Hello, aquí con mi segundo fic de Shingeki.
Nada de esto me pertenece excepto la idea, mas solo escribo por diversión y para liberar estrés xD
Además de que amo el Ereri.

Hola otra vez

- Fase 1: Primera misión

Levi observó con atención aquel joven rostro frente suyo, sus facciones, el color de su piel, el brillo de aquellos ojos de verde color. Mientras más miraba, más fascinado quedaba.

Eren Jaeger definitivamente había llamado su atención y por primera vez se alegró de haberse dejado convencer por Hange en aceptar esta cita a ciegas. Aunque obviamente nunca le diría a la mujer aquellos pensamientos. Antes muerto que darle más motivos para alardear.

A casi un año de haber terminado con un idiota, Levi había perdido toda esperanza en las personas. ¿Para qué intentar algo con alguien si al final saldría lastimado?

Con aquella pregunta dando vuelta en su cabeza Levi vivió su año para sí mismo y aprovechó de relajarse. La soledad no le asustaba y luego de su última relación estaba más que agradecido de tenerla. Hange, por otro lado, siempre estaba molestándolo para que encontrara a alguien.

- "Estas solo", "no te puedo acompañar por siempre", "Moblit de seguro me pedirá matrimonio y no puedes ir sin pareja a mi boda" - Eran de las tantas cosas que aquella mujer le decía a modo de presión por seguir estando soltero. Como si aquello fuera algo malo.

Solo para que dejara de molestar, porque sí que se había dedicado a joderlo con el tema ese, aceptó tener esta cita a ciegas. Nunca pensó que se encontraría con una persona tan interesante.

El chico era guapo, pero también inteligente, por lo que las horas pasaron rápidamente y sin que se diera cuenta. Tema que salía de aquellos labios morenos eran atrayentes y Levi estaba más que dispuesto a seguir con la conversación hasta la hora que fuera.

Otro detalle que le encantó y no le pasó desapercibido era que el chico tampoco fumaba.

- Hay muchas formas de morir, pero no quiero que sea por cáncer. – Le expresó con una enigmática mirada mientras lo decía. – Al menos me gustaría elegir algo mejor.

Era una extraña forma de expresar la muerte y el motivo por el cual no fumar, la gente normalmente decía que no le gustaba o algo parecido, pero él no se quejaría al respecto.

Tal vez era un detalle tonto, pero Levi lo consideraba muy importante, sobre todo con el recuerdo de Kenny y su ex. El cigarro definitivamente era una mala memoria.

Se retiraron del tercer bar al que fueron una vez les señalaron que estaban cerrando y se dedicaron a caminar por el parque, el cielo estaba aclarando y se sorprendió al saber que había pasado toda la noche con un desconocido.

Hace tiempo que no sentía o vivía aquello.

- Ha sido divertido. – Expresó el joven con una sonrisa mientras levantaba la mano para acomodar sus cabellos. Levi lo observó en silencio a la vez que asentía con la cabeza dándole la razón.

- ¿Eren? – El joven lo observó y Levi supo que tenía toda su atención, era hora de aclarar algunas cosas. - ¿Qué piensas de una segunda cita?

- Oh. – La cálida sonrisa lentamente fue desapareciendo hasta transformarse en una expresión triste. – Lo siento, solo soy de una.

- Ya veo.

No evitó sentirse desilusionado ante aquella respuesta. Pensó que algo se había creado entre ellos, por algo estuvieron juntos toda la noche ¿no? Levi podía jurar haber sentido la química entre ellos, pero ahora comenzaba a pensar que solo había sido su imaginación.

- Supongo que es el adiós entonces. Que estés bien. – Expresó sin más y ya con ganas de querer regresar a casa. Si no podía tener al joven era mejor no seguir con él. Apenas llevaba una noche conociéndolo y ya sentía el corazón un poco roto.

¿Acaso uno podía enamorarse en una noche? Él no era de esos, pero ahora… ahora dolía.

Maldita Hange con sus malditas ideas. Nunca debió pensar lo contrario.

Estaba dándose la vuelta cuando una mano sostuvo su muñeca para regresarlo a su sitio anterior. Notó el rostro triste del joven con sus ojos brillantes y llenos de emociones. Era como si deseara expresarle algo, pero qué deseaba expresar si sus palabras decían lo contrario. ¿Qué quería de él ese joven?

- De verdad me encantaría una segunda cita, una tercera, miles, todas. – Eren se fue acercando lentamente a su rostro y con las intenciones claras, le estaba dando el suficiente tiempo rechazar o aceptar sus acciones. – Pero realmente no puedo.

