Hola de nuevo, espero que estén bien y de humor para otro fragmento, pueden encontrar mas historias de BNA en mi perfil.

Sin mas comenzamos.

Paso un cruce a toda velocidad, corriendo por las desiertas calles de su vecindario, era un milagro que fuera la hora donde todos estaban en el trabajo o la escuela, solo podía ver gente a la lejanía, gente que evitaría hasta llegar a casa, aun estaba en su uniforme de baloncesto, sumado a una capa improvisada que saco de un armario para hacer menos obvio su cambio, había abandonado su uniforme escolar en su taquilla, no podía dejar que alguien la viera así, sintió una presión en la parte trasera de sus pantalones, se horrorizo al ver que una cola ahora se asomaba por su ropa, ahogo un gemido de pura angustia.

"¡Por favor! ¡Por favor! ¡Por favor! ¡Para! ¡Te lo suplico!" No sabia si estaba rogando a algún dios o a su cuerpo que no dejaba de tener un cambio aterrador, no había un solo centímetro de ella que no se sintiera diferente.

A este punto ya estaba derramando lágrimas de desesperación.

Se percato de que un grupo de personas salía de una de las calles aledañas, era un grupo de niñas.

Apretó los dientes ardiendo en frustración y vergüenza.

Apenas hizo contacto visual con una de ellas, esta empezó a gritar escandalosamente agobiando aun mas a la chica, Michiru aumento el ritmo de sus pasos, doblo en una esquina para cortar el contacto visual con ellas, para cuando se dio cuenta estaba frente a su hogar, reviso su bolsa asegurándose de no haber olvidado sus llaves.

Sintió alivio al ver el llavero que acompañaba a sus llaves.

Se adentro en su casa y se derrumbo en la entrada de la sala, estaba exhausta de la pequeña carrera a la seguridad de su hogar.

Dio un suspiro lleno de hartazgo y tristeza, y saco su teléfono.

En la sección de contactos encontró el numero de su madre, probablemente ella seria la mas comprensiva para todo este desastre, le diría a ella primero antes de contarle a su padre.

El buzón de voz abrió, ella debía estar a la mitad de su turno.

Se resigno a ser lo mas ambigua posible en caso de que alguien mas escuchara.

"Mama, estoy en casa…" Dijo en un tono alterado "Me ocurrió algo raro en la escuela, no se que me pasa, sniff~! Por favor, vuelvan pronto, tengo miedo…" Su voz se fragmento al final.

Termino la llamada, su vista se congelo en la pantalla, no había mas que pudiera hacer…

Guardo su teléfono, la sala estaba desierta, no le vio sentido a dejar los zapatos en la entrada, camino a paso veloz a su cuarto, cruzo la puerta y encendió la luz, miro sus manos, sus dedos se veían raros, sus uñas también, pudo notar que su color de… pelaje, era mas claro debajo del antebrazo, se rasco incesantemente, la capa en si le daba picazón, podrían ser solo los nervios, el espejo al otro lado de su cuarto le llamo la atención, se acerco completamente aterrada.

Se miro en el espejo con absoluta desesperación, nada era igual…

Su cabello ahora era de otro color y azul de todos los posibles, tomo uno de los mechones mirándolo con disgusto, sus ojos tenían un color tan escandaloso y vibrante que sobresaldrían sin duda, aunque el color era… lindo.

El patrón de pelaje que cubría su cara tenia la forma de un antifaz, si eso no llamaba la atención no sabría que lo haría, su piel ahora cubierta por pelaje de color marrón claro, levanto su camisa comprobando que de hecho había mas pelo debajo.

"Ghuuuh~" gimió angustiada, se observó por largos segundos, finalmente decidió que tenia que verse en su totalidad.

Se retiro todas las prendas para ver su nuevo cuerpo, se paro ahora solo en ropa interior frente al espejo y pudo comprobar lo que temía.

No había un solo rastro de ella ahora, cualquiera que la viera podría confundirla a simple vista con otra persona, la parte mas notoria era la cola, era esponjosa y de un color que llamaría la atención a kilómetros, la sujeto con algo de brusquedad, pero eso solo la hizo gemir, era muy sensible.

La forma de sus pies… mierda ¿como demonios sus zapatos no se sintieron incomodos de camino acá?

La posición de sus orejas también era rara, toco los lados de su cabeza viendo la ausencia de sus orejas humanas.

Abrió su boca revelando el aumento del tamaño de sus caninos, los toco meticulosamente viendo lo afilados que eran comparados con sus lindos dientes humanos, soltó sus labios y cerro la boca, quedo de frente con la nueva ella.

Todo estaba mal.

Un quejido agudo escapo de sus labios, abrazo su cuerpo como si eso la fuera a regresar a la normalidad.

Se derrumbo sobre el suelo de su cuarto, empezó a pensar mas de lo necesario.

"¿Que hago ahora? No puedo dejar que nadie me vea así ¿Podre seguir viviendo en el pueblo? ¿Me voy al bosque? ¿Tendré que vivir lejos de todo? ¿Como demonios voy a la escuela así? ¿Como jugare baloncesto así? ¿Que dirán mis amigos? ¿Qué dirán mis maestros? ¿Qué dirá el equipo? ¿Que dirán todos?" Su mente era un caos, sin embargo, ella no podría idear algo por si misma… esperaría a sus padres, ellos sabrían que hacer.

