Avisos y aclaraciones

Declimare: tanto los personajes como lugares son propiedad de Marvel por lo que no son de mi autoría, solamente la trama es producto de mi cabeza.

La historia esta escrita desde el punto de vista de Loki.

El temor de un Lector

Joder.

Suspiro con resignación a la vez que dejaba de leer para frotarse los ojos con las yemas de sus dedos.

Por alguna extraña razón se sentía cansado de leer. ¿Qué? No. El jamás diría que se cansaría de leer, al contrario, podría leer hasta terminar el libro, aunque eso implicara tener que leer toda la noche hasta el amanecer. Pero últimamente sus ojos parecían estar en desacuerdo.

Ciertamente no era algo que le sorprendiera que después de un buen rato de estar sumergido en su lectura sus verdes ojos comenzaban a irritarse. Llevaba algunas semanas con eso y aun así no podía acostumbrase a la sensación. Pensó que con el tiempo aquello pasaría, por lo que al principio simplemente decidió ignóralo, pero por los nueve que esa racha no pasaba, al contrario, parecía que incrementaba. Se "cansaba" de leer mucho más rápido que hacia unas semanas e incluso podría decir que sentía como tenía que esforzarse para poder enfocar bien las letras.

Suspiro nuevamente con resignación después de quien sabe cuántas veces de ya haberlo hecho. Cerro con lentitud el libro y lo coloco en su mesilla de noche junto a su lámpara para después apagar esta con un suave clic de sus dedos.

Se acomodo entre las sabanas al tiempo que cerraba los ojos, sintiendo el alivio que la oscuridad y el descanso le brindaban a su vista.

Mañana terminaría el libro.

Si eso haría.

Mientras tanto disfrutaría de la comodidad que le proporcionaba su cama. Podía dormir a gusto sin preocuparse de que alguien le atacara mientras dormía. Después de todo, ¿Quién pensaría que el mismísimo dios de las mentiras se encontraría viviendo en un pequeño departamento en Nueva York?

Si. Era un departamento pequeño, pero eso no quería decir que no tuviera lujos ¡Por supuesto que los tenía! ¡Él era Loki! Tenía de los muebles más costosos del mercado, sus cortinas, sabanas y ropa eran echas de las mejores telas, importadas de distintos países de aquel mundo.

Tenía que admitir que en algunas cosas era mucho mejor Midgar que Asgard. Y en otras tantas tenía que conformarse con las había. La biblioteca por ejemplo.

Aunque siendo sinceros su pequeña biblioteca era uno de sus lugares favoritos del departamento.
El departamento contaba con dos habitaciones medianas por lo que instalo su recamara en una de ellas quedando la otra vacía. Al principio no sabía qué hacer con ella, hasta que, un día pensando donde guardar sus libros se le ocurrió la maravillosa idea de poner libreros y poco a poco se convirtió en una pequeña biblioteca.

El príncipe de las mentiras no supo a qué hora se quedó dormido. Despertó a la mañana siguiente y siguió con su rutina diaria, se levantaba temprano y se duchaba para después ir a desayunar a la cafetería más cercana a un par de cuadras.

Cuando salió del departamento tubo que entrecerrar los ojos debido a la intensa luz de sol a pesar de ser de mañana. Quizás era debido a que los rayos solares llegaban más directamente a como llegaba en Asgard. Sin embargo, no se molestó en ocultar lo bien que se sentía mientras caminaba hacia su destino, y claro ¿cómo es que no se sentiría bien si al día siguiente ejecutaría su plan contra los vengadores?

Había escuchado que el día siguiente sería el cumpleaños de Tony Stark mejor conocido como Iron Man. Al parecer se iba a celebrar una gran fiesta en su honor y seguramente mucha gente importante y famosa asistiría. Claro que él no había sido invitado, pero eso no le importaba, iría de todas formas, por nada del mundo se perdería el resultado de su plan.

