—Emma, no te vayas...

Ver la expresión de terror, tristeza y preocupación en el rostro de mamá, me hizo cuestionarme si todo estaba bien. Detrás de nosotras había destrucción total, seguramente los más pequeños tenían miedo de estar solos mientras veían el inmenso fuego consumiendo lo que era para todos nuestros hogar, ahora era cuando me preguntaba si todo estaba bien, si no había algo malo en este plan... Perdón Norman, pero, ¿estábamos en lo correcto?

—Oye, mamá —Me miró sorprendida— ¿De verdad, nos quieres?

La mirada de Ray era tan penetrante que apesar de la distancia sentía su inmensa preocupación, era la primera vez que podía sentirla...

—Emma, yo... Siempre los he querido... Los he amado a cada uno de ustedes porque son especiales y únicos... Son una motivación para mi...

Esas palabras eran de lo más sincero que había escuchado salir de su boca en años, cuando decía que nos amaba no podía sentirse como una mentira, pero esas palabras ahora me hacían pensar si en verdad podía abandonarla y continuar el camino con el cual todos soñamos.

—¡Emma apresurate! —La voz de Gilda hizo que saliera de aquel transe que había en mi mente justo ahora, ¿acaso era buen momento para dudar si estaba bien lo que hacía?

Las alarmas finalmente habían cesado, significaba que se habían dado cuenta de que continuamos el camino por otro lado, debía actuar ahora o nunca... Ray una vez me dijo "desconfía tan solo un momento" pero, ¿como hacerlo si aun tenía un sentimiento hacia una persona que me vio toda mi vida?, si, se perfectamente que esa persona esperaba mi cumpleaños al igual que el de mis hermanos como una meta, pero, sería bueno dejarla sufrir y con un final muy débil...

Su mirada de sorpresa por ver como avanzaba a ella era inexplicable —Por favor mamá, perdónanos...

Tenía miedo de que ella me sujetará y me obligará a no irme pero sentir su mano acariciando mi herida recién hecha me hizo saber que en verdad estaba arrepentida por sus actos, verla repentinamente a mi altura mirándome con amabilidad me hizo entender que en verdad quería nuestra felicidad antes que la suya... —Ve y sean felices.

Asenté corriendo inmediatamente a las telas que unimos meses antes, todos se veían emocionados pero, yo no lo estaba... ¡Vamos Emma, para esto trabajaste con...

—Norman...

Un silencio invadió mi alrededor pero era ahora o nunca.

—¡Emma, no! —Exclamó Ray junto con los demás.

La mochila que llevaba conmigo había bajado por completo con ayuda del gancho, se tambaleó un poco pero al chocar con el suelo las telas solo se movían con la brisa del aire de esa noche.

—Vamos, mamá...

—Emma, debes de irte con ellos, ahora que... —Sus palabras se detuvieron al sentir que la abrazaba.

—No mamá, ya salvé a Ray... Es justo que yo también me sacrifique por el bien de los demás... Como hizo Norman...

Las voces de mis hermanos intentando de hacerme entrar en razón estaban siendo cada vez más fuertes e insistentes, sin embargo, mamá y yo seguimos nuestro camino sin mirar atrás, mi pecho dolía un poco por saber que había engañado a los que más amaba pero sabía perfectamente que ellos podrían seguir adelante, después de todo Ray ahora estaba con ellos...

Al bajar del muro, la mano cálida de mamá no me soltaba justo como cuando era pequeña, extrañaba tanto esa sensación de calidez entre ambas, me sentía segura, sabía perfectamente que estaba caminando directo hacia mí muerte pero al menos lo haría para darle tiempo a mis hermanos menores y a Ray.

Ver el inmenso fuego rodeando el lugar que tanto amaba, marcaba para mí un final y un nuevo inicio para todos, una nueva vida estaba apunto de comenzar; la mirada de Phill al notar mi presencia frente al inmenso fuego lo tenía sorprendido, quería llorar pero al abrazarlo no pude decir nada, él tenía sus esperanzas en mi pero ahora dudaba si todo iba a salir bien sin estar en el equipo que los llevaría a la libertad...

