Ladybug No me pertenece

Madriguera del conejo

Capítulo 1: El descenso por la madriguera

" En esta vida o en la siguiente, mi destino está a tu lado por eso siempre te volveré a encontrar y volveremos a estar juntos mi amada"

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Todo era negro, oscuro y frio a su alrededor, como si estaba flotando literalmente en la nada, sintió que en algún momento debería despertar de la nebulosa. En medio de la confusión de su mente, muy similar a una embriaguez, intenta recordar que ha pasado, porque todo parece confuso. Hay fragmentos, de una batalla, lo sabe, siempre ha estado en batallas desde que tiene memoria, pero no tiene muchos recuerdos de esta batalla en particular. Recuerda a Chat gritándole, parecía que era una batalla nocturna, recuerda a la torre Eiffel destruida, bastante llamas a su alrededor y la risa de una mujer.

Quiere recordar más, pero cada que intenta adentrarse en su mente, parece que un dolor fuerte la azota contra la nebulosa.

¿Qué ha sucedido?

Marinette intenta pensar desesperadamente, tiene recuerdos de su vida, todo parece en orden, pero ese recuerdo en particular parece dañado. Aun así, algo dentro de ella intenta decirle que es importante, que recuerde, pero no puede por el dolor.

Algo malo ha sucedido.

La oscuridad parece densa, parece querer absorberla y ella quiere aferrarse a este extraño espacio de forma desesperada. No quiere irse, quiere recordar, hay algo importante en esa noche que debería recordar, pero conforme más lucha más siente que es enviada contra algo.

—Marinette — es una suave voz que parece repetir su nombre constantemente.

Alarga su mano buscando desesperadamente agarrar la luz que ve frente a ella, con la esperanza que sean los recuerdos completos de esa noche.

No sucede.

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Cuando abre sus ojos siente su cuerpo demasiado pesado, casi como si estuviera enferma, pero lo ignora con la idea de medio incorporarse en la cama. Todo parece dar vueltas y sujeta su cabeza sintiéndola palpitar, con un gemido apenas audible intenta levantarse de la cama, pero esta tan cansada que prefiere seguir sentada. Los recuerdos de la oscuridad son vagos ahora, mucho más que antes y apenas si puede recordar la batalla, solo recuerda que alguien gritaba su nombre, probablemente Chat. Sabe que ha olvidado cosas, pero en su mente solo tiene vagos recuerdos del día anterior, había estado con sus amigas en la espera del día siguiente.

Luego todo se vuelve cada vez más borroso.

Algo malo sucedió ese día.

Joder.

—Marinette no debes levantarte, has estado en cama dos días—dice la voz tranquilizante de Tikki, lo que le hace sonreír de medio lado.

Su pequeña amiga de puntos siempre parece preocuparse demasiado.

—No te preocupes Tikki, solo me duele un poco…—la voz de Marinette se congela y su rostro tranquilo cambia a uno horrorizado, antes de ponerse de pie en su habitación tambaleándose un poco.

Su pequeño kwami parece ahora más alerta que antes, pero ella mira de forma incrédula la habitación donde se encuentra. Las paredes rosadas ya eran un símbolo de que algo estaba mal, su habitación no es rosada, es de un hermoso azul marino y hace mucho tiempo que dejo de ser su habitación de adolescencia. El dolor dentro de su cabeza parece aún más palpitante que antes, pero se abalanza al centro de su habitación.

¿Qué está pasando?

Hace más de 5 años que no estaba viviendo en la casa de sus padres. Ignora a Tikki mientras abre la trampilla de su habitación para abalanzarse por las escaleras, ignora los mareos cuando cae al final, pero se levanta rápidamente para seguir bajando hasta la panadería.

Un jadeo involuntario sale de su boca al ver a sus padres, quienes giran ambos alertados por el sonido, luciendo tan jóvenes que se siente mareada. Su madre sigue viéndose tan hermosa como recuerda, pero su cabello completamente azulado sin ninguna cana, como su padre que parece verse mejor de lo que recordaba. Aprieta con fuerza el marco de la puerta, al tiempo que ambos se abalanzan sobre ella.

Se deja hacer.

No es la hora más atareada de la panadería, entonces pueden darse el lujo de regresarla a su casa y sentarla en uno de los sillones. Su cabeza sigue dando vueltas cuando ellos le indican que ha tenido una fiebre muy fuerte por dos días y no se ha podido levantar, no recuerda eso, solo puede ver con duda cuando sus padres lucen tan jóvenes frente a ella.

¿Por qué se ven tan jóvenes?

¿Por qué estaba en su antigua habitación?

Hace mucho que dejo de ser de ella, había sido de Thomas por los últimos años, al cual no podía ver por ningún lado.

—¿Dónde está Thomas? —pregunta a su madre con duda en su voz.

Puede ver como Sabine y Tom intercambian una extraña mirada entre ambos, antes que su padre se encoja de hombros.

—¿Quién es Thomas? —regresa la pregunta su madre, dejándola congelada.

Quiere verla y gritarle algo indignada que se olvide de su hijo menor, sabe que Thomas puede ser un pequeño monstruo cuando quiere, pero sin duda es el ser más querido de su familia. Incluso cuando en un inicio tal vez sintió algo de celos por el pequeño integrante, estos fueron tan fugaces cuando el amor por su hermano menor apareció en su interior. Ver a su pequeño hermano crecer, había logrado que su corazón se expandiera aún más sin saberlo.

Sus padres también, no era secreto que su padre siempre quiso tener un niño y su madre siempre deseo tener una pareja de niño y niña. Pero el embarazo de Marinette había sido tan peligroso, claro que el embarazo de su madre la había tomado por sorpresa, pero la familia se había unido incluso aún más luego del pequeño niño.

Claro que eso fue cuando ella tuvo 15 años.

Hace tanto tiempo.

