Capítulos One-Shot Como Entrenar a tu dragón.

Estas van a ser una serie de historias con contenido para +18 basadas en escenas de las películas como de las series, así que la lectura queda bajo su responsabilidad, me tomo la libertad de hacer cambios ligeros de la trama para que se acoplen de mejor manera.

Las escenas +18, no siempre serán tan explicitas y/o tendrán historia.

Capítulo 1, base primera película. Después del vuelo romántico, Hipo y Astrid.

La herida de Astrid.

Justo llegaban de la isla de los dragones.

Astrid – No no, tiene mucho sentido, es como una colmena gigante, son los obreros, ella es la reina y los controla – Baja de Chimuelo – Busquemos a tu padre.

Hipo – Baja de Chimuelo – ¡No.. no, no no!, - detiene a Astrid poniéndose en frente de ella – aún no, van a… matar a Chimuelo no, Astrid, tenemos que pensar bien esto.

Astrid – Hipo, acabamos de descubrir el nido de los dragones, lo que los vikingos buscamos desde que llegamos aquí, y ¿quieres guardar el secreto? ¿¡ah, para proteger a tu dragón mascota, es en serio¡?

Hipo – Que en ese momento le estaba dando la espalda a Astrid, se voltea con una mirada seria - ¡si!..

Astrid tenia una mirada furiosa, pero al escuchar la palabra del chico, rápidamente cambio a sorpresa, a lo que Hipo solo atino a dejar de mirarla y dar una ligera vuelta mientras veía hacia el piso.

Astrid – Esta bien… y ¿Qué hacemos?

Hipo – solo.. dame hasta mañana, pensare en una solución.

Astrid – Esta bien… - ve de reojo al chico y le da un golpe en el brazo, Hipo solo se queja y voltea a ver a Chimuelo. – Esto es por raptarme… - le da un pequeño y corto beso en la mejilla, - Y esto.. por todo lo demás.

Prácticamente sin mirarlo, se dio vuelta y comenzó a caminar, estaba a punto de empezar a correr y volteo rápidamente, para encontrarse a Hipo corriendo hacia ella..

Hipo – se quedó sorprendido y sonrojado por el beso que le había dado Astrid, era su sueño desde hace mucho tiempo, y al ver como se empezaba a alejar, sin pensarlo dos veces, decidió correr hacia ella, justo ella volteaba, por lo que la agarró del brazo y la abrazo – Gracias...

Astrid – al sentir como era abrazada por el castaño, quedo sorprendida pero rápidamente era cambiado por un impulso de querer volver a golpearlo más fuerte por tal atrevimiento. sin embargo, ese sentimiento se fue por completo al escuchar esa palabra: "gracias", se preguntó; como era posible que después de tanto, el siguiera siendo una persona tan noble y agradecido, recordando las veces en las que noto, como el se le quedaba viendo y que nunca le había tomado importancia. Tan pronto comprendió le devolvió el abrazo.

Chimuelo al ver esa escena, quiso hacer los mismo, dejo de tomar agua y rápidamente salió corriendo hacia ellos, que al estar distraídos y con la guardia baja, solo sintieron como los empujaban terminando los tres en el suelo, Chimuelo estaba encima de los dos, Hipo termino en medio de ese abrazo, quedando arriba de Astrid.

Hipo - ¡Chimuelo! ¡cof! – El golpe lo sintió muy fuerte, lo recibió desde la espalda, pero la caída la sintió suave, hasta que capto donde había caído.

Astrid - ¡ahhh! – Solo sitio el golpe desde el frente y como se iba hacia atrás, al tocar el suelo, sintió el gran peso que tenía encima, para que inmediatamente sintiera como algo le hacia una cortada en el costado izquierdo de su espalda, lo único que hizo fue una mueca del dolor, ya que no pudo hacer ningún ruido por la falta de aire.

Después de la travesura de chimuelo, simplemente se levantó y siguió con lo suyo, mientras que los dos jóvenes estaban el suelo.