Sonrió traviesamente mientras atravesaba las puertas de la cafetería y una señora que le recordaba a Frigga le sonrió en cuanto lo vio llegar.

Le correspondió con una pequeña sonrisa y un movimiento de cabeza mientras se dirigía a ocupar el lugar habitual en el que siempre solía sentarse: la mesa del rincón junto a la ventana. Nadie más se sentaba allí. Porque esa era su mesa y su silla. Así de simple.

"Buenos días cariño" le saludo la señora mientras se acercaba y le servía un poco de café en la taza frente a él.

"Buenos días Lady Maribel"

"Oh tu siempre tan encantador" dijo moviendo su mano, restándole importancia al alago "¿Y bien? ¿Qué quieres desayunar hoy?"

Loki lo pensó por un momento "Sorpréndeme, tu elije"

"Bueno parece que estas de muy buen humor así que te daré un desayuno muy especial"

El dios le sonrió en agradecimiento.

En cuanto Maribel se dio la vuelta para hacer su pedido, saco su libro para seguir con su lectura donde se había quedado la noche anterior.

Se sumergió en el mar de letras hasta que escucho el sonido de los pasos tan característicos de la mujer.

Su desayuno estaba listo.

Bajo el libro y lo coloco a su lado mientras ella colocaba el platillo frente a él. El olor de los huevos revueltos junto a unas tiras de tocino acompañado con pan al estilo francés con miel y mantequilla a medio derretir decorados con unas cuantas fresas rojas justo en su punto hizo que se le hiciera agua la boca.

"Aquí tienes, que lo disfrutes"

Dijo con una sonrisa en su rostro. Loki le agradeció sinceramente e inmediatamente tomo su tenedor.

"Por cierto cariño, ¿Siempre lees así?"

El dios detuvo sus movimientos al instante mirándola por lo extraño de la pegunta.

"Aaa... ¿Sí?" le respondió.

"No es sano que alguien lea tan de cercas" dijo haciendo énfasis moviendo la cabeza en negación.

"¿A qué se refiere?"

Pregunto confundido. Si alguien más le hubiera hecho un comentario como ese seguramente ya lo estaría apuñalándolo con el tenedor, pero la expresión en el rostro de la mujer que se parecía a su madre provoco que sintiera interés por el asunto.

"No te ofendas cariño, pero me refiero a que talvez tengas problemas de la vista…"

"Pero veo bien..."

Ella negó con la cabeza.

"Si vieras bien no tendrías que acercarte tanto el libro, además, parece que se te irritaron un poco los ojos... Sería bueno que fueras a ver a un oftalmólogo para que te revise, aunque sea solo por precaución"

La mujer de verdad parecía un poco preocupada por el por lo que sus palabras eran sinceras.

Recordó las noches de las últimas semanas, siempre que leía, al poco rato empezaba a sentir cansados los ojos y otras tantas se le irritaban. Recordó que hacía unos días había tenido problemas para leer las letras pequeñas del frasco de medicamentos que había comprado para hacerle la broma a los vengadores, cuando antes si podía leerlas a la perfección.

Se preocupo.

El no quería tener problemas para la vista.

Pero… ¿Y si los tenía?...

Joder. Tendría que ir a hacerse un chequeo.

Parpadeo volviendo a la realidad. Al parecer se había sumergido en su mundo sin darse cuenta, Maribel ya se había retirado de su lado y atendía otras mesas. Bajo la mirada a su desayuno que ya había dejado de salir vapor.

Suspiro con resignación.

Maldición. Ahora tendría que ir al oftalmólogo si no le estaría dando vueltas al asunto hasta que lo hiciera.

Y dicho y hecho. Había estado desde la mañana pensando en lo dicho por Maribel. Le daba vueltas una y otra, y otra vez como si eso fuera arreglar las cosas.