Se levantó nuevamente del sillón incluso ante las protestas de sus padres, abriendo de golpe el baño y llegando al lavado. Su rostro parecía pálido y ojeroso, con mucho sudor alrededor de su frente. Pero eso fue lo único que pudo reconocer, no pudo reconocer ese rostro tan joven o su cabello por sus hombros, porque esa no era ella, al menos no era la Marinette que había visto el día anterior. La mujer de 25 años, exitosa en el mundo de la moda y súper héroe como segunda vida oculta, no era la adolecente que le estaba regresando la mirada.

Sintió las piernas débiles antes de que su cuerpo cediera ante los gritos de sus padres.

Si esto era un sueño.

Era un sueño de muy mal gusto.

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Marinette suspiro por vez número quince cuando el pequeño niño frente a ella se cruzó de brazos haciendo un puchero. El pequeño tiene el cabello algo alborotado de color azulado claro y grandes ojos verdes que le miran a punto de llorar. Apenas con cinco años ya era capaz de usar una de sus armas más mortales, un adorable puchero que siempre vio en Manon que ahora era mil veces peor al ser su pequeño hermano.

Lo siento mucho mi querido hermano, pero sabes que no estaré muy lejos—intenta entrar en razón a su hermano, pero este parece más cerca de soltar al llanto que antes.

Su padre detrás de su hermano no parece en mejor estado, en cambio su madre este tomando un poco de té sin verse poco alterada por lo sucedido. Le suplico ayuda con la mirada, pero esta solo parecía algo divertida mientras le ignoraba.

Traidora.

Pero yo te quiero aquí—

Es unas cuadras lejos de aquí, además sabes que mi sueño es ser diseñadora—

Quiero que seas diseñadora aquí—

Volteo a ver ahora suplicante a su padre, pero este parecía igual de molesto que su pequeño hermano. Sabía que la idea de irse a vivir por su cuenta no había sido muy aceptada por su padre o hermano menor, en cambio su madre le había aplaudido en una decisión tan madura como la suya.

Su madre había dejado su país de origen por amor, por eso estaba tranquila al saber que no viviría muy lejos de casa.

Su padre y hermano por otro lado.

Suspiro cuando su hermano sujeto su pierna de forma recelosa y su padre la abrazaba por la espalda, ninguno queriendo dejar que su princesa se fuera de casa. Resignada a unas cuantas horas de convencer a su familia, le envió un mensaje a Alya diciendo que llegaría tarde. La idea había sido ver a la aprendiz de reportera antes de terminar de mudarse, ya que todas las maletas y cajas estaban en su nuevo departamento, solo faltaba la despedida de su familia y tres maletas.

Había pensado que sería fácil.

Se equivocó en gran manera.

Puedes ir cuando quieras a visitarme didi—le llamo con cariño recordando que Thomas tenía más interés en hablar chino que su persona.

Sus ojos parecieron agrandarse más, antes que empezara a llorar y tuviera que suspirar para alzarlo entre sus brazos. Se alegró que su cabellera fuera corta, porque con la forma en que su hermano menor estaba apretando su cuello, también le hubiera sujetado de su cabellera de manera dolorosa.

Mi querida fille—sollozo su padre antes de abrazarla con fuerza.

Si.

Llegaría tarde sin lugar a dudas, pero lo haría por su familia. Incluso cuando repitió que volvería una vez a la semana para cenar y que eran bienvenidos en su hogar, tomaron otras tres horas antes de poder marcharse.

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La segunda vez que Marinette despertó y no se encontró en su cuerpo normal, tuvo otro pequeño colapso mental que pudo manejar de igual forma. Ignoro la manera en que Tikki no dejaba de verla con duda, pero no comento nada al respecto mientras pensaba en su situación actual. Sus padres entraron poco después de volver a despertar con mucha comida que acepto con una media sonrisa, aun algo confundida, pero sin negar comida casera. Le trajo buenos recuerdos de cuando vivía con sus padres, incluso si suele visitarlos a menudo, nunca hay comida demás en esta familia.

Con cada segundo dentro de este "sueño" las probabilidades de que despertara parecían más lejanas. Llego a meditar sobre la posibilidad de que esto fuera obra de algún akuma o miraculous. Pero en su primera teoría había pasado mucho tiempo desde que detuvieron a Gabriel Agreste para que este fuera el causante de alguna situación similar, su esposa no lo dejaría después de todo. Por otro lado, el nuevo Hawk Moth, tampoco había demostrado tener la posesión de esta clase de akumas. Aunque una vez Alix tuvo que ir al pasado (donde parece estar en este momento) para luchar contra uno de sus akumas.

Pero Alix viajo con su cuerpo al igual que el akuma, en cambio ella parecía estar atascado en el cuerpo de su contraparte adolecente, que en el peor de los casos no tenía ni siquiera los 14 años.

¿Tiene 13 años?

Se sintió enferma de pensarlo.

Esta no había sido una buena época en su vida, si bien convertirse en Ladybug fue lo mejor de su vida, el estrés vino de la mano con esta responsabilidad. Todo había estado bastante bien, hasta la llegada de Lila a su vida y cuando se convirtió en la guardiana de los miraculous. Desde que había sido tratada de mala manera por todos sus amigos, al punto de que le costara mucho recuperar la amistad de todos, sobre todo la de Alya, hasta la sensación de total soledad cuando se convirtió en guardiana, como los muchos problemas adolecentes que vivió.

Ahora que tenía 25 años todo parecía tan lejano, pero ahora al sentirse en su anterior cuerpo, le enfermaba. Con solo ver una de sus paredes donde estaban todas las fotografías de Adrien, le hizo sentir bastante débil y enferma. Su fase stalker no era algo de lo que estuviera orgullosa, incluso si ahora Adrien se reía nervioso por eso, no era algo que le gustaba recordar.

Adrien.

El recuerdo de Chat Noir, o, mejor dicho, de Adrien en medio de esa última batalla llamándola desesperado por su nombre, era todo lo que le quedaba en sus recuerdos. Tal vez si estaba en medio de algún akuma de Hawk Moth, que le estaba haciendo revivir la época más humillante y vergonzosa de su vida.

Giro a ver a Tikki quien la veía con seriedad, le dio una vaga sonrisa antes de regresar a su comida.

