te habías pasado al bando de Ryoga? —Él le habló de manera despectiva pero yo sabía que estaba irritado por haberme elegido a mí.

—Estaba preocupada por ti.

—Pues ya ves que estoy perfectamente, corre a decírselo a tu querido amigo. Me da igual todo lo que entrene, acabaré ganándole de nuevo. —Esa prepotencia me ponía de los nervios, tuve que contenerme para no descubrirme e iniciar la pelea que teníamos programada para dentro de cinco días.

—¡No deberías de tomarte tan a la ligera este combate! ¡Ryoga está aprendiendo una técnica que puede dañarte seriamente!

—Psss, tonterías… No hace falta que te preocupes por mí, vete de nuevo a su lado y asegúrate de envenenarle bien con tu comida. —Lo estaba volviendo a hacer, estaba insultándola de nuevo, iba a salir a defender el honor de Akane cuando sentí que alguien me frenó, se trataba de Cologne. Me miró severa y negó con la cabeza.

—¡Eres un idiota! ¡Desde luego no sé cómo se me ha ocurrido venir hasta aquí! ¡Por mí que te dé una paliza! —Vi cómo se daba la vuelta dispuesta a regresar a nuestro campamento, suspiré aliviado pero entonces Ranma la sujetó de la muñeca.

—No es prudente que una chica ande sola por el bosque a estas horas —le dijo él.

—¡Sé cuidarme bien! —Akane se veía realmente enfadada. Desde aquí pude escuchar cómo sus tripas sonaron en el silencio de la noche.

—Me lo temía, ven aquí. —Ranma la arrastró junto a la hoguera e hizo que se sentara, entregándole un cuenco de comida caliente—. Te quedarás aquí esta noche, no me apetece salir a rescatarte porque te ataque un jabalí o un oso.

—Ranma… —Lo vi coger una manta, entregársela y después sentarse enfrente de ella.

Sentí una furia atroz recorrerme el cuerpo, no quería seguir siendo testigo de esa escena, cómo ella le sonreía y cómo el aura de él se relajó al tener a Akane a su lado, aunque seguramente ella no era capaz de percibir eso.

Dejé a la anciana allí y salté de árbol en árbol, necesitaba calmarme, deshacerme de esos sentimientos que me estaban matando por dentro, ella estaba con él de nuevo. Iban a pasar la noche juntos.

No sé cuánto tiempo estuve corriendo, decidí parar, estaba exhausto. Miré a mi alrededor y no supe orientarme, me había perdido de nuevo. Maldije mi mala suerte, respiré hondo y me dispuse a buscar el camino de vuelta al campamento. Después de media hora más caminando me topé con unas aguas termales, nunca las había visto con anterioridad y eso que entreno a menudo en ese bosque.

Decidí sumergirme en el agua caliente e intentar relajarme. Estaba solo y era de madrugada, así que me desnudé completamente y me senté en las termas. Eché la cabeza hacia atrás y cerré los ojos pero escuché el crujir de una rama.

Las termas estaban divididas en dos por unas rocas, a excepción de un pequeño canal que las comunicaba, me acerqué con sumo cuidado a la zona que las separaba. Me asomé pero no vi nada, pensé que mi cerebro estaba tan agotado que ya escuchaba cosas raras. Pero volví a oír un ruido. Aunque ahora sí pude apreciar perfectamente una voz de mujer.

—Nunca nadie humillar así, airen ser idiota…

La reconocí al instante pero, ¿qué hacía Shampoo allí? Volví a asomarme y entonces pude distinguir su figura a la luz de la luna. Se estaba quitando la ropa tan rápido y con tanta rabia que no me dio tiempo de esconderme, y pude ver a la perfección sus enormes pechos y sus voluptuosas caderas.

Se metió en el agua mientras seguía maldiciendo en su idioma por lo bajo. No quería que pensara que la estaba espiando así que le hablé desde el otro lado.

—Shampoo, soy Ryoga, no te asustes.

—¿Ryoga? ¿Qué hacer tú aquí?

Me puse las manos cubriendo mis ojos y salí para que me viera, aunque ella también fue a buscarme y nos topamos de frente. Sentí sus pechos chocar contra mi torso, nunca antes había sentido la piel desnuda de una chica en mi cuerpo.

—¿Estar bien? Sangrarte la nariz —le oí decir.

—Y-yo… y-yo… lo siento…

—No contestarme antes, ¿qué hacer tú aquí? —insistió.

—Me he perdido y he encontrado estas termas, decidí relajarme antes de seguir.

Continué hablando con los ojos cerrados.

—¿Poder mirar a Shampoo cuando hablar con ella? Yo ponerme muy nerviosa.

Con mucho cuidado abrí un ojo y comprobé que se había agachado y el agua cubría su cuerpo hasta el cuello.