—Emma... No... Tu no deberías de estar aquí... —Murmuraba insistentemente mientras apretaba con fuerza mi abrigo.

Ahora volvía a dudar —Lo sé Phill, pero... No puedo dejar que alguien más muera por mi culpa —Al inicio no entendió pero al ver que yo estaba mirando fijamente a mamá comprendió todo.

Esa noche, apesar de recibir el calor que producía los restos de la casa, todos estaban tapados con algunas mantas que mamá logró conseguir, Phill y yo compartíamos una e intentabamos no dormirnos pero escuchar la dulce melodia proviniendo de los labios de mamá fue inevitable dormirnos... Por mis mejillas resbalaba una fría y fresca lágrima, por algún motivo esa melodía era nostálgica, pero... ¿Porqué la tarareaba también Ray?...

Antes de que el amanecer llegaron un grupo de camiones justo como los de la recogida de Conny, de él bajaron varias personas, algunas mamás y otros hombres adultos con batas blancas, mi mente solo cuestionaba una cosa, ¿también los hombres tenían una segunda oportunidad?

La mano de mamá me sacó de mis pensamientos haciéndome saber que yo no me iría en alguno de los camiones, después de todo, ese día debían de cumplir con una entrega y yo sería el remplazo de Ray... Despedirme de los más pequeños fue difícil pero, ellos solo son unos niños que no entienden que pasa, ahora solo me preocupaba como Phill fuera a crecer sabiendo la verdad... Sólo se fuerte y estudia más...

Al llegar al portón, varios demonios salieron de su escondite y delante de ellos venía una mujer de edad avanzada, de unos 50 o 55 años aproximadamente, comenzó a regañar a mamá pero ella se mantenía fría en sus comentarios, pero sus miradas posicionadas en mi eran constantes, lo que significaba que si, mi envío era sumamente seguro y necesario.

—Dime niña —Finalmente la mayor se dirigió a mi— ¿quieres seguir adelante?

Ver su mano tan firme y decidida frente a mí, era hora de tomar la decisión que marcaría mi vida... ¿Porqué debía tomar decisiones tan apresuradas?... Solo soy una niña...

Mi mano se estrechó con la de ella marcando una contrato entre nosotros, si, ahora yo era una más de este juego de supervivencia, solo deseo y sigo esperando que ellos puedan ser salvados...


Mamá tenía razón, los días pasan aquí dentro en un abrir y cerrar de ojos, a los 3 años del escape ella asumió el cargo a abuela, hasta ahora no se ha sabido absolutamente nada de los chicos que escaparon aquel día pero, la casa fue rehabilitada dejando un cargo disponible, en todo esto nadie se ofrecía a tomar el cargo ya que temían al hecho de pasar por la misma situación de un escape y no saber controlarlo como Isabella lo había hecho.

—Buenos días, preparen materiales.

Las clases de bordado, eran cosas muy simples, bueno, yo eso lo consideraba así, no había mayor ciencia en ello pero, mi humildad me obligaba a ayudar a aquellas que lo necesitaban. Si, todas se odiaban a muerte con tal de sobresalir y ser la siguiente candidata pero, la abuela Sarah y mamá, me confirmaron desde el día que acepté el trato que yo sería quien asumiría el puesto de "Isabella, la superiora" ya que cumplía con más requisitos de lo esperado.

Durante las pruebas físicas me consideraban un demonio total y una bestia, era imposible derribarme, pero en especial intentar bloquearme, Ray tenía razón, la estrategia te da demasiadas ventajas aunque no seas tan fuerte...

Conforme más avanzaban los días, meses e incluso años me iba olvidando de ese sentido de querer escapar y poder ser libre, después de todo, ellos se habían olvidado de mi y ahora solo me quedaba sobrevivir para mi misma... La pequeña Emma ya no era mas una niña...

—El próximo año estarás a cargo de la plantación 3.

Las palabras de mamá me habían dejado atónita, solté las hojas en las cuales habían datos importantes, mi instinto de levantarlas fue inmediato hasta culminar, negué varias veces —No, eso no puede ser... Solo tengo 18 y si doy a luz a un niño, eso quiere decir que tendré 19 al asumir el cargo, ¡no puedo hacer eso!