Tenía dos opciones, irse a dormir con la esperanza que despertara dentro de su cuerpo o si eso no ocurre, ir al colegio para averiguar si puede encontrar el akuma. Debe haber alguna posibilidad de salir de este mundo si es uno ilusorio, no sería la primera vez, tal vez pueda ir con el maestro y explicarle lo sucedido. Quiere incluso decirle a Tikki en este momento, confiarle su secreto, pero no lo hace.

¿Tal vez todo fue un sueño?

Piensa una parte de su cerebro diminuta, tal vez en realidad ella tiene 13 años y toda su vida fue un sueño por una fuerte gripe. Sabe que la idea es ridícula, pero en su vida han pasado cosas más ridículas. No sabe si desviarse por la idea de que esta en el pasado, o que está en el presente y soñó sobre su futuro.

Ambas son posibilidades plausibles.

Decidió que iría a dormir y dependiendo si vuelve a despertar en ese cuerpo, iría al colegio mañana para ver qué pasaba. Si todo pasa según sus "recuerdos" puede asimilar entonces que la opción de que esta en el pasado o que es un akuma, son las siguientes en descartar.

Se arrojó nuevamente sobre su cama de manera pensativa, en realidad no creía que todo fuera un sueño, ya que si lo pensaba detenidamente su versión de 13 años ya hubiera corrido por todos lados o llorado con Tikki, que estuviera buscando soluciones por su cuenta y buscar caminos lógicos, era una parte de ella que había desarrollado a lo largo de los años. No sentía tampoco que este fuera su cuerpo, se sentía ajeno, que no le pertenecía, aunque fuera ella misma, más joven claro, pero era suyo.

—Buenas noches Tikki—le dijo a su pequeña amiga viendo al otro lado de su cama.

Sus ojos se entrecerraron en medio de la noche, su cama se sintió extrañamente vacía.

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La tercera vez que despertó fue un poco más fácil asimilar que esto parecía ser su nueva vida hasta que encontrara un akuma que lo genero, o en el peor de los casos, esta podría ser su nueva realidad. La ultima idea le causaba pavor, si bien se sentía avergonzada de algunas cosas de su pasado, cada una de ellas fueron las que la crearon a ella como adulto, cada lección que aprendió vergonzosa como humillante, la hicieron aprender de primera mano lo correcto de lo incorrecto. No sentía que fuera justo tener que revivir gran parte de su vida con los recuerdos de un posible futuro, le dolía mucho la cabeza ahora, podía sentir simpatía por Alix.

Esa era otra posibilidad, su querida amiga y la madriguera, tal vez podrían estar relacionados con este suceso, no por nada su amiga Alix había viajado a diferentes partes del tiempo para ayudarla en diferentes épocas de su vida. Claro que ahora que es una adulta (o lo era) no ha vuelto a suceder, es casi divertido ver a Bunnix tener que correr para ayudar a su yo pasado, pero ahora no es para nada divertido cuando ella es quien tiene el problema.

Alix no lo dejara pasar esta vez.

—¿Segura que estas bien Marinette? —pregunto Tikki desde su bolso cuando comenzó alistarse para sus clases.

Hizo una mueca cuando vio su reflejo en el espejo, por más que lo intento no pudo aceptar ponerse sus antiguas ropas, ya que no sentían que fueran suyas. Tomo un pantalón corto de mezclilla que parecía cómodo para correr (temía que en este mundo tuviera que volver a luchar contra Gabriel Agreste) una camiseta blanca sencilla y unos tenis tipo converse de color rosado que encontró en el fondo de su armario. Los tenis siempre eran una mejor opción para correr que descubrió cuando era mayor, pero de niña siempre había querido verse como una señorita.

Se vio en el espejo con el cabello suelto y suspiro, estaba acostumbrado a tenerlo corto, pero se limitó a atarlo a una sola coleta alta.

—Sí, solo…quería un cambio—comenta algo nerviosa, bajando las escaleras aun conservando el bolso de Tikki donde su amiga se ocultó.

Si sus padres notaron el cambio de look repentino, ninguno de ellos hizo algún comentario al azar. Comió de manera algo lenta, aun algo débil por la enfermedad y lamentando de forma inconsciente la perdida de muchas cosas en su futuro. Lo que más extrañaba era su guarda ropas, como diseñadora de modas había trabajado muy duro para hacer diferentes prendas que ahora no estaban, así como sus suplementos de diseño, su computadora de última generación, su mesa de diseño y su bodega con toda clase de telas.

Jugo un poco con su comida algo desanimada, pero cuando sus padres le ofrecieron quedarse en casa, decidió salir antes que se arrepintieran de dejarla ir a clases.

Tenía muchas preguntas aún que no podría contestar en casa.

Corrió un poco para llegar al colegio, a pesar que no estaba lejos, tenía la intención de llegar lo más temprano posible. Cuando llego al salón de clase, ya la mayoría de sus compañeros estaban, pero no la profesora lo que le hizo sentir bien y mal por partes iguales. Fue un completo shock entrar al salón y ver a todos sus conocidos tan…jóvenes. Gimoteo cuando vio a un tímido Nathaniel pasar a su lado disculpándose, la imagen de su amigo ilustrador en su apariencia adulta, llego a su mente.

Hace tan solo unos días ambos habían salido juntos para hablar sobre su nuevo comic que iba a publicar, además de un proyecto de animación que tenía y buscaba ayuda con los vestuarios. Si bien Nathaniel nunca destaco como alguien hablador, ahora tenía un aire de confianza y una sonrisa de paz, que este Nathaniel no tenía.

Se sentía enferma.

—Vaya niña este si es un cambio extremo, ¿buscando nuevos atuendos para impresionar a Adrien? —dijo la voz de Alya mientras pasaba una mano por su hombro.

Su rostro se puso pálido, Alya parpadeo confundida.

