Dr. Stone no me pertenece es propiedad de Inagaki y Boichi, yo sólo tomo prestados a los personajes para fines de esta historia.
Shot. Olvida todo y entierra el pasado.
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La brisa fría recorrió cada centímetro de su cuerpo y el aire auguró una heladez como pocas veces se presentaba específicamente en esa época del año. La ausencia de los rayos lunares trajeron consigo una tétrica oscuridad que abrazó cada rincón de la ciudad sumergiéndola en un ambiente misterioso.
El joven caminó veloz por la calle con un único destino en mente, sus pasos repiquetearon sobre el suelo adoquinado y el sonido exponencial reverberó por el aire golpeando las paredes, cortando así el sepulcral silencio de la noche.
Tenía que darse prisa para alcanzar el tren de media noche que aguardaba en la estación central con destino a Tokio, siendo éste su única oportunidad para dejar atrás lo que él era y comenzar una nueva vida desde nuevos cimientos. Afianzó el agarre en la única maleta que llevó consigo para apresurar el paso.
El tiempo era el enemigo natural del hombre y un embustero de primera cuando se encargaba de sacar a la luz cualquier sucio secreto.
Ishigami Senku nunca creyó en la suerte ni en las absurdas casualidades del destino creadas por fuerzas invisibles o místicas que regían todo cuanto existiera en el universo, no, él era un hombre de ciencia cuya creencia se basó en lo observable y medible, en los hechos del acontecer cotidiano y el conocimiento absoluto del ser humano.
Senku dejó escapar una exhalación mientras el tren se internaba en la lúgubre noche, las luces de la ciudad en la lejanía no eran más que un destello superfluo de la vida que dejaba atrás. Observó su rostro a través del frío cristal y no recibió más que el reflejo demacrado de la angustia y el cansancio deformando su semblante
El miedo nunca fue su aliado ni un enemigo que mutilaba su determinación, sin embargo, ahora, un arma era nada comparado con el temor aberrante en el que vivía constantemente.
Retiró la mirada de la ventana asumiendo que en su estado actual no quería ver esa expresión patética en él; Senku tendría que vivir con ella por el resto de su vida de ahora en más. ¿Qué otra opción tenía? Sus ojos rubí entonces cambiaron el foco de atención, volcando la mirada a sus manos, y el sentimiento de miseria se intensificó ante el destello de un recuerdo al observarlas.
Sus largos dedos se flexionaron una y otra vez como si fueran totalmente ajenos a él y a sus acciones, ¿y acaso no lo eran? ¿Lo eran realmente?, se cuestionó en silencio arrugando el entrecejo en confusión. La mente sensata del hombre gritó que lo eran, pero su estúpido e ilógico corazón clamó por una respuesta diferente a esa, porque sus acciones no eran enteramente suyas después de todo.
—Te ves realmente vulnerable en este momento Senku, sería tan fácil matarte y arrojar tu triste cadáver por esa puerta.
Ishigami alzó la vista, de pronto se sintió aturdido al reconocer a la persona que lo estudiaba con atención. Quizá todo se trataba de una alucinación porque definitivamente ella no tenía por qué estar ahí.
— ¿Qué haces aquí? La última vez que nos vimos tú estabas…
Una tenue y descarada sonrisa se insinuó en los labios de la joven. — ¿Muerta? —Terminó por él.
Senku no dignificó la cuestión con una respuesta y en cambio se limitó a fruncir el ceño. Debió suponer que la suerte nunca estuvo de su lado.
—Eres un bastardo ¿lo sabías? —escupió ella entre dientes sin perder el tiempo de tomar al hombre por el cuello de la camisa en un vago intento de estrangulamiento.
Senku reconoció con asombro su fuerza a pesar del tamaño y apariencia de la chica.
—Quítame las manos de encima arpía. —Se quejó él, apartando con dificultad las manos de su agresora.
Tratando de ocultar las emociones que amenazaban con aparecer, Senku esbozó una pretenciosa sonrisa.
— ¿Arpía? ¿Es el mejor insulto que tu autoproclamada mente superior logró formular? Idiota. —Honestamente ella esperaba otra cosa.
No realmente, Senku tenía un arsenal de apelativos para ella, sin embargo dada la impresión de encontrarla de pie justo frente a él, fue lo único que logró articular.
—Cállate —espetó él con aspereza, acompañado de una mala mirada que podría volver el supuesto de la muerte de esa chica, en una realidad si fuese algo tangible—. ¿Qué demonios planeas Leona?
En aquel instante una muralla de dudas se edificó en la mente de Senku, miró a Kohaku con manifiesto estupor mientras aguardaba expectante por una respuesta.
Ella afiló su hermosa y peligrosa mirada en él.
Entonces su línea de pensamiento lo llevó a una respuesta plausible: venganza.
Recordó la noche anterior cuando alojó una bala en el pecho de la mujer después de su encuentro en esa sucia habitación de hotel, recordó también las palabras de su informante al decirle que ella, Kohaku Weinberg, no era la prostituta que le hizo creer que era y que esa triste historia que le contó mientras bebían alcohol barato en el bar de Francois, era una falacia elaborada con antelación por su astuta mente.
