—Destruye la estatua Tsukasa.

Senku cerró los ojos en el momento que su amigo destruyó la estatua de piedra. Dolía, se sentían como unos asesinos junto a todo su grupo, pero no era tiempo de pensar en eso. No cuando tenían una misión allí en Japón

—Senku, hay que seguir .-la voz de Ukyo lo devolvió a la realidad.

Vio la cabeza de la estatua de un hombre a sus pies y frunció el ceño para seguir caminando, todo eso era una mierda, todo en lo que creía se fue al carajo de un momento a otro, pero no podía hacerles frente a sus tutores.

Después de insistirle mucho a Xeno, había logrado que lo dejaran ir junto a sus amigos a Japón, en busca de la estatua de la hermana de su amigo boxeador, lo único que más le costó había sido que lo dejaran ir sin ningún militar, a excepción de Ukyo, pero confiaba en el peliblanco, más que nada porque al igual que todos sus amigos, estaban en contra de todo lo que su mentor pensaba, pero falló en eso. Habían enviado a Charlotte con ellos, siendo la única en que Stanley creyó capaz que lo protegería.

—Xeno va a querer que volvamos si no conseguimos nada en esta semana .-Gen habló mientras caminaba detrás de Senku, podía notar la mano del joven científico tiritar.

—Lo sé .-no podía hablar mucho, después de ver a Tsukasa romper esa estatua el nudo en su garganta era enorme y sabía que el primate más fuerte estaba peor que él.

—¡Opino que debemos volver al barco antes que oscurezca! .-Ryusui detuvo sus pasos mientras todos se giraban a verlo-. Tsukasa ya no puede continuar.

—Puede seguir, no hace falta que te preocupes por mí, Ryusui.

—Tienes razón .-todos volvieron a ver a su líder de grupo-. Tus manos tiemblan Tsukasa. Mañana continuaremos con la búsqueda.

Mientras ellos caminaban por tierra, Francois junto a Charlotte se movilizaba lentamente por la orilla del mar, cada tanto se comunicaban por la radio que Xeno había construido en una sola frecuencia. Todo para mantener los pasos de Senku vigilado.

Caminaron hacía la orilla y justamente su barco se movilizaba lentamente, Francois llegó a recogerlos a todos en un bote y volvieron a sus respectivos camarotes, pero antes la mayordomo de su amigo le entregó un mensaje.

—El Doctor Xeno pidió que apenas volviera al barco usted se comunicará con él, Senku-sama.

—Gracias.

Era una mierda. Xeno y Stanley lo trataban como un niño, y literalmente, tenía millones de años. No era un crío. Pero ambos eran unos locos, psicópatas y sobreprotectores, había veces en que deseaba que su padre nunca lo hubiera llevado con él a Estados Unidos y sobre todo deseaba que no hubiera pedido a Xeno y Stan que lo cuidaran. Byakuya nunca hubiera pensado o permitido que sus amigos se convirtieran en lo que eran.

Suspiró antes de apretar el botón del radio y unirse a la frecuencia única.

—Xeno, aquí Senku .-habló y esperó un tiempo hasta que le contestaron.

Senku ¿Qué tal? ¿Hay noticias sobre la señorita Mirai? .-claro, el tiempo que espero no fue tanto. Después de todo Xeno no lo dejaba tranquilo.

—Nos estamos acercando al lugar en donde estaba el hospital. Mañana volveremos a retomar el camino.

Mocoso, sería más fácil si van por mar. Te lo he dicho hasta el cansancio .-la voz de Stanley se escuchaba de fondo. Seguramente también estuvo al pendiente de todo.

—Lo sé. Pero también les dije que podía encontrar a algún con-

Solo Mirai, Senku. Quedamos en eso cuando te permitimos ir .-Xeno habló, demasiado serio y autoritario para su gusto-. Todas las demás estatuas que encuentre que no sirvan, destruyan las.

Hizo una mueca y suspiró nuevamente. Por más que quisiera, no podía odiarlos.

—Está bien. Pero aún así seguiremos por tierra, siempre está la opción de que la estatua se haya movido gracias algún movimiento.

—¡Brillante! Eso es verdad. Muy bien pensado, Senku. Byakuya estaría orgulloso de su hijo.

Mordió sus labios y su mirada se volvió algo triste. Xeno sabía que decirle, sabía dónde más le dolía y le dolía mucho más porque estaba seguro de que su padre nunca hubiera estado orgulloso de nada de lo que estaba haciendo ahora.