Ahora en lugar de Nathaniel pudo ver a Alya adulta, una reportera que siempre tenía la exclusiva y se esforzaba por dar las mejores noticias. La mujer salvaje que había sido en la gran mayoría, la portadora del zorro miraculous. Pero también recordó que incluso aunque habían sido las mejores amigas en su juventud, eso cambio con Lila, la chica había logrado que la amistad de ambas se deteriorara tanto, que incluso ahora de adultas, eran amigas, pero no era lo mismo.

Algo había sido roto y cuando se intentó reparar nunca quedo igual.

Las disculpas de Alya fueron sinceras, pero ella jamás pudo verla igual. Con el tiempo Alya se mantuvo más cerca de otras chicas como Rose, Juleka e incluso Sabrina, pero Marinette si bien aprecio su amistad, mantuvo mayor cercanía en la actualidad (¿El futuro?) con Kagami y Alix.

Que la abrazara ahora, fue…incomodo.

Se alejó de la chica de forma más sutil posible, pero esta no comento nada, probablemente viéndola algo pálida. Sonríe de forma algo tensa antes de sentarse en su escritorio con una mano en su cabeza, rápidamente varios de sus compañeros se acercan para preguntarle como esta, se sorprende al notar la sinceridad en sus palabras. Ahora que todos son adultos no han perdido el contacto, pero si hay distancia, demasiada, ella siempre les había sonreído y apoyado cuando era necesario…pero desde Lila.

Cuando toda la verdad salió a la luz, ella los había perdonado, pero su corazón siempre resintió un poco la situación. Fue extraño volver a una época de su vida donde todo parecía bien, en orden, y se sintió incorrecto. Si bien había odiado a Lila por mucho tiempo, antes de comenzar a sentir lastima por la chica que ocupaba mentir para tener amigos, fue un hecho que le hizo crecer muchísimo como persona.

No solo a ella, a sus amigos también.

—Por favor dejen a la panadera sola, solo se enfermó por lo pobretona que es—gruño Chloe desde su asiento viéndose las uñas.

Le dio una mirada fija, mientras todos la miraban mal, en cambio ella se sintió incomoda. Si bien no eran las mejores amigas en el futuro, Chloe claramente comenzó a tolerarla y dejar de ser grosera, mientras que ella dejo de seguirle la corriente o buscar problemas. Un mes antes en sus recuerdos, le había regalado uno de sus mejores vestidos creados por ella, que la rubia ministra de Francia había lucido en una fiesta formal, etiquetándola en las fotografías y haciéndola ganar prestigio.

Ambas se apoyaban mutuamente y se podría decir que eran… ¿Amigas?. Bueno algo era claro, hace mucho que Chloe dejo de humillarla por alguna situación económica (a pesar que siempre tuvo dinero para tener una vida más que digna) y todo era tan extraño.

Se apagó en su silla, atrayendo la preocupación de sus compañeros.

Este sueño era muy raro.

—¿Marinette? —pregunto una voz que pareció distinguirse más que los demás.

Sus ojos se paralizaron antes de alzar la mirada en cámara lenta, cada vez más pálida cuando termino de levantar su rostro. Adrien Agreste era lo que recordaba de su adolescencia, un chico bastante atractivo, pero muy delgado (por motivos que descubriría con los años) su cabello sigue siendo rubio y sus ojos de color verde. Puede verse perfecto para las demás personas, pero para Marinette esta fue una cachetada en su rostro que la hizo sentir pánico.

No.

No era Adrien.

Este no era su mejor amigo, no era su compañero de batallas, no era su novio.

Se puso de pie de golpe, atrayendo la mirada confundida de todos y le lanzo a Adrien una última mirada desesperada, antes de salir corriendo como hace mucho no hacía. Sabe que es cobarde y como adulto que era, lo correcto hubiera sido aceptar la situación, quedarse tranquila, fingir que todo estaba bien. Le echo la culpa totalmente a estar en este cuerpo adolecente, que incluso si no era de ella por completo, estaba lleno de hormonas y cosas estúpidas.

No bien llegado a un callejón fuera del colegio, llamo a Tikki sin dejarla preguntar si estaba bien.

Voló como Ladybug, usando su yoyo, porque no tenía una de sus piedras para combinarlos con su miraculous para poder volar.

Gimoteo por las calles de Paris.

Se sentía como una inútil, pero con el viento en su rostro, dejo que los recuerdos la inundaran.

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Marinette suspiro cuando vio a su novio tocar la puerta de su departamento, gruño obscenidades mientras caminaba de su computadora a la puerta, abriéndola de golpe con rostro molesto y se topó con unos grandes ojos que intentaban hacerse los inocentes. Alzo una ceja claramente no tan afectada como lo hubiera hecho en el pasado, haciendo que este soltara una risa nerviosa.

El chico ahora era bastante alto, sigue siendo algo delgado a comparación de alguno de sus otros amigos, pero ahora si se alimenta bien. Marinette no estaba alegre cuando su novio le comento las dietas que su padre lo hizo pasar en pleno crecimiento, cabe decir que su madre tampoco y que Gabriel Agreste durmió una temporada en el sofá cuando esta regreso. Su cabello sigue siendo alborotado, pero ahora es algo largo como para hacerse una leve coleta con mechones en su rostro. Sus ropas no son de moda, son bastante simples con una pantaloneta café, una camisa sin mangas negra y sandalias. Incluso ahora tiene un tatuaje tribal en su pierna derecha (una faceta de rebeldía de contra su padre cuando dejo de ser modelo).

Adrien Agreste, ex modelo profesional de Paris y ahora un aspirante a profesor de matemáticas, se había vuelto olvidar las llaves de su departamento, incluso cuando ella se lo recordó tantas veces. Para alguien que había sido tan "perfecto" en el pasado, pecaba de olvidadizo con algunas cosas.

Lo dejo pasar antes de caminar de regreso a su computadora, donde tomo su manta para hacerse un taco y sentarse para ver un nuevo capítulo de la serie. Pero no paso más de unos momentos antes de ponerle pausa cuando sintió un abrazo desde atrás de parte de su novio.

Estás viendo un capitulo sin mí, me siento traicionado mi señora—hablo el chico con claro tono herido que ignoro para masticara un poco de sus gomitas de fresa.