Una parte de él le decía que no debería en molestarse por las palabras de la mujer pues era eso exactamente, palabras de una midgardiana. Por otra parte, no podía dejar de recordar todas las veces que se cansaba de leer o cuando tenía problemas para enfocar bien las letras.
Sin embargo, no estaba de más prevenir ¿Cierto?

Así que aquí estaba, en la sala de espera de "Clínica de Ojos de Tj ". Solo por el simple hecho de hacerse en chequeo para dejar de darle vueltas al asunto. Si, era por eso y solo por eso.

Ridículo nombre por cierto.

¿Quién diablos se llama "Tj"? ¿De verdad quieren que crea en sus 45 años de experiencia cuando el medico se llama Tj?

Ridículo.

"¿Sr. Laufeyson?"

La voz femenina de la recepcionista lo saco de sus pensamientos.

"El Dr. Anderson ya lo recibirá" dijo abriendo una puerta e indicándole que pasara.

Vaya, al parecer no se llama "Tj".

Suspiro con resignación.

Joder, esto se le estaba haciendo costumbre.

Entro con paso seguro al pequeño consultorio. Un hombre de vestimenta formal con bata blanca y cabello grisáceo por la edad lo recibió levantándose de su silla al otro lado del escritorio.

"Buenas tardes Sr. Laufeyson soy el Dr. Anderson ¿En qué puedo ayudarlo?"

Directo al grano. Bien.

"Solo vengo como prevención" dijo a la vez que examinaba la habitación de una manera poco discreta.

"Oh bien, nunca está de más prevenir ¿verdad?"

Loki solo lo miro. Estaba ahí solo para dejar de pensar en eso, no para entablar una conversación.

En seguida el Dr. Le dio instrucciones de sentarse frente a tipo de máquina que posteriormente el medico la ajusto frente a sus ojos mientras que el se posicionaba del otro lado. Después de unos veinte o treinta segundos de estar haciendo quien sabe que cosas el tal Anderson hablo:

"Le hare unas preguntas y quiero que responda con sinceridad"

Loki tubo que morderse la lengua para evitar soltar una carcajada ante la ironía: el mortal le pedía honestidad al dios de las mentiras.

"¿Pasa mucho tiempo en la computadora?"

Negó con la cabeza.

"¿Tiene familiares que utilizan lentes?"

Volvió a negar con la cabeza, pero esta vez de manera divertida, puesto que no pudo evitar pensar en el único ojo de Odín.

"¿Tiene algún tipo de sensibilidad con la luz? ¿Siente que las luces brillantes lo encandilan?"

Todo rastro de diversión se borró de su rostro. Bueno, ahora que lo pensaba, la semana pasada había tenido que cambiar su lampara de noche porque la luz era demasiado intensa y después de un rato de leer le terminaba doliendo la cabeza.

No supo con seguridad que expresión había tomado su rostro puesto que el medico había echo unas anotaciones sin que él hubiera respondido.

"¿A tenido fatiga visual?"

"Solo cuando leo" decidió contestar de manera indirecta.

"¿Y siente que le cuesta enfocar objetos?"

"Puede ser". No era ni un si ni un no.

El médico le dedico una larga mirada antes de romper el silencio con su áspera voz.

"Sr. Laufeyson. Tuvo suerte de haber venido si no, no se habría enterado de que padece de astigmatismo y miopía"

"¿Que?"

Había estado perdido en sus pensamientos que no sabía si había escuchado bien.

"Astigmatismo. Es algo bastante común, sucede por la curvatura del ojo, que al ser más ovalada causa que la luz no llegue como debe de ser, por lo que los objetos tienden a verse borrosos y hay que esforzarse más para poder enfocar"

Un dudoso "¿Qué?..." salió de sus labios.

No podía creer lo que sus oídos escuchaban, ¿Acaso ese mortal acababa de diagnosticarle astima… astigma… ¡Esa cosa! en sus hermosos ojos? Tenía que ser una broma. Una jodida broma ¿verdad?...

