El manejo de los vicios


Parejas: Asuma - Naruto (one-sided); SasukexNaruto

Universo: canon

Notas: este fic surgió de un reto. En el grupo "Fanfics de Naruto en español" me asignaron una pareja sobre la que debía escribir, creo que para San Valentín o no me acuerdo qué fecha era. Se trataba de Asuma y Naruto. Yo para entonces solo había visto el Naruto clásico y Asuma no salía demasiado, así que no pude más que ubicar la historia cuando Naruto aún tiene 12. Al principio no sabía si publicarlo, pero hice una encuesta en mi página de Facebook y salió votado… así que aquí está, ¡espero sacie su curiosidad!

Advertencias: Naruto tiene 12 años y Asuma 28… pero, fuera de ese tema controversial, no hay groserías ni escenas para adultos.


Según el punto de vista que se tomara, se podría decir que Asuma Sarutobi había tenido mala suerte o buena suerte cuando le asignaron el equipo que debía entrenar. Desde lejos, mientras el cigarrillo se consumía entre sus labios, contempló al pequeño Naruto haciendo flexiones, solo, en el bosque. Bien… había sido buena suerte, sí. Porque… ¿qué habría sido de él si de ahora en más tuviera que pasar cada día con aquel muchacho? ¿Cómo diablos podría haber manejado tener que ser su maestro, ser como un padre… toda esa mierda? Suspiró. No estaba en una posición fácil, esa era la verdad.

Había tenido la esperanza de que ya no caería en estos vicios, pero se equivocaba. De joven había tenido interés por los muchachos, pero la insistente presencia de Kurenai en su vida, para su alivio, había ido alejándolo de ellos. Sin embargo, algo había cambiado recientemente.

En cierta ocasión en que se había acercado a la Academia para entregar unos papeles, lo había visto. Naruto Uzumaki, ese chico al que todos esquivaban, estaba apretujado contra el último Uchiha, allí en uno de los baños. Se besaban torpemente pero con pasión, como si dieran su mejor esfuerzo por negar que no tenían más que 12 años. El más alto debía de haber percibido su chakra, porque de pronto abrió los ojos y le dedicó una mirada desafiante. ¿Qué significaba aquello? Tuvo la sensación de que el muchacho le decía, sin ninguna sutileza, que Naruto le pertenecía. Que podía hacerle lo que quisiera. Y que podía ir denunciándolos con alguna autoridad de la Academia… ya vería cómo le iría. ¿Qué tan atrevido podía ser ese niñato solo con su expresión? Quiso golpearlo, amonestarlo de alguna manera, pero su cuerpo estaba inmóvil. Solo permaneció allí, contemplándolos, mientras Sasuke –recordaba que ese era el nombre de aquel huérfano– de forma deliberada ceñía el culo del rubio con una mano y metía la otra debajo de su chamarra.

Aunque no había hablado de aquello con nadie y ese osado Uchiha no se había metido de vuelta en su camino, nada conseguía hacerlo olvidar el modo en que Naruto, sonrojado y agitado, gemía en la boca del otro. Asuma sabía que estaba mal: le llevaba casi 15 años al chico, era menor de edad y además… bueno, era un varón. Y él estaba saliendo con Kurenai, aunque lo hicieran en secreto. En resumen, todas las perversiones posibles, todo lo que estaba prohibido en la aldea, se hacía presente en su caso. Se odiaba profundamente por ello.

Todas estas ideas –estos sentimientos y, en realidad, sobre todo, estas sensaciones– estaban agolpándose en su cabeza durante la reunión en la cual su padre distribuyó los equipos de los recientes egresados genin entre los jonin. Deseaba fervientemente que le asignaran a Naruto pero, por supuesto, también cruzaba los dedos por que no ocurriera nada semejante.

Y ahora estaba aquí, observando a Naruto a la distancia, en una especie de despedida durante su último día antes de ingresar de manera oficial en el equipo de Kakashi. Casi da un salto cuando sintió la mano en su hombro. ¿Tanto podía distraerlo aquel adolescente que ni siquiera había percibido el chakra de Kakashi acercándose?

-Si me preguntas a mí… diría que tuviste buena suerte –murmuró su compañero, como si le leyera la mente.

-Tener a Naruto en el equipo es un desafío para cualquiera –respondió, tratando de sonar despreocupado.

Kakashi lo observó de tal modo que no fue difícil entender que su vulgar excusa no lo confundía ni un poco.

-Sí… cada quien tiene sus propios desafíos. Te haré el favor de mantenerlo tan lejos de ti como pueda. Luego piensa cómo agradecérmelo.

Asuma se atragantó de pronto. Kakashi le palmeó la espalda.

-El cigarrillo te hace toser. Deberías dejarlo. Los vicios no son buenos.

Aunque no era ese el ninja con más derecho a darle semejante consejo, Asuma sabía que tenía razón. Necesitaba olvidarse de este amor absurdo. Tan solo esperaba que fuera menos improbable que dejar de fumar.

* * * FIN DE "EL MANEJO DE LOS VICIOS" * * *

Fecha de escritura: 12/03/2020