Los personajes de Shingeki no Kyojin son de Hajime Isayama.

Advertencias: Universo alterno, basado en la imagen de portada.

push-up

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Levi no es el tipo de hombre que lo primero en que se fije era en que tan grandes tiene los pechos una mujer, su mujer, pero esa noche de fiesta los de Mikasa lucían más grandes y redondeados. Sobresalían, se realzaban, exaltaban, ¿cuándo demonios le habían crecido tanto? Si él ya conocía más que bien a su novia desnuda.

Tenían pocas semanas que se habían ido a vivir juntos a su departamento. Después de cinco años de relación, pensaron que era el momento adecuado para empezar a adaptarse el uno al otro, a sus manías, si es que querían continuar con lo que tenían.

Por eso, Levi estaba seguro de que ese par de melones no era a lo que estaba acostumbrado a ver y tocar.

No sabía mucho de ropa interior femenina, pero la convivencia le había forzado a saber que Mikasa usaba del tipo bralette y brassier o como mierda se llamara cada relajosa prenda. Mikasa, se había enterado, normalmente no solía portarlos cuando permanecía todo el día en casa. En sus días de descanso del trabajo, decía que eran molestos y la varilla molestaba. Durante estos momentos sus adorables senos se pavoneaban libres dentro de sus blusitas y blusones de pijamas, notando también las puntas de sus alegres pezones sonrosados.

En otras ocasiones, cuando regresaba tarde de trabajar, lo primero que hacía Mikasa era inmediatamente retirarlo para mayor comodidad. Su novia era copa C y llenaba el considerable sujetador bastante bien; sin embargo, podía notar los pechos colgar de manera natural lo trajera puesto o no, pues estos eran bastante firmes y esponjosos.

Mas esta ocasión difería de las anteriores.

Mikasa formalmente vestida, usaba una camisa blanca con el último botón casi al cuello abotonado, y aún así podía vislumbrarse un minúsculo escote hasta arriba, esa jodida raya traicionera que dividía sus montes. Curioso.

Levi tampoco era un pervertido acosador, pero debía admitir que no podía dejar de mirar esas semejantes cimas que parecían haber aumentado de tamaño considerablemente de un día para otro, se le antojaba tocarlos, palparlos, hundir su rostro en ellos; peor aún, sus ansías empeoraban cuando Mikasa ajustaba o cruzaba sus brazos a los lados, estos se apretaban resaltando y casi botando aún más.

«Mierda, cálmate, Levi junior.»

Trataba de mantener una incipiente erección a raya, con su mano disimuladamente acomodaba su entrepierna cada tanto.

Solo imaginar esos firmes senos de Mikasa era suficiente para ya levantarlo. Y era sorprendente, ninguna de sus novias anteriores había logrado incitarlo de tal manera en el pasado. Era una hazaña, sin duda.

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Esa tarde en específico, Levi y Mikasa habían ido juntos a realizar varias compras. No era día libre como tal, sino que aprovechaban los fines de semana para abastecer la despensa, visitar amigos o familiares, y realizar otros mandados pendientes. Mikasa vestía una blusa sencilla, color crema, lo cual hacía sus pechos caer naturalmente, sin ninguna clase de escote —por supuesto que usaba sostén—, con lo cual no era posible vislumbrar ninguna separación de los senos redondos, tan sólo su forma.

Entonces, Levi se preguntaba, ¿cual era el secreto de aquélla noche? ¿Acaso la mocosa atrevida se había puesto relleno? ¿Por qué? Se sintió un poco receloso.

Apenas entrando al departamento, la azabache soltó un suspiro-quejido mientras colocaba algunas bolsas sobre el mesón de la diminuta cocina, y Levi otras tantas en el suelo y sillas altas.

—Al fin en casa, odio esto —protestó al tiempo que se estiraba y posteriormente cruzar sus brazos detrás de sus espalda, y como ya lo esperaba Levi, desabrochaba su sujetador, mas no lo retiró al completo—. Ojalá pudiera quitarme el chichero...

Murmuró bajito siendo apenas escuchada por su novio quien continuaba ordenando bolsas y paquetes.

—¿Y por qué no hacerlo? Siempre lo haces, tsk.

—Ah, ¿no te conté? Hisu vendrá hoy porque quiere que le ayude a grabar algunas tomas como extra...

—¿Esa rubita no tiene suficiente con que le ayudes a editar? ¿Ahora también tienes que hacer el ridículo con ella en sus videos de mierda?

Historia era una de las mejores amigas de Mikasa. La pequeña y hermosa rubia se había vuelto una figura pública muy popular desde años de universidad, una "YouTuber" como se le conoce en la actualidad, había crecido tanto su canal en dicha plataforma que ella sola no podía con el trabajo creativo, publicidad, y edición, así que prontamente solicitó ayuda de Mikasa en esto último, quien poseía conocimientos en informática. Historia además de poseer su propio equipo de producción y manager tenía a su amiga de editora.

—Es trabajo Levi, y dinero extra. Además, para eso estudié —el más bajo solo refunfuñó, pero no refutó nada, pues sabía que ella tenía razón y lo respetaba—, ¿puedes encargarte de guardar la despensa por esta vez? Tengo que ir a arreglarme, Hisu llegará en veinte minutos al parecer.

Otro gruñido por parte de Levi, y Mikasa desapareció por la puerta de su habitación compartida.

Siguió refunfuñando mientras ordenaba las alacenas, metía y acomodaba los comestibles y bebestibles fríos al refrigerador, apilaba latas, y chequeaba caducidades para dejar las más próximas enfrente y las más lejanas hasta atrás. Tenían hasta comida de más, se percató Levi, pero se les había hecho tanta costumbre lo de surtirse una vez a la semana, quizá se debería al trabajo que a veces no les permitía preparar comida casera, y a las modernas aplicaciones que facilitaban el pedido de comida rápida al alcance de tu dedo. Deberían considerar arreglar ese aspecto de su vida, pues era un desperdicio de comida y dinero.