Le susurró con sus labios junto a los suyos.

El simplemente se dejó, si este era un beso de despedida, un recuerdo de algo que pudo haber sido y que Eren no podía comenzar por algo desconocido, entonces lo tomaría, el recuerdo, el momento, la tristeza que después le seguiría a ese beso. Lo tomaría todo porque en estos momentos solo deseaba estar junto a Eren con todas sus fuerzas.

Nunca le había pegado tan fuerte esta emoción. Nunca había deseado estar con alguien con tanta intensidad.

Tal vez porque sería su primer y último beso causaba que las emociones fueran en aumento.

No lo sabía, por ahora no le importaba. Se limitó a abrir un poco la boca para darle más espacio al otro y disfrutar de todas las sensaciones que aquel increíble beso le estaba dando.

Levantó los brazos para envolver el cuello del joven mientras sus lenguas continuaban danzando lentamente.

Levi solo deseaba que aquello durara para siempre.

Pero el para siempre no existía y este momento sería un claro ejemplo de ello.


A un mes de aquella cita Levi solo deseaba sacarse a Eren de la cabeza.

Tal como el muchacho había dicho no recibió señales, ni nada que indicara que estuviera interesado en su persona para una segunda cita.

Simplemente no lo entendía, aquel beso debió significar algo para ambos, Levi pudo sentir algo, un algo inexplicable y único que le hacía imposible sacárselo de sus pensamientos. ¿Realmente fueron solo sus sentimientos o la locura del momento?

A veces lo dudaba al recordar la forma en que Eren lo besó aquella madrugada, como lo sostuvo en sus brazos y lo trató de forma gentil.

- "Tal vez es así con todas sus citas y por eso es solo una" – Pensó con cierto pesar mientras se dirigía al metro.

Un mes y solo tenía este recuerdo. En el momento que Eren se fue acercando a su rostro supo que se iba a arrepentir, pero simplemente no pudo dejarlo ir, necesitó el contacto de aquellos labios y ahora solo le quedaba seguir adelante con aquel momento.

El mundo era una mierda y los sentimientos también, pero de alguna forma lograría recuperarse. Definitivamente estar soltero era su mejor opción.

Sacó su celular con la clara intención de escribirle a Hange que dejara de acosarlo con las citas y que se hiciera a la idea de que iría solo a su boda o simplemente no iba cuando lo tomaron de la muñeca bruscamente y lo empujaron contra una muralla con fuerza.

- ¡Entrégame todo! – Gritó la persona frente suyo mientras lo amenazaba con un cuchillo aun sosteniéndolo de la muñeca.

Simplemente genial.

No solo le habían roto o lastimado su ya herido corazón, sino que un imbécil deseaba asaltarlo en medio de la ciudad aprisionándolo en un callejón lleno de asquerosidades.

- Vete a la mierda. – Exclamó tratando de soltarse de aquel agarre y miró hacía la vereda en busca de alguien que pudiera ayudarlo a golpear al imbécil. Las personas continuaron su camino ignorando su situación y los que si la notaron simplemente continuaron con mayor prisa. - "Cobardes" – Pensó con rabia y moviéndose para llamar la atención de un policía que estaba acercándose.

El desconocido pudo ver lo mismo que Levi por lo que de un rápido movimiento lo adentró aún más al callejón.

- ¿Tratando de salirte con la tuya? – Apenas pudo reaccionar cuando lo golpearon en la mejilla con fuerza botándolo al suelo.

Odiaba cuando le pasaban estas cosas, solía ser el blanco de muchos idiotas de ese tipo que al verlo más bajo que el promedio creían poder con él. El imbécil se había metido con el hombre equivocado.

Y estaba de malas.

Cuando el otro se le acercó se movió rápidamente para darle una patada en el estómago que lo dejó sin aliento. Se levantó para darle otra patada que lo derribó.

- Hijo de puta. – Apenas expresó el ladrón y Levi supo que dejaría de molestarlo. Se dio la vuelta para regresar a su camino cuando un horrible dolor en la espalda lo detuvo. Se quejó ante aquella dolencia y llevó su mano a la espalda en donde pudo sentir un objeto extraño. ¡Era el maldito cuchillo!

Sintió como el objeto era sacado de su cuerpo con brusquedad para que se lo clavaran nuevamente y dando otro quejido de dolor cayó al suelo.

- Ya no eres tan fuerte ¿eh? – Expresó aquel despreciable ser mientras se acercaba y le tomaba bruscamente del pelo para levantarle la cara, se quejó cuando le clavaron el cuchillo otra vez. – Hijo de puta.

