Avisos y aclaraciones

Nada de esto me pertenece; todos los personajes, lugares, mundos y universos son propiedad de Marvel, J.K. Rowling y sus respectivas compañías productoras. Solo la trama es producto de mi cabeza.

P.d. Hay varios personajes de Harry Potter que aparecen en la historia, sin embargo, no en todos es mencionado su nombre explícitamente pero si se describen así que aquellos que han leído los libros (séptimo libro) o visto las películas (séptima película parte dos) probablemente si los reconozcan.

¡Espero que puedas descubrir quienes son!

Si lo haces, por favor avísame a quienes encontraste o si de plano no identificaste a ninguno para saber si no la eh liado mucho.

NO SE TRATA DE LA SANGRE

¡Maldición!

Volvió a recriminarse por enésima vez desde que había comenzado la batalla, a la vez que se inclinaba a su izquierda para evitar que el hechizo le diera de lleno.

¡Perfecto! ¡Ahora sí que la armaste grande!

Loki no sabía cómo es que era posible que sus planes para someter al mundo siempre terminaban fracasando por culpa de aquel grupillo que se hacía llamas los vengadores, y ahora que necesitaba que sus planes fracasaras estaba sucediendo exactamente lo contrario.

"¡Cuidado!"

El grito a sus espaldas le alerto e inmediatamente giro sobre sus talones para presenciar en primera fila como otro cuerpo caía sin vida para unirse al montón de cadáveres que decoraban el suelo de aquel patio e interiores de Hogwarts.

Su túnica negra, desgastada y harapienta solo le decían a qué bando había pertenecido aquel hombre, al mismo bando al que él había pertenecido al principio de toda esa masacre, al lado oscuro... Al lado de Lord Voldemort.

Sin detenerse por aquel desgraciado cuerpo. Se enfoco en el ser que se había encargado de acabar con su vida.

Una joven de no más de diecisiete años, cabello castaño y esponjoso, le miro con un rostro indescifrable.

El dios claramente podía ver el mar de emociones que inundaban su rostro: miedo, angustia, rabia, determinación, culpa...

Ella no debería estar aquí, era una niña en un lugar de muerte.

"¡Hermione!"

Supuso que aquel era el nombre de la chica, puesto que inmediatamente y como salida de un trance, dio media vuelta y se unió a un par de chicos tras de ella, quienes al ver que regresaba a ellos continuaron su camino en dirección a lo que parecía ser el lago.

Pobres chicos…

De haber sabido lo que pasaría no hubiera intervenido en esto…

Aun no sabía porque carajo había aceptado la propuesta de Voldemort aquella noche en la taberna; supuso que fue por la frustración que había sentido en aquellos momentos.

¿Y cómo no iba a sentirse así? Su plan de acabar con Nueva York había vuelto a fallar, los vengadores habían logrado conseguir acabar con su "pequeño" ejército de robots y todavía para acabarla hasta él había salido lastimado; y estaba más que seguro que cualquiera con tres costillas fracturadas, un hombro y una rodilla dislocadas, y luego de varios tragos no pensaba como debería de pensar.

Tenía que admitir que al principio había parecido buena idea: apoyar a este mago para hacerse el control del mundo mágico, para luego acabar con lo que esos mortales llamaban muggles sean lo que sea. Aunque su plan no quedaba ahí, desde un principio había pensado en utilizar a ese estúpido ser que se hacía llamar "Señor Tenebroso" y una vez que este hubiera conseguido conquistar la tierra, el simplemente tendría que acabar con él y una vez demostrara su poder en resto se arrodillarían ante el para servirlo.

De que era un buen plan era un buen plan.

Todas las planificaciones y preparativos que había hecho para y con los mortífagos había ido a la perfección, tenía todas las ganar y estaba seguro que así seria.

Que imbécil.

Estaba concentrado en conquistar la tierra que olvido por completo lo que estaba haciendo o peor, no se hizo las preguntas correctas.

Aun no podía alejar de su mente el recuerdo de aquel momento en que se dio cuenta que el objetivo era un colegio, una simple escuela de magia y hechicería para niño y jóvenes...

¡Por los nueve, había niños de once años!

Sin tan solo se hubiera dado cuenta de lo que hacía... Jamás hubiera hecho lo que hizo...

Por primera vez en mucho tiempo la culpa y el remordimiento le estrujaron el corazón.

¡TRAAAZZZ!

El estruendoso estallido hizo que dejara de lado los pensamientos del pasado.

Al volver en sí pudo notar inmediatamente lo que había provocado tal alboroto.

Uno de los muros del castillo empezó a colapsar en cuestión de segundos, pedazos de roca salían volando en todas direcciones sin piedad alguna por quienes estaban alrededor, matándolos al instante en cuanto eran aplastados; dejando inclusive a algunos irreconocibles.

Abrió los ojos como platos al percatarse de como el hombre lobo de nombre Greyback correteaba a una estudiante de larga cabellera rubia, a través del agujero del muro que se internaba al castillo.

Sin siquiera en detenerse a pensarlo dos veces, se lanzó a correr en busca de ayudarla.

Tubo que agacharse al pasar entre un par de magos que se lanzaban hechizos entre sí; no logro definir de que bando era cada uno debido a la oscuridad de la noche, pero sabía a la perfección que tiraban a matar.

De vez en cuando lanzaba bolas de fuego verde o desviaba los hechizos que se dirigían a él.

Tuvo que saltar en el último tramo del camino debido a los restos del muro, provocando que casi perdiera el equilibrio y callera.

El uso de tanta magia ya le estaba pasando factura.

Estaba agotado.

Tomando una gran bocanada de aire, tratando de recuperar sus fuerzas entro al castillo.

El colegio bien podría a ver sido un bello lugar de no haber estado en esa situación; al parecer el muro por donde había entrado no había sido el único si no que en paralelo había otras paredes colapsadas.