Al poco rato casi todo estuvo en su lugar, Levi dobló y resguardó los bolsos ecológicos en su cajón especial de bolsos. Solo faltaban los productos de limpieza, su adorada labor especial y única, pero entonces, cuando estaba apunto de dirigirse a su armario de suministros, una Mikasa bastante despampanante llamó descaradamente su atención.

¡Otra vez esos melones hacían acto de presencia en el frente de su novia! ¡Severas lolas se cargaba, fascinantes tetas, tremendas glándulas mamarias! «Basta, concéntrate Levi, joder.» ¿Se había operado en un dos por tres o que?

«Honestamente, llegar a esa conclusión es muy estúpido de tu parte.»

—¡Mikasa! —imprecó muy seriamente Levi, esta vez decidido a enfrentarla.

—¿Qué pasa? —Mikasa distraídamente hizo un movimiento de ajustar un pecho dentro de la copa.

El mordió su labio inferior ante el sensual acto. Se le había antojado...

Y es que su mocosa lucía despampanante con aquel vestido rojo y profundo escote en uve, dejando al aire casi la mitad de sus enormes tetas, las cuales él no podía dejar de mirar, sus ojos parecían imantados hacia abajo y esto Mikasa pareció notarlo.

—¿te... operaste? —estaba ido, y se repetía que la sola idea era estúpida, pero él para expresarse también lo era. Necesitaba urgentemente una explicación.

—¿Qué...?

—Que si te operaste las tetas mocosa —se cruzó de brazos—, y no me lo dijiste.

Lucia enfadado. Mikasa se descolocó por un instante ante repentina pregunta sinsentido, ¿cómo carajos se iba operar ella sin avisarle? ¿A que se refería Levi? Una operación era cosa seria, y necesitaba de cuidados post operatorios, obviamente debía enterarse hasta su familia.

—Levi, ¿de que hablas? ¿De dónde sacas esa tontería?

—Pues veras... esto —el azabache abrió sus palmas lo más que pudo he hizo un ademán de dar ligeros apretones a sus pechos—, no es a lo que estoy acostumbrado Mikasa, ¿que te hiciste?

La azabache parpadeó varias veces, como procesando a lo que Levi se refería... hasta que se le prendió el foco. Miró en dirección a sus senos. Su nuevo sujetador...

—Oh.

Ni siquiera pudo enojarse con su novio, le daba más risa y pena ajena. Pobrecito Levi.

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Mikasa llevó a Levi a su habitación, fue hasta su cajonera de ropa interior y sacó un sostén de tamaño considerable.

—Esto —empezó, tomando la copa y mostrándola abultada por dentro—, se le conoce como push-up, y se utiliza para levantar los pechos, Levi. No es que me haya operado, idiota, ¿cómo podría con lo costosas que resultan esas operaciones?

Levi no se lo podía creer, miraba la prenda boquiabierto, con ojos brillantes, como un niño pequeño descubriendo un juguete nuevo, así que ese era el secreto... entonces su novia si estaba usando una clase de relleno, ¿eh?

—¿por qué usas esto? —se preocupó un tanto después de un rato de sopesarlo—, tus pechos normales están bien, me gustan.

Se acercó hasta la cama donde Mikasa se había sentado hace segundos, colocando su mano con suavidad sobre la de ella y hundió su rostro entre sus montes.

—Tontito, los compré porque los vi en rebaja el otro día —rio dulcemente, acariciando suavemente los vellos de la nuca rasposa a causa de su corte—. No es nada en especial o porque me sienta insegura... ademas, están bonitos, y lucen bien, mis pechos no habían lucido mejor.

Levi gruñó clavándose aún más entre sus senos, al respirar provocaba choques de gotitas de saliva a su calurosa piel, causándole cosquillas en el esternón, y unas cuantas carcajadas más ante la agitación.

—Jajaja Levi basta, me haces cosquillas.

—Tsk, no sabía que existieran.

—Je, yo tampoco...hasta que me los recomendó Hisu.

—Maldita rubia payasa.

—Oye.

—Mikasa —Levi enserió su tono de voz, viéndola ahora profundamente a los ojos—, no los uses más... no con esta clase de escote... nadie... puede ver lo que es mío.

¿Mikasa estaba soñando o las mejillas de Levi se estaban sonrojado? Podía sonar rudo, autoritario, posesivo; pero no, Mikasa estaba segura de que Levi estaba más que avergonzado y no sabía cómo expresarse.

Y aún si su porte fuese de posesividad primitiva, a Mikasa le encantaba que él de pronto fuera de ese modo con ella, ese aspecto "rudo" de su hombre... la excitaba.

—Jajajaja.

—¿Qué es tan gracioso?

—¿Estás celoso, enano? —inquirió con una ceja alzada.

—Tch, por supuesto que no.

—¡Lo estás! —chilló divertida.

—¡Que no! —refunfuñó.

—¡Si!

—¡No!

—¡Admítelo y te dejare hacerme brbrbr toda la noche! —dijo soltando una sonrisa traviesa y empleando un tono más sugerente, atrevido, fiero, y que a su novio le pareció supremamente sensual, como un ronroneo.

Silencio.

—Lo pensaré.

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N/A: inspirado por la imagen de portada. Dios, Mikasa, cariño, estás bien buena. Que bien come Levi.

Agradecimientos a Russ bb que me ayudó revisando la primera parte, y Val a elegir el summary

Gracias por leer.