Yo estaba viendo esta serie chaton, tú la viste conmigo unos días y luego te toco ir a trabajar, porque tú ya la habías visto antes, no puedo hacer nada—comento sin ningún grado de culpabilidad.

Este jadeo herido y lo vio de reojo, casi soltando una risa al verlo con rostro de conmoción.

Pensé que lo nuestro era especial—exclamo de forma teatral y con una mano en su frente.

Tan dramático.

Rodo los ojos antes de darle una mirada divertida.

Te cambiaría por Roy Mustang en un instante—

No es justo, yo fui el que te dijo sobre Full Metal alchemist, no te cambiaría por nadie mi señora—

Bueno quiero seguir viendo la serie, ve a estudiar o calificar a tus estudiantes—

Eres cruel—

Es mi día libre—

No sé por qué te preocupas, mi padre esta alegre que seas mi novia, siente que dejara la empresa en buenas manos contigo porque yo deseche el negocio familiar, no importa si no vas un día o dos a trabajar—

Si si si, deja de llorar y ahora déjame ver la serie—

Suelta un chillido cuando intenta volver a ponerle play a la serie, porque Adrien la ha sacado de su taco de cobijas para levantarla y girar con ella entre sus brazos. Lo ve molesta por un instante, que se olvida cuando este toca sus labios con los suyos en un suave beso. A pesar de que le avergüenza admitirlo, sus mejillas se sonrojan levemente cuando este se separa de su persona, viéndola con ese rostro lleno de infinito amor que aun hace sus piernas temblar.

Es hermoso.

Piensa antes de acariciar su mejilla y que este sonría de forma infantil.

Te amo Marinette—le susurra contra sus labios y ella suspira antes de volverlo a besar.

Porque se siente bien.

Porque es lo correcto.

Y porque…

Yo también te amo Adrien—le dice de regreso y sus ojos se vuelven cálidos al ver la emoción que demuestran los de Adrien, tanto tiempo después de que le hubiera dicho esas palabras por primera vez.

El resto de la tarde la pasan ambos abrazados, con la cobija sobre sus piernas y viendo la serie.

Todo era perfecto.

.

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Nada, no hay nada.

Piensa Marinette desesperada cuando al pasar las horas no hay ningún akuma cerca, no ha encontrado nada malo en la ciudad, excepto la falta de edificios que estaban en su tiempo. Esta desesperada y quiere sujetar su cabello para tirar de este y gritar, pero no lo hace, aún tiene algo de dignidad como adulta. Pero ella quiere volver a su época, quiere volver a su tiempo, con su familia, con sus amigos, con su novio y con su trabajo, no quiere ser un adolecente, no quiere estar aquí.

Termina en medio de uno de los edificios alejados de Paris, en un tejado oculta por la chimenea, abrazando sus rodillas al borde del llanto.

No quiere esto.

Quiere su vida de regreso.

Cuando vio a Adrien adolecente, aun con ojos algo inseguros y tan delgado por la forma de vida que lleva, le recordó que no estaba en su época. La falta de Thomas su querido hermano menor, los kwami que siempre están con ella reconfortándola, todo lo que alguna vez pensó serian cargas, eran su estilo de vida que ahora le fue arrebatado.

¿Por quién?

Apretó los puños con fuerza, si ella descubría quien fue el que le hizo esto, ella sin duda le haría pagar, porque quería su vida de regreso.

¿Qué va hacer ahora?

No estaba segura.

Suspiro viendo el atardecer, ignorando si eso preocuparía a sus padres o a sus compañeros. No podía importarle menos la situación, que sus deseos de volver a su vida anterior y no a esta versión de ella misma adolecente. Quiso llamar a Kagami para que esta le diera un golpe de realidad, pero sintió temor al pensar en que época estaría y si aún serian amigas.

Con su yoyo entro al Ladyblog, que aún seguía en funcionamiento y se escalofrió. En el futuro no existía, luego de revelarse la verdad sobre Lila, Alya fue duramente atacada por ese medio al haberla apoyado de forma inconsciente, al punto de que lo había cerrado con una disculpa, antes de crear un nuevo blog mucho más profesional. El blog Miraculous aún era manejado a pesar de su trabajo serio, con muchos otros ayudantes sobre muchos acontecimientos globales.

Se sorprendió de ver que el último ataque akuma había sido el de su tío Wang cuando vino la semana pasada a Francia para la competencia de comida. En ese entonces ella no hablaba muy bien mandarín (ha mejorado mucho gracias a las clases intensivas de Adrien) y su rubio amigo le había ayudado. Recordaba vagamente lo avergonzada que había estado de hablar con el rubio en ese entonces.

¿Por qué?

No lo recordaba.

Adrien siempre había sido amable y gracias a los cielos nunca le trato diferente, a pesar que siempre fue alguien nerviosa, torpe y tímida a su lado en la adolescencia. Había costado mucho tiempo que eso fuera diferente, pero cuando por fin había dejado de ser tan torpe a su alrededor, demostró que su rubio amigo era alguien bastante genial para tratarle. No por nada Chat Noir era su compañero más confiable, Adrien en su versión civil conservaba algunos rasgos de este difíciles de evitar.

Pero bueno, también estaba el hecho de que pasaron muchas cosas antes de hablar cómodamente al lado de Adrien. Marinette había salido una larga temporada con Luka, incluso si ella no lo amo totalmente, su amigo músico había sido una gran fuente de confianza y de aprecio propio. Cuando ambos terminaron de forma mutua, siguieron siendo grandes amigos, tanto así que Marinette es la madrina de su primera hija con Kagami.

Se hizo un puño nuevamente en el techo del edificio.

El recuerdo de que en este momento Luka y Kagami ni siquiera se conocían, era tan antinatural. Kagami también había salido su tiempo con Adrien, pero estos cortaron de igual forma (no tan agradable como Luka y ella), antes de darse cuenta de alguna forma que nadie comprendió, las personalidades de Luka y Kagami hicieron un clic, al punto de que se volvieron una hermosa pareja.

Parecían destinados.