Poco más allá se podía ver lo que parecéis ser un comedor por las mesas, pero ahora solo era un campo de batalla. Había brujas y magos por todos lados peleando por su vida: en la entrada, en los pasillos, en las escaleras e inclusive había una chica con el uniforme de estudiante en duelo con un mortifaga sobre una de las mesas.

Podía ver a lo lejos la figura de Greyback moviéndose como rata entre la gente; si esa bestia llegaba a matarla… dudaba que algún día se lo pudiera perdonar.

Había empezado a correr en su dirección cuando un grito de dolor y sufrimiento acompañado de un llanto inimaginable lo detuvo en seco.

A unos metros de él había un grupo de chicos, dos de ellos eran pelirrojos y se veían más grandes que el resto de los estudiantes, pero no dudo de que pertenecieran a Hogwarts, había otra chica también de cabello morado, lanzando hechizos a diestra y siniestra deteniendo la entrada de los seguidores de Voldemort.

"¡NOOO!"

Volvió a gritar uno de los pelirrojos e inmediatamente se dio vuelta de su motivo.

Al principio no lo había notado, pero con una segunda mirada pudo verlo claramente.

Bajo el montón de rocas, había el cuerpo de un muchacho.

Un muchacho pelirrojo y con un gran parecido del que lloraba mientras este lo abrazaba y sacudía para hacerlo despertar.

Pero ya era tarde.

El chico bajo las rocas… había muerto.

No había ni siquiera la posibilidad de que siguiera con vida; salía sangre de su cabeza mezclándose con la suciedad del suelo a la vez que manchaba su piel blanquecina y fría, sin embargo, no era solo eso lo que determinaba su estado si no por el hecho de la gran piedra que había sobre él, desde su estómago hasta las rodillas. Sin duda alguna ninguno de sus órganos internos podría haberse salvado, lo más probable es que estos se hubieren desecho con el brutal impacto y la muerte llegado en cuestión de segundos.

"¡Rápido, tenemos que irnos!"

Grito la bruja.

Al instante uno de los chicos que era de estructura más fina y delgada con rizos pelirrojos, tomo al que parecía su hermano por la espalda e intento levantarlo y alejarlo del cuerpo, fracasando en el intento.

"¡Vámonos hermano! ¡No podemos quedarnos aquí, nos mataran!"

Loki no pudo evitar recordar a Thor, su hermano.

Como deseaba que estuviese ahí.

Tal vez siempre solía fingir que no le importaba, pero no era así… Para el ellos seguían siendo hermanos...

Quizás no lo fueran de sangre, pero si de espíritu…

Crecieron juntos, jugaron y lucharon juntos… se apoyaron el uno al otro en los momentos difíciles...

No importa todas las veces que pelearan, él lo seguía queriendo como un hermano… Siempre seria su hermano...

¿Dónde estás Thor cuando más te necesito?...

"¡No lo voy a dejar aquí!"

Siguió gritando y aferrándose al cuerpo sin vida.

"¡Ya escuchaste lo que dijo Nifadora, no tenemos mucho tiempo!"

"¡No me iré sin él!"

"¡Por lo que más quieras!¡Por favor hermano!¡Tenemos que irnos!"

El rostro de ambos estaba empapado por completo de las lágrimas mientras gritaban con voz dolorosa, y sin embargo, no eran los únicos con los ojos empañados.

El príncipe de las mentiras luchaba por no derramar ni una sola lagrima. Los sentimientos le golpeaban tan fuerte como hacía muchos años no había sentido. Imágenes de la batalla de Nueva York aparecieron tan rápido como se fueron recordando cuanta gente había muerto por su culpa…

Y esta vez, también había ayudado para que esto sucediera…

Más muertes…

Su culpa...

Sacudió la cabeza en un intento de espantar las lágrimas que amenazaban con salir.

No podía permitirse ser débil.

Hoy no…

Volvió la mirada de vuelta al licántropo.

Apenas y podía verse al final del corredor.

"¡Entiende George, no puedo dejarte aquí!¡No puedo perderte a ti también!¡Ya perdí a nuestra familia una vez, no permitiré que vuelva a suceder!"

Unas cuantas palabras, un par de frases… fueron más que suficientes…

Con una determinación que no sentía, avanzo a grandes zancadas hacia el grupo. Aparto a los pelirrojos del cuerpo de una manera más brusca de lo que hubiera querido.

Tomo la gran roca entre sus manos y haciendo uso de todas sus fuerzas la alzo y la aventó hacia uno de sus costados, volando varios metros antes de caer con un sonido seco.

Libre el cuerpo no había mucho que hacer, así que se agacho y pasando sus brazos lo levanto mientras era observado por varios pares de ojos sorprendidos.

"¿Y bien? ¿Qué están esperando? ¿Qué empiece a nevar?"

Los Weasley se miraron entre ellos estupefactos con lo que acababa de pasar.

"¡Vayan! ¡Yo los cubriré!"

Grito la chica a la vez que acababa de lanzar un hechizo haciendo volar a dos mortifagos a la vez. Y como si hubieran puesto de acuerdo, el dios y los hermanos dieron vuelta y se apresuraron por un corredor que parecía estar despejado.

"¡Aquí!"

Se adelantó George abriendo una puerta que estaba varios metros adelante.

Loki con el cuerpo del gemelo en sus brazos fue el primero en entrar siendo seguido por los hermanos pelirrojos.

El príncipe de las mentiras noto de inmediato que era una especie de armario de artefactos de limpieza, pero mucho más grande de lo normal, y estaba cubierto de polvo como si no hubiera sido usado en mucho tiempo.

No había mucho que fuera de utilidad así que sin más bajo el cuerpo al suelo en el lado más alejado de la puerta.

No tenía tiempo que perder, así que como lo dejo dio media vuelta y salió por donde había llegado. Pudo escuchar claramente como le llamaban y le preguntaban de adonde se dirigía, pero opto mejor por ignorarlos.

Había una niña que estaba siendo perseguida por un horrible hombre o más bien un animal, una bestia, un monstruo...

Como tú...

Una voz dijo en su cabeza.

Sacudió la cabeza ignorando el nudo de su estómago.

