Contenido: Escenas y lenguaje un poco explícito. Yaoi, Oneshot muy corto. Drama, romance. Forma parte del quinto desafío relámpago de la página de Facebook "Es de fanfics".

Pareja: GiyuuSane (Tomioka Giyuu x Shinazugawa Sanemi)

Disclaimer:

Hikari: Llevo varias semanas tratando de escribir un oneshot decente para mi ship, pero es como si mi cerebro se hubiese secado. Así que aproveché este desafío para tratar de volver. Espero que logren disfrutarlo. El reto era utilizar una canción de Maluma para este escrito, (en mi caso fue: "Cielo a un diablo"), no soy fan de esa música, así que solo la escuché una vez y a partir de ahí y la letra surgió esta idea. Por cierto, ni Kimetsu no yaiba ni sus personajes me pertenecen, la obra original es de Koyoharu Gotoge, por lo que este fic fue escrito únicamente por ocio y sin fines de lucro. Notas al final.

o*~o*~o*~o*~o*~o*~o*~o*~o*~o*~o*~o*~o*~o*~o*~o*~o*~o*~o*~o*~o

Sus labios sellaron mi boca, ahogando por completo mi grito de éxtasis y placer, encorvé mi espalda, mis manos rasguñaron su desnuda piel y me di el lujo de morder su lengua. Aun así, él no se separó de mí.

La falta de aire me causó un pequeño mareo, ahogado entre la sensación de haber llegado al orgasmo y la evidente asfixia, mis músculos se relajaron poco antes de que él me permitiera nuevamente tomar aire por mi propia boca. Ocultó su rostro entre mi cuello y hombro, aspiró mi esencia antes de sacar su miembro de mi interior. Sentí como mis piernas aun temblaban.

-¿Estás bien?- preguntó, levantando nuevamente su rostro y me mirándome fijamente. Su lengua limpió algunos restos de sangre.

-Bastardo…- pronuncié, aun de forma entrecortada.- Vuelves a hacer algo así y no saldrás con una simple mordida.- Sin mostrarse afectado por mi comentario, Tomioka al fin se apartó de encima de mí. De reojo, noté como deslizaba el condón fuera de su pene, hizo un nudo y finalmente lo lanzó al cesto.

Sin vergüenza, se levantó de la cama y, completamente calmado, fue al cuarto de baño. Escuché el agua correr de la ducha y me di el permiso de soltar un silencioso suspiro al tiempo que cubría ambos ojos con mi brazo.

-Sucedió de nuevo…-susurré, queriendo digerir lo que acababa de ocurrir.

¿En qué momento comenzó este horrible hábito? Porque es claro que, tener sexo duro, salvaje y candente con tu compañero de piso era una terrible idea. Especialmente cuando él era hombre. Especialmente cuando él se acuesta con cualquier persona que se lo pida.

Especialmente cuando, aun si juré no enamorarme de este idiota…terminé haciéndolo.

-Maldita sea…

-Shinazugawa.- su voz indiferente me distrajo de mis pensamientos. Destapé mi ojo derecho para tratar de dirigirle una mirada fría, él, como siempre, ni siquiera se inmutó.- ¿Usarás la ducha? Puedes resfriarte.

-Jódete, Tomioka. Iré cuando yo quiera.- se hundió de hombros antes de marcharse a su propia habitación.

Otra vez silencio.

Intenté incorporarme sobre la cama, pero mis caderas adoloridas hicieron imposible esa simple tarea. A pesar de ello, este dolor no era comparable al que comenzaba a brotar sobre mi pecho.

-En verdad soy un idiota.- hundí mi rostro en la almohada, tratando de acallar mis estúpidos sentimientos.

o*~o*~o*~o*~o*~o*~o*~o*~o*~o*~o*~o*~o*~o*~o*~o*~o*~o*~o*~o*~o

-No va a regresar hoy…- miré nuevamente el reloj en la pared.

Una típica cena casera estaba perfectamente acomodada en dos porciones.

