Kira encendía los motores de la lanzadera y lo disponía todo para volver a la estación. Sus dedos se deslizaban de forma hábil por los paneles de control pero su vista era cada vez más borrosa. Parpadeó mientras introducía las últimas instrucciones para que el ordenador trazara el rumbo más rápido para volver y que se pusiera en marcha. Se recostó en su asiento y cerró los ojos. Las lágrimas le caían por las mejillas y no se había dado cuenta. Siguió llorando, al principio de forma silenciosa y luego de forma incontrolable. En el camino de vuelta, derramó todas las lágrimas que había conseguido contener hasta ahora. No había querido que Odo la viera así. Lo apoyaba totalmente, pero el dolor era intenso.

Cuando llegó a la escotilla de atraque, ya no le quedaban más lágrimas. Sus ojos estaban secos. Se dirigió a Ops y se puso a trabajar en sus tareas como comandante de la estación. Si alguien se fijó en sus ojos enrojecidos e hinchados, nadie le dijo nada. El resto de su turno lo realizó como si no hubiera pasado nada. El concentrarse en las operaciones de la estación le supuso un alivio momentáneo y pudo olvidar, durante un tiempo, su dolor.

El turboascensor y los pasillos se le antojaron silenciosos cuando acabó su turno. En cuanto las puertas de sus habitaciones se cerraron tras ella, se dio cuenta del vacío que la envolvía. La opresión de su pecho hizo que se quedara sin aire y le costara respirar. Cerró los ojos y trató de controlarse, concentrándose en la sensación que tenía cada vez que Odo la abrazaba. Él siempre había tenido un efecto tranquilizador sobre ella y volvió a su mente su imagen vestido con un smoking. Estaba llorando otra vez, pero sonrió al recordar cómo le colocó la pajarita antes de que se despidieran. Se secó los ojos y encendió las velas de su altar para pedir a los profetas, una vez más, que lo protegieran.

Se acostó, pero sabía que esa noche iba a dormir muy poco. Solo cuando el cansancio la rindiera, podría descansar unas horas y olvidar, durante un tiempo, que nunca más lo volvería a ver.