Siguió por el corredor donde había visto al licántropo por última vez; hizo que sus piernas se movieran lo más rápido que podían, pero aun así sentía que iba más lento que nunca.

Como se imaginó.

Al llegar al final de corredor no había ningún rastro de la niña aterrorizada ni de Greyback.

Había llegado tarde.

Miro a su alrededor como buscando algo; había escombros por todos lados con alguno que otro cuerpo en extrañas posiciones. Frente a el había un par de grandes escaleras, unas se dirigían hacia arriba y otras hacia abajo.

Un chico paso velozmente a su derecha, corriendo lo más rápido que podía empezando a subir las escaleras.

"¡Hey!"

El joven se detuvo abruptamente ante su llamado.

Extrañamente tenía el cabello parado y un poco ennegrecido como si le hubiera explotado algo, pero a pesar de eso no se veía herido de ninguna forma.

"¿Has visto a Greyback?"

"¿Quién?"

Loki no pudo evitar rodar los ojos. "¡Al hombre lobo, paso por aquí!"

"Quizás fue a las mazmorras" apareció otro chico con apariencia más desaliñada pero lo que más llamaba la atención era la espada que traía con él y que esta estaba manchada de lo que parecía ser sangre "Ahí están encerrados los estudiantes de Slytherin ¿Lo olvidas?"

El chico de cabello chamuscado asintió con la cabeza a la vez que volvía su atención a él.

"¿Y alguno a visto a Luna?" volvió a hablar el de la espada, y acordándose del explico "una chica rubia de cabello largo y piel blanca, como de este tamaño" Dijo haciendo ademanes con la mano que tenía libre.

Oh no... La chica rubia de larga cabellera...

Un nudo como nunca antes había sentido, se le atoro en la garganta y le impedía moverse.

"¿A Luna?"

"¡Si, la amo! ¡Ya es hora de que se lo diga, probablemente amaneceremos muertos mañana!" Contesto mientras empezaba a correr escaleras arriba, y como acordándose de su existencia, el chico de cabello chamuscado señalo las escaleras que descendían.

"¡Las mazmorras están derecho hasta el fondo!"

Rompiendo su burbuja, le asintió con la cabeza mientras retomaba su marcha esperando que no hubiera sido demasiado tarde ya.

Bajo, bajo y bajo hasta llegar al fondo; había un largo corredor alumbrado por antorchas de fuego color verde que le daban un aspecto frio y misterioso.

Al dios le hubiera gustado a ver echado un vistazo a todo ese lugar, pero la idea huyo de su mente al escuchar un fuerte grito proveniente del fondo.

Se precipitó para llegar lo antes posible, doblo hacia la izquierda y casi cae al suelo del impulso que llevaba y detenerse tan de golpe por la imagen que lo recibió.

Se horrorizo...


Harry no sabía qué hacer.

La batalla seguía más dura que nunca y no podían detener a Voldemort.

Ya habían acabado con todos los horocruxes, incluyendo a la serpiente e inclusive hasta él había dejado que lo matara el que no debe ser nombrado.

No sabía que era exactamente, pero una especie de aurea verdosa rodeaba al Señor Tenebroso como un campo de protección impidiendo que le llegara cualquier encantamiento.

Todo hechizo era inútil.

Jamás en su vida se había sentido tan desesperado por lograr algo.

No lo podía negar. Tenía miedo de lo que pasaría si no lograba acabar con él, tenía miedo por sus amigos y compañeros y los que eran como su familia.

Justo después de haber visto las memorias del profesor Snape había ido a buscar a sus amigos para asegurarse de que estuvieran bien, por suerte no estaban heridos y seguían con vida, pero desgraciadamente no con todos era así.

Cuando el llego acababan de llevar los cuerpos de Remus y Nifadora, los habían reunido nuevamente y junto a ellos estaba el cuerpo de Fred.

Jamás podría olvidar ese momento, era tan doloroso el simple hecho de recordarlo.

Ellos murieron para protegerlo, para una buena causa y el simplemente... No podía...

Quizás realmente debió de haber muerto junto con la parte de Voldemort que había en el…

No... Eso no era una opción...

Agudos chillidos le alertaron nuevamente.

Cientos de gigantescas arañas, vástagos de Aragón salieron disparadas hacia el campo de batalla sedientas de sangre.

"¡Araña exhumar!"

Grito Ron a su lado, haciendo volar varios metros al vertebrado más cercano con un haz de luz azulada.

Potter volvió la vista hacia el que no debe ser nombrado.

Allá, al otro lado del atrio se encontraba el Lord, su aspecto de serpiente lo hacía destacar sobre el campo de batalla.

"¡Hermione!"

Un trol de las montañas si dirigía hacia la castaña, blandiendo un pedazo de tronco que usaba como mazo para acabar con sus enemigos.

"¡Petrificus Totalus!"

Alcanzo gritar en el último momento. Inmediatamente el trol se detuvo en seco y empezó a tornase gris como una piedra hasta convertirse totalmente en una.

"¡Oh por Merlín!"

Grito sollozando el Weasley.

Otro arsenal de arácnidos salía de los árboles del bosque, era un grupo mucho más numeroso y de un mayor tamaño.

¡TRACK!

Como si la suerte no estuviera de su lado, la columna sobre sus cabezas empezó a colapsar rompiéndose en pedazos.

Moviéndose lo más rápido que pudo tomo por el brazo a sus dos mejores amigos y los jalo hacia el a la vez que retrocedía, salvándose por poco de ser aplastados por las grandes rocas.

Sintiendo como un llamado, Potter levanto la cabeza encontrándose con la mirada del Señor Tenebroso a unos metros frente a él, como esperando a por él y saboreando la victoria con esa sonrisa macabra que siempre traía consigo.

"¡Ya vienen!"

Grito Ronald sin quitar la mirada del batallón de arácnidos que se acercaban a una velocidad increíble.

"¡Ve Harry! ¡Nosotros te cubrimos!"

Demando la Gryffindor.