Hipo – rápidamente se levanta – Lo siento mucho Astrid, no fue mi intención – Se percato de algo raro en Astrid, por su cara y porque no le prestó atención a la ayuda que le había dado, vio a un lado y noto un poco de sangre en la prenda de ella, por lo que preocupo y se acercó más a ayudarla.

Astrid – No noto el gesto del castaño, después de unos pocos segundos, vio a Hipo a un lado de ella, viendo el área donde había sentido esa punzada – Creo que algo me corto – Trato de ver el área y vio un poco de sangre.

Astrid acepto la ayuda de Hipo para poder levantarse.

Hipo – Ven te ayudo, tenemos que ir con Gothi para que te limpie y te ponga un ungüento – trato de seguir ayudando a Astrid.

Astrid – Solo asintió con la cabeza y siendo ella, no dejo que Hipo la siguiera ayudando.

Ambos se encaminaron hacia la aldea para ir a ver a Gothi, aunque siendo ya noche, esperaban que los atendiera, dejaron a Chimuelo en la cala.

Ambos llegaron a con Gothi, quien a pesar de la alta hora los atendió, ya que no le podía negar la ayuda al mejor recluta, pero se percato que la ayuda no la necesitaba el, sino la rubia que venia con él.

Los hizo pasar y sentó a Astrid para poder revisarla, después de ver a simple vista se dio la vuelta, agarro su bastón y empezó a escribir.

Hipo – dice… que por lo que ve… no se ve grabe… pero… necesita ver bien… el corte… y necesita… descubrir el área… - Se sonrojo un poco al imaginar a Astrid con su blusa levantada – Bueno… yo las dejo para… eso – se dio la vuelta y se dirigió a la salida.

Astrid = ¡Espera! n..no te vayas, por favor – su rostro se torno de un color rojizo, por lo que acababa de decir; ¿¡Por qué le dije eso!? ¡ay no! Ahora el pensara que soy débil y… trago saliva; y vera mi… cuerpo… al pensar eso, todavía se puso mas roja de lo que ya estaba.

Hipo = E...está bien, no me iré – eso se le hizo algo tierno, pero sobre todo de gran confianza, por pedirle que se quedara con ella.

Gothi al escuchar que la rubia estaba de acuerdo en que el chico se quedara, prosiguió con su labor, se volvió a acercar a Astrid y con ayuda de ella, lentamente le empezó a levantar la blusa, dejando la blanca piel de ella a la vista. Haciendo que ambos jóvenes se sonrojaran por la situación.

Hipo – no perdía detalle de la escena que estaba viviendo, su corazón estaba latiendo más rápido y fuerte, no parpadeaba, veía cada centímetro de piel que podía, hasta se le salió – ¡Wow! – casi susurrando, vio desde la parte baja de su vientre, hasta la parte baja de sus pechos, donde tenia enrollada su blusa; se ve tan linda y tan suave que… - Quisiera tocar… - se le salió decir.

Astrid – se sentía feliz, apenada, era todo muy raro, de prácticamente ser solo compañeros de entrenamiento, a ahora estar expuesta a él. Veía de reojo como Hipo estaba perdido en ella, cuando escucho el "Wow" salir de la boca del castaño, lo que hizo que se le formara una pequeña sonrisa: Mmj, le gustó… ella no le incomodo el comentario, al contrario, la hizo sentir bien con ella misma. No dejaba de ver el rostro de Hipo y vio como el movió los ojos de abajo hacia arriba: ¿Qué estará pensando? ¿O… viendo exactamente? Sera qu… En ese momento se sorprendió por lo que escuchó "Quisiera tocar" su respiración se agito y abrió los ojos; É…él quiere tocarme… Eso la hizo enfurecer; ¡Como se atrevía a decir algo así! ¡quien se cree que es! ¡él es..! es… quien a pesar de como lo he tratado está aquí. Casi cualquier otro vikingo seguro, ya me hubiese tocado, se quedo pensativa, y dejo de prestar atención a su alrededor.

Gothi a pesar de estar haciendo su trabajo, estaba escuchando lo que decía el chico, y el actuar de la chica. Terminando de desinfectar y de limpiar la herida, prosiguió a buscar el ungüento que necesitaba, percatándose de que ya se le había acabado, solo tenía muy poco, y se le ocurrió intentar ayudar a Hipo, agarro su bastón y le dio un golpe en la cabeza, sacándolo de su transe.