"No tiene mucho de qué preocuparse Señor afortunadamente a venido a tiempo y todavía no es de gravedad, claro que si no se cuida ahora puede agravarse en el futuro. Por suerte es algo que se puede remediar con el uso de anteojos y... "

¡¿Que?! Eso sí que no podía ser posible. ¿El? El mismísimo dios de las mentiras ¡¿con anteojos?! ¿Qué clase de jodida broma era esta?

Ignoro por completo el resto de lo que le dijo el Dr. Anderson ocupado como estaba con su debate interior.

No se percató de que seguía ahí sentado como idiota hasta que el médico le dio una hoja con las indicaciones que tenía que seguir a partir de ahora junto con las indicaciones de los lentes que tenía que usar.

Molesto, tomo la hoja de forma brusca y salió del consultorio sin siquiera voltear atrás, ignorando a toda la gente que le miraba. Tenía mejores cosas en las que preocuparse.

Camino durante un par de horas tratando de despejar su mente, pero no tenía mucho efecto, seguía pensando en todo y cada una de las cosas sobre su visión: El cansancio que tenía cuando leía y sus problemas cuando se trataba de letras pequeñas, su conversación con Lady Maribel, su "cita" con el Dr. Anderson…

No era posible que todo eso estuviera involucrado en una simple broma ¿Verdad? Además, ¿Quién se atrevería a hacerle eso? Los vengadores estaban bastante emocionados con la fiestesilla de Stark, Victor Bomdoo y el tenían una tregua entre ellos por lo que tampoco podria ser el, y sus otros tantos enemigos no se encontraban en el planeta por el momento. Talvez... Y solo talvez era verdad que tenía un problema.

Pensó en que podría ir a ver a otro oftalmólogo, pero descarto la idea. No quería volver a pasar por lo mismo. No, gracias.

Detuvo sus pasos percatándose de que la torre de los vengadores se encontraba frente a él.

"Bueno, a veces la única forma de distraerse es asiendo travesuras…"

No pudo contener la sonrisa maliciosa que se formó en su rostro ante la idea que cruzo por su mente.

Asegurándose que nadie le viera se acercó a la torre y conjuro un hechizo de detección. No había nadie en casa. Sonrió. Parecía que la suerte estaba de su lado.

Con un encantamiento de indetección y otro de teletransportación logro burlar a J.A.R.V.I.S. y adentrarse en la morada de los vengadores. Tenía una idea de lo que quería hacer así que se dirigió al taller de Stark donde se localizaban todos los contenedores de pintura roja (que aparentemente usaba para darle color a sus trajes) y después bajo al sótano y para vaciarlos por completo en los contenedores de distribución y purificación del agua de toda la torre.

Una vez contento con su trabajo subió al primer piso para comprobar que cuando abriera la llave el agua saliera totalmente roja. Al principio el agua salió transparente pero conforme fue corriendo empezó a cambiar de coloración hasta tomar la apariencia de ser sangre.

Soltó una carcajada al imaginarse la cara que tendrían los vengadores ¿Quién sería el primero en caer? Puede que sea el Dr. Banner con sus costumbres de médico o quizás Capitán con sus buenos modales de lavarse las manos para siempre tenerlas limpias… ¡Oh! oh quizás sea Stark queriendo preparase un trago mientras Thor busca la caja de Pop-tarts. Talvez si no hubiera hielos para que Stark completara su trago se molestaría con Clint por habérselos a cavado y no haber rellenado el contenedor para hacer más; uno de los dos tendría que hacerlo y encontrarse con la sorpresa del agua ensangrentada...

Volvió a soltar otra carcajada mientras se dirigía a cocina para deshacerse de todos los hielos que encontrara. Una vez terminado su tarea recorrió el área del comedor y la "pequeña" sala en busca de que más podría hacer.

No había mucho.

