Miraculous Ladybug pertenece a Thomas Astruc, Zag Animation, Disney y TF1, hago esto sin fin de lucro.

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Allié

Por Mimi chan

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1

Lluvia

La primera señal de alarma había sido su peinado.

Marinette siempre parecía andar a prisa y solía llevar algunas veces sus coletas con algunos cabellos sueltos o no completamente simétricas, y eso se había vuelto una costumbre divertida de observar para Adrien, cuando el primer descanso llegaba, su amiga siempre pedía la ayuda de Alya para poner todo en orden. Esa rutina servía para que, durante lo largo del día, las dos amigas estuvieran bromeando por el pequeño detalle. Pero ese día Marinette había llegado con el cabello suelto y mojado, excusándose con Alya que se había quedado dormida y que había olvidado ducharse el día anterior, así que ese día llevaría el cabello suelto, que no debía preocuparse.

Durante todo lo largo del día, la chica había estado impaciente tratando de apartar su cabello de su rostro irritada, y no había dejado que Alya, ni ninguna de sus otras amigas que se habían ofrecido amablemente a ayudarla siquiera lo tocara, lo que tenía preocupado a todo mundo.

Parecía un detalle insignificante y ciertamente ni siquiera Adrien hubiera reparado en eso, de no ser porque todas las chicas del salón parecían preocupadas, no había querido ser entrometido, pero no había podido evitar preocuparse él también.

Durante el descanso del almuerzo, Marinette se había disculpado y dicho que tenía algo importante que hacer en casa y que estaría de regreso para la siguiente clase. Así que las chicas de la clase se habían reunido todas en una de las bancas del patio para almorzar y él discretamente solo se había quedado cerca.

— Ella no ha sido la misma desde ese momento.

— Él tampoco – murmuró Juleka – desde que terminaron ha estado muy triste.

— pero ¿Alguien sabe que paso?

— Marinette no ha querido decirme nada – admitió Alya que estaba realmente preocupada por su amiga que lucía sinceramente deprimida – al principio pensé que era por… bueno eso que ya saben

"¿Eso que ya saben?" que era eso, él no lo sabía.

— Pero no, creo que Marinette realmente se estaba encariñando con Luka, pero de la nada solo, lo termino.

— Y la vieron hoy. Saben lo mucho que Marinette odia tener el pelo suelto, siempre dice que le estorba para todo, pero hoy parecía que no tenía energía para nada, así que no le importaba si tenía el pelo suelto o no.

— Deberíamos hacer algo para animarla – dijo con entusiasmo Rose que siempre parecía la más optimista de todas.

— Pero ¿qué? Ni siquiera quiere hablar con nosotras – Alya cruzó sus brazos sobre su pecho, una pequeña parte de ella se sentía ofendida por la falta de confianza de su mejor amiga.

— Y… ¿Y si le pidiéramos a Adrien que hable con ella?

— Oh, Mylene – Alya puso esta vez sus manos en su cadera.

— Eso la animaría – Ella no entendía cual era el gran problema de Marinette con Adrien, si solo le dijera lo que sentía… - estoy segura.

— O podría ponerla peor. – Después de todo un chico le había roto el corazón solo hace poco, enviar otra flecha… solo parecía demasiado pronto - La verdad no creo que sea la mejor idea, a menos que esa fuera nuestra última alternativa.

— Podríamos solo llevarle un jugo de naranja y tratar de platicar con ella – sugirió Alyx.

La chicharra que anunciaba el término del descanso sonó, haciendo que todas las chicas se levantaran y fueran de regreso al aula. Adrien se quedó un momento atrás tratando de entender todo lo que había escuchado. Se sentía alagado de que las chicas pensaran que Marinette lo tenía en tan alta estima que podía animarla, aunque no estaba seguro de cómo podía hacer eso.

Vio a Marinette de hecho entrar de nuevo por las puertas de la escuela aun desanimada y aun con el cabello suelto. Y aunque personalmente pensaba que lucía realmente bonita con su cabello así, después de escuchar lo que las chicas habían dicho, él también concluía que ya no le gustaba tanto.