—Lillian también lo estaría mocoso.

Y ese era el otro tema. Lillian se casó con su padre, se convirtió en una madrastra de lo más ejemplar con él y la quería como una madre, y Stanley también usaba trucos mentales sobre él.

Porque esos hombres, eran la única familia que le quedaba. Porque Xeno y Stanley se estaban haciendo cargo de él, porque lo conocían desde niño, porque ambos eran amigos de Byakuya y Lillian y ambos los habían puesto a salvo el día en que la humanidad se convirtió en piedra.

—Sí. Ya tengo que dormir.

No dejes de comunicarte mocoso, o iré yo mismo a fijarme que estés vivo .-el tono juguetón con que lo dijo no lo convencía. Sabía que Stanley era capaz de eso.

Una semana más Senku. Y si no tienen nada en una semana, vuelven.

—Adiós.

Descansa mocoso.

Buena noche, Senku.

Apago el radio para salir del cuarto de comunicaciones, y afuera se topó con Charlotte quien inmediatamente se acercó a él para cerciorarse que no tuviera ningún rasguño.

—Si vas a decirles a esos dos que les mentí sobre algo, pierdes tu tiempo .-sonrió antes de continuar su camino.

Charlotte no dijo ninguna palabra, pero pudo ver la mueca que le hacía para luego meterse en el cuarto donde estaba la radio.

Era para lo único que estaba allí, para mantenerlo vigilado, para que no hiciera ningún movimiento en falso. No era un niño, tampoco un adolescente y tampoco era un adulto, pero tenía mejor cerebro que todos allí e incluso se atrevía a decir que era un poco más inteligente que su mentor, pero lo que más tenía Senku que no tenía Xeno era un ideal muy diferente.

Para Senku, la petrificación era algo que tenía que estudiar a fondo, y sobre todo tenía planeado revivir a toda la humanidad, pero Xeno era distinto. Lo veía como una oportunidad de crear un mundo donde la ciencia fuera el pilar fundamental, sin nada de políticos o gobiernos que se metieran en su camino, era algo en lo que él no estaba para nada de acuerdo.

Entonces, nuevamente ¿Por qué era tan sumiso cuando se trataba de enfrentarlo? Porque temía quedarse solo, temía que Xeno y Stanley le dieran la espalda. Ellos eran lo único que le quedaba del recuerdo de su padre y madrastra, los únicos que entendían cuando quiso a esas personas.

Era un cobarde, un cobarde que no quería que quienes más quería siguieran haciendo daño.


—Kohaku-sama, la sacerdotisa debe estar en la torre.

Kohaku gruño antes de volver a subir las escaleras hacia la torre de la sacerdotisa, todo bajo la atenta mirada de Jasper y Turquoise quienes la mantenían vigilada siempre para que no hiciera nada fuera de lo que dictaba su posición.

Hace un año, su hermana Ruri había fallecido y ella tuvo que adoptar su nueva posición como sacerdotisa de la aldea, su padre ni siquiera la había dejado negarse a eso. La obligó a escuchar las cien historias de parte de su hermana, aún cuando ella estaba en su peor momento con su enfermedad... Si tan solo hubiera podido hacer más.

—Kohaku ¿Has vuelto a intentar salir? .-hablando de su padre, Kokuyo llegó justo para cuando ella estaba por ponerse a llorar-. Te he dicho que solo puedes salir durante el día. En las noches debes de dormir.

—Padre, solo quería ir a ver cómo estaba Chrome .-si ella sufría por la muerte de Ruri, Chrome estaba igual o peor por nunca haber podido confesar sus sentimientos hacía su hermana.

—¡No te permito que vayas donde ese hechicero! ¡La gran batalla ya casi se acerca y que pases tanto tiempo con él solo mancha tu honor!

—¡Paso todo el maldito día aquí! ¡Chrome igual está sufriendo por la muerte de Ruri-nee! ¡Sabes lo que sentía por ella!

—¡No te atrevas a nombrar a tu hermana! .-la agarro de los hombros para sacudirla, como si eso hiciera que comprendiera lo incomprensible-. ¡Tú lugar está aquí en la aldea! ¡Eres la sacerdotisa!

—¡Yo nunca quise serlo! .-al fin se quebró, nuevamente las lágrimas salieron-. ¡Se suponía que Ruri-nee lo era! ¡Se suponía que Ruri-nee viviría!