El hombre soltó sus cabellos y su cabeza se golpeó fuertemente contra el suelo, aquello más el dolor le impedía moverse. Mierda, esto se sentía horrible, intentó moverse para sacar su teléfono y pedir ayudar, lo dieron vuelta con rapidez haciendo que el dolor empeorara, dejó de moverse.

Su vista comenzó a oscurecerse mientras veía al desconocido sobre su cuerpo riéndose y diciendo cosas que ya no podía escuchar.

¿Estaba muriendo? ¿De verdad su vida había terminado de esta forma tan estúpida? Ni siquiera había podido ver a Eren nuevamente. Realmente quería verlo. Quiso reír por pensar en el muchacho estando en este tipo de situación.

Realmente la vida era una mierda.

El dolor era una mierda, el ladrón ese lo era al igual que Eren y el también por haberse ilusionado tan rápido.

Pero, igual le hubiera gustado ver a Eren una vez más.

Comenzó a cerrar los ojos cuando las fuerzas le empezaron fallar.

La verdad es que si le hubiera gustado ver al joven otra vez.

Una lástima.


Abrió los ojos de golpe mientras se sentaba.

Miró a su alrededor dándose cuenta que se encontraba en una sala, un departamento por lo que podía ver a través de la ventana.

¿Qué había pasado? El recuerdo del ladrón le hizo llevar las manos a la espalda, pero no sentía dolor. Al verse las manos nuevamente pudo ver la sangre.

¿Qué mierda estaba pasando?

- No, Levi.

Levantó la cabeza al reconocer aquella familiar voz para encontrarse con el rostro preocupado y triste de Eren.

Al menos pudo cumplir su deseo.

- ¿Eren? – Susurró aun confuso con las manos sangrantes, pero sin dolor, sin sentir la herida. - ¿Qué…?

No pudo decir más cuando una luz azul pasó a su lado, se percató de una esfera negra en un rincón de aquella sala y luego se giró para ver la luz. ¡Estaba apareciendo una persona! De abajo hacia arriba, como si fuera una impresora en 3D.

Quiso reír ante la idea estúpida que pasó por su mente al comparar la forma de aparecer, pero luego pudo racionalizar bien lo que ocurría.

- ¡¿Qué mierda?! – Exclamó alejándose de aquella otra persona y colocándose al lado de Eren quien no respondió o se burló de su reacción.

- Está bien Levi, esto siempre impacta la primera vez. – Obtuvo como respuesta, pero solo haciendo que otras 10 preguntas más lo atormentaran. De verdad ¿qué diablos estaba pasando aquí?

Eren lo acercó a su lado y él se dejó hacer. Demasiado, esto era demasiado para procesar y no entendía nada.

- Alguien me atacó y… - Comenzó a hablar llevando nuevamente la mano a su espalda. Su ropa estaba rasgada, pero no sentía ninguna herida en su cuerpo o rastro de sangre, solo la de sus manos y quizás en su ropa. – ¿Quedé inconsciente? ¿Dónde estamos?

- Moriste Levi. – Eren expresó sin más mientras aquella persona terminaba de aparecer y observaba el lugar con la misma confusión que hizo Levi, una nueva luz comenzó a crear a otra persona.

- ¿Morí?

- Si y lo lamento, lamento que estés aquí. – Eren lo abrazó con fuerza y quizás por el shock simplemente lo dejó. – Pero lamentaría más el hecho de que estuvieras muerto.

- No entiendo una mierda Eren. ¿Estas bromeando? ¿Esto es una maldita broma?

Vio la expresión triste del joven y supo que no bromeaba. ¿De verdad había muerto? Pero sentía el calor de Eren a su lado, podía escuchar su propia respiración ¿Cómo podría estar muerto si todo indicaba lo contrario?

De verdad ¿Qué mierda pasaba?

Unos labios posándose suavemente sobre los suyos lo regresaron a la realidad mientras los brazos de Eren continuaban rodeándolo dándole la tranquilidad que necesitaba para poder procesar su situación actual.

- ¿Qué está pasando Eren? – El joven lo apretó con más fuerza y suspiró con pesar.

- Estamos en Gantz.

- ¿Gantz?

Eren señaló la bola negra con la cabeza.

- Esa cosa, cuando mueres, te transporta a esta habitación para… - Eren se mordió el labio. – De seguro no me creerás. Es absurdo decirlo en voz alta, pero…

- Si esto no es una broma necesito saber. – Levi lo miró con seriedad, esto parecía absurdo, pero había gente apareciendo por una luz creada por una bola negra. - ¿Qué pasará?