Cerrando con fuerza los puños hasta que sus nudillos de volvieron blancos, se levantó del suelo de donde habían caído tras la caída de las estructuras, y con paso decidido tomo su varita haciendo frente a su destino.


"¿Ya casi llegamos?"

Pregunto Tony desde uno de los asientos del quinjet moviendo su pie de manera impaciente.

"¿Quieres dejar de preguntar si ya casi llegamos, Stark?" Le grito Clint desde su posición como piloto.

"Tiene razón, Stark, no deberías molestarle mientras vuela."

Concordó el Capitán sentado frente al hombre de metal, viendo de reojo como Thor seguía caminando de un lado a otro ignorando la cara burlona del millonario.

"Sin embargo," hablo el dios del trueno deteniendo su andar "ya ha pasado mucho tiempo, mis amigos, ya debíamos de haber llegado..."

"Tienes razón, entre más tiempo le demos a favor a Loki, más probabilidades tendrá de dominar al mundo."

Dijo Natasha desde su asiento en la cabina de enfrente.

"Concuerdo con eso," hablo Steve "pero por el momento no podemos hacer más que esperar a llegar a la ubicación."

"Pues buenas noticias equipo" volvió a hablar el arquero "estamos por llegar..." "¡Por fin!"

Salto Stark desde su asiento, reluciendo su roja armadura a la vez que tomaba su casco con las manos. Por su lado Capitán América, ya vestido con su traje azul con rallas blancas se puso el paracaídas y tomo su escudo mientras Thor tomo su martillo.

"¿Qué demonios...?"

Exclamo el agente Barton.

A través de las ventanillas podía verse claramente el lugar, pero lo que veían no tenía sentido, era simplemente un bosque con algunas ruinas de un lugar abandonado. No había ningún rastro de un intento de dominación mundial.


Harry tuvo que sostener con más fuerza su varita para poder mantener el hechizo que salía de ella y que le protegía del hechizo asesino de parte de Voldemort.

El aurea verde que le rodeaba todavía seguía impenetrable lo que le hacía imposible que le alcanzase ningún hechizo.

Si tan solo pudiera destruir ese encantamiento que le protegía...

Podía sentir como un frio que le calaba en los huesos se iba apoderando del lugar, en clara señal de la llegada de los dementores no necesitaba escuchar los lamentos de las víctimas que recibían el beso del dementor.

"¡Ron!"

Escucho gritar a su amiga.

Quiso voltear, pero inmediatamente el maleficio de Voldemort se intensifico como si este supiera lo que quería hacer.


Dolor.

Un insoportable dolor era lo único que Loki podía sentir.

Era como una descarga eléctrica pasando por todos y cada uno de sus huesos.

No entendía cómo es que el estatus de la sangre de estos mortales era suficiente motivo para matar y exterminarse entre ellos.

No entendía cómo es que ahora que se había vuelto del lado "correcto" le pasaba todo esto.

Quizás se lo merecía.

Ayudo a Voldemort después de todo.

Si bien, siempre le gusto causar caos esto era totalmente diferente. Esto era insoportable, una aberración, un acto totalmente impuro y monstruoso... Y jamás había estado tan arrepentido en toda su vida.

Otra potente ráfaga de electricidad lo invadió de lleno impidiendo que pudiera evitar gritar desde lo profundo de sus pulmones.

El metal de su armadura no le ayudaba para nada pues solo hacía que los toques se intensificarán con mayor rapidez y que tuvieran mayor duración.

Pese a que su vista estaba nublada por el dolor aun podía escuchar como el resto de los presentes le gritaban y se burlaban de él.

Al menos por fortuna había logrado salvar a unos cuantos chicos.

¿Pero... A qué precio?...

Cuando la encontró a la chica ya había perdido gran parte de su sangre debido a la mordida de Greyback, mientras este seguía quitándole la vida.

No tuvo más que hacer que acabar con aquella despreciable y repulsiva bestia a que se pudriera en el mismísimo Hell.

Si fuera por él le hubiera roto cada hueso y rasgado cada musculo de su repulsivo ser, pero no contaba con el tiempo suficiente, la chica agonizaba.

Era una de las cosas más horribles que le había tocado presenciar sin duda alguna; la expresión de su rostro, el miedo en sus ojos, la forma en que sus músculos se contraían.

El ambiente se había vuelto tan pesado que era difícil respirar...

Sabía perfectamente lo que tenía que hacer.

Tomando un poco de su magia se acercó a ella, coloco su mano sobre la herida sangrante y transfirió una parte de su energía, sanándola, dándole la oportunidad de vivir.

Una segunda oportunidad...

Como deseaba que él hubiera tenido una segunda oportunidad...

"¡Crucio!"

Volvió a gritar uno de los mortifagos por quien sabe que numero de vez.

El dolor no se hizo esperar.

El grito desgarrador que salió de sus labios resonó por todo el lugar.

¿Dónde estás Thor?...


"¿Estás seguro de que esta era la dirección?" preguntó Natasha.

"¡Por supuesto que estoy seguro! ¿Por quién me tomas?"

"¿Que sucede?"

Pregunto Steve desconcertado.

"Aquí no hay nada chicos" Se volvió hacia ellos la viuda.

"¡¿Qué?!"

"¿Como que no hay nada?"

"¡Eso! No hay nada."

Repitió Clint cada vez más alterado.

"¿No te habrás equivocado Legolas?"

"¡Yo nunca me equivoco Stark! Esta es la dirección que dio JARVIS."

"Quizás JARVIS se equivocó."

"¡Eh! No metas a JARVIS en esto Capipaleta, mi IA nunca de los nunca se equivoca."

"¿Y cómo estás tan seguro de eso, eh?"

"Pues porque obviamente yo la diseñe."

"Pues quizás sea porque tú la diseñaste que tenga errores."

Más de uno abrió la boca sin poder creer lo que el patriota había dicho.

El millonario abrió la boca a mas no poder en una clara expresión de indignación, mientras que en la cabina de control los agentes Barton y Romanof intercambiaban miradas entre asombradas y divertidas.