—¿Y tú? Pensaba que te quedabas en el restaurante mientras tu abuela y yo entrenábamos.

—Yo dejar a Mousse al cargo. Querer estar con airen pero él echar del campamento, decir que solo querer concentrarse en combate con chico cerdo. Yo estar muy furiosa por haber echado a Shampoo de allí.

Recordé con agonía que impidió que Akane se marchara, maldito fuera…

No sé si fue el cansancio acumulado o una alucinación pero juraría que por un instante, el color de las aguas termales se volvió rosado.

Comencé a sentirme mareado, me froté los ojos y miré a Shampoo de nuevo, Ranma era un auténtico estúpido. Tenía a esa preciosa amazona loca por él y no le hacía caso. Me fijé mejor en su rostro, era muy linda a la par que sexy, sus exóticos ojos color carmesí parecían recorrerme impunemente.

—Akane estar ciega para desperdiciar a un hombre tan varonil como tú…

Se puso de pie y caminó hacia mí con los andares salvajes de un felino acechando a su presa, exhibiendo sus voluptuosos senos y el inicio de su pubis. Algo me hizo levantarme también e ir a su encuentro, totalmente hipnotizado por ese espectacular cuerpo.

Cuando estuvimos el uno frente al otro nos recorrimos una vez más observando nuestros cuerpos desnudos, ella me rodeó el cuello con sus brazos y yo la atraje hacia mí agarrándola de la cintura, hasta que su piel estuvo completamente en contacto con la mía. La amazona recorrió con sus pequeñas manos mis hombros y mis bíceps.

―Ryoga tener fuertes brazos e increíbles músculos…

Sentí su lengua recorrer mi pecho y ascender hasta llegar a mi cuello, la agarré del cabello y tiré de él, haciendo que sus ojos hicieran de nuevo contacto con los míos. ¿Qué me pasaba? En mi interior sabía que estaba enamorado de Akane pero deseaba poseer a Shampoo con todas mis fuerzas. Me incliné y la besé ferozmente, ella me respondió mientras acariciaba fervientemente mi cuerpo desnudo, recorriendo cada rincón que le era accesible. Yo hice lo mismo, deslicé mis manos desde su cintura hasta que llegué a sus nalgas, las cuales estrujé hasta hacer que un gemido escapara de su boca de piñón.

Sentí una gran tensión en mi entrepierna, el roce de mi miembro con su intimidad estaba haciéndome perder la cordura. Noté cómo ella me empujaba sutilmente hasta hacerme sentar en una roca bastante plana que había en las termas. Dejó de succionar mi lengua y me miró lasciva mientras con su mano agarraba mi erección y la movía arriba y abajo en un perfecto compás.

―Joder… ―eché la cabeza hacia atrás y me pasé las manos por mi rostro, creí estar muriendo de placer pero no fue nada comparado como cuando sentí su lengua rozar mi glande. Miré hacia abajo y me encontré de nuevo con sus ojos carmesí seduciéndome. No entendía nada, sólo sentía que necesitaba más de ella. Abrió su boca y comenzó a succionar, como si quisiera sacar todo de mí. No pude evitar poner la mano en su cabeza y hacer que bajara aún más. Ella lamía y chupaba mientras seguía con su mano agarrando mi virilidad.

―Ryoga… yo desearte…

No era la chica que siempre había querido que me dijera eso, pero lo único que sentía es que Shampoo era la única a la que quería oírselo decir en ese instante y a la que necesitaba poseer fervorosamente.

Me bajé de la piedra, ella rodeó mi cintura con sus piernas, la llevé a la zona menos profunda de las termas, nació de mí un instinto animal como jamás antes había experimentado, le tomé de las caderas y la guié hasta mi miembro, cuando rocé su intimidad dejé de razonar y la empujé hasta que me hundí totalmente en ella. La oí gritar extasiada, no pude evitar cogerla por las nalgas y moverla de arriba a abajo haciendo que su estrechez rodeara mi potente erección con fuertes embestidas. Los gemidos de ella se hacían eco en el bosque pidiendo más y más. Sus pechos rebotaban frente a mí y tuve la imperiosa necesidad de morder uno de sus pezones haciendo que Shampoo echara la cabeza hacia atrás completamente fuera de sí.

―Más… más… ―la oigo suplicar mientras siento cómo sus uñas se clavan en mi espalda.

La vuelvo a coger por la cintura y la coloco debajo de mí, hago que su pierna derecha se coloque encima de mi hombro izquierdo y comienzo de nuevo con mis brutales embestidas. Ella suelta un grito animal mientras chilla mi nombre, que hace despertar en mí todos los sentidos de mi cuerpo, así que me hundo más en su interior, como si existiera todavía algún espacio entre nosotros que no hubiera cubierto.