- En unos momentos y luego de que todas las personas necesarias aparezcan esa bola tocará el himno de Japón para luego mostrarnos un mensaje.

Eren lo observó a los ojos en todo momento que hablaba. Levi movió sus manos para dejarlas en los brazos del joven que seguían abrazándolo.

- ¿Qué dirá el mensaje?

- Nos pedirá matar a alguien o mejor dicho a algo.

- ¿Algo?

- Extraterrestres.

- ¿Qué?

Eren le sonrió y luego besó su frente.

- Puede que no me creas, pero ya lo verás, todos lo verán, aunque no lo deseen.

- Eren. – El pesar en la voz, el dolor en su mirada, Eren parecía derrotado.

- Pero te protegeré y luego de esta misión hablaremos bien, te contaré todo Levi, lo prometo.

Antes de responder el himno de Japón comenzó a sonar. Levi miró a su alrededor solo para darse cuenta que había unas diez personas en la sala aparte de ellos.

Eren se levantó, él lo imitó ya que seguía en los brazos del joven.

Vio como Eren comenzó a decirle lo mismo a las personas, estas lo observaban con expresiones confusas, temerosas y dudosas, lo cual le resultaba completamente lógico ya que de por si la situación era extraña, pero la esfera cambió para mostrar la foto de un extraño ser al que supuestamente debían cazar.

Todo estaba pasando tal como el joven le había dicho.

Mierda, esto era real, era la maldita realidad.

- Ten, debes ponerte esto. – Eren se le acercó para entregarle una maleta plateada con su nombre escrito en ella. – Te protegerá contra lo que haya afuera.

- ¿Proteger?

El joven asintió con la cabeza y luego le extendió un arma que apenas pudo tomar por los nervios que comenzaba a sentir.

- Vístete Levi que tenemos poco tiempo y debo enseñarte a usarla.

Hizo lo que le pidieron y tuvo que desnudarse por completo en el baño para que un extraño traje negro fuera colocado en su cuerpo, una vez regresó al cuarto divisó a Eren con el mismo traje y dos armas en cada mano, el aún tenía la suya.

- Sin importar lo que pase te protegeré. – Le expresó el muchacho mientras comenzaba a desaparecer cuando esa misma luz se dirigió a su cuerpo.

- ¡Eren!

- Donde sea que aparezcas te buscaré, así que espérame.

Levi asintió apretando el arma con fuerza cuando la luz se dirigió a su persona.

Cerró los ojos y realmente deseó que Eren cumpliera esa promesa.


Era extraño como de pronto se podía estar en un lado y de la nada aparecer en otro. Aun podía recordar el dolor de ser apuñalado, la confusión de estar viendo un callejón de mala muerte para luego estar en una habitación extraña con una esfera en el medio.

Confuso, toda la situación lo era.

Y ahora, vistiendo un traje extraño que se pegaba a su cuerpo, con un arma en su mano, teniendo que cumplir la misión de matar a un extraterrestre se encontraba nuevamente en otro lugar.

Había aparecido en medio de un parque completamente solo.

¿Dónde estaban los demás? Levi recordaba que aparte de Eren y él había unas 10 personas más.

- Mierda. – Susurró frunciendo el ceño. Estúpidamente había tenido la esperanza de que todos aparecerían en el mismo sector o al menos se hubiera conformado con Eren.

Miró a su alrededor con atención en caso de que algo extraño se apareciera. Pensar que esto era una broma de mal gusto estaba más que eliminado y necesitaba mantenerse calmado en caso de que algo lo atacara. Dirigió su atención al arma y volvió a repasar lo que le habían enseñado de ella.

El chico le dijo que lo buscaría ¿sería bueno quedarse en este lugar? Sinceramente pensaba que estar en medio de un parque lo dejaba muy expuesto.

Estaba pensando en qué hacer cuando un ruido lo alertó, rápidamente llevó su atención hacía la dirección de aquel sonido en donde unas ramas se movían bruscamente, apretó con más fuerza el arma en caso de.

¿Por qué Eren no aparecía?

Del lugar apareció un perro, pero este era del tamaño de un caballo. Pestañeó confuso aun en su lugar, su cuerpo se había congelado ante semejante espectáculo, mucho más cuando el perro se paraba en dos patas y se masajeaba los hombros como si de una persona se tratara.

- "Mierda, mierda, mierda" – Pensó con cierta histeria, luchando por mantenerse cuerdo.

Estaba seguro, no, daba por firmado que si entraba en pánico las cosas no saldrían bien.

