Los personajes no me pertenecen sino a SNK playmore.

Consejo de Amor

Si me toca escoger entre volverte a ver o aceptar que te fuiste

Yo prefiero fingir que por ti estoy feliz aunque no me escogiste

Si me toca romper todo mi corazón para atarte a mi vida

Ya tendré que entender que en las guerras de amor siempre hay balas perdidas

Desde el apartamento de Kyo se escuchaban como una fuerte tormenta se había desatado esa noche. Kusanagi recostado sobre el sillón de la sala cambiaba los canales al azar, al parecer no había nada interesante que ver.

- ¿Nada bueno que ver? - Pregunto Benimaru, mientras se recargaba en otro sillon –¿Pensando en Yuki? - sonrío con malicia.

- No. - Respondió Kyo sin siquiera mirarlo - ... en verdad no ...- Musitó finalmente, debe ser sincero - ... Ya no pienso en ella.

- No me digas Kusanagi ¿Ya no la amas? - cuestionó Benimaru preocupado– ¿No será una preciosa niña psíquica? Parece ser que la mojigata de Yuki se va a quedar vestida y alborotada ¿No?

- No hables así de Yuki ...

- Lo siento amigo, pero es obvio el mínimo interés que tienes por ella y aún así ¿Piensas casarte con ella?

Kyo suspiro pasando una mano por su cabeza, ya no quería ese matrimonio. Pero como decircelos a sus padres que planeado este momento toda su vida.

Mientras que en un Café de la ciudad de Osaka no estaba muy concurrido esa noche, quizás era debido a la fuerte tormenta que se había desatado fuera.

Hinako bebía al lado de la psíquica hacia tiempo que no lo hacían y era por la celebración que ambas habían terminado la universidad, o eso creía la rubia.

- Amiga, hay algunos movimientos de peleas que quiero mostrarte. - hablo Hinako a lo que su compañera asintió.

–Sabes que Kyo va a casarse dentro de un mes con Yuki - contesto la psíquica, esa conversación estaba fuera de lugar.

- Todo el mundo lo sabe Athena, debes olvidarte de Kyo Kusanagi de una vez. - le aconsejo su amiga. - Hay muchos hombres que estarían gustosos de ser tu novio ..

-¡No! ¡Yo quiero a Kyo! - exclamó Athena y unas chispas electricas saltaron de ella asustando a algunos clientes.

- Ok, creo que ya has bebido demasiado, vamos te llevaré a tu casa. - se levantó para ayudarla a levantarse a lo que Athena se resistió.

–No es necesario, me voy en taxi. - se levantó y fue hacia la salida

- ¡Athena! - llamo Hinako comenzando a preocuparse pero ella sin mirarla salió siquiera del lugar.

No me obliga a disimular que quizá no te vi si te veo

Porque sabes que lo prometí, aunque si yo fuera tú, no me creo

Si me toca borrar cada marca que a ti te dejaron sus besos

Yo prefiero escribirles encima con los que faltan de los nuestros

Casi al instante sus púrpuras mechones comenzaban a escurrir cristalinas gotas de lluvia.

- Ni un taxi, ni tampoco deja de llover- murmuró la psíquica alzando la vista al cielo oscuro - Ya estoy harta de fingir Kyo-san ya es hora de que sepas la verdad, me duele sentir este sentimiento, debo decírtelo aunque eso me cueste tu amistad, y el hecho de que ya no querrás verme.

Kyo ya había apagado el televisor, ya su amigo se había ido y fue hacia la ventana del balcón para cerrar las cortinas cuando vio una persona conocida al frente de la calle del edificio donde el vivía, era ..? Vio como se tomó de la cabeza y tambaleándose se cayó al suelo.

- ¡Athena! -Exclamo Kyo, sin poder contener su sorpresa al verla después de tanto tiempo.

Salió corriendo. Y casi al instante ya estaba al lado de una inconsciente psíquica La tomo entre sus brazos y la llevo a su apartamento.

Pude haber sido yo la que tiene tu corazón guardado

Pero alguien sin piedad me lo robó

Cuando por fin pensé haberlo atrapado

Fue que se escapo

Pude haber sido yo la que a tu lado siempre se despierte

Pero el futuro nunca nos llegó

Me prometí que nunca iba a perderte y no sé que pasó

Pude haber sido yo

Si tú tan sólo me hubieras pedido un consejo de amor, oh

Si tú tan sólo me hubieras pedido un consejo de amor, oh

Kyo la recostó en el sofá mas cercano que encontró, al abrir la puerta. Estaba temblando, ¿por qué ?. Puso su mano sobre su frente, estaba ardiendo en fiebre, quizás por estar, quien sabe cuantas horas bajo la lluvia.