Sin duda había sido algo que ninguno de ellos se hubiera esperado.

"¡Mis amigos, ahí!"

Grito Thor de repente señalando un lugar con la mano.

Ahí, de entre los frondosos árboles del gran bosque había pequeñas luces parpadeantes, eran tan pequeñas que apenas podían distinguirse.

Todos miraban atentamente tratando de descifrar a que era lo que se tenían que enfrentar esta vez.

Ninguno había esperado ver la escena que los recibió cuando empezaron a descender en dirección al sitio.

"¿Qué demonios…?"


Las cosas no parecían ir muy bien en el campo de batalla, había demasiados trols, bestias, dementores y mortifagos por todas partes siendo prácticamente imposible luchar con todos.

Todo apuntaba a que sería el fin de los tiempos como lo conocemos hasta que los números cambiaron, puesto que un grupo de gente llamada Vengadores habían llegado literalmente del cielo con una extraña música…

"Hasta la vista, baby.."

Dijo Stark desde dentro de su traje a la vez que dejaba soltar unas municiones de corto alcance dándole de lleno en la cara a uno de los gigantes, quien cayó como un costal de manteca aplastando a unos cuantos.

"¡Ten cuidado Stark! ¡Casi me aplasta!"

Grito el Capitán mientras usaba su escudo para desviar los hechizos del grupo de mortifagos que se había reunido a su alrededor. "¡Quizás eso es lo que te falta!"

Se burló el hombre de metal sobrevolando el área en busca de su siguiente víctima.

"¿Quieren dejar de pelearse?" hablo la viuda recargando nuevamente sus armas para proseguir disparando al batallón de arañas que eran casi de a tamaño "¿Porque mejor no viene alguien a apoyarme?"

"No te preocupes preciosa, ya estoy aquí"

Apareció Clint a su lado a la vez que empuñaba su arco mientras acomodaba una flecha para disparar.

"¡Clint! ¿No deberías estar piloteando el quinjet?"

"¿Y perderme toda la diversión?"

Las palabras murieron en la bica de la viuda en cuanto un sonido escalofriante les llego desde arriba.

Unas figuras fantasmales de vestiduras negras y sin cuerpo volaron sobre ellos, trayendo un frio insoportable dejando la sensación de que la felicidad del mundo se hubiera evaporado.

"¡Expectro patronum!"

Grito un chico de nombre Neville a su lado. Y al instante de su varita broto una luz increíblemente blanca que formo una majestuosa águila real, que fue contra los dementores haciéndolos huir de inmediato.

En cuanto estos desaparecieron la luz se fue extinguiendo, regresando al interior de la varita.

"¡¿Cómo hiciste eso?!"

Se hizo escuchar Steve no muy lejos del lugar.

"¡No lo sé! ¡Es la primera vez que me sale este tipo de magia!"

Y sin más que con una sonrisa de oreja a oreja se alejó hacia otro lado.

"¡Oigan! ¿acaso escuche que dijo magia?"

Hablo Tony con la voz robotizada de su traje.

"¡No me sorprende, amigo Stark!" grito Thor mientras hacía caer a otro trol "¡La magia habita en todos los mundos de Yggdrasil!"

Tan concentrados estaban todos en la lucha que al llegar una onda expansiva los derribó al piso.

La onda se esparció acompañado con un grito, y debido a la fuerza impulsiva de esta, tanto los seguidores del lado oscuro como los que apoyaban a Harry terminaron desconcertados en el suelo, todos excepto uno. Voldemort.

"¡¿Que están esperando?!" grito el Lord a ver como sus seguidores seguían si levantarse "¡Matarlos! ¡Mátenlos a todos!".

Los mortifagos no hicieron esperar en volver a atacar.

Harry noto como la mayoría se concentraba en el nuevo grupo que llego de gente un tanto extraña.

El elegido no perdió la menor oportunidad y empuñando su varita lanzó otro encantamiento en dirección al señor tenebroso quien este al instante lanzó otro haciendo que ambos hechizos chocaran y se hiciera una conexión.

Chispas salían del rayo que los conectaba y Harry podía sentir claramente como Voldemort emitía mucha más fuerza mientras él se esforzaba para no perder la concentración, sentía como si el Lord estaba a punto de vencerlo...

Y por su retorcida sonrisa también se daba a conocer que él también se sentía el vencedor.

Podía escuchar los gritos de varias personas de fondo; gritos de horror, desesperación, sufrimiento y dolor, y sobre todo de miedo por lo que les depararía el futuro.

El desenlace estaba por llegar.

El gran final.

Lo que determinaría el futuro de sus vidas.

Pero para su mala suerte, todo apuntaba que los vencedores no serían ellos.

La retorcida sonrisa en la pálida cara del Lord daba a conocer que él también sabía que el Señor Tenebroso ganaría esta vez.

Su magia apenas parecía ser suficiente para repelerlo y temió que eso no podría durar para siempre.

Un nuevo impulso de Voldemort lo hizo trastrabillar y casi perder el equilibro debido a la nueva fuerza contra el reduciendo su hechizo poco a poco. Desplazándolo cada vez más. Acabándolo…

Su peor pesadilla estaba por suceder...


Por las nornas..

Loki se sentía como nunca antes se había sentido.

Las corrientes eléctricas continuaban haciéndolo sufrir en cada parte de su ser, sentía como sus huesos se agrietaban sin piedad.

Su magia hacia todo lo posible por repararlo lo cual se había vuelto inútil.

Para que sanarlos si minutos después se volverían a romper para así continuar con el ciclo haciéndole sufrir todavía más.

Sentía como su magia se iba debilitando con cada minuto que pasaba.

No sabía cuánto tiempo más podría durar de esa forma, pero sabía que no era mucho.

Otra corriente eléctrica le llego de nuevo haciéndole retorcerse en el suelo mientras otro grito de voz dañada volvía a reinar en el lugar.

