Prologo: Cranel y Vance

Este mundo era uno bastante similar a la imagen idealizada de "mundo de fantasía", un lugar donde había monstruos, magia, elfos, enanos y muchas otras razas.

En otras palabras, el tipo de lugar en el cual muchos soñaban cuando se trataba de nuestro mundo moderno.

Y en este mundo existía una categoría especial de individuo que cubría a miembros de varias razas.

Aventureros, ese era el nombre de los valientes que se adentraban en el Calabozo.

Gente que gracias al regalo de los Dioses era capaz de exceder los límites naturales.

Esto ha estado ocurriendo desde que los Dioses descendieron a nuestro mundo, gracias eso era posible enfrentarse a los monstruos los cuales eran demasiado para los mortales comunes y corrientes el enfrentárseles.

Y aun con tanto tiempo existiendo junto con muchos Aventureros poderosos y legendarios, todavía no se estaba cerca de llegar a lo más profundo del Calabozo.

Y considerando que solo monstruos de los pisos más bajos conocidos eran una absoluta pesadilla para lidiar, uno solo debía imaginar el poder y cantidad de lo que se encontraba ahí más abajo.

Quizás aquellos con la voluntad para hacerlo todavía no habían llegado hacia la ciudad. Quizás en alguna parte de este vasto mundo se encontraban esparcidas esas personas.

Quizás… solo sería cosa de tiempo para que la Familia que pueda enfrentarse con todo al Calabozo nazca. Cuando todos los miembros necesarios estuviesen, entonces ahí podría ser una posibilidad.

Pero para ese momento todavía faltaba.

Después de todo uno pensaría que en este presente, la Familia Loki o la Familia Freya serían aquellos que posiblemente lograrían algo tan épico como llegar al fondo de la Mazmorra.

Quizás… ellos no serían aquellos que lograsen dicha hazaña.

Puede que tal increíble futuro en realidad estuviese en una Familia que aquí y ahora… era una Familia insignificante que solo poseía un miembro… pero que en un futuro conseguiría más y más miembros notables y con el poder necesario para enfrentarse al Calabozo.

La historia iniciaría gracias a un encuentro entre un chico y una chica que buscaban cumplir sus sueños.

-Orario, Mazmorra, (Piso Numero 2)-

"Ah, hoy fue otro día," Se pudo escuchar una voz exhausta.

Este lugar era el Calabozo, un lugar único en este mundo donde los monstruos nacían y mucha gente exploraba para conseguir dinero, fama y fortuna.

Este era el lugar donde los sueños nacían… y donde las vidas de aquellos que los perseguían tendían a terminar.

A menos que uno fuese muy poderoso, la esperanza de vida de los Aventureros no era exactamente la más alta.

Asique desde un punto de vista objetivo, si uno quiere vivir una vida mínimamente confortable este no debía adentrarse mucho más allá del Piso 5. Más allá de eso para los débiles el adentrarse podía ser sinónimo de suicidio.

Sin embargo… realmente nadie elegía ese camino de quedarse perpetuamente en un piso bajo a menos que no pertenecieses a una Familia de tipo Exploración.

Principalmente porque si tu Familia era una de tipo exploración, tu eventualmente tendrías que alzarte en Nivel ya que a fin de cuentas las Familias con esa clasificación buscaban explorar el Calabozo y por lo tanto ir cada vez más profundo y profundo, ese ese tipo de Familias si tu no deseabas ir más allá del Primer Piso, entonces tu lugar no era con ellos.

Si tu Familia no se enfocaba en la exploración y en lugar de eso en otras actividades, entonces podías felizmente quedarte en los primeros pisos, incluso solo visitar el primer piso solo para tener un poco de dinero extra.

El chico que se encontraba aquí… era el único miembro de su Familia, una Familia la cual al parecer era del tipo que se adentraba en el Calabozo.

En si no era algo claro debido a la falta de miembros, pero como su único miembro deseaba ser del tipo de Aventurero entonces se podría decir que su Familia era de este tipo.

Aquel chico miembro de esa familia se encontraba en estos momentos comenzando a extraer las Piedras mágicas de los monstruos que este había derrotado en este día de batallas en el Calabozo.

Ese chico era un joven de cabello de color blanco y ojos rojos, una combinación un tanto inusual para algunos ya que le daba cierta comparación con los conejos.

Bell Cranel era su nombre, este es un chico que hace poco dejo su hogar para llegar a Orario para volverse un Aventurero.

Una semana, eso era lo que Bell llevaba aventurándose en el Calabozo luego de un comienzo duro en Orario al ser constantemente rechazado.

Para los ojos de los expertos, ese tiempo en la Mazmorra no era nada. Con ese tiempo el seguir en los pisos iniciales era algo claramente normal.

Aunque… todos debían comenzar de algo. Incluso los más fuertes en algún punto habían comenzado en ese piso para luego ir más y más abajo.