[…]

La idea había sido sencilla. Las chicas habían dicho que quizá si Adrien intentaba hablar con Marinette solo haría que las cosas empeoraran, no quería pensar demasiado en porque dirían eso, porque también terminaría deprimido, pero no habían dicho nada sobre el super héroe favorito… al menos de Marinette.

Siempre le había parecido adorable que cuando las conversaciones casuales giraban en torno de los héroes milagrosos Marinette siempre parecía ser una ferviente defensora de Chat Noir, siempre destacando la labor que el héroe hacia además de Ladybug a que todo mundo amaba, y no los culpaba, él la amaba también después de todo. Así que había solo pensado, que quizá una visita de su héroe favorito podía animarla.

Así que a su hora de practica solo había dejado su celular con su practica como solía hacer a menudo y aunque el clima no era el mejor, pues caía una lluvia insipiente, había ya tomado la determinación de ir a ver a su amiga y así lo hizo. Pronto estuvo en el pequeño balcón, las macetas que estaban allí estaban rebosantes de agua y había algunos caminos de tierra que la lluvia se encargaría de llevarse finalmente, se asomó por su ventana esperando verla allí, pero la habitación estaba vacía y sola. Quizá estaría en la panadería con sus padres, podría volver después. Estaba a punto de irse cuando su visión de vio halada por un punto, se acercó lo suficiente para darse cuenta de lo que estaba mirando realmente y la visión que tuvo le rompió el corazón. Marinette estaba sentada en uno de los bancos del pequeño parque cerca de su casa sosteniendo algo en sus manos dejando que la lluvia la empapara de pies a cabeza, sin hacer mucho ruido se puso sobre la cerca alta que rodeaba ese parque y alcanzó a ver con su visión mágica lo que era. Era una púa de guitarra. El gato negro sintió de pronto deseos de dar media vuelta y dirigirse a cierto barco que solía navegar por el Sena, pero ¿En que ayudaría eso? Además, en ese momento era más importante la chica que tenía enfrente. Saltó hasta quedar a un lado de la chica que sintió su presencia enseguida, se apresuró a guardar la púa en su chaqueta y se talló la cara, sus ojos estaban hinchados y rojos.

— ¿Chat Noir? ¿Todo está bien?, ¿Hay un akuma suelto?

— No, ningún akuma.

— ¿Seguro? – Marinette tomó su teléfono y cubriéndolo con su mano de la lluvia revisó la aplicación de alerta de akuma, suspiró cuando vio que no se había activado en un par de días – entonces ¿Qué haces aquí?

— Yo… pues… - ciertamente debería haber pensado en una buena excusa, pero su preocupación había permeado sobre su ingenio - mejor dicho, quería preguntar ¿Qué haces tu aquí? La lluvia en París es romántica y hermosa, pero también causante de resfriados horribles

— Chat, en realidad no estoy de humor para… para nada en realidad – la chica se levantó y tomó un paraguas olvidado a un lado de ella cubriéndose - si no hay un akuma quizá deberías ir a casa y estar listo para cuando uno aparezca.

— Escucha – el héroe se coló bajo la sombrilla para estar cerca de ella – sé… que hay un montón de gente preocupada por ti, escuche que has estado muy deprimida últimamente.

— No creo que el trabajo del super héroe de París sea preocuparse por que una chica este deprimida – dijo tratando de dar un paso atrás y no dejar que la viera así, debía tener una pinta horrible.

— Por el contrario – dio un paso adelante y sostuvo el mango de la sombrilla para que no se alejara de nuevo - a Papillon le encanta la gente deprimida, son blancos perfectos para akumas.

— No te preocupes, se cuidarme.

— No estoy seguro de eso, si te encuentro aquí mojándote en la lluvia teniendo un paraguas perfectamente bueno.

Marinette quería responder algo, pero ella misma lo encontraba un poco tonto. El paraguas representaba a Adrien, de la misma manera que la pequeña púa de Jaged Stone que estaba guardada en su chaqueta representaba a Luka, en ese momento no sentía que mereciera tener el consuelo de ninguna de las dos cosas. Solo había querido pasar un rato bajo la lluvia para quizá… quizá la lluvia se llevará algunos de los pensamientos que plagaban su mente, lo último que había esperado es que apareciera el tercer chico que tenía en el pensamiento a menudo.