Podía sentir las claras señales de que le invadía la inconciencia, de cómo su magia se extinguía totalmente agotada, la forma en la que se desvanecía...


Harry podía sentir como el hechizo de Voldemort llegaba a él, venciéndolo. Podía sentirlo en cada centímetro de su piel, cada partícula del aire lo gritaba…

El destino estaba sellado.

Cerro los ojos entregando sus últimas fuerzas.

Se aferró a su varita con fuerza y tomo lo que podría ser su última respiración.


Se desvanecía...

Luchaba por mantener los ojos abiertos para no caer en el mundo del olvido y del vacío, pero sus esfuerzos no parecían ser sufrientes.

Ya no podía soportarlo más... Era demasiado.

No...

No podía...

Otro agudo dolor le recorrió más fuerte que el anterior. Otra ola de sufrimiento lo envolvió sin piedad. Otra onda de intensa necesidad de cerrar los ojos le embargo como ninguna otra y esta vez, no pudo evitar hacerlo.

Todo se volvió negro.

Un vacío de negrura extrema.

Un lugar donde solo habitan la oscuridad y las tinieblas.

Se sentía solo.

Estaba solo.

Otra vez...

Solo...

No se contuvo más. Se dejó llevar por el cruel destino que la vida le tenía preparado para él una vez más.

Dejo que el óvido lo consumiera en el mundo de la oscuridad.

Se entregó al vacío…


Harry sabia al igual que todos que el final estaba por llegar.

Fue cuando sintió un cambio en las fuerzas de Voldemort y abrió los ojos, parpadeando varias veces sin entender lo que estaba pasando.

La aurora verdosa que rodeaba al Lord comenzó a desaparecer y a extinguirse como había desaparecido el campo de protección que rodeaba a Howarts.

"Ese maldito..."

Siseo como serpiente el señor oscuro que pareció igualmente desconcertado por un momento, y al siguiente volvió a embestirlo con todas sus fuerzas y Harry inmediatamente se dio cuenta que su fuerza había disminuido considerablemente.

No perdió la oportunidad, siguiendo el ejemplo aumento la fuerza sobre un hechizo y la conexión entre ambos se volvió más intensa a la vez que lanzaba chispas en mayor cantidad.

Los papeles habían cambiado.

El hechizo de Voldemort era reducido cada vez más mientras que este hacia todo lo posible por evitarlo. Todos y cada uno de los espectadores había dejado de hacer lo que hacían para detenerse a ver lo que estaba pasando, miraban con ojos de entre curiosidad, ansiedad y expectación.

Sucedió todo tan rápido. Después de varios segundos el rayo producido por el hechizo de Potter llego de lleno a la varita del Señor Tenebroso haciendo que esta se cuarteara al instante y produciendo una tenue luz amarillenta al romperse la conexión, y este, al instante se petrifico por un momento para después convertirse en cenizas que volaron en el aire.

La guerra había terminado.

Lord Voldemort había muerto.

Un silencio espectral reino en cada rincón del lugar. Nadie podía dar crédito a lo que sus ojos veían. El invencible Señor Tenebroso no era más que un montón cenizas y de trapos viejos esparcidos por el suelo, siendo enmarcado por los restos de cuerpos sin vida de sus seguidores y algunos otros que dieron su vida para evitar que el que no debe ser nombrado cumpliera sus propósitos.

Era una imagen escalofriante de ver, mas no era la imagen la hipnotizándote si no los hechos que acababan de ocurrir.

Un grito chillón de Belatrix resonó por todo el lugar. La fiel seguidora había llegado justo en el momento para ver que su señor moría a manos del Gryffindor.

Sus ojos irradiaban una ira incontrolable al igual que el resto de su ser, y el aspecto desaliñado solo la hacía ver más desquiciada de lo normal al igual que sus gritos enloquecidos que hacían eco en todo el lugar. "¡Pagaras por esto!"

Y como si su grito fuera un detonador; El bando de los mortifagos se vio dividido al instante, muchos de ellos habían salido huyendo esparciéndose por todo el lugar como cucarachas, mientras que otros tantos habían vuelto a la pelea con mucha más ira que antes, sin embargo, esta no les sirvió de mucho pues eran superados en número y lo más importante que ya no tenían a alguien los dirigiera, todos y cada uno de ellos hacia lo que creían que era mejor en medio de aquel desorden.

El resto del alumnado salió del castillo a embestir con fuerzas renovadas a los mortifagos restantes en una lluvia de hechizos y destellos, siendo acompañados de igual forma por los micro misiles de Stark, las flechas y balas de Clint y Natasha; el Capitán acompañado de su escudo de vibranium, y por supuesto, Thor empuñando su martillo.

La sincronización entre ellos era más que perfecta, cualquiera que los viera pensaría que habrían ensayado para la batalla, puesto que, sin tener que tener la necesidad de estar hablando entre ellos se coordinaban con una habilidad que hacían parecer que todo era demasiado fácil.

La Viuda y el Halcón luchaban hombro a hombro junto con algunos estudiantes para deshacerse del ejercito de arácnidos que corrían como nunca para internarse en el espeso y oscuro bosque aun al costado del castillo; por su parte, Iron Man y Thor se dedicaban a acabar con las grandes criaturas como lo eran los trols y gigantes. Por otro lado, Steve se encontraba en medio del grupo de brujas y magos que seguían peleando contra los seguidores del Lord, con ayuda de su escudo desviaba todo hechizo que le era posible que eran dirigidos hacia él o el grupo de estudiantes con los que estaba.

Ahí también se hallaban el chico que había derrotado a Voldemort junto con un pelirrojo y una chica castaña que parecían ser amigos, de igual forma que una chica rubia que parecía muy unida al chico con el que ya se habían encontrado anteriormente y que los salvo de los dementores.

El número de los seguidores oscuros se redujo en un tiempo considerablemente corto a tal grado de no quedar ninguno en el lugar de la batalla. Ya no había razones para seguir peleando. La guerra había acabado. Ellos habían ganado. Sin embargo, un aire de melancolía reinaba por todo el lugar que yacía en escombro y cubierto de polvo, cenizas y cuerpos que en un tiempo fueron un alguien.

