DISCLAIMER: Black Clover no me pertenece. Como siempre yo sólo hago uso de sus personajes por mera diversión.

ADVERTENCIA: Futuro Alternativo y muy posible OoC

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CANSADA

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La nueva parte favorita de Noelle luego de un arduo día de trabajo, era poder regresar a casa, ponerse su pijama y dormir en su pecho a su bebé.

Ryuga recién había cumplido siete meses, aún era tan pequeño que le provocaba una gran ternura.

La nueva mamá sonrió besando su frente, despejando aquellos rebeldes cabellos cenizos preguntándose sí también heredaría la estatura de Asta.

Y es que el niño era una mini copia de su padre, salvo por aquellos ojitos de color rosado, heredados de ella.

No pudo evitarlo y lo besó de nuevo. El menor se removió sonriente pegándose más al pecho femenino, disfrutando de aquel calor conocido.

― ¿Noelle? ―

Alzó la vista hacia la puerta viendo a su marido asomarse con una sonrisa de ligera culpabilidad.

― Lo siento, llego tarde… ― Murmuró ingresando a la habitación. ― ¿No crees que duerme mucho? ―

Noelle frunció ligeramente el ceño. ― Es un bebé tonto… eso es obvio ― La mirada de tristeza que le dedicó Asta, le dio la respuesta a la Silva, así que suspiró. ― No te sientas tan mal… cuando empiece a caminar no se despegará de ti ― Le recordó sonriente y él de inmediato la imitó así que con emoción se quitó la playera que traía y se acercó con intenciones de acostarse con ambos.

― ¡Hey! ¡Deberías darte un baño! ― Le reprochó la peli plateada con un susurro para no despertar a Ryuga apartándolo ligeramente de él.

Pero no le hizo caso y ya estaba acostado a su lado acariciando con su nariz el cuerpecito del niño.

― ¡Ush, no tienes remedio! ―

Asta subió la mirada y de un hábil movimiento le besó la mejilla sonrojándola al instante. ― La verdad es que no… ― Le respondió con burla luego de verla cambiar de color.

― Tonto… ―

Él sonrió ampliamente. ― También te amo Noelle ―

Decidieron no discutir más y aprovechar el momento para admirar a su primogénito. Compartían un par de palabras de rato en rato, pero al final volvían a ese silencio cómodo que les daba paz y les recordaba que podían ser un matrimonio normal de vez en cuando.

― Deberías dormir, yo me quedaré con Ryu ― Ofreció Asta luego de casi una hora.

Noelle negó ahora acariciando los cabellos de él. ― Descuida, estoy bien ―

Pasaron al menos diez minutos cuando escuchó los ronquidos de Asta indicando que ya estaba en la tierra de los sueños.

― ¿Y así quiere que te deje a solas con él? ― Le interrogó al menor con diversión a pesar de que obviamente no podía oírla.

Ahogó un bostezo y trató de acomodarse mejor pues sus piernas empezaban a entumírsele, cuando lo hizo un diminuto quejido llamó su atención.

¿A qué hora llegó ahí? ― Pensó, tratando de mirar por encima de su cabeza, encontrando a Liebe en su forma chibi recostado como bolita en su cabello plateado.

Suspiró resignada, pero profundamente feliz. Sonrió enternecida al ver y sentir a las tres figuras usándola como almohada.

Estaba cansada, los primeros meses de Ryuga eran un reto y el trabajo en el Reino no daba tregua; pero por muy cansada que estuviera, sabía que siempre tendría tiempo para esos tres.

― Buenas noches… ― Musitó al vacío.

N/A: Adoro estos flechazos de inspiración. Espero hayan disfrutado de la lectura, tengo varios borradores por ahí, sigo trabajando en ellos para poder traerlos pronto.

¡Saludos enormes!

GEMITHA0208

Marzo 30 del 2021