No podía con el dolor de la muerte. Era mucho más diferente a cuando su madre falleció puesto que no tenía recuerdos de ella, pero Ruri la había criado, Ruri había sido la única que la entendía.

—¡YA BASTA! .-Kokuyo la soltó y se giró para marcharse-. ¡Es mejor que entiendas! ¡Tú hermana estaría decepcionada de verte así!

Su padre se fue de allí, sin siquiera darle su apoyo mientras ella se arrodillaba en el piso destruida con todo lo que había dicho. Porque dolía, dolía pensar en que ella no estaba allí para abrazarla, dolía pensar en que tuvo que tomar una responsabilidad que no quería.

Dolía tener que ser sacerdotisa de la aldea Ishigami.


Despertó más temprano de lo habitual, antes de dormir, Charlotte le había informado que por órdenes de Stan ella iría al recorrido con su grupo, esta vez dejarían en el barco a Ryusui.

Pero él había hecho su propio descubrimiento de un líquido D, lo había hecho hace unos días cuando junto a sus amigos encontró una cueva, donde encontraron una estatua de una golondrina petrificada y por puro chiste, Ryusui la puso debajo de una gotera en la cueva, grande había sido su sorpresa cuando esta había comenzado a despetrificarse para salir volando de allí, y entre los cuatro habían acordado guardarse eso para cuando tuvieran tiempo.

Así que ahora con cuidado de no despertar a nadie más allí, salvo seguramente a Ukyo por su gran audición, se encontraba remando hacia la orilla. Con algo de suerte podría volver antes de que Charlotte se levantara y fuera a su camarote para pedirle que hablara con su mentor nuevamente.

Con algo de esfuerzo logró llegar a la orilla y amarrar el bote, y comenzó a correr a donde se encontraba la cueva de los milagros como la nombraron junto a su grupo. Bien que su condición física nunca fue la mejor, pero gracias a los duros entrenamientos que paso con Stanley y los demás militares había mejorado un poco.

Tan cerca estaba de llegar que cuando sintió un ligero temblor junto a un ruido de un árbol cayendo, desvió todo su camino. Ya habían recorrido esa zona, pero siempre estaba la probabilidad de que la estatua de la hermana de su amigo estuviera allí y no la hubieran visto o que el movimiento de tierra haya desenterrado una estatua.

Su sorpresa fue mayor cuando encontró a una chica rubia bajo el árbol, la cual lo miraba con asombro.

—¿Quién eres?

—¡No hables! .-se acercó corriendo a ella poniéndose a analizar cómo sacarla de allí-. Después puedes presentarte. No gastes energía .-mierda, si tan solo hubiera ido con alguno de sus amigos, hubiera sido más fácil. Pero ahora solo le quedaban dos opciones, y una de ellas le iba tomar toda la mañana y seguramente también se llevaría un regaño-. ¿Puedes aguantar hasta medio día? ¡Si no puedes volaré el árbol con pólvora!

Antes de salir, había guardado pólvora en caso de encontrarse con algún animal salvaje y también una barra de jabón para lavarse antes de volver al barco y que así Charlotte no se diera cuenta. ¡Pero había encontrado a la única persona despierta en ese lugar! ¡Tenía que hacer algo!


Salió a hurtadillas de la torre y de la aldea, necesitaba sentirse libre aunque sea un momento, regresaría antes que todos en la aldea despertaran, sobre todo antes que su padre notará su ausencia.

Creyó que sería difícil pasar el puente custodiados por los guardias, pero tanto Kinro como Ginro estaban dormidos, después de pasar se asomó a la choza de Chrome solo para encontrarlo durmiendo, su amigo estaba abrazando el poncho que Ruri usaba en invierno, poncho que ella le había traído como un recuerdo. Quizás no debió de hacerlo, pero era con lo único que le quedaba hacer por él.

Corrió hacia el bosque y después de tanto tiempo pudo sentirse libre, era una sensación maravillosa poder correr libremente como cuando salía a cazar o cuando iba por el agua de las termas para su hermana.

Nuevamente sus ojos se llenaron de lágrimas. Si tan solo hubiera seguido con los baños de agua caliente quizás Ruri estaría con vida, quizás se hubiera recuperado o su vida no hubiera sido tan corta. No quería nada más que volver a sentir los cálidos abrazos de su hermana.