Pero ahora.

Ni siquiera se conocen, ellos ni siquiera los conocen a Adrien y ella.

Alya y Nino no son pareja.

Detuvo el tren de pensamientos, la situación con su tío fue un mes antes de que pasara la situación con el padre de Alya, por lo tanto, Nino y Alya no eran nada aun, lo peor de todo, Nino podría estar interesado en ella. Cuando fueron adultos, Adrien bromeo sobre el hecho de que Nino tuvo un crush fuerte por ella de jóvenes y que casi intento emparejarlos, antes de llenarse de horror y abrazarla de manera desesperada, por casi dar al amor de su vida a su mejor amigo.

Puso ambas manos en su rostro.

¿Qué iba hacer ella?

Si todo esto era real, si de alguna forma que no entiende algo sucedió en la batalla de sus pesadillas y fue enviada al pasado, debe haber una forma de volver. Pero en el peor de los casos si no hay forma de volver, ella estará atrapada aquí en el pasado con conocimiento del futuro, lo cual podría poner en peligro la línea del tiempo.

Alix siempre fue critica en esto.

El tiempo no se altera.

Alix.

Levanto la mirada algo pensativa, tal vez algo había pasado en la línea del tiempo o si no Bunnix ya estaría aquí. Pero debe haber un motivo por el que ella no volvía ahora, debe estar esperando algo, debe haber sucedido algo. Tampoco puede descartar del todo una opción que le daba miedo, la existencia de un posible universo alterno. Una vez se había topado con la situación de universo alterno, donde ella había heredado el poder de chat Noir y Adrien había heredado el poder de Ladybug.

Había sido una completa locura, pero entendieron que los universos alternos existían.

¿Este sería uno?

Tal vez algo paso en su mundo y fue enviada a un universo alterno, tal vez por eso Bunnix no venía ya que ella solo puede viajar en la línea del tiempo y no hacer saltos del universo.

En el caso de que este fuera un universo alterno o hubiera viajado al pasado, debe tener cuidado con no arruinar esto. Lo mejor sería esperar unos cuantos días y ver si Alix aparecía del futuro o algún akuma salía. Si aparecía un akuma en esta época, significaría que estaba en el pasado, ya que no puede haber dos akuma en este tiempo por ahora.

¿Qué hacer si está en el pasado?

No quiere pensar en eso, por ahora solo bajara la cabeza e intentara fingir que está viviendo su vida, probablemente falle ya que no sabe cómo comportarse como un adolecente sin morir de la vergüenza. Pero no iría gritándole a la gente sobre cosas del futuro o que esto podría ser un sueño.

Algo más despejada, volvió a su casa como Marinette.

Cuando entro por la puerta fue recibida por un fuerte y desesperado abrazo de su padre, que le estaba gritando por haberlos preocupado al desaparecer todo el día. Se quedó en silencio escuchando sus gritos y lágrimas, que le hizo sentir culpable, incluso si fuera un sueño, no le gusta decepcionar a sus padres.

Castigada regresa a su habitación, donde todo parece igual de ridículo que en la mañana.

—Marinette dime que está pasando, algo malo sucedió, tú no eres así normalmente—suplica Tikki revoloteando sobre ella.

Pero no dice nada.

Porque nada tiene sentido.

—Esto es un sueño Tikki, no, es una pesadilla de la cual no puedo despertar—susurra mientras se abraza a la almohada sin derramar ninguna lagrima.

Tikki no pregunta nada más, pareciendo dentro de su propio mundo, mientras que Marinette ve la pared de forma dolorosa. Cuando el reloj da las 7 de la noche, no puede evitar las lágrimas que ahora si salen de su rostro, si estuviera en su tiempo, si no estuviera en medio de esta pesadilla, a esta hora estaría en su boda. La habían estado preparando por meses y todo había sido puesto en marcha.

En este momento seria su boda.

A las 10 de la noche.

La hora donde Chat y Ladybug siempre se reunían para sus patrullas, sería la hora donde se casarían.

El recuerdo del Adrien que vio ese día, se mezcla con el recuerdo del hombre que suele dormir cada noche a su lado. abraza la almohada en un vago intento de no sentirse tan sola esa noche.

Pero no lo hace.

La soledad es asfixiante y no puede dormir.

.

.

La cuarta vez que despierta en este mundo, Marinette siente que va a soltar el llanto en cualquier momento y odia todo a su alrededor. Esta vez su padre la acompaña al colegio, dándole una leve advertencia con amor de que no se vuelva a escapar, más que todo preocupado por ella y funciona mucho mejor que le hubiera regañado. No se molesta en llegar temprano y entra cuando la clase ya inicio, ganando una mirada preocupada de la profesora Bustier, que ignora para caminar a su asiento con Alya.

Ignora a todos.

Ni siquiera se molesta en prestar atención a la clase, pensando que en este momento estaría en su luna de miel en Japón. Dado que Paris ya era conocida como la ciudad más romántica del mundo, Adrien había estado demasiado emocionado por ir a Japón al ser un adicto a los video juegos y amante de la cultura asiática, dado que Marinette no tenía problema había aceptado. Adrien siempre amo el anime y cuando se hicieron pareja, bueno, había disfrutado varios a su lado.

Pensó que sería romántico ver los arboles de cerezo.

Cuando el almuerzo llego, Marinette era un charco de miseria en su propio asiento. Sin usar las habituales ropas de su parte adolecente y decidiendo que el estilo del día anterior se volvería su estilo de moda hasta que regresara a su tiempo, se puso sobre sus pies de manera deprimida. Todos la veían curiosos y expectantes, pero ella los ignoro para sentarse en una de las bancas fuera de su salón.

Gruño antes de patear una piedra imaginaria.

Joder su suerte.

—Oye chica no camines tan rápido, ocupo hablar contigo y como no me regresaste las llamadas a pesar que te llame toda la tarde ayer cuando escapaste—llego Alya gruñendo luciendo preocupada.

La ignoro mientras masticaba un poco del almuerzo que había llevado.

Eso pareció molestar a Alya.