El perro por su parte finalmente lo notó para expresar curiosidad en su persona, el siguió quieto tratando de regular su respiración con el arma apretada fuertemente en su mano, aquel ser finalmente le sonrió de forma espeluznante ya que mostraba todos sus colmillos y luego lo señalaba con uno de sus patas.

Apenas pudo pensar en algo cuando aquella cosa se lanzó sobre su persona con una velocidad impresionante y pudo esquivarlo de milagro.

Sintió como su cuerpo iba a entrar en pánico una vez más, sobre todo al ver como el suelo que golpeó aquella bestia había quedado hecho pedazos como si no fuera de concreto más se obligó a mantener la calma, observar a su agresor y reaccionar ante cualquier otro ataque que pudiera hacerle.

Debía apagar las emociones, Kenny se lo había repetido hasta el cansancio.

Tomó aire solo enfocándose en aquella cosa y su entorno, estaba listo. El perro también lo estuvo ya que regresó al ataque. Pasó un tiempo entre esquivar un golpe tras otro. Estaba consiguiendo esa tontera de apagar las emociones, aunque no al 100%.

- ¡Oye! – Apenas pudo ver quien le hablaba antes de volver a esquivar.

Dos hombres que vestían el mismo traje se encontraban a un lado apuntando con un arma diferente a la suya al perro. Rápidamente se alejó al saber lo que harían.

El extraterrestre se percató de las nuevas personas y olvidó a Levi por completo, fue bueno porque ya estaba cansado de tanto movimiento.

Se mantuvo alejado tanto de las personas como del perro, su prioridad era ver a esos dos en acción ya que le serviría para tener una idea de lo que debía hacer.

Aún seguía sin entender bien la funcionalidad del traje, pero de seguro era para algo importante si Eren había insistido en que se lo pusiera y esas dos personas también lo usaban.

Eren. El recuerdo del chico lo preocupó.

¿Estaría bien?

- Si, acércate. – Cuando habló la otra persona lo regresó a la realidad. Debía enfocarse. Pudo ver la sonrisa en esos dos, por la confianza de seguro ya habían pasado por esto, aunque no se imaginaba sonriendo en un infierno como este.

El perro gruñó y con rapidez se lanzó a las dos personas que esquivaron a duras penas. Levi vio con sorpresa como el ser tomaba la pierna de uno para rápidamente lanzarlo a la otra. Escuchó como los dos se quejaron ante el impacto.

- Mierda. – Susurró ante el espectáculo.

- ¡Maldita bestia! – Gritó el que seguía atrapado mientras disparaba con el arma a la vez que era llevado de un lado a otro.

Levi estaba sorprendido. ¿Cómo aquella persona se seguía moviendo luego de semejantes golpes? Lo mismo con el otro que se levantó como si nada luego del impacto y regresaba al ataque.

¿Era cosa del traje?

Otro ruido lo alertó y apenas pudo reaccionar cuando otro perro se lanzó a su lado golpeándolo fuertemente en el estómago. Todo le dio vueltas y antes de darse cuenta estaba en el suelo con las manos sosteniendo el hocico lleno de dientes con la clara intención de morderlo.

- ¡Mierda! – Expresó aun luchando contra la fuerza de aquel ser.

Esta mierda era real, sentía las ganas de vomitar por el aliento asqueroso de aquel ser, la baba escurriendo en sus brazos o cayendo en su cara, realmente estaba siendo atacado por algo desconocido y supuestamente extraterrestre, sus manos se encontraban sin armas debido al golpe y de los otros apenas escuchaba ya que su prioridad era defenderse.

¿Eso sería todo? ¿Realmente moriría? ¿Otra vez?

No, no dejaría que algo así le pasara.

Con rabia pateó al perro y nuevamente se sorprendió cuando este salió volando. Miró su pierna para ver como esta parecía haberse llenado de músculos. ¡El traje le daba más fuerza! Miró sus manos y estas se encontraban sin rasguños siendo que sostuvieron los dientes afilados de aquel ser.

- Je. – Miró con seriedad a su nuevo contrincante que comenzaba a levantarse y gruñirle. – Maldita escoria.

Buscó su pistola, al verla corrió hacia ella ignorando como el perro también se acercaba con velocidad. Tomó el arma, se dio vuelta como pudo y apretó el primer gatillo de los dos que tenía con fuerza.

El ser lloró cuando del aparato salieron uno hilos que lo amarraron junto con unos ganchos que se anclaron al suelo para impedirle el paso. Levi respiraba agitadamente observando al otro luchar por liberarse.