Sus pensamientos se vieron bloqueados cuando un temblor la hizo perder el equilibrio y caer, y para variar, un árbol cayó sobre ella dejándola inmovilizada. Había sido un milagro que no se hubiera muerto allí mismo.

¿Qué podía hacer? Seguramente después de ese movimiento todos en la aldea despertaron, su padre junto a sus guardias irían corriendo a la torre de la sacerdotisa para fijarse que estuviera bien.

Sintió un ruido y temió que pudiera ser algún depredador, pero se encontró con un chico de cabellos y vestimentas extrañas viéndola preocupado. El chico se acercó corriendo hacía ella, siempre con esa expresión de preocupación.

—¿Quién eres?

—¡No hables! .-el grito la sorprendió por mucho-. ¡No gastes energía! .-el desconocido se inclinó junto a ella notando la abertura entre el árbol y su cuerpo-.¿Puedes aguantar hasta medio día? ¡Si no puedes volaré el árbol con pólvora!

¿Qué era eso de la pólvora? ¿Quién era él? Nunca había visto a ese chico por allí, es más, ¿Por qué estaba tan preocupado por ella?

—¡Si puedes aguantar me tomará tiempo, pero estoy diez billones por ciento seguro que te salvaré! .-¿Diez billones? Kohaku no entendía del todo lo que estaba diciendo-. ¡Eres la única que puede decidirlo! ¡Decide! ¡¿Qué hago?!

Le estaba dando opciones, le estaba dando opciones sobre su propia vida.

—¡Si! .-habló firme viendo a los ojos del desconocido-. ¡Mis órganos y huesos están bien! ¡Puedo aguantar!

La cara del extraño cambio rápidamente a una sonrisa y después lo vio acercarse al extremo del árbol para comenzar a picar con lo que reconoció era un hacha ¿Acaso ese era su plan? Al parecer no lo era porque después había comenzado a hacer unos agujeros en los pequeños pedazos de tronco que había picado, para después poner en ellos una arena extraña que hacía un efecto extraño, todo para poner palos de bambú en ellos. Luego tejió una cuerda con unas ramas cercanas frotándolas con una cosa extraña ¿Qué era todo eso? ¿Qué estaba haciendo? No terminaba de entender nada, mucho menos cuando esté unido todo para amarrar un extremo a la punta del árbol sobre ella y el otro extremo pasarlo por una rama de otro árbol más grueso.

Estaba fascinada, no entendía nada, pero le fascinaba la dedicación con lo que había hecho todo eso.

—¿Qué es eso? .-se atrevió a preguntar después de haber estado tanto tiempo observando.

—Esto es ciencia .-la sonrisa en su rostro cansado volvió aparecer-. La inventó el viejo Arquímedes unos cientos de años antes de Cristo .-¿Quién era cristo? Arqui ¿Qué cosa?-. Convierte la débil fuerza de un estudiante en poder hercúleo .-casi grita cuando el extraño simplemente se tiró de la rama jalando de la cuerda-. ¡Se llama polea!

Increíblemente, todo eso había comenzado a moverse, levantando el tronco que estaba sobre su cuerpo, ella estaba asombrada, maravillada, fascinada, ella estaba enamorada.

—Increíble .-habló después de comenzar a respirar bien, había sido agotador estar bajo esa cosa. El chico extraño se giró a verla después de amarrar la cuerda-. No. No hablo de ese Arqui no sé qué y su sabiduría. Habló de ti y tu diligencia por seguir cada paso hasta resolver eso .-sonrió aún en el suelo, todavía asombrada por todo lo que había ocurrido-. Me llamo Kohaku. Parece ser que me he enamorado de tí.


—¡¿Cómo qué Senku no está en ningún lado Charlotte? .-Xeno estaba furioso con la mujer, se suponía que ella debía vigilar a su pupilo y todos sus movimientos-. ¡¿Cómo se te pierde un mocoso de dieciséis años?!

¡Lo lamento Doctor Xeno! ¡He buscado en todos lados y el bote no esta amarrado al barco!

—¡Me importa una mierda! ¡Encuéntralo ahora mismo!

El científico gruño antes de apagar el radio cortando la comunicación la mujer desesperante.

—¡Tú estúpida soldado no sabe dónde está MI pupilo Snyder! .-se dirigió a su pareja y amigo quien estaba fumando un cigarrillo, con los nervios igual de punta que él.

—No pudo ir lejos .-Stanley frunció el ceño mientras veía a Xeno-. Te dije que no teníamos que dejarlo ir.