— Recuerdo no hace mucho tiempo una chica que se quedó conmigo una noche que no estaba en mi mejor momento.

— No es necesario que me regreses ese favor – Marinette se sentó de nuevo en el banco de hierro, frio ahora de lluvia - de eso se trata ¿no? Cuando se hace un favor se supone que no esperas nada a cambio.

— No es que esperas nada a cambio, sí – el gato la siguió sentándose cerca a su lado - estas cosas solo regresan solas.

— Pues, estoy bien.

— No lo creo… creo que estas sufriendo por un corazón roto.

— Ojalá… ojalá solo fuera eso.

Y entonces la chica rompió en llanto, este solo salió a trompicones en gemidos y lagrima, de pronto Chat Noir no sabía muy bien cómo reaccionar.

— Oye, no te pongas así, por favor. – pasó su brazo alrededor de sus hombros en forma de consuelo - Escucha entiendo que estuvieras muy enamorada de tu novio…

— No es culpa de Luka – Marinette se cubrió la cara y deseo desesperadamente dejar de llorar, pero no podía - es mi culpa, soy yo la que echó todo a perder. Luka es estupendo, pero merece algo mejor que yo. Merece alguien que no tenga que mentirle todo el tiempo. Y no puedo ser yo, tengo que mentirle a todo mundo, a mis padres, mis amigos. Estoy tan cansada de estar mintiendo todo el tiempo.

— Yo… sé un poco de eso – deseo tanto tener un pañuelo y ser capaz de calmar sus lágrimas - A veces decir una pequeña mentira blanca es mejor que dejar que todo mundo de preocupe por ti, a veces hay un buen motivo por el que no podemos ser del todo sinceros.

— Pero, ¿Cómo puedes vivir así? – Chat Noir tenía que hacer lo mismo que ella ¿verdad? ¿Por qué él no se veía tan roto? - Ocultándote de todo mundo, sin ser capaz de ser sincero con nadie, ¿No te cansas? ¿No es difícil no poder ser sincero con tus amigos?

— Sí, todo el tiempo, pero sé que es por el bien de todos.

— Yo estoy muy cansada Chat. Cuando todo empezó era incluso hasta divertido – tener tanta fuerza, tanto valor, hacer tanto bien por otros - pero ahora estoy tan llena de responsabilidades, tengo que aprender todo lo que hay en el libro, estar al pendiente de lo que todo ellos quieren todo el tiempo, tratar de mantenerlos ocultos y no sé si lo estoy haciendo correctamente ¿Y si alguno enferma? No sabre como curarlos, y si… ¿Si mueren por mi incompetencia?

— Bueno… - Adrien nunca había tenido que cuidar de la vida de ninguna criatura, aunque siempre había soñado con tener un hámster, pero no podía imaginar que llevara a cualquiera a este estado - cuidar a una ¿mascota? Puede ser complicado, pero hay mucha información en internet, siempre puedes estudiar y…

Marinette empezó a reír y por un momento Chat Noir quiso seguir su risa pensando que había finalmente logrado animarla, pero en un segundo su risa se trastocó en llanto de nuevo.

— Chat, no lo entiendes y eres la única persona que podría entenderme.

— Quiero entenderte, Marinette – Por puro instinto puso una de sus manos enguantadas en su mejilla y sintió como Marinette de hecho se recargaba en ella - oye no sé que es lo que pasa, pero quiero ayudarte.

— Chat… yo soy Ladybug.

Fin 1

28 de abril de 2021

1: 15 a.m.

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nota de autora: Supongo que podemos llamar a esto un universo convergente, siempre he querido que Mari le diga a Chat quien es ella y que ese no sea el final de una historia si no al contrario, quiero saber que es lo que Chat haria en esa situacion que no sea solo un "felices para siempre" asi que tomare mi oportunidad aqui, vamos a ver que resulta... y si esta vez no termino hasta septiembre xDDD

¿reviews?

Tata

Mimi chan