Pese a todos sus años y experiencias vividas, era una vista a la que jamás podría acostumbrarse Steve, si bien siempre quiso ser un soldado y defender a los suyos, tanta muerte de seres inocentes le hacía cuestionarse sobre lo cruel que podía llegar a ser la humanidad para con ellos mismos.

En cuestión de minutos todo había terminado.

Ya no había más porque pelear. Todo yacía en una calma y tranquilidad, como el ambiente creado tras el paso de un huracán. Lo peor había pasado, ahora solo quedaba levantarse; reconstruir lo derrumbado, reparar lo desquebrajado; sanar lo herido y sobre todo reconfortar al necesitado.

"¿Todo bien?"

Dijo el Capitán a la vez que se acercaba al hombre de metal que se encontraba sentado sobre una gran roca de lo que habría parecido una fuente. Su casco había sido removido y su armadura estaba llena de polvo. El hombre solo asintió con la cabeza.


Todo había acabado. Podía sentirlo.

Loki sentía como su magia se había agotado por completo, causando indirectamente que el hechizo que había hecho sobre el Lord se desintegrara por fin.

Tenía que reconocer que fue un idiota al crear un hechizo para protegerlo que nunca pensó en como quitarlo, por lo que, cuando quiso retirarlo se encontró con ese problema. Era un alivio saber que el hecho de que se quedara sin magia habría servido para una buena causa.

Así como también había sido un alivio ver llegar a aquella bella mujer con su hijo, ambos rubios, que juntos se enfrentaron a los mortifagos que lo torturaban. Ya los había visto antes que formaban parte del ejército de los seguidores de Voldemort; sin embargo, y al igual que el, habían cambiado de bando en contra del Lord en cuanto empezó la guerra.

Entendía sus razones de que solo se unieron a su lado por proteger a su familia, y ahora, de la misma forma habían abandonado el bando por los mismos motivos. Hechos que le recordaron que las madres son capaces de todo por sus hijos, o al menos la mayoría de ellas.

Ambos parecían estar huyendo de la batalla cuando los vio, pero se sorprendió al ver como entre los dos atacaban al grupo de mortifagos justo en el momento en que se desvanecía.

Fue nuevamente una sorpresa, que cuando volvió abrir los ojos ellos estaban a su lado para brindarle su ayuda, un gesto que hacía muchísimos años no había vivido y dudaba que volvería a vivir.

Pero aquí estaba.

Lo que durante mucho tiempo habría deseado que pasara.

Un solo gesto, una sola acción de afecto y preocupación por su bienestar. Y el hecho de que alguien se preocupara por él. Fue más que suficiente para darle la energía que necesitaba para seguir continuando.

Con una sola mirada confirmo que no había ningún rastro de hipocresía en sus ojos que agradeció internamente.

Tratando de olvidar sus pensamientos se percató de su tan denigrante postura en el suelo por lo que intento levantarse inmediatamente, sin embargo, un fuerte mareo mezclado con dolor lo envolvió haciendo que se detuviera en seco en una posición sentada, permitiéndose cerrar los ojos por un momento.

"Con calma".

La mujer de imperturbable elegancia, de cabello negro con mechones rubios y gesto inexpresivo, hablo de forma tranquilizadora a la vez que ponía una de sus blancas manos sobre su hombro en un gesto reconfortante. "El crucius no es para tomarse a la ligera".

Loki abrió la boca para replicar, pero fue callado por un murmullo de voces y gritos en la lejanía, parecían gritos de un jubilo que solo podían ser interpretados de una sola manera: el bando del Señor Oscuro había sido derrotado.

Fue como si un peso se les quitara de los hombros y les permitía respirar con mayor libertad.

Sintiéndose un poco más ligero volvió a intentar ponerse de pie y esta vez fue ayudado inmediatamente por la señora y su hijo, por lo que, aceptando su ayuda se puso de pie, no sin tambalearse un poco.

En cuanto pudo sostenerse por su cuenta se apartó un poco a la vez que sacudía y arreglaba sus ropas con sus manos.

"Me parece que le debo las gracias mi señora..."

"Cissy, puedes llamarme así."


Rodeados de cuerpos esparcidos por todos lados, Los vengadores se agruparon sin tener que decir ni una sola palabra hasta que Clint hablo y el resto miraron inmediatamente.

"¿Dónde está Loki?"

Inmediatamente todos miraron a su alrededor en busca del susodicho percatándose, efectivamente, de su ausencia. No había ni un rastro de él.

Fue hasta que la agente Romanov grito que supieron donde estaba.

"¡Loki!¡Pon las manos donde podamos verlas!

El dios de las mentiras acababa de salir de uno de los edificios junto con un chico y una mujer detrás de él.

Cuando la distancia entre ellos se cerro lo suficiente, Thor se acerco a Loki y lo esposo por las muñecas. Eran unas esposas especiales, diseñadas especialmente para el dios.

De pronto y para sorpresa de todos, sobre todo de Loki, la misma gente que se encontraba alrededor se acercó quejándose y pidiendo respuestas de porque se lo llevaban de esa forma si el también había ayudado a derrotar al señor tenebroso.

"Loki esta siendo arrestado por los crímenes que ha cometido contra nuestro planeta y los humanos." Hablo el Capitán América.

"Pero si él nos ha ayudado."

"Es cierto, el nos ayudó a mí y a mi hermano."

"Si, es verdad."

"No le darán una compensación por la ayuda prestada al menos. "

Las brujas y magos seguían hablando.

"Eso no depende de nosotros, sus acciones serán evaluadas en un juicio y con base a ello se determinará que se hará con el" contesto el capitán "pero ustedes ya no tienen que preocuparse por eso, preocúpense por reestablecer su colegio y disponer adecuadamente de sus muertos. Nosotros nos marcharemos y ya no los molestaremos. "

Nadie contesto.