"Ah, esto se está volviendo cada vez más fácil," Dijo un ligeramente cansado Bell luego de sacar otra Piedra Mágica del cadáver del monstruo derrotado.

Si bien él había comenzado hace poco, él estaba yendo todos los días a la Mazmorra y gracias a su Falna, él se hacía más fuerte, más rápido, más ágil… básicamente Bell se volvía más poderoso y lo que antes le daba problemas en los primeros pisos se volvía algo cada vez más simple contra lo cual lidiar.

"Abuelo… ¿Realmente poder volverme un aventurero poderoso?" Pregunto a sí mismo un Bell mientras recogía las Piedras Mágicas de los monstruos derrotados.

Si bien era algo tedioso el recogerlas el solo luego de haber matado a los Monstruos, era natural que alguien en su situación hiciese eso… considerando que este era un Aventurero de Nivel 1 que al mismo tiempo era el único miembro de una Familia oficialmente formada hace una semana.

Asique Bell realmente no podía pedir nada, él debía pelear y hacer todo el solo.

Con la última Piedra Mágica siendo sacada del cadáver del Dungeon Lizard que él había derrotado, Bell Cranel ya había hecho todo lo que él tenía que hacer aquí y procedió a caminar hacia los pisos altos para llegar a la entrada y salida de la Mazmorra.

Pero ahí caminando en el silencio temporal de una Mazmorra que hasta ahora no sacaba más monstruos de las paredes… realmente Bell apreciaba esta calma luego de sus batallas.

"Bueno, por lo menos otro día terminado, ahora puedo volver a casa con mi Diosa," Bell sonrió para sí mismo al pensar en poder volver a su hogar en Orario.

Francamente con el simple hecho de tener a su Diosa, de poder tener un Falna Y de ser oficialmente un Aventurero era suficiente para Bell, con eso él podía sonreír. Eso considerando como antes el… realmente no tenía nada.

Y así, mientras Bell caminaba tranquilamente… él pudo escucharlo, si bien no fue mucho, este pudo sentir aquella tenue voz.

"¡No… no me derrotaran!"

Se pudo escuchar a una débil voz femenina. Una voz que sonaba cansada y… asustada.

Bell sintió esa voz tenue y concentrándose este determino que dicha voz debió provenir desde el primer piso… una voz que sonaba exhausta y con algo de miedo.

'¿Sera posible?' Se preguntó a sí mismo un Bell Cranel quien aumentaba la velocidad de sus piernas, esperando poder llegar lo más pronto posible al origen de esa voz.

Esta situación, sonaba como una de la cual su abuelo siempre le había hablado: Si él se encontraba a una chica en el calabozo en necesidad de ayuda… Bell reamente no recordaba mucho el resto. Pero lo que si recordaba era que su abuelo dijo que ese era un evento importante, asique Bell acelero su paso.

Y luego de correr lo más rápido que sus piernas le permitieron, Bell llego al origen de los gritos en lo que era el Primer Piso.

Se trataba de una chica joven peleando contra un grupo de Golbins y Kobolds, los monstruos más comunes y débiles de todo el Calabozo y que abundaban en este primer piso.

Y la voz femenina era de una chica que estaba rodeada de esos monstruos.

Aquella mujer era… una belleza total.

Un hermoso y largo cabello rubio, ojos azules puros y hermosos como el agua.

Las ropas de aquella chica eran elegantes, incluso Bell pudo notarlo con solo poner sus ojos en ella una vez.

Un vestido de color rosa que no era uno de esos para uso formal que uno vería en una fiesta de la alta sociedad, sino uno que, si bien seguía siendo costoso y de materiales finos, este era uno más casual.

Y finalmente… una gran figura, un cuerpo joven perfecto con pechos grandes y un trasero suave se podía notar.

Honestamente de no ser por el hecho de que esta se encontraba rodeada de monstruos Bell se hubiese realmente quedado observándola, siendo cautivado por su belleza.

Asique solo viendo un gran problema para ella, Bell Cranel solo acelero su paso para llegar más rápido a esa batalla sintiendo que si él no lo hacia las cosas se pondrían feas.

-Con Leina Vance-

Para Leina Vance, la heredera de la Familia Vance e hija de en medio las cosas realmente no estaban yendo bien considerando que esta se encontraba lejos de casa y rodeada de monstruos que buscaban matarla.

Si bien eran solo monstruos del Primer Piso, estos seguían siendo Monstruos que buscaban acabar con sus oponentes.

Ella no era exactamente una guerrera o siquiera alguien con entrenamiento básico/formal (Su padre se había asegurado de aquello) asique sumado eso a la falta de Falna, uno podía entender su precaria situación… si porque ella ni siquiera poseía un Falna siendo que ella estaba en esta arriesgada situación precisamente para intentar probarse a sí misma para que alguna Familia la aceptase.