—No sé qué paso, reaccionaste tan raro, nunca habías actuado así con Adrien, el pobre lucia preocupado de que lo odiaras ya que lo viste como si fuera la peste—comento la morena ahora luciendo preocupada y no tan enojada.

Quiso reírse.

¿Ella odiando a Adrien?

Como si eso fuera posible, si bien hay un momento de su vida donde se enojó con este por el exceso de juego de palabras en 24 horas, también cuando le conto el final de Harry Potter antes que ella terminara de leer el sexto libro, jamás llego a odiarlo. Este le había pedido ayuda cuando tenía esta edad para salir con Kagami y aunque le partió el corazón, nunca llego a odiarlo.

Si tenía que quedarse en este cuerpo el tiempo suficiente, patearía al chico por hacerle eso, pero no lo odiaría. Tampoco pensaba ayudarlo dos veces para irse con otra chica, no era tan idiota en esta época.

—Lo siento, supongo que tenía algo de fiebre y estaba delirando, aun me duele la cabeza—musita con bajos ánimos tocando su cabeza.

Quiere estallar.

Ojalá estallara y le dejara libre de esta estupidez.

Alya cambia de modo molesta a modo mama gallina en cero segundos, abrazándola y diciendo que si aún se estaba recuperando debería regresar a casa. Había cambiado tanto con los años, la Alya adulta sabe que no le gusta que la gente se preocupe tanto por ella (Adrien y Kagami eran unas excepciones que nunca pudieron cambiar) y sabe que no debe tratarla tan indefensa.

Pero esta Alya no lo sabe y por eso no la reprende.

Cambia rápidamente el tema sobre la materia perdida, con el temor de volver a tener que hacer exámenes que tanto odio. Con algo de alegría descubre que la materia no es tan difícil a esta edad y recuerda la mayoría de los temas que están viendo, casi dominados. Adrien era un profesor y usualmente le repite los temas a ella, por lo que tiene un conocimiento bastante decente de que están viendo.

Bien, algo de lo cual no tiene que preocuparse.

Una única alegría por ahora.

Regresan al salón con una Tablet llena de archivos de Alya que le agradece, antes de tomar asiento de forma algo cansada. Rose quien paso le pregunto si estaba bien y le aseguro que todo estaba en orden, claro que era una mentira, pero había tenido que dar anteriormente conferencias frente a un grupo de trabajadores menstruando y con un mal día, esto era más pasable.

Si, había viajado al pasado, si, parece que tiene que hacerlo todo de nuevo, si, tiene que hacerlo incluso cuando lo odia y si, acaba de perderse su boda.

Pero bueno, ser una chica no es fácil.

Antes de iniciar las clases y revisando su Tablet, noto una mirada que le hizo fruncir el ceño antes de levantar la mirada. Rápidamente pudo pillar a Adrien viéndola de reojo luciendo lamentable, antes de apartar la mirada algo preocupado como tímido. Sintió un escalofrió involuntario de molestia en su espalda, porque Adrien no era así, su novio probablemente hubiera mostrado un rostro resentido si hizo algo que no le agrado, antes de hacer un mal juego de palabras y pedirle de forma dramática que si no quería continuar con eso terminaran de una vez.

Solo para que luego se abalanzara sobre ella abrazándola y suplicándole que nunca lo dejara.

En uno de los casos poco importantes, en otro probablemente si es más serio, le pediría que fueran a un lugar lejos del ojo público para hablar sobre el tema. Ambos eran adultos, incluso cuando Adrien le encantaba hacer bromas, sabe cuándo ponerse serio de ser necesario. Cuando discutían al inicio fue complicado solucionar ya que ambos eran tercos, pero generalmente Adrien suele ser el más dulce de ambos y quien busca una solución dejando de lado el orgullo.

Para Marinette es difícil pensar que ella tendría que hacer algo ahora, pero no entiende que. Ambos ni siquiera están juntos en este tiempo (y por mucho tiempo más) entonces ella no debería tener que preocuparse por él.

¿Verdad?

Gimoteo mentalmente, ya que incluso con ese conocimiento, estaba preocupada.

Estúpido modelo de pacotilla que siempre la dejo enamorada.

Estúpidos sentimientos adolecentes.

Estúpida adolescencia.

Estúpidos viajes en el tiempo.

Tuvo que tomar aire y recordarse que Adrien era un adolecente, bastante dañado en este tiempo. Incluso cuando eran adultos, pudo ver como Adrien luchaba por ser alguien normal, aun con traumas de su pasado que a veces salían a luz. Claro que ambos lo manejaban juntos cuando algún mal recuerdo atacaba, la terapia con su padre ayudaba mucho. Pero en este momento era un niño tan dañado y desesperado por amor, que le fue doloroso apartar la mirada y no hacer nada.

Alix no lo aprobaría.

No tocar nada, no alterar el flujo del tiempo.

Eso debía hacer.

Ella le había enseñado eso a su amiga.

Solo basto una nueva mirada al chico que parecía encogido en su asiento, tan temeroso y al mismo tiempo ansioso de atención, para mandar su frágil determinación por la borda. No pensaba hacerle nada malo a Adrien, no podía pensar en este como un hombre (dado que su flameante novio era muy diferente a su actual yo como para confundirlos) pero si podía pensar en este como un buen amigo, incluso como su hermano pequeño Thomas.

Ella siempre tuvo debilidad por personas heridas que ayudar y Adrien siempre fue la primera en su lista.

Pidió disculpas mentales a Bunnix, además de echarle la culpa por no llegar antes y solucionar todo esto.

—Adrien—hablo en voz alta, atrayendo la mirada del rubio, no pudo evitar notar que la mayoría del salón le veía confundido cuando se puso de pie y camino al asiento del chico. Apretó los labios para no chillar al ver los ojos de cachorro muerto de su futuro novio en este niño, sobretodo porque a diferencia de los salvajes del futuro, estos parecían tan escasos de cariño que dolió—lamento lo que paso ayer, aún estaba enferma, parece que no actuaba bien—añadió la misma excusa que uso con Alya, ya que no estaba lejos de la realidad.