Hipo – estaba navegando en sus pensamientos cuando un doloroso golpe le hundió el barco - ¿Por qué siempre tiene que pegar? – sobándose, vio que Gothi empezaba a escribir – Ya… se acabo el ungüento… tengo que ir por… ingredientes… ¿puedes ponerle… esto que sobra… en lo que regreso…? – Hipo volvió a ponerse nervioso - ¿E..estás de acuerdo Astrid?

Astrid – estaba tan perdida en sus pensamientos que lo único que escucho fue; "¿Estás de acuerdo Astrid?" A lo que, sin pensar, asintió.

Gothi al escuchar la respuesta y ver que Hipo no tenia problema en hacerlo, se fue, dejando los solos. Él se acercó a la herida y vio que estaba un poco grande.

Hipo – Tomo el ungüento y con la mano derecha agarro lo poco que había, y de manera temblorosa, hizo contacto en la herida.

Astrid – al sentir el toque del ungüento viscoso, volteo a ver, y se topó con Hipo aplicándole el ungüento, pero como acababa de salir de su mar de pensamientos… – ¡Hipo! ¡¿Qué haces!? ¡Yo que pensé que eras diferente! – Aunque fuera difícil de creer, sus ojos se empezaron a cristalizar; Él me toco, tan pronto se fue Gothi, sin pensarlo, lo empujo.

Hipo – El grito de ella hizo que retrocediera un poco, pero no entendía que pasaba, solo escucho lo que dijo; A que se referirá con "Pensé que eras distinto" y tan pronto dejo de hablar, fue empujado y callo sentado golpeándose con una mesa que había. – ¡Astrid espera! ¿Qué fue lo que hice? – comento conservando la calma.

Astrid - ¿¡Qué qué hiciste!? ¡Me estabas tocando!

Hipo - ¡No! Yo solo te estaba poniendo el ungüento como dijo Gothi – Dijo asustado. – ¡Mira ahí en el suelo!, ella lo escribió.

Astrid – No le creía hasta que miro al suelo y vio exactamente lo que dijo Hipo y por qué no estaba Gothi, – Y… ¿Por qué no me pediste permiso? – esto ya lo dijo de una manera mas tranquila, porque se había percatado del error y la confusión, pero aun así no estaban todas sus dudas claras.

Hipo – Pe..pero si te pregunte, te pregunte que si estabas de acuerdo y t…tu dijiste que s..si – seguía asustado por lo que acababa de pasar y lo que menos quería era que ella se enojara con él.

Astrid – recordó en ese momento; recuerdo que… si me dijo, pero no escuche lo que dijo, vio la mano de él y tenía el ungüento, rápidamente se llevó las manos a la boca y se acercó a Hipo para ayudar a levantarlo, pero noto como Hipo le tuvo miedo, esa reacción hizo doler a Astrid, pero insistió.

Hipo al comprendió la confusión y acepto la ayuda, se levantó ambos quedaron parados, solo que Astrid todavía tenia la playera levantada. Hipo le indico que se volviera a sentar.

Hipo – un poco desanimado – Creo que mejor me salgo y espero a Gothi para que te aplique el ungüento – estaba a punto de encaminarse a la salida.

Astrid – en esta Ocasio fue ella quien lo detuvo, tomándolo de la mano - ¡No!, yo lo siento, fue mi culpa estaba distraída y no te escuche, por favor, quédate, y…; No puedo creer lo que le voy a decir. Y si todavía quieres… puedes ponerme el ungüento. – Tan pronto salió esa oración de su boca, retiro la mirada, la bajo y se sonrojo. – Digo, solo si quieres…

Hipo – se puso a lado de ella – Si quiero, y bueno fue algo que dijo Gothi. – Reanudo con la labor encargada y empezó a esparcir el ungüento en la herida.