Todo quedo en silencio y los vengadores comenzaron a regresar al quinjet.

Con un aire de melancolía en el interior y un aire de suficiencia en el exterior Loki siguió a los vengadores a través de lo que había sido el campo de batalla en dirección al quinjet.

De alguna forma, el aire de la libertad se podía apreciar en cada uno de los rostros de cada niño, mujer y hombre que veía al pasar. Uno parte de él se alegraba internamente de que se hubiera vencido finalmente a Voldemort aunque el casi haya muerto; pero si su vida hubiera dependido de ello, con gusto habría dado su vida para salvar la de todos ellos. Un pensamiento poco común de su parte que dudaba que fuera creído por alguien. Pero era un pensamiento sincero, después de todo no tenía nada que perder, no tenía nada que verdaderamente valiera la pena por lo que pelear, no le quedaba nada...

"¡Esperen! "

Una chica de cabellera rubia se acercó corriendo hacia ellos, hasta quedar frente al dios de las mentiras.

"Yo… quería agradecerte por ayudarnos contra ya sabes quién, así que toma esto" dijo la chica mientras le pasaba un cordón con un colguije extraño por el cuello "te protegerá de los nargles"

¿Nargles?

Loki miro el supuesto amuleto de madera. Tenia una forma bastante extraña y al mismo tiempo parecía una especie de semilla. Agradeció sinceramente el detalle de la chica de manera interna, ya no quería mostrar debilidad frente a los vengadores que no dejaban de observarlos, por lo que se limitó a decir:

"En ese caso, aceptare el presente a…"

"Luna, soy Luna"

Loki no pudo evitar mostrar una pequeña sonrisa debido al alivio que sentía. Aparentemente ella era Luna y no la chica que había muerto a manos de Greyback. Se pregunto si aquel chico que había conocido ya se le había declarado o si siquiera había tenido las agallas para hacerlo.

"Bueno ya, basta de charla" interrumpió el momento Tony Stark desde la entrada del quinjet, "vamos cuernitos. Súbete ya."

A sí que sin más que pudiera hacer, el dios le miro con fastidio a la vez que entraba a la nave. Sabía que estaba aceptando una dura sentencia en Asgard, pero no se sintió preocupado en absoluto, aun si le dieran la pena de muerte no podrían quitarle lo satisfecho que estaba por sus ultimas acciones y mas aun, de saber que aún había personas o seres que estaban de su lado apoyándole.

Por su puesto que tampoco era para tanto, seguro que su madre abogaría por el para que Padre de Todo no le cortara la cabeza. No, lo mas probable seria que lo encerraran en algún calabozo del palacio por el resto de su vida para morir de aburrimiento hasta la eternidad. Aunque bueno, pensándolo bien eso tampoco era un problema, siempre existía una forma de escabullirse, después de todo era un experto en eso.

Una vez sentados todos en el interior del quinjet, cuando este despego del suelo no paso mucho tiempo para que Thor abriera la boca:

"¿Qué son nargles? "

"Justo iba a preguntar lo mismo." Continuo Clint.

"Loki, ¿Qué son los nargles? " Volvió a preguntar Thor, pero ahora directamente al dios.

"¿Qué acaso no lo sabes? Se nota que eres un idiota. "

El príncipe de las mentiras se bufo. Aunque para ser honestos, el tampoco tenia ni remota idea de lo que eran los nargles, pero era más que obvio que no lo admitiría en voz alta. No. Era mucho mejor dejarlos con la duda.

Así que sin más que decir guardo silencio el resto del viaje. No tenia de que preocuparse ahora, después de todo su hermano se encontraba ahí, y seguramente sería difícil despegarse de él. Pero estaba bien. Lo dejaría pasar por esta vez.


TRES MECES DESPUES

Tal y como se lo suponía el dios de las mentiras, su madre Frigga había hablado por el en el juicio, por lo que su condena se limitó a ser encarcelado en una de las celdas de Asgard y a pesar de ello, todavía seguía conservando algunos privilegios. Su madre le otorgo algunos muebles y le llevaba libros para que se entretuviera, así que, después de todo, las cosas no estaban tan mal.

Así que aquí estaba el, caminando por los pasillos oscuros de los salones de Asgard. Se había logrado escapar de las celdas de Asgard y había sido más fácil de lo que había pensado. Al parecer Odín tenía problemas con la seguridad. Sin embargo, aun así, tenía que andarse con cuidado por los pasillos, si no quería que Padre de Todo lo descubriera y le quitara los pocos privilegios que tenía al enterarse de que otra vez había logrado burlar a los guardias.

Loki giro en la siguiente esquina a la derecha entrando un pasillo más estrecho y continúo caminando todo recto hasta llegar a las grandes puertas de la entrada de la biblioteca, y con una mirada hacia atrás para asegurarse de que nadie lo seguía, se escabullo en la habitación.

Como se imaginaba, esta se encontraba desértica y de no ser por el alumbrado de la habitación seguramente esta parecería un lugar abandonado.

Se dirigió inmediatamente al fondo a la derecha de la biblioteca, donde el letrero arriba de la estantería nombraba a la sección de Bestias y Criaturas. Una vez frente al librero comenzó la búsqueda de algún libro que pudiera ser de utilidad.

Muchos de los tomos se encontraban en buen estado debido al poco uso mientras que otros por el contrario se encontraban más desgastados.

Loki leyó los títulos de los lomos de los libros al mismo tiempo que pasaba su mano sobre ellos. Los títulos rezaban nombres como: Bestias y Criaturas de Yggdrasil, Leyenda de Nidhogg, Seres de Svartalfheim, Criaturas subterráneas… Bestiario Midgardiano…

¡Este!...

Sin más, tomo el libro de pasta de piel de color verdoso. Abrió el libro y paso las hojas amarillentas de una por una leyendo los encabezados hasta lograr encontrar lo que buscaba.

Leyó la hoja de arriba abajo con bastante atención.

"Ahhh… con que estos son los nargles."

Dijo una vez terminado de leer el texto y sonrió para sí mismo.