Ella era una asesina enviada para terminar con su patética existencia…y en contra de toda lógica y pronóstico, una mentirosa de la cual se había enamorado.
Dos meses atrás él la conoció en un sucio callejón cuando la encontró malherida, dos semanas después de ese encuentro se compadeció de Kohaku y la acogió bajo su protección cuando creyó que un sujeto quería hacerle daño.
Los secretos que compartió con ella en el lapso de esos dos meses fueron significativos e íntimos, Senku prácticamente estaba desnudando su alma al confiar por primera vez después de mucho tiempo en otro ser humano.
El sentimiento de traición cegó su juicio y encerró sus sentimientos en las profundidades de su corazón, entonces tomó una decisión impulsado por el dolor y el coraje: tomar la vida de Kohaku antes de que ella tomara la de él.
Sin embargo, ella seguía con vida y ahora terminaría el trabajo que se le encomendó con la satisfacción extra que le brindó el placer personal de la venganza.
Una venganza hacia Senku por tratar de asesinarla.
Ella nunca lo amó como dijo entre suspiros de placer en sus noches compartidas.
Qué Idiota fuí. Pensó él con amargura.
—Solo diré esto una sola vez Senku, así que escucha con atención —Ella tomó asiento en el lugar vacío junto a él—. Ibara enviará a Mozu y Kirisame para terminar mi trabajo, alguien me delató, volver a Estados Unidos no es una opción ya que sería el primer lugar donde esperarían que fueras debido a tus conexiones con el Dr. Xeno.
Senku no pareció muy convencido y pensó que quizá ella estaba mintiéndole de nuevo.
—Esto es Diez mil millones por ciento una mentira ¿Por qué habría de creer en tus palabras? Esto podría ser otro intento para terminar tu trabajo.
—Créeme que de haber querido ya te hubiera asesinado, tuve muchas oportunidades ¿no lo crees?
Él no le respondió, después de todo, su cuestión era meramente retórica y casi sarcástica.
—Además… —continuó Kohaku con seriedad en su tono de voz, cualquier indicio de burla se esfumó de ella—. Ellos saben que los traicioné, Mozu no sólo viene por ti sino también por mí. —declaró sin emoción aparente.
Senku volvió la cabeza hacia ella poco a poco como si no la hubiese oído, su reticencia a los hechos dominó su sensatez. El tono indiferente no hizo más que sembrar más dudas, sin embargo la muralla cayó cuando su mirada se encontró con la profundidad en los ojos de Kohaku, el color azúl aguamarina se oscureció emulando en su lugar a un par de zafiros vacíos.
— ¿Por qué estás diciéndome esto?
De nueva cuenta los ojos de la chica le dieron una tácita respuesta:
"No quiero que mueras".
—Mis intereses en un principio eran por los que ahora me acusas, sin embargo eso cambió con el tiempo Senku —Ella no lo miró cuando se levantó del asiento—. Quiero que tengas algo muy en cuenta… no salvé tu patético y flacucho trasero para nada, así que será mejor que aproveches esta oportunidad que te estoy brindando. —repuso Kohaku en su lugar, no se sintió con el valor suficiente de develar los verdaderos motivos tras su actuar.
Ella era una asesina después de todo y no se sentía con el derecho de pronunciar palabras tan sinceras de afecto por ese hombre aún cuando su corazón le dijera lo contrario.
Senku la miró desde su posición, ella seguía sin mirarlo y ni siquiera podía tener una visión decente de su semblante. Sus músculos se tensaron en anticipación porque él intuyó la expresión en el rostro de la chica y entonces la verdad le golpeó haciéndole comprender la verdad.
—Leo… Kohaku...
Kohaku exhaló un suspiro y el silencio se instaló incomodo mientras ella trataba de elegir sus siguientes palabras con cautela.
—No cometas ninguna tontería en mi ausencia Senku y lleva tu trasero lejos lo antes posible —entonces ella hizo lo impensable regalándole una última mirada al hombre—. Adiós Ishigami Senku.
La conexión se rompió cuando ella se precipitó por el pasillo, alejándose hasta desaparecer tras la puerta que conectaba con el siguiente vagón y Senku no pudo hacer nada más que seguirla con la mirada pero sin atreverse a correr tras ella, no cuando su cuerpo no respondía a sus órdenes.
Quizá sería la última vez que la viera y eso le dejó un sentimiento de pérdida y vacío descomunal.
Ella nunca lo traicionó después de todo…
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Fin.
N/A:
Tenía esto por ahí y quise darle una oportunidad n.n
Disculpen si tiene faltas de ortografía o algunos errores, estoy escribiendo desde el celular y me está costando un poco.
Subo esto entretanto tenga listo algún otro capítulo de los otros dos Fics en los que estoy trabajando. Mi Laptop se murió y con ella algunos de mis archivos, soy más productiva desde el Word de la computadora así que posiblemente no podré estar actualizando seguido… ojalá tenga reparación y si no… bueno ya veré cómo me las arreglo u.u
En fin, me gustó mucho escribir este AU un poco ambiguo y espero que a ustedes también les haya gustado y me lo dejen saber con algún comentario n.n
Hasta la próxima!!