- Lo siento. – Susurró cuando apuntó nuevamente el arma al ser y apretó los dos gatillos a la vez. Para su asombro una luz azul y conocida apareció sobre la criatura haciéndolo desaparecer lentamente de arriba hacia abajo. Era de la misma forma en que las personas y quizás el habían aparecido en aquella habitación. Siguió la luz con la vista solo para percatarse que esta se perdía en algún lugar del espacio.

¿Venía de arriba?, ¿A dónde lo llevaba?

De verdad. ¿Qué era todo esto?

Pero tampoco tenía tiempo para pensar en ello, había otro perro al que derrotar y aún faltaba encontrar al ser que mostró aquella esfera al que supuestamente debían eliminar.

Se giró solo para encontrarse con una horrible escena.

El ser se estaba comiendo el cuerpo de una de las personas, no había rastro de la otra, pero si grandes cantidades de sangre derramada bajo aquel ser junto con pedazos de lo que podría considerarse carne. ¿Eso que quedaba era la otra persona? Pudo divisar pedazos del traje.

Levi había pensado que este los protegería de todo, pero ahora podía darse cuenta que no era el caso.

La escena era asquerosa, al igual que los ruidos del bicho al comer, nuevamente cerró sus emociones para así concentrarse en lo que haría. Levantó la mano para apuntar con su arma y apretó el gatillo.

Vio con un rostro inexpresivo como este comenzaba a desaparecer de la misma forma que el primero lo hizo cuando repitió su acción.

Esto era una mierda, pero no se dejaría vencer fácilmente.

El segundo perro desapareció y Levi se mantuvo quieto analizando su situación.

Eren le dijo que lo buscaría, que se mantuviera quieto, pero no podía quedarse en este lugar si había otras personas que de seguro acabarían devoradas. Recordaba que varias de las personas no se pusieron el traje.

Con el puesto era más o menos seguro, no quería pensar en cómo sería sin este.

Escuchó gritos a los lejos, respiró hondo y luego corrió en dirección de los gritos. Tal vez Eren estaría ahí también.

Él también podía buscar a ese idiota.


Eren esquivó el puño de milagro y maldijo nuevamente su situación.

Sabía que no estaba dando su 100%, no cuando Levi seguía en su cabeza.

¿Estaría bien?

¿Seguiría vivo?

Gruñó cuando ahora el golpe conectó en su mejilla. Tal vez el traje lo protegía, pero igual dolía como la mierda y quien sabe hasta cuanto soportaría.

¡Necesitaba concentrarse! ¡Debía sacar a Levi de su cabeza o no podría acabar con este monstruo! ¡No lograría los 100 puntos y no lo contaría si seguía así!

El rostro confuso y temeroso del hombre fue la respuesta de su cerebro ante este momento crítico. Simplemente perfecto. Como si agregar más tensión a la situación lo fuera a ayudar.

Necesitaba acabar con este ser si deseaba terminar con esta especie de "juego" para ganar los puntos y seguir acumulando, tenía metas, debía cumplirlas, pero con la llegada de Levi las cosas dieron un maldito giro.

Buscó a su alrededor algo que pudiera detener por algún segundo a su atacante y así poder dispararle de una maldita vez. El desgraciado no le estaba dando tiempo ni para descansar.

Otro golpe lo desestabilizó y maldijo su cabeza poco concentrada ante ello. Trató de esquivar el siguiente golpe en el suelo sabiendo que si lo recibía directamente el traje podría perder su función especial, más una mano del enemigo que no vio sostuvo su pierna impidiéndole el paso.

- "¡Mierda!" – Pensó asustado. Tal vez el golpe no lo mataría ahora, pero qué pasaría con el próximo.

Llevó su mano para que esta recibiera el impacto, quizás lo dejaría en desventaja, pero era mejor que perderlo todo.

Para su suerte tanto su mano como su cuerpo fueron salvados cuando una persona atacó directamente al ser con su cuerpo y lo mandó a volar algunos metros. Se sorprendió por ello, los que quedaban vivos se habían ocultado y solo quedó el para enfrentarse a la criatura.

¿Quién lo había salvado?

- ¿Estás bien Eren? – Su sorpresa aumentó al ver el cuerpo pequeño de Levi junto con su expresión seria mientras lo observaba atentamente como si buscara alguna herida o algo por el estilo.

Ese hombre sí que salía con sorpresas. Su rostro confuso y preocupado fue lo último que vio mientras lo teletransportaban y ahora ahí estaba, serio, con arma en mano y listo para atacar.