Sus manos acariciaron mi cabello el cual ya era largo para esos momentos, su sonrisa me daba ese sentimiento de miedo justo como cuando Norman se marchó —Tu edad no importa mucho cariño, yo se perfectamente que podrás hacerlo, yo creo en ti...

Mis labios solo se quedaron abiertos pero ni una sola palabra salió para negarme, en cuestión de días todo comenzó, pruebas físicas, análisis constantes y chequeos más íntimos... Todas mis compañeras no entendían el motivo por el cual tanta insistencia en realizar todo eso, después de todo éramos uno de los grupos más jóvenes de futuras mamás y no era posible ver a una candidata asumir el cargo antes, claro, la última que atravesó eso fue Isabella...

—63194... Es hora —Aquellos demonios habían irrumpió en la habitación donde estábamos tomando bordado, estaba nerviosa.

Todas comenzaron a murmurar, se preguntaban sobre que se referían, me miraban de una forma muy penetrante que mis nervios comenzaban a ser levemente visibles —¿Estás lista? —Me preguntó uno de los doctores que acompañaba al demonio.

Asenté liberando un suspiro —Vamos...

Finalmente al llegar a la fría camilla, la cual estaba alumbrandome, me hacía recordar ese día en que abandoné a mis hermanos a su suerte en un mundo en donde ni siquiera yo sabía que esperar ahí, recordaba el ardor de esa fría aguja atravesando mis venas dejando salir el líquido de la anestesia que me hizo dormir por un buen tiempo para despertar y tener esa fastidiosa marca en el pecho...

Esa pequeña sensación de incomodidad ingresando de nueva cuenta a mi cuerpo era muy incómoda...

—No te muevas...

Con esas palabras podía conformar que ya había terminado, solo quedaba esperar unos días y saber los resultados, los murmullos a mi alrededor iban en aumento a mi alrededor pero, no importaba, era para mi propósito...

—¿Es mi verdadero... propósito?...

Finalmente, la noticia de que estaba en cinta recorrió todo el lugar, la chica que más sobresalía en esta generación finalmente había sido considera como la siguiente candidata a mamá y esto aseguraba el cargo inmediato.

—Felicidades 63194, a partir de ahora vas a estar en otras habitaciones para aprender el cuidado de los bebés y todas las ramas... —Seguía hablando, pero ya no le prestaba atención...

Ahora llevaba una vida en mi interior, llevaba una nueva responsabilidad pero, sería arrancada de mis manos apenas llegara...

Los meses avanzaban y todas estaban sorprendidas por mi capacidad de manejo en los bebés, como dominaba todas las áreas de maternidad y eso. Sin embargo, el sentir el movimiento de mi hijo, me daba una especie de fuerza...

Hasta ese día...

Las sirenas comenzaron a sonar inmediatamente alertando a todos, al parecer un área había explotado y algunos se habían infiltrado, eso significaba que... Alguien se había rebelado...

El altavoz comenzaba a fallar —Por favor mantengan la calma, todo está bajo control... —La voz se distorsionaba poco a poco y finalmente se perdía.

Nuestra área se consideraba como la más vulnerable pues se trataba de la zona de las mujeres que estaban embarazadas, todo comenzaba a volverse un caos en el momento, todas se preguntaban "¿que está pasando?", "¿Porqué ahora?"...

Mis instintos de líder siempre estuvieron presentes y ahora era cuando debía de ponerlos en pie después de varios años —¡Calmense si no quieren resultar heridas! —Todas se mantuvieron calladas— recuerden que esta zona es la más cuidada de todas, primero esperemos que algún superior abra la puerta de salida y...

Mis palabras fueron interrumpidas por la puerta abriéndose y dejando ver a algunos doctores que estaban heridos, al parecer la explosión fue en nuestra zona —Chicas, salgan de aquí... No están seguras...

Todas comenzaron a correr muy alarmadas, pero, unas a otras se apoyaban, después de todo debían proteger a la segunda vida en su interior, esta vez no podía actuar como si nada...

