Ubicacion:Territorio Sitri/Hospital

En los pasillos de uno de los hospitales más grande del inframundo.

Se observa a una joven de cabellera negra con 2 coletas a los costados de su cabeza, con una cinta color violeta-rosado que se asemeja al color de sus ojos, tenía un camisa verde oscuro y una falda larga color negro, se trataba de Serafall Leviatan uno de los 4 maos.

Estaba esperando nerviosamente que su padre saliera de la sala de parto donde estaba su madre,intentó entrar pero una enfermera dijo que solo podía pasar un solo familiar al principio se quejó como si se tratara de una niña pequeña, decidió dejarlo a un lado al ver a su madre hacer cara de dolor debido a las contracciones que esta teniendo.

Serafall se estaba cansando de esperar lo único que hacia era jugar con sus pies era una forma de que se distrajera, nadie pensaría que uno de los Mao uno de lo demonios más poderosos y hábiles fuera tan infantil.

Serafall al enterarse del embarazo de su madre saltó con alegría, por el hecho de que ahora tendría un hermano/a pequeño/a, al cual le podría enseñar, aconsejar y un compañero/a con quien jugar, también al cual vestirlo de chica mágica, su felicidad solamente se hizo más grande después del chequeo semanal de su madre y enterarse que eran Mellizos. Serafall a pesar de ser un demonio le dio las gracias al cielo sin duda alguna alguien allá arriba la quería.

Inmediatamente después de la noticia, empezó a organizar que haría, al salir del hospital.

[Salto de línea]

La Mao ya estaba desesperada, había pasado 2 horas, y no había noticia de su madre.

¿Algo había salido mal durante el parto?.

¿Tal vez uno de los Mellizos esta bloqueado al otro y no pueden salir?

O

¿Capaz un enmascarado entro secretamente al hospital sin que la seguridad se diera cuenta, tomó a uno de los mellizos y lo está usando para que mi padre le diera los secretos del clan?-Eran los pensamientos de Serafall claro el el último de ellos era imposible que eso llegara a suceder.

¿Verdad?

[En algún lugar del universo un enmascarados estornudo].

—¡Sempaii noo!— Grito un enmascarado mientras corría como si su vida dependiera de ello.

—¡Callate maldito bastardo te mataré, como te atreves a decir que mis obras de artes son una mera imitación!— Grito lo que parecía ser una rubia travesti arriba de un pájaro enorme echo de arcilla.

—¡Katsu!— Grito la rubia mientra un tercio del bosque desaparecía en una enorme explosión.

—¡Aaaaaa!— Grito el enmascarado mientras salía volando en el aire, mientras daba vueltas y movía los brazos como un loco.

Serafall ya no podía esperar más, tenía que entrar, sin que los miembros del hospital de dieran cuenta si no la detendrían como antes.

Tuvo una idea.

Serafall empezó a caminar lentamente hasta estaría serca de la puerta de partos, una vez lo suficientemente serca enpezo a correr, pero lamentablemente el equipo de seguridad se percató de sus intenciones, por lo que se pusieron los más rápido posible, frente a ella como un bloqueo, esto no detuvo a Serafall quien intentó pasar atraves del bloqueo, lo cual no logró, pero no se rindió empleo más fuerza que antes, los pobres guardias emplearon toda su fuerza tratando de quedarse lo más firmes podibles ante la fuerza del Mao.

Estuvieron asi durante varios minutos, la puerta fue abierta de golpe por donde salió un hombre, que Serafall conocía era su padre Agustino Sitri, no le tomó importancia a la imagen frente del el, su hija tratando de pasar atraves de los guardias, los cuales parecían haber venido de un maratón.