"¿Y si no lo saben?" Se atraganto con esa pregunta, temblorosa busco su pijama gris y se vistió en algo cómodo para intentar calmarse… era inútil.

No podía estar cómoda, no podía relajarse, no podía distraer su mente.

Michiru miro por la ventana, los automóviles que estaban estacionados en línea del otro lado de la calle, alguien podría haberla visto entrar, la visión de Nazuna siendo arrastrada a una Van la hizo temblar.

Aun no había rastros de su mejor amiga, entonces si ella tenia lo mismo… ¿le pasaría lo mismo a ella?

¿Sus padres realmente podrían evitarlo? Y de intentarlo… ¿No los pondría a ellos en peligro?

El nudo en su garganta la sofocaba…

Michiru no era conocida por llorar, todos en su clase, conocidos, amigos… la habían condecorado como un hueso duro, alguien que sabia manejarse ante la adversidad y resolver las situaciones, pero esto simplemente era demasiado…

"Kuuhhh~ Hic~ Sob~ Sob~" Tenia que desahogarse... No podía lidiar con esto, el perder a Nazuna ya era excruciante… esto era devastador… probablemente ya no tenia un futuro… seria un milagro si conseguía un estilo de vida mínimamente estable.

Aun si no escuchaba de los beastman a menudo… sabia bien lo que solía pasar con ellos… noticias horribles o indignantes que ella solía mirar con cierta molestia para los agresores y simpatía para el beastman en cuestión… pero ahora ella no era una espectadora, la parte de mirar cómodamente se había terminado para ella, tendría que experimentar ese mundo en carne propia, no sabia ni siquiera si las personas que saludaba todas las mañanas le verían del mismo modo.

¿Cuanto pasaría antes de que alguien le hiciera algo horrible?

Se metió en la cama, no podría dormir… solo se quedaría ahí hasta que sus padres llegaran a auxiliarla…

Se quedo inmóvil, deseando tal vez poder despertar, como si todo fuese una pesadilla…

Abrió los ojos, de nuevo ese cambio súbito de escenario que la dejaba desconcertada… esos viajes al pasado en sus sueños… esto no había sido una versión retorcida de sus memorias, era un recuerdo.

Miro su teléfono sobre el escritorio…

Si, ya recordaba lo que le había puesto de tan mal humor como para irse a dormir temprano y también lo que le había hecho tener una "Pesadilla"

Sus notificaciones estaban repletas, todos mensajes de gente que había considerado amigos hasta esta tarde…

Gente de Reiwa… ex estudiantes de su panda de "Amigos"

El como se habían enterado… había sido una indiscreción, Michiru había decidido saludar a una vieja conocida… compartir un poco de sus vivencias del ultimo año, fue un error… antes de darse cuenta todos sus amigos lo sabían.

Algunos simplemente le cuestionaban por su condición sonando preocupados, otros le recriminaban el no haber sido "Honesta" sobre su verdadera especie… otros eran devastadores… la trataban como si fuera una alimaña y como si se arrepintieran de haber tenido amistad con ella.

Suspiro de nueva cuenta, borro todas sus notificaciones, no necesitaba escuchar todo eso… noto que su lista de amigos bajo dramáticamente… ella no había estado consciente de lo mucho que la había dejado subir.

Pensó en lo que Shirou solía decir de los humanos… un poco de ese veneno fluyo dentro de ella, ella solía desestimar lo serio que era el conflicto entre especies… ella no había tomado a pecho el que un montón de asesinos en carretera quisieran hacerle daño… para ella, ellos no eran diferentes a delincuentes que estaban en la cárcel por dañar a otros humanos.

Para los beastman, los cazadores solo eran una parte del problema, mientras huía a la seguridad de Animacity, había visto el panorama, pero de alguna manera lo había ignorado, la gente que solía verla de reojo en las calles y se burlaba en voz baja, gente fingiendo que no estaba ahí o negándose a darle indicaciones o ahuyentándola de sus negocios como si fuera un animal común, ese veneno empezó fluir en mayor cantidad, no le gustaba…

Pero se tomo el tiempo para replantear su perspectiva… no todos los humanos son malos… pero no todos son necesariamente buenos… pensó en sus padres… aun no tenia una conversación decente con ellos ¿de que tipo serian ellos cuando se enteraran que el antídoto a su "enfermedad" estaba a su disposición… y simplemente había decidido no usarlo y cambiar de vida?

Suspiro de nuevo, se sentía agobiada… era diferente a esos terrores nocturnos de hace varias noches… pero el remedio era el mismo, sonrió de lado, no quería ser pesada pero ahora mismo necesitaba ser mimada, camino afuera dispuesta a molestar a cierto lobo en su oficina, aun no era tan tarde después de todo.

Se dio la vuelta sintiendo que le faltaba algo, miro su celular en la mesa por algunos segundos, decidió que ahora mismo no necesitaba eso…

Dejo la habitación en la penumbra.

Espero que sea de su agrado, todo comentario o critica es recibido, también denle apoyo a la historia para saber que escribo para alguien y no solo para mi, hasta otra.