En la cita había llamado su atención, pero ahora, en este momento, Levi se veía maravilloso.

- ¡Ahí viene! – Gritó el otro y eso lo regresó a la realidad en el momento justo para esquivar el ataque de aquel extraterrestre contra su persona.

- ¡Es rápido! – Le gritó como advertencia a Levi. - ¡Ten cuidado!

- ¡Mierda! – Levi fue ahora quien esquivó por poco el ataque y luego le asestaba un golpe en respuesta.

Definitivamente luego de esto debería hablar con Levi, aquel hombre no parecía tener pinta de luchador, pero ahí estaba, dándole pelea a aquel horrible ser.

- ¡Trata de detenerlo cinco segundos! – Gritó nuevamente mientras apuntaba con su arma.

- ¡Qué fácil decirlo! – Escuchó en respuesta y sonrió por ello.

La verdad le había sorprendido que aquel hombre pudiera estar a la altura ante semejante locura, pero le alegraba saber que pudo mantenerse vivo sin su ayuda. Ahí fue cuando se percató de que no pudo cumplir con su promesa.

Levi fue el que lo encontró y salvó, no él.

- ¡Eren! – Escuchó que le gritaban para ver como ahora Levi apretaba por la espalda al ser impidiéndole moverse con la rapidez de siempre. ¡Era su oportunidad!

No lo pensó y apuntó con su arma para darle fin al asunto. Este brilló cuando apretó los dos gatillos.

- ¡Ya puedes soltarlo y aléjate rápido o quedaras todo sucio! – Advirtió rápidamente.

- ¿Qué! – Levi lo miró sin entender, pero su advertencia fue en vano.

La cabeza del monstruo comenzó a hincharse de una forma tan rápida que terminó explotando justo frente a Levi. Como consecuencia este último quedó cubierto de sangre y restos de la cabeza del bicho ese.

- ¡Maldita sea! ¡Qué asco! – Se quejó el pelinegro mientras se alejaba del cuerpo restante y expresaba su malestar sin tapujo.

- Levi. – Se acercó al hombre con preocupación, tal vez estaba bien ahora, pero lo mejor era estar seguro. - ¿Estas bien?

- ¿Tú qué crees mocoso? – Levi tenía sangre en todo el traje y su rostro, si, era asqueroso. – Esto es una mierda.

- Si, lo es. – Sonrió con pesar sabiendo que era la verdad y que por desgracia estaban lejos de salir de todo este caos. – Pero al menos hemos terminado.

Ahora obtuvo la atención del otro.

- ¿Terminó?

- Si. – Tomó la mano ensangrentada y la apretó con la suya. Necesitaba sentir el calor del otro hombre, saber que estaba bien y vivo a su lado. – Regresaremos a la habitación de un momento a otro.

No pudo identificar la expresión del otro, pero de seguro se sentía igual de aliviado que el al saber que esto había terminado.

Pero Levi necesitaba saber y aprender más de lo que era Gantz, era necesario para poder sobrevivir.

Vio como el otro comenzaba a desaparecer lentamente solo confirmando el final de la lucha.


Levi miró su alrededor confuso, había regresado a la habitación de la esfera negra tal como le había dicho Eren. Se acercó a la ventana para ver su alrededor, no se había percatado antes, tal vez por lo confuso que había sido todo, pero podía ver la torre de Tokio desde ahí, su trabajo no estaba tan cerca del lugar se había transportado algunos kilómetros a pesar de que vivía en la misma ciudad.

Esto realmente era una locura.

Intentó abrir la ventana, pero sin resultados. ¿Estaba trabada? ¿Pasaría lo mismo con la puerta de entrada?

La imagen de Eren reflejada en el espejo le hizo girarse para enfrentarse al joven. Este le sonreía con notoria alegría.

- Me alegra que estés bien.

- Ya. – Miró a otro lado con enfado.

Apestaba, estaba cubierto con sangre de… se miró las manos para encontrarlas limpias y rápidamente se giró para ver su reflejo. Este le devolvía la mirada sin ninguna mancha de sangre.

¿Qué mierda?

- Si bueno, cosas de Gantz. – Comenzó a responder el joven al entender su pregunta. – No importa como quedes, regresas a Gantz limpio y sin heridas.

- ¿Cómo quedes? – Era una forma extraña de expresar algo.

- Puedes perder un brazo en la batalla o sufrir alguna herida grave, pero mientras sigas con vida al momento de regresar Gantz este te deja como nuevo.

- Ya veo.