La veo echar la cabeza hacia atrás y aferrarse más a mis hombros hasta que vuelve a gritar por haber llegado al clímax. Yo estoy a punto pero no encuentro la posición, así que, vuelvo a tomarla en peso y la saco del agua, tumbándola en la fresca hierba. Me rodea con sus piernas una vez más y, tra fuertes estocadas, me derramo mientras grito su nombre.

El mareo regresa a mí, vuelvo a frotarme los ojos, aún sigo en su interior. Estoy algo desorientado, siento un calor extraño debajo de mí.

―¡AHHHHHHHHHHHHHH! ―El grito ensordecedor de Shampoo hace que me incorpore de golpe. ¿Qué coño hacemos los dos desnudos?¿Qué hacía tumbado sobre ella?― ¿¡Qué hacer con Shampoo!? ¡Tú hechizar para que yo desearte y hacer perder mi inocencia!

―Y-yo… y-y-y-o… te j-juro que no e-era mi intención… no sé qué me ha ocurrido… ―Me siento muy mal conmigo mismo, he traicionado a Akane y ni siquiera sé cómo ha llegado a pasar.

Se levanta y corre a por su ropa, yo hago lo mismo. Nos vestimos en un abrir y cerrar de ojos.

Nuestras miradas vuelven a cruzarse y ambos decimos al unísono:

―¡Esto no ha pasado!

―¡Esto no haber pasado!

La noche se vuelve más clara, nos quedamos mirando el estanque que, sorprendentemente, comienza a vaciarse. Cuando no queda ni una gota de agua, aparece en el fondo una especie de nota. Me adentro en el agujero y recojo dicha nota. Shampoo duda pero la curiosidad le puede más que el acercarse a mí. Abro la nota y comienzo a leer:

Takayu onsen

Estimados clientes, lean atentamente la historia de este manantial antes de adentrarse en él

Hace 5000 años, una joven bruja se enamoró perdidamente de un guerrero samurai, pero éste a su vez estaba enamorado de la chica a la que le habían prometido en matrimonio. La bruja intentó seducir al joven guerrero durante años sin conseguirlo hasta que, una noche, hechizó este estanque seco llenándolo de agua, la cual contenía un potente filtro de deseo.

El joven guerrero, tras una ardua batalla, encontró el estanque y decidió adentrarse en sus terapéuticas aguas calientes para desentumecer los músculos de la cruenta lucha. La bruja estaba esperándolo y se metió también en el estanque. El guerrero al verla sintió un increíble e irrefrenable deseo por ella. Sin ser verdaderamente consciente de sus actos, la poseyó en el manantial.

Cuando el hechizo finalizó y se dio cuenta de que había mancillado el honor de su joven, en ese momento esposa, le quitó la vida a la bruja por haberlo hechizado y, acto seguido, él hizo lo mismo con su propia vida.

Cuenta la leyenda que cada 100 años, el estanque vuelve a llenarse de agua en luna llena y el filtro de deseo se activa cuando coinciden un hombre y una mujer dentro del mismo.

Le aconsejamos que si decide utilizar las aguas termales tenga excesivo cuidado.

Nos quedamos unos minutos que parecieron horas mirando la nota, yo abrí las manos y la dejé caer al suelo, aún sin creer lo que había pasado. Igual sí que me quedé dormido y no seguí a Akane cuando se levantó a media noche. Pero la voz de Shampoo me confirmó que no era un sueño. Había pasado de verdad.

―Escuchar atentamente a Shampoo, nosotros no encontrarnos nunca, yo irme ahora y no hablar jamás de esto o mi tribu obligarme a casar contigo. ¿Estar de acuerdo?

Yo asentí con la cabeza enérgicamente, tampoco me interesaba que Akane se enterara de esto.

―Bien, como abrir boca conocer cien maneras diferentes de matar.

―No será necesario, yo tampoco quiero que esto llegue a oídos de… ya sabes.

Me miró una vez más a modo de advertencia y se alejó saltando. No sé por qué me quedé un rato observando por dónde había desaparecido. Al fin y al cabo ella había sido mi primera vez…

FIN

Que prontito os vuelvo a hablar. Sé que algunos no se esperaban este shipp pero si me seguís habitualmente sabéis que no es raro, ya que en mi fic, Across the Sky, ya tuvieron algo… No me preguntéis por qué me gustan juntos pero es así :P

Quise hacer el shot usando uno de los arcos del manga y del anime y creo que no ha quedado mal. Espero que os haya gustado.

Gracias anticipadas por los reviews. Pronto volveré a dar la lata con otro shot RxA que tengo a puntito de salir del horno. Nos leemos!

Sakura Saotome :)