Solo dijo

—Serafall ya es hora—

La niña al escuchar esas palabras sonrio y corrió lo más rápido posible derribando a los guardias como si fueran simplemente pinos de boliche, dejándo a los guardias en el suelo agotados y adoloridos, el pobre Agustino se hizo a un lado lo más rápido posible, para evitar ser embestido por su hija que solo fue un borrón de velocidad que sin duda a el también lo hubiese embestido, una sonrisa nerviosa y con una gota de sudor se formó en la cabeza de Agustino mientra ayudaba a levantar a los guardias, estaba a punto de inclinarse y disculparse con ellos, pero los hombres frente a le dieron las condolencias por la hiperactividad de su hija, a Agustino se le calleron los hombros hacia delante mientras se encorbaba un poco y se le formaba una nube negra en la cabeza, se puso firme al recordar a su familia.

Observo, que Serafall no estaba, no le sorprendió salió tan rápido que ni le dio tiempo de decir en que habitación estaba su madre con los Mellizos, camino atraves del pasillo, hasta el lado de su esposa con sus hijos recién nacidos que estaban respirando por sus pequeñas narices, sin duda alguna el mundo era nuevo para ellos, vio a su esposa dar una mirada que solo podría dar una madre a sus hijos.

La mujer era pelinegra, ojos Violeta mas oscuros que su hija, ella era Samay Sitri o mejor conocida como Leidy Sitri.

Estaba esperando a su esposo y hija.

—Woowow,¡que lindo que son!— Entro gritando Serafall mientras se dirigía a su madre y ponerse a su lado.

—¿Como se llaman?— Pregunto Serafall entusiamada sin dejar ver a sus hermanos.

—El mayor se llama Sasuke— Dijo mientra movia el hombro derecho.

—La menor Sona— Dijo mientras movía el hombro izquierdo.

—¿Quieres sostenerlos?— Termino de hablar Samay viendo a su hija mayor, los ojos de Serafall se agrandaron.

—¿Puedo?— Pregunto la chica emocionada por tener en sus brazos a sus pequeños hermanos, Samay estendio los 2 bebés que se encontraban envueltos en una pequeña cobija, con suma delicadeza los tomó Serafall, lentamente le quitó las cobijas de sus cara para observarlos mejor una sonrisa tierna se posó en su labios mientra los miraba, aunque tenían sus caras todas arrugadas como un viejo, Serafall sabia que serían grandes en un futuro no muy lejano.

—Sona-chan, sasu-chan ustedes y yo dominaremos el mundo— Lo dijo mientra los levantaba como en una película que había visto un tiempo atrás si recordaba bien se llamaba el, Rey León.

Los padres de la chica sintieron ternura y vergüenza, al ver la escena de su hija frente de sus ojos, algunas enfermera dieron una risita por lo graciosa que se vei.

—Buenas noches lord y leidy Sitri y señora Serafall vengo a llevarme a los Gemelos— Dijo una encargara del hospital donde podría a los bebés en una incubadora, hasta que la madre esté mejor.

—No son Gemelos son Mellizos— Dijo Serafall con enfado por confundir a sus hermanos.

—Bien Mellizos pero igual me los voy a tener que llevar conmigo— Hablo con cansancio, por trabajar hasta altas horas en la noche.

—No, no lo voy a permitir — Hablo Serafall, empezando a correr hacia la salida había esperado por mucho tiempo para que se los quitaran.

—Seguridad deténganla— Grito una enfermera, para que los hombros de antes aparecieran al frente de ella donde, un guardia le quitara los bebés suavemente y se lo dio a la enfermera, donde se los llevó a la sala de incubación, mientras los demás guardias trataban de sacar Serafall de la sala, quien no hizo esfuerzo en moverse haciendo que su cuerpo pesara mas, los guardias no la pudieran mover ni un centímetro, por lo cual tuvieron que llamar refuerzos en total eran aproximadamente 20 guardias tratando de moverla.

Los padres de Serafall estaban con una enorme vergüenza por la escena que estaba haciendo, esperaban que por los menos sus 2 hijos menores sean más rectos y serios.

Fueron sus pensamientos al mismo tiempo.

..[FIN DEL PROLOGO]..