Queriendo aliviar mi malestar, mordí con agresividad un bocado, aunque ciertamente no me sentí mejor que antes. Todo lo que podía recordar era el estúpido mensaje que Tomioka mandó hace tan solo un par de minutos.

"Nos vemos mañana". Corto, sencillo, directo.

Giyuu podía ser descrito con esos simples adjetivos, o al menos la mayoría del tiempo. Jamás daba mayor detalle de su día, ni tampoco solía expresar sus emociones en su rostro.

El único momento en que solía verse diferente era durante el sexo. Su ceño fruncido, su largo cabello alborotado, su boca besando o mordiendo posesivamente sobre mi piel…

Pero no es como si fuese el único que conociera esa faceta de Tomioka.

Obviamente no.

-Shinobu Kochou.- recordé, con exactitud, el nombre de quien sería su cita durante esta noche. Una oficinista que conoció en algún bar. La joven, de grandes y hermosos ojos, era tan solo una de las tantas personas a las que Tomioka solía frecuentar después del trabajo.

Yo mismo me había convertido en un "cliente" bastante frecuente para el ojiazul. Y solo digo "cliente" por mero sobrenombre, ya que él no lucraba por sus "excelentes servicios". No. Él no era esa clase de personas.

"No lo sé", fue lo que me contestó cuando me atreví a preguntarle sobre el porqué de sus acciones "supongo que…solo disfruto de ello".

Hoy era Shinobu, mañana sería Rengoku o ese estudiante Kamado, tal vez pasado mañana nuevamente yo… Tomioka jamás planeaba sus citas, solamente, sucedían.

Y todos parecían satisfechos.

Todos, excepto yo.

"Shinazugawa. Esto es solo sexo", recordaba con una espantosa claridad, sus palabras durante nuestra primera vez. "Dudo que tú sientas algo por mí pero…quería dejarlo claro."

Auch.

"¿Yo? ¿Enamorarme de ti? ¿Qué idiota se atrevería a enamorarse de ti? Solo porque eres bueno cogiendo no conseguirás a alguien que te quiera" contesté, extremadamente sarcástico. Esa fue la única ocasión en que pude ver de cerca un cambio en ese inexpresivo rostro.

Una sonrisa, ligera, apenas visible. Pero definitivamente estaba ahí.

Irónico, ese fue el momento justo en que noté mis sentimientos hacia ese bastardo.

-Necesito alcohol ahora mismo.

o*~o*~o*~o*~o*~o*~o*~o*~o*~o*~o*~o*~o*~o*~o*~o*~o*~o*~o*~o*~o

-Sigues despierto.- exclamó como si no fuese lo más obvio del mundo.- Se me hacía raro ver las luces encendidas desde afuera.

-No me parece lógico beber con las luces apagadas.- contesté molesto. Mis palabras comenzaban a arrastrarse desde mi lengua gracias a los primeros efectos del alcohol.- Creí que hoy no regresarías.

-Parece que ella tenía más invitados así que no quise estorbar.- contestó al sentarse en la silla del otro lado de la mesa.- ¿Tienes el día libre mañana?- preguntó luego de un rato, después de ver la cantidad de latas vacías que se encontraban apilándose a mi lado.

-Obviamente no.- respondí justo antes de dar otro sorbo a mi bebida. Por supuesto, Tomioka alzó una ceja ante mi frase, no encontrando coherencia de entonces la cantidad de alcohol que estaba metiendo a mi sistema, sin embargo, no contradijo para nada mis acciones, es más, el muy idiota hasta tomó una de las latas, aun cerradas, para empezar a hacerme compañía.

No. Definitivamente no me estaba sintiendo cómodo en este ambiente.

-¿Y? ¿Qué sigue ahora?- pregunté, con gran esfuerzo para que mis palabras aun sonaran coherentes.- ¿Follaremos hasta el amanecer o hay otros planes?

Él alzó la mirada, como si en verdad lo tuviera que meditar fuertemente antes de contestarme. Luego volteó a verme, parpadeando con cierta confusión.