Marinette no mentía.

Eso es algo que aprendió de vivir con Lila por tantos años.

Pero pudo decir la verdad sin decir toda la verdad.

Adrien pareció sorprendido por algún motivo, pero ignoro eso debido a que la mayoría del salón parecía verlos con ojos saltones.

¿Hizo algo mal?

Sus ojos se abrieron en comprensión al entender algo.

—En realidad la disculpa es para todos, ayer actué de forma algo extraña, me disculpo si los preocupe—hablo ahora en voz alta para todo el salón con una risa nerviosa.

Nadie dijo nada.

Ladeo la cabeza confundida.

Con una mirada a Alya que parecía verla como si no creyera que fuera ella, intento repasar si dijo algo que le hiciera pensar que estuvo mal. No comenzó a gritar nada sobre el futuro, sobre que ella venía de otra línea del tiempo o que este no era su mundo. Tampoco les echó en cara lo pasado con Lila (nunca lo hizo realmente y no iba empezar ahora) e incluso estaba tratándolos con amabilidad.

Las disculpas son amables.

Rayos no entendía a los adolescentes, ahora que Thomas tenía 10 años, le preocupaba que si regresaba a su tiempo debería lidiar con su adorable hermano menor siendo adolecente.

El caos.

Añoraba su vida adulta.

—No pasa nada Marinette—hablo Adrien que parece haber salido de su sorpresa, luciendo una suave sonrisa que era sincera, no las falsas que usa para su modelaje, eso le hizo sonreír levemente por dentro, no era tan diferente supuso, siempre fue amable—estábamos preocupados, me alegra que estés bien ahora, la clase no es lo mismo sin ti—exclamo este con tanta sinceridad, que soltó una leve risa, que pareció incrementar el shock en todos.

También Adrien pareció congelarse por ese sonido, pero no entendió porque, ya que no era una risa burlista, era una risa suave.

Adrien siempre seria Adrien, incluso si era adolecente, un niño o un adulto, su actitud amable siempre seria la misma de la que se enamoró. Ahora mismo no son pareja y apenas son amigos, recuerda que le ayudo con su tío y por eso ahora deben ser un poco más cercanos, o lo serian si ella no hubiera sido tan nerviosa en el pasado. Igualmente, este chico que no era su novio, sabía cómo decir las cosas más dulces y ridículas que avergonzarían a cualquiera, sin sentirse afectado en lo más mínimo.

Dejo de reír para negar con la cabeza, lo vio con cariño causando que este pareciera aun congelado en su lugar.

—Dios siempre dices esas cosas cursis sin lucir incomodo, sin duda eres otra cosa—hablo con tranquilidad sin sentirse afectada en realidad.

Bueno había pasado varios años de pareja con el chico que llego acostumbrarse hasta cierto punto de sus halagos espontáneos como palabras dulces. Claro que había sido un caos cuando este lo tomo como un reto el hacerla sentir avergonzada y comenzó hacer halagos más picantes con respecto a la cama. Solo que su querido Chaton no sabe que ella es competitiva y logro avergonzarlo más veces a este, coronándose como ganadora.

Si bien ahora las palabras de Adrien siguen siendo dulces y algo que le calienta el corazón, no era un mar de nervios como cuando era adolecente. En su actual vida suele ponerse nerviosa por cosas diferentes, como cuando este le ve con ojos llenos de amor que no parecen cambiar con los años, cuando este le habla sobre querer una familia o cuando habla de un futuro lejano aun a su lado.

Eso si la pone nerviosa, porque le emociona ver el amor de su novio.

Deja de pensar cuando ve de reojo como Kim se ha ahogado con una botella de agua, levanta una ceja sin sentido porque todos parecen sorprendidos al verla. Pero como nadie dice nada se encoge de hombros para ver como Adrien sigue en shock al mismo tiempo que Nino a su lado y Alya detrás de ellos.

—Eres amable Adrien, me alegra que seamos buenos amigos — dice sin entender porque todos le siguen viendo.

Camina nuevamente a su escritorio, alzando una ceja cuando de forma periférica noto las mejillas de Adrien adquirir un nivel de tono rosado, antes de ver al frente pareciendo aturdido.

¿Ella dijo algo raro?

Todo el salón parece verla de la misma forma, pero nadie comenta nada cuando la maestra Bustier entra para seguir con la clase.

" Niña que fue eso, lo dejaste fuera de combate, que clase de técnica fue esa"

Fue el papel que le envió Alya con el rostro lleno de preguntas, pero ella se encogió de hombros sin entenderlos. No había dicho nada raro, no se había lanzado para abrazarlo o darle un beso como hubiera hecho con su futuro novio, solamente le dijo unas cuantas palabras amables y se rio con este.

¿Tan mal estaba en el pasado para que esto sorprendiera a todos?

Suspiro antes de ver a la Tablet de forma aburrida para las siguientes horas de clases.

Ojalá Bunnix apareciera pronto.

Si tan solo esas palabras confundieron a todo el mundo, no sabe qué problemas podrían causar en un tiempo mayor.

Continuara…

Espero les gustara.

Bueno esto es una manera de isekai que estuve pensando hace algunos días. No será tan largo como imaginan y no abarcara de forma textual todos los capítulos de la serie. Sobre todo, porque la cuarta temporada está en desarrollo y solo puedo usar algunas teorías o pistas que nos han dejado la serie del futuro.

Pero podría tomar esta historia como un cambio en la historia y una nueva línea del tiempo, por aquello que alguna vez haga algún invento y se aleje del canon. Por ejemplo, Thomas el hermano de Marinette es una creación mía, ya que me da mucha ternura pensar en Marinette como hermana mayor.

Habrá muchas parejas en la historia, pero pueden darse cuenta de la idea de que se va centrar en Marinette x Adrien, que puedo decir, si Marinette fuera un poco más madura (como va pasar en la historia) ambos me parecerían un amor de pareja. Pero por ahora me tocara esperar a que llegue ese momento en el canon.

No un:

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Sayonara sexys lectores.