- ¿Por qué no me quieres ?. - le pregunto ella con lágrimas en los ojos, Kyo cerró sus ojos, sabía que ella estaba ebria, su aliento olía a alcohol.

- Ah, que haré contigo niña ¿Que te hubiera pasado si yo no te veía? - le reclamo ella solo temblaba como si tuviera frío.

Comenzó a desabrochar la blusa roja que traía puesto, sus manos temblaban, la piel de Athena era tan suave y tersa bajo sus húmedas prendas, sus pechos .. eran lo más firmes y lindos que había visto, aún con sostén puesto,

Kyo mordió sus labios reprimiendo las sensaciones que comenzaba a sentir sobre su mejor amiga, sacudió su cabeza tratando de controlarrse, para después dejarla solo con su ropa interior negra, las prendas estaban escurriendo tanta agua, que tuvo que dejarlas en la lavadora.

Al volver su corazón se detuvo la imagen de ella sobre su cama fue algo tan bello, Athena en verdad era una mujer muy hermosa, si tan solo la hubiera conocido antes que ..

Admitía que hubo momentos en que había deseado tenerla así. Su mente lo reprimía, pero siempre lo había deseado. Y ahora ella estaba ahí, no era muy tonto para ver el amor que ella tenía por el iba más allá que la simple amistad.

Kyo tomo entre sus manos temblorosas el rostro de la chica hundiendo sus labios en su entreabierta boca. De una forma suave y tierna a lo que la joven aún dormida sonrió.

- Te amo Kyo. - susurró ella.

- Perder

Si me toca esperarte, lo haré y no desvaneceré con las horas (no desvaneceré)

Y aunque llegue alguien más si no te pueda hablar, es igual que estar sola

Sé que me cuesta ver que al final voy a ser yo quien termine herida

Pero debo entender que en las guerras de amor siempre hay balas perdidas

El sol apenas había comenzado a salir, pero la escasa luz que entraba a través de la ventana la segaba Pero después de unos instantes sus ojos ya se ha acostumbrado a la luz del día.

- Ahhh me duele la cabeza. - dijo la chica pasando una mano sobre su frente y miro a su alrededor, no estaba en su casa sino ...

- Al fin despiertas. - dijo al tiempo el castaño ingresando a la habitación con una bandeja de desayuno. Athena estaba de una pieza, y se dió cuenta que estaba en paños menores y en la cama de su mejor amigo, no sabía si reír o llorar de la emoción pero por el momento estaba en total sorpresa.

–Ho- hola Kyo-san. - tartamudeo viendo cómo dejaba la bandeja sobre la mesa de noche.

- Tu ropa esta limpia y seca.

–Ah, yo no recuerdo ¿Que sucedió ayer?

Este se sentó a su lado

- Te encontré en la acera inconsciente en medio de una tormenta, te traje aquí y tuve que quitarte la ropa, lo siento estaba empapada.

–Esta bien, gracias ... ¿Solo eso?

–Estabas delirando de fiebre tuve que darte medicamento. - contesto con una sonrisa. –Dormi en el sofá para no molestarte.

–Oh, gracias yo .. no se que decirte. - volvió a hablar, era obvio que el solo la ayudo comportándose como todo un caballero. - Gracias.

El teléfono de Kyo comenzó un sonar. Ambos cruzaron miradas.

–Lo siento es Yuki. - dijo al tiempo de contestar e ir a la cocina.

Athena no podía más, sabía que el se casaría con Yuki y eso no iba a cambiar ¿Para que seguir torturandose?

Corrió al baño a cambiarse y salió del departamento cuando el castaño termino de hablar ella no se encontró bajo su mirada, lo incómodo que era para ella la situación.

Pude haber sido yo la que tiene tu corazón guardado

Pero alguien sin piedad me lo robó

Cuando por fin pensé haberlo atrapado

Fue que se escapo

Pude haber sido yo la que a tu lado siempre se despierte

Pero el futuro nunca nos llegó

Me prometí que nunca iba a perderte y no sé que pasó

Pude haber sido yo

Si tú tan sólo me hubieras pedido un consejo de amor, oh

Si tú tan sólo me hubieras pedido un consejo de amor, oh

Continuará ...