-¿Tú quieres? Por mí no hay problema- hizo un ademán con sus hombros. Maldita sea, su indiferencia en verdad estaba colmando mi paciencia.- Aunque te ves un poco extraño el día de hoy, Shinazugawa.

¿Por qué? ¿Cómo es que yo, el grandioso Shinazugawa Sanemi, había caído ante tal perdedor? Ante una persona que tan poco valía la pena.

-¿Y a ti que te importa cómo esté hoy? Solo quiero tu estúpido pene, no necesito más de ti.- tirando todas las latas de la mesa con solo un movimiento de mi brazo derecho, despejé la mesa antes de sentarme en la misma, justo enfrente del azabache. Jalándolo del cuello de su camisa, ni siquiera hubo momento de pensar las cosas antes de que juntáramos nuestros labios.

No pasaron ni diez minutos, y para cuando me percaté de mi propia situación Tomioka ya se encontraba abriendo mis piernas, sin ni siquiera algún tipo de preparación, con el condón cubriendo su miembro listo para embestirme en cualquier momento.

Mordí mis labios, tratando de prepararme mentalmente de lo que se avecinaba, queriendo ignorar el remolino de emociones que invadía todo mi cuerpo.

Cerré los ojos cuando lo vi moverse, pero la sensación de ser sometido jamás llegó. Abriéndolos, noté que, su rostro, por segunda vez en todo aquel tiempo que lo conocía, volvía a cambiar.

Pero esta vez no era una sonrisa.

-¿Por qué me estás viendo así?- su voz apagada y gruesa provocó un escalofrío en mi espalda.- En serio, estás raro hoy, Shinazugawa.

-¿Que porquerías estas diciendo?- mi voz tembló en contra de mi voluntad, a punto de quebrarse.- Date prisa y fóllame, no tenemos todo el día.

-No eres el de siempre. ¿Estas molesto?- ladeó su cabeza y, acercando su rostro, trató de descifrar mis pensamientos.

Mi ritmo cardiaco comenzaba a acelerar. Más y más rápido cada vez, subiendo los colores hasta mi rostro y cayendo ante el impulso de ocultarlo detrás de mis manos.

-¿Que sucede?

"No debo decirlo. No debe saberlo. Todos menos él. Por qué jamás me correspondería, jamás podría volver a…".

-Eres un maldito bastardo si a estas alturas aun no te percatas de que me he enamorado de ti, idiota.

Maldita sea.

¿Por qué? ¿Por qué se lo dije?

Retiré mis manos queriendo ver su rostro y en seguida sentí el arrepentimiento. De haber sabido que me daría esa cara llena de decepción, jamás se lo hubiera dicho.

Sin decir nada, se apartó de mi cuerpo. Tomó su ropa del gélido suelo y, sin siquiera tomar algo más además de su teléfono y su billetera, rápidamente se acercó a la puerta de salida.

-Lo siento.- maldita sea, cállate, cállate, cállate. No necesito que me digas nada más. Tan solo lárgate.- No es posible, esa forma en que tú me quieres,…no deberías quererme, Shinazugawa.

Soy un verdadero idiota.

Sin más, el último sonido que percibí fue la puerta cerrándose tras su espalda.

¿Por qué rayos me había sentido arrastrado por él? Lo supe, siempre supe que de decir en voz alta lo que pensaba, esto terminaría así.

Siempre supe que no debí caer enamorado de Tomioka Giyuu.

o*~o*~o*~o*~o*~o*~o*~o*~o*~o*~o*~o*~o*~o*~o*~o*~o*~o*~o*~o*~o

Hikari: Cuando terminé de escribir este fanfic eran poco más de 1700 palabras cuando el desafío expresa que no debe pasar delas 1500. Después de revisarlo mil veces logré reducir las palabras,pero espero no haber empeorado mi escritura y que hayan logrado, aunque fuese un par de minutos, disfrutar este pequeño fanfic. Espero que nos podamos volver a leer en algún futuro no muy lejano. ¡Bye bye-perowna!