—¡Y yo te dije que teníamos que ir con él! .-se llevó las manos hacia el cabello algo desesperado-. ¡Le dije a Byakuya que cuidaría de Senku!

—Yo igual le dije eso. Se lo dije a él y Lillian .-tomó la barbilla de Xeno para tirar el humo de cigarrillo en su cara aún a sabiendas que odiaba eso-. Charlotte lo encontrará.

—Y de no hacerlo considera eliminarla.

Xeno sabía que no tenía que dejar a su pupilo solo, sabía que debía de estar con Senku para mantenerlo al margen de cualquier peligro. Eso era lo que le había dicho a Byakuya antes de abordar.


Xeno estrechaba la mano del astronauta japonés quien lo miraba con un poco de pena en su mirada.

Lamento pedirte esto Xeno. Sé que mi hijo ya es todo un hombre, pero creo que es mejor que esté bajo tu cuidado. Antes que yo regresé para volver a Japón.

No me molesta .-la sonrisa elegante en él no se borraba-. Disfruto pasar tiempo con tu hijo. Y Stanley también lo hace.

¡Ese novio tuyo está loco por Senku! .-Byakuya se carcajeo antes de girarse para salir de allí-. Bueno, me voy. Por favor mantén a Senku fuera de cualquier peligro que no sea científico. Nos vemos en un año, amigo mío.

Que sentimental eres Ishigami .-negó divertido antes de levantar la mano a modo de despedida-. Nos vemos en un año.

El lanzamiento de Soyuz fue un éxito y también lo fue tener a su pupilo viviendo con él y Stanley por un par de días. Antes que esa luz azotará la tierra.


—Si el mocoso no aparece de aquí a la mañana, iré a Japón.

Stanley también estaba preocupado. Después de todo, el mocoso era como su sobrino, y era más que un simple pupilo para Xeno.

—Iremos. No voy a dejar que le pase nada. No tenía que dejar que vaya.

Stanley se acercó a su Xeno para poder abrazarlo y poder convencerlo de ir a la cama. Entendía el porqué de su reacción, sobre todo porque él mismo estaba controlando los nervios de no saber qué le ocurría al mocoso hijo de su amigo.

Porque Senku era lo único que les quedaba a ambos de Byakuya.


—¿Disculpa? .-Senku no salía de su asombro ante las palabras dichas por la rubia-. No gracias. No estoy buscando ninguna relación amorosa. Eso no es más que un problema.

—¡Me refería a que me gustó todo lo que hiciste! .-Kohaku se cruzó de brazos para poder sentarse-. Ahora sí ¿Quién eres tú?

—Que carácter Leona .-rodo los ojos antes de ponerse recto y poder presentarse correctamente o de la manera en que Xeno y Stanley querrían que lo hiciera-. Ishigami Senku ¿Cuál es tu nombre completo?

Pero no hubo respuestas porque los ojos de la rubia se abrieron de par en par, observándolo como si de un fantasma se tratara.

—¿Estás bien? ¿Te duele algo? .-se acercó a ella preocupado de que si tuviera algún hueso roto o algo por el estilo.

—¿Ishigami? ¿Senku? .-No. No podía ser posible.

—¿Nos conocemos? .-Senku ladeo la cabeza un poco-. ¿Íbamos a la escuela de niños juntos o algo así?

—Eres el hijo del fundador.

—¿Eh?

—Eres hijo de Byakuya-sama.

¿Por qué esa chica conocía el nombre de su padre? ¿Sama? ¿Fundador? No entendía ninguna palabra de lo que decía.

—¿Conoces a mi viejo?

—Eres la historia número cien.

Bueno, al parecer se había topado con una loca.

Continuará...


¡YA PERDÓN! .-mueve la banderita blanca con pena-. Sé que tengo que dejar la manía de hacer a Stan y Xeno tutores de Senku. Pero la historia se me ocurrió después de ver un Fan Art ¿Qué hubiera pasado si Senku hubiera despertado junto a Xeno? ¿Lo apoyaría? ¿Cómo sería su relación con Stanley?
Son preguntas que me responde de mala manera mi imaginación.
Aviso que los eventos serán MUY diferentes, pero Xeno y Stanley van a ser muy protectores con el Senku.

Además que publicare los capítulos solo cuando tenga tiempo o paz mental xD
¡Eso! Perdón por las faltas de ortografía y la mala redacción. También lo distintos que serán los personajes.
¡XOXO!