Disclaimer: Avatar y sus personajes no me pertenecen, todo se lo debemos a Michael Dante y Bryan Konietzko. También la canción fue escrita por David Bowie, sin embargo, escribí esto escuchando el cover de Nirvana ;)


The man who sold the world

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I spoke into his eyes

I thought you died alone a long long time ago

Oh no, not me. I never lost control. You're face to face with the man who sold the world

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El sonido del motor y el choque de las olas contra el bote son el único ruido presente. El color azul teñido con rayos solares se extiende por miles de kilómetros, casi infinitamente, frente a los ojos de dos hombres que huyen de un lugar que nunca fue su hogar.

O al menos así lo ve Tarrlok. ¿Qué sentido tiene nombrar hogar a Ciudad República sabiendo lo que ese lugar representó para ellos desde que su padre les contó su pasado frente a una fogata? Sus ojos se posan en la espalda hercúlea de su hermano, quien permanece quieto, quietísimo, sino fuera porque el bote se está moviendo pensaría que está frente a un maniquí

Veintiséis años. Como una letanía esa cifra es lo único que flota en sus pensamientos y… duele. Tarrlok sigue sin creer que el hombre frente a él hacía tan solo unos días era su mayor enemigo y de un momento a otro resultó ser quien menos debía ser si acaso la vida se rige con lógica.

—Haremos una nueva vida. —Rompe el silencio de pronto el mayor, observándolo con el rabillo del ojo. Contra su voluntad Tarrlok da un respingo y le sostiene la mirada, sin mostrar ninguna expresión. —Nadie nos encontrará.

Tarrlok se muerde la piel al interior de la mejilla, sin embargo, de sus labios escapan las palabras que ha deseado decirle desde que descubrió quién era.

—Pensé que habías muerto… solo, Noatak.

Veintiséis años de distancia se interponen entre ellos, pero, piensa Tarrlok con una sonrisa amarga, burlándose de su mala suerte, aun así ambos se dirigían hacia la misma meta. Dominar Ciudad República.

Noatak. Había olvidado el sonido de mi propio nombre.

Noatak con un suspiro profundo vuelve a concentrarse en mirar al frente, por ahora no hay ningún obstáculo en el camino por lo que se permite divagar por un momento, hundirse en las memorias. El calor de los brazos de su madre, el agradable frío que chocaba contra su cara al deslizarle en trineo con su hermano, el sabor de la comida… el miedo que se colaba en lo más profundo de sus huesos al mirar a Yakone.

Ambos hermanos llegan a la misma conclusión en silencio. Yakone finalmente logró su deseo, aun y cuando creyeron estar persiguiendo objetivos distintos y creyeron ser mejores que aquel hombre…helos aquí, en un bote en medio del océano abierto, huyendo.

Noatak niega con la cabeza ausentemente. No emite ni una palabra, pero en sus pensamientos le contesta a Tarrlok. No es verdad que murió en esa noche de tormenta, la realidad es que vendió el mundo, dejó los restos de sí mismo en la nieve y se construyó una nueva identidad que nunca le perteneció del todo.

—¿Sabes? —Esta vez quien rompe el silencio es Tarrlok, quien con las yemas de los dedos acaricia la superficie del guantelete de metal que yace en su regazo. —Aun me cuesta creer cómo es que por tantos años me mostré como un consejero intachable.

La mirada de Tarrlok viaja del guantelete hacia las espaldas de Noatak y viceversa. Una parte de sí tiembla, no sabe si de miedo o de anticipación, pero termina por atreverse y mete la mano dentro del guante. Lo que ocurrió con ellos es que ambos viajaron por tierras extranjeras, vagando por años sin mirar nada, en la espera de encontrar eso a lo que llaman hogar, un lugar, estando tan rotos por dentro. Su mano se detiene a centímetros de esa zona específica del bote que necesita para mandar todo al demonio.

Y Noatak lo siente, la sangre control le permite monitorear cada movimiento, el caso es que esta vez no le importa. Las lágrimas escuecen en sus ojos y una de ellas, traicionera, se desliza por su mejilla. Los dos nacieron malditos, en ambos fluyendo la sangre de alguien sin alma, realmente… es lo mejor.

—Debimos haber muerto solos hace tanto, tanto tiempo. —susurra Tarrlok y finalmente lo hace.

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Who knows? Not me.

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N/A: Nuevo año, nuevo fandoooom. Verán estoy clavadísima con Avatar y en específico el libro Aire de LOK. Me volví a ver esa temporada y me inspiré. Les adelanto que tengo muchas ideas para este fandom ahhh así que bueno, espero les haya gustado. Modifiqué la escena de sus muertes para que calzara con la canción porque siento que esa canción los describe y les queda totalmente. Aún me duele como murieron después de que nerfearon a mi Noatak pero bueno, así es la vida. ¡Gracias por leer!