Astrid – Sintió el suave tacto que hacía Hipo en su herida; Realmente es atento y gentil… creo que debería compensarlo… pero… esta vez no será con un beso. Tomo la mano de Hipo, la sostuvo un rato y de manera tímida le coloco la mano extendida en su estómago. – Esto es por… todo lo que has hecho por mí… y por perdonarme como te he tratado. – Claramente se encontraba sonrojada, y podía sentir la mano áspera del castaño posarse y adaptarse a ella; Se nota que llevaba tiempo en la fragua.

Hipo – mientras estaba distraído poniéndole el ungüento, un gesto llamo su atención, sintió su mano sostenida por la de Astrid, ya había terminado de aplicar el ungüento y se quedó viendo como sostenía su mano; ¿En que estará pensando?, Cuando vio como llevaba su mano hacia su estómago, solamente pudo abrir los ojos, sonrojarse y que se le acelerara nuevamente la respiración; E..ella puso mi ma…no..o en su vientre… puedo sentir su forma, su ombligo, es increíblemente suave. Estaba fascinado con esa sensación, y todo mejoro cuando "Esto es por… todo lo que has hecho por mí… y por perdonarme como te he tratado"; Se esta disculpando conmigo, nunca creí poder vivir esto. Hipo siendo Hipo, por mucho que le gustara tener ahí la mano, por respeto, ya la iba a quitar.

Astrid – se dio cuenta que Hipo estaba por quitar la mano. – Puedes dejar tu mano, no me molesta, creo que hasta me gusta la sensación. – nadie había conocido ese lado de ella, esta era la primera vez que se sentía cómoda mostrándose como era realmente, y era la primera vez que un chico la tocaba.

Gothi regreso justo en ese momento, tan pronto entro, vio que su idea tuvo éxito… de cierta forma, tan pronto los chicos se percataron de la presencia de la anciana, Hipo rápidamente retiro su mano y Astrid actuó como si nada, se acerco a ver como se veía la herida, dio un vistazo rápido y empezó a escribir.

Hipo – Todo se ve bien… le faltan… cinco minutos para que… se seque y… pueda bajar su… blusa, hare el… resto del ungüento… se tiene que poner… en la mañana y en la… noche, durante cuatro días… dejara… una cicatriz apenas… visible.

Empezó a preparar lo que faltaba y a esperar para que se pudieran ir.

Hipo – se sentó a lado de Astrid y de manera tímida le susurro al odio – ¿Pu…pu..edo volver a hacerlo? – mirando hacia el suelo.

Astrid – le pareció tierna y graciosa la reacción del castaño – Mmm, solo por esta vez.

Hipo – propiamente acerco su mano, y en lugar de solo posarla, le dio unas caricias suaves, cerca de su ombligo. – Eres muy suave. – solo recibió una risita nerviosa; Vaya, de verdad es muy suave su piel, se ve muy linda… y sus pechos… - De pronto, se quedó congelado viendo los pechos de la chica, que asta ese momento no se había percatado de lo cerca estaba de que se le viera su brasier o vendas.

Astrid – solo veía la mano del castaño pasearse por su vientre, cuando quiso ver su cara, se dio cuenta que no veía precisamente su vientre, si no sus pechos, eso la apenó mucho, nunca se imagino que aquel inocente, podía interesarle algo así, ya el sonrojo entre ellos parecía algo común, - A ellas todavía no las veras, pero si me corto cerca de ahí, tú serás el único que podrá estar – al terminar de decirle, le dio un beso en la mejilla, y lo abrazo, sintiendo sus pechos presionarse contra el.

Hipo – actuó rápido al ser descubierto. – No no, yo no te estaba viendo tus… eso, ¡ay! Per… - cuando recibió ese segundo beso de la chica Hofferson, y el abrazo sorpresa, sin pensarlo, lo correspondió pero esta vez, prestando atención a la sensación de los pechos de la chica y como los sentía presionarse contra el.

Terminaron los cinco minutos y Gothi le dio a Astrid el ungüento, le agradecieron y ambos se fueron, camino a sus casas, ya que de por si era tarde, ambos juntos, pero sin decir ninguna palabra de lo que había ocurrido, llegaron a un punto donde se separaban sus caminos, y lo único que hicieron fue despedirse con un simple adiós.

Fin.