Era tan extraño todo esto. ¿Cómo una esfera podía transportarte a otros lados y dejarte como si nada al recibir una herida? Aunque a esta altura de la situación no debería sorprenderle.

- Ven, comenzará la entrega de punto.

Eren lo llevó cerca de la esfera, aparte de los dos habían quedado 3 personas más. ¿El resto falleció? Una lástima la verdad. No los había conocido, pero le sentaba mal saber que no tuvieron oportunidad y qué era eso de la entrega de puntos.

De la esfera se pudo ver una imagen de Eren en una versión extraña y miniatura que le agradó de todos modos, como título decía "suicida" de forma muy mal escrita. ¿Era un apodo? ¿La bola se quería hacer la graciosa?

Siguió viendo la pantalla, en donde aparecieron más letras y números, todo escrito con una gramática tan mala que le sangrarían los ojos a cualquier amante del idioma, aunque no era un fanático de esa área sí que le molestaba ver tantas palabras mal escritas.

Optó por concentrarse en la información.

Le daban 30 puntos, ¿había obtenido eso por matar al objetivo? También decía que necesitaba 10 puntos más para obtener los 100. ¿Qué pasaba al obtener los 100 puntos? Había muchas cosas que no sabía.

Espera.

¿Debían seguir haciendo esto hasta obtener los 100 puntos?

Se sintió enfermo de solo pensarlo.

La imagen de Eren desapareció y luego fue mostrando a las otras personas, estas no habían ganado ningún punto y había un comentario al respecto.

El disparó a dos seres cuando llegó al parque y luego a un tercero antes de encontrarse con Eren ¿contaría de alguna forma?

La imagen cambió nuevamente y apareció una versión suya con cara enojada junto con el título de "heichou"

- Te queda bien. – Eren rio ante el nombre.

- Cállate. – Respondió. ¿Qué forma de burlarse era esa?

Llegó al tema de los puntos y se sorprendió al ver 15 puntos.

- "Así que cada perro valía 5 puntos" – Pensó con cierto pesar. No le agradaba la idea de haber tenido que enfrentarse a esos seres, tampoco que tuvieran que matarse para obtener puntos.

La pantalla se puso por completo negra.

- Bien, ya podemos salir de aquí. – Se giró para ver al joven este le devolvía la mirada y le ofrecía su propia ropa para que se cambiara. – Será mejor que dejes el traje aquí para la próxima misión.

- ¡¿Habrá más misiones?! – Uno de los sobrevivientes estaba visiblemente alterado y quién no.

- Si, deben juntar 100 puntos para poder salir de aquí.

- Gracias. – Tomó la ropa y se fue al baño de antes para cambiarse aun escuchando los gritos de las otras personas.

Eren prometió contarle todo, pero al menos ya sabía que juntado 100 puntos sería libre. Al joven solo le quedaban 10 puntos, si todo salía bien en la próxima misión sería libre.

Le alegraba y le dejaba una mala sensación por partes iguales.

Negó con la cabeza con fuerza, no se dejaría llevar por emociones egoístas. Eren estuvo quizás cuanto tiempo haciendo esto para obtener sus 100 puntos y el aceptaría su marcha con alegría.

Cuando regresó a la habitación solo quedaba Eren.

- ¿Se fueron?

- Si. – Eren también estaba con ropas normales, realmente era guapo. - ¿Quieres que hablemos?

Lo pensó un momento y luego negó con la cabeza. Ya había sido mucho por hoy.

- ¿Mañana? – Le ofrecieron con una sonrisa.

- Si… yo… - Sintió su cuerpo temblar, toda la tensión que había sentido antes ahora le estaba pasando factura.

- Es difícil de procesar. – Eren se fue acercando lentamente a su persona y luego levantó las manos. - ¿Puedo abrazarte?

Asintió aun temblando y sin poder decir algo.

Había sufrido un asalto, había sido apuñalado, transportado a un lugar desconocido y luego enfrentado a seres de que fácilmente saldrían de algún manga. Luchó por vivir y murió gente en el camino.

Sintió los brazos rodeándolo, el calor de Eren hizo que los suyos rodearan aquel cuerpo.

Estaban vivos, bien, juntos.

Sintió como el otro apoyaba su cabeza en sus cabellos, la altura lo molestó un poco, pero se dejó ser. Por ahora solo deseaba seguir en los brazos del joven.

Necesitaba su calor, recordar que seguía vivo.

Que a pesar de vivir aquel extraño infierno seguían juntos.

No lloró, pero ganas no le faltaban.

Por ahora disfrutaría lo que tenía.

Dejaría las preguntas y respuestas para mañana.

Continuará…

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