Había un juego de sillones café chocolate, un mueble de televisión con una enorme televisión y una mesilla en el centro. Del otro lado de la estancia estaba el comedor de fina madera color caoba rodeado de muchas sillas que le hacían juego. Un block de hojas acomodadas en uno de los extremos de la mesa le llamo la atención. Con sus agiles pasos, estuvo en cuestión de segundos a su lado y las tomo entre sus manos. Preparativos fiesta Stark rezaba el título y no pudo evitar llenarse de la alegría de lo que esto le causaba.

Banquete

- Primer tiempo: una porción de ensalada Cesar, fresca con extractos de naranja agridulce.

- Segundo tiempo: una crema bechamel al estilo francés. Se podrá acompañar con panecillos de ajo, mantequilla y especies recién horneados.

- Tercer tiempo: como platillo principal el invitado podrá elegir entre las opciones de Cielo (aves), Mar (pescados y mariscos) y Tierra (Res, puerco o venado) o una combinación de estas si lo prefiere.

- Cuarto tiempo: postre favorito de Tony Stark.

Con letra más pequeña.

El primer tiempo comenzara a ser servido punto... En punto de las 21:00hrs. Local... Hora local, justo después del discurso de...

Joder.

Estaba teniendo mucho problema para leer lo que parecía ser lo más importante. ¿Por qué demonios tenían que ponerlo con letra tan pequeña? ¿Por qué demonios tenía que tener problemas con la vista? ¿Por qué...?

Un momento, ¿acababa de admitir que tenía problemas con la vista?

No.

El si podía leer. Claro que podía hacerlo.

Regreso su vista a la hoja para continuar "leyendo" sin embargo su vista no se fijó en las palabras si no en el objeto que se encontraba en la mesa junto a el: unos anteojos de marco negro se situaban justo a lado de donde antes habían estado las hojas que ahora leía.

¡El puto colmo! Ya ni él sabía que pensar. Podría ser que el hecho de que los lentes estuvieran justo ahí fuera por pura buena suerte, una bendición, una forma de ayudarlo; aunque, por otro lado, eran un recordatorio más de su miserable día. Un recordatorio del supuesto hecho de que tenía astigmatismo.

Aunque... Eso podría ser la solución. Podría probárselos y si veía peor con estos significaría que no ocuparía lentes y que todo habría sido un malentendido.

Sin tener que seguir pensando, rápidamente tomo los anteojos y se los coloco sobre el puente de la nariz. Lleno de ansiedad regreso su vista hacia las hojas justo donde se había quedado.

El primer tiempo comenzara a ser servido en punto de las 21:00hrs. Hora local, justo después del discurso de bienvenida y agradecimiento de Tony Stark. Cuarenta meseros se encargarán de servir los tiempos y otros veinticinco las bebidas.

Por alguna extraña razón las letras en la hoja le parecieron mucho más claras y fáciles de leer.

Quizás... Quizás...

¡Demonios!¡Ocupaba anteojos! ¿El? Loki de Asgard, dios de las travesuras y de las mentiras ¡Tendría que usar lentes!

El dios continúo maldiciendo a la vez que arrugaba y esparcía por toda la estancia las hojas de los preparativos ahora con formas de bolas de papel. Se quito los lentes y los lanzo al otro lado de la sala justo en el momento en que J.A.R.V.I.S enunciaba la entrada de sus enemigos: Bienvenido Señor Stark.

Hora de salir de ahí.

Una vez llegado a su departamento de regreso tomo una de sus botellas y se dejó caer en su sillón de dos plazas color negro.

No se molestó en tomar un vaso, simplemente le quito el corcho y bebió directamente de la botella.

Necesitaba un buen trago después de haber salido de prisa de la torre. Con todo lo sucedido y con los recientes descubrimientos no tenía ningunas ganas de quedarse a discutir y ver resultado de su broma.

No, en lugar de eso regreso a su morada y se dispuso a beber hasta olvidar el asunto.