Todas seguían avanzando, algunas tropezaban y yo no estaba dispuesta a dejarlas atrás... Era ahora o nunca de ayudarlas —Levántate...

Las sirenas se detuvieron, el sistema había sido neutralizado y al parecer... También los dispositivos en nuestro corazón, mientras más nos alejabamos podíamos confirmar que todo iba a estar bien, hasta que las puertas comenzaban a cerrarse...

—Ay no...

Todas estaban consiguiendo salir pero como yo era la última, la puerta se cerró, al inicio todas hablaban y murmuraban finalmente dejé de escucharlas confirmando que me había quedado atrás y sola... Después de todo, estaban acostumbradas a buscar su beneficio personal.

—De nuevo...

La habitación en donde estaba era fría, justo como esa noche, estaba sola y posiblemente esté sería mi fin, no había logrado mi capricho y tampoco mis metas como "mamá". Mi ciclo había llegado a su fin total.

Creo que pasaron horas desde lo ocurrido, escuché voces y giré para notar que la puerta se estaba abriendo... Mis ojos por la luz solo divisaban siluetas...

—¿E... Emma?...

Esas voces me eran familiares, intenté ponerme de pie hasta que finalmente mi vista se adaptó a la luz, no entendía como era posible, ahí estaban de pie ambos...

—¿Ray... Norman?...

Sus miradas no podían apartarse de mi abultado vientre, era de esperar... Después de todo creí que jamás los vería de nuevo...

—Es hora de que seas libre junto con nosotros —La cálida voz de Norman diciendo eso me hacia recordar todos mis días de preocupación y tristeza.

Ray extendió su mano sonriendo —Seamos libres, ahora —Hizo una pausa negando— ambos serán libres.

Sus manos dirigiéndose a mi causaron que mis lágrimas salieran, la calidez de sus manos me tenían segura, ahora estando con ellos mis fuerzas volvían ahora, podía sonreír de nuevo, ahora... Solo podía suplicar algo...

—Perdónenme... —Mis sollozos salían de mis labios. Sus miradas de sorpresa no entendían el porqué, Ray sujetó mi mejilla acariciando aquella herida que hice esa noche— Perdónenme por haberme rendido fácilmente...

Un silencio se generó, no dijeron algo más hasta que las manos de Ray sujetaron las mías —No hay porque perdonar... Después de todo, sigues con vida y llevas una contigo...


Al parecer ellos habían logrado hacer una promesa que permitiera la liberación de todos, gracias a eso, ellos tuvieron que armar una pequeña revuelta en la plantación para la liberación de todos.

Para mi sorpresa, mis hermanitos ya no eran tan pequeños y aquellos que estuvieron en las granjas finalmente habían sobrevivido por órdenes de mamá.

En cuanto a ella, al parecer tenía un contrato con Norman ya que se hacía pasar por Minerva, así que la liberación fue más rápida de realizar asegurando la vida de todos.

En un abrir y cerrar de ojos estábamos en el mundo humano, siendo libres, gracias al apoyo de los Ratri, todo fue más rápido, en cuestión de meses habíamos logrado lo que tanto soñamos cuando éramos más pequeños...

—¿Te sientes bien? —Ahora Norman y Ray estaban centrados completamente en mi, ya que estaba a días de que los bebés nacieran.

—Tranquilos me siento bien...

—¡Aquí traje unas cuantas compresas tibias! —Gilda no era la excepción ya que estaba feliz de reencontrarse conmigo.

—¡Gilda esas no son! —Incluso Don.

Ver sus sonrisa de todos me hace sentir tan tranquila, esto es raro, ahora mi familia era más grande que la última vez... Y pensar que me perdí de esos "maravillosos" días encerrada tras esas paredes grises, solo preguntándome "¿que pasó con la niña que alguna vez soñó con la libertad?"

—¡Emma! —Pero ahora ya no debía de pensar en ello pues, las sonrisas de mi familia ya estaban conmigo.

—Ah... Creo que se rompió...

—¡¿Emma?!

Fin...?