Fue así que trago tras trago no se dio cuenta en el momento en que se quedó dormido, lo último que supo fue cuando estaba por terminar la segunda botella, que la habitación había aumentado considerablemente de temperatura tal grado, de tener que empezar a quitarse la ropa en un intento de deshacerse del calor para después olvidarse de su existencia.

Despertó hasta la mañana siguiente.

Joder.

Sentía como si Thor acabara de darle un golpe en la cabeza con el Mjolnir.

Estaba adolorido de dormir en el suelo en una posición extraña, estaba un tanto mareado y el olor que había adquirido su departamento no era de gran ayuda. Tenía la boca seca y sentía que la cabeza le explotaría con cualquier ruido.

Se las arreglo para llegar a la cocina y beber un par de vasos de agua para después arreglar el desorden con la ayuda de su magia y finalmente terminar en la ducha.

Sin duda alguna, el baño había sido la mejor parte de esa horrible mañana. La sensación de limpieza y relajación que le brindaba eran reconfortantes, haciendo que se sintiera mejor y hasta con hambre.

Fue así que varios minutos después termino sentado en la cafetería de siempre con un café bien cargado y unos cuantos panecillos.

"Ten"

La mujer con parecido a su madre apareció en su campo de visión y coloco un vaso de agua con lo que parecían ser aspirinas. El alzo una ceja al tiempo que la miraba.

"Te ayudara con el dolor de cabeza"

Explico con dulzura.

Sin más, tomo el contenido de su vaso, sintiendo como el líquido burbujeante pasaba por su garganta y tratando de no hacer una mueca del asco que esto le causaba.

"Debió ser una noche muy interesante" continuo la mujer con un ligero tono de diversión.

Loki rodeo los ojos a la vez que soltó un bufido de fastidio.

"No exactamente"

Declaro con un deje de amargura en su voz.

Maribel asintió con la cabeza sabiendo que era mejor no meterse, en cambio recogió los platos vacíos de la mesa.

Una vez la mujer se alejó lo suficiente para no escucharlo, Loki suspiro con resignación.

Metió una de sus manos a los bolsillos de su saco en busca de algo de dinero para pagar. Sin embargo, un papel arrugado y echo bola le llamo la atención.

Lo saco y lo extendió para percatarse que era nada más y nada menos que el papel que le había dado el Dr. Anderson con las indicaciones.

Suspiro.

Tal parecía que todo indicaba que si ocupaba anteojos. Pero, ¿Cómo podría el, el Dios de las Mentiras utilizar anteojos? El era alguien importante, no podía simplemente dejar que otras personas supieran de su debilidad. ¿Qué dirían las personas de el si lo vieran de usando lentes?

"Disculpe, ¿puede subir el volumen de la televisión? "

Un señor en la mesa de a lado lo saco de sus pensamientos. Dos segundos después vio como Maribel subía el volumen del dichoso televisor. Fue entonces que se percato que en las noticias estaban comentado sobre la fiesta de aniversario del Stark.

La reportera comentaba sobre el discurso que había dado el presidente en felicitación del cumpleaños del hombre de metal al mismo tiempo que pasaban videos sin sonido del evento. En la pantalla se veía como los Vengadores iban llegando al lugar de la fiesta. Y fue entonces que noto algo.

Si bien, no era algo nuevo que los héroes aparecieran en televisión, nunca antes había prestado atención a un pequeño detalle: ¡Tony Stark usa lentes! Y… y… ¡Banner también los usa! ¡Hulk, el vengador más fuerte usa lentes!

Talvez… No era tan extraño que alguien usara anteojos, incluso si eran personas importantes.

Entonces talvez… talvez, tener que usar lentes no era tan malo.

Así que quizás, podría intentar utilizarlos.

Después de todo ¿Qué cosas malas le podrían llegar a pasar? son mas las ventajas que las desventajas.

Además, nadie tendría porque enterarse, y si se enteraban ya se las arreglaría como siempre lo hacía.

Sonrió.

Asunto resuelto.