Ella ni siquiera se había vestido en la armadura que una vez le perteneció a su madre y que Leina tomo (Mejor dicho, robo… siendo que ella ni siquiera había llegado a Orario con el permiso de su familia) de su hogar cuando ella decidió ir a Orario a cumplir su sueño de ser Aventurera.

Esa armadura había acompañado a su madre en su etapa de Aventurera, era una armadura bastante resistente que había soportado batallas en lo profundo de este mismo Calabozo hace años.

De estar vistiéndola quizás ella estaría mejor que de haber ido con sus ropas normales… pero como era el primer piso solamente, Leina creyó que esto sería más fácil.

Claramente ella había subestimado lo peligroso de este lugar que era Calabozo para alguien común y corriente… si la forma en la que ella había sido rodeada y probablemente será masacrada dentro de poco era indicación alguna.

Quizás… ella después de todo debió haber usado la armadura de su madre en lugar de elegir no usarla debido a su pequeña promesa a sí misma.

Honestamente Leina no se sentía lista para usar esa armadura, ella quería estrenarla cuando fuese el momento de entrar como Aventurera a la Mazmorra. Después de todo esa armadura acompaño a Maria Vance en muchas batallas… asique Leina se prometió a si misma llevarla puesta cuando ella obtuviese su Falna… cuando ella pudiese ser parte de una Familia ya que ella soñó con debutar la armadura de su madre de tal forma.

Sin embargo, ella no logro hacer eso y ahora mismo ella estaba justamente peleando aquí para probar que ella podía pelear.

Y… lo que uno debía tener en cuenta sobre Leina era que su experiencia en combate era nula… y no por decisión propia.

¿Era una sorpresa que ella realmente no fuese muy buena peleando?

Su hermana menor y su hermana mayor eran ciertamente muy poderosas, ellas podrían eliminar a esos monstruos sin siquiera intentarlo ya que ambas poseían un Falna… las cosas que Leina les había visto a las dos ser capaces de hacer eran francamente increíbles y mucho más allá de cualquier cosa que ella pudiese hacer.

Por otra parte, Leina ni tenía permitido tocar una espada, después de todo había sido decidido que ella sería la heredera de su Familia por lo que su padre desde temprana edad le dejo claro que ella no iba a ser una guerrera.

Y mostrando su rechazo ante esa idea… Leina se escapó de casa llevándose consigo algo muy importante, algo que le perteneció a su madre y que su padre dejo muy claro que NADIE podía tocar.

Digan lo que digan de su capacidad de combate, la determinación de esta chica para logar sus sueños era de primera.

"No… no puedo morir aquí…" Logro decir una cansada Leina quien a duras penas logro recoger su espada.

Si… ella no podía morir ahora rompiendo esa promesa con su madre.

Además, que el imaginar cómo reaccionaron sus hermanas… especialmente Elina quien le tenía bastante afecto a Leina (Aunque Leina no se daba cuenta de que tal cariño superaba el cariño normal de una hermana) de saber que ella murió en esta situación, eso solo le daba a Leina más voluntad para no rendirse.

Pensando en eso… Leina Vance encontró la energía para nuevamente agarrar con fuerza su espada y se preparó para enfrentar al grupo de seis goblins y siete kobolds en frente suyo.

Pero tan cansada y con su mente pensando en solo lo que ella tenía en frente que Leina no noto que faltaba un monstruo… lo que aquí era un error fatal sin importar que piso.

Un Kobold había aprovechado el momento donde Leina se recuperaba para posicionarse detrás de ella, quizás únicamente por instinto al ser este solo un monstruo más de los que uno podía encontrar en la Mazmorra.

Ese Kobold la iba a atacar desde atrás donde Leina no sabía que este estaba… y de ahí en más entre todos los monstruos la matarían.

Y ciertamente eso hubiese ocurrido de no ser por…

"¡Cuidado!" Una voz masculina se pudo escuchar.

Inmediatamente el sonido de algo siendo lanzado por los aires pudo escucharse. Aquel objeto fue lanzado con tal fuerza que Leina pudo oír el aire siendo cortado.

Un cuchillo se encontró clavado en el cuello de aquel Kobold el cual solo pudo dar un leve aullido antes de caerse muerto al suelo.

"¿¡Eh!?" Exclamo una sorprendida Leina al ver que ella iba a ser atacada desde atrás y por el hecho de haber sido ayudada.

Por suerte la repentina intervención de Bell hizo que los monstruos centrasen su atención en este.

Rápidamente corriendo Bell salto por sobre los monstruos que ahora estaban al frente de esa chica y rápidamente se puso de forma protectora al frente de esta.

"Aprovecha para escapar! ¡Yo me encargare de estos!" Bell estaba cansado de su propia sesión en el Calabozo, sin embargo, este todavía tenía la energía necesaria para pelear.

"¿Eh? ¿V-viniste a ayudarme?" Pregunto Leina quien estaba procesando la situación. Ella estaba dispuesta a pelear con todo en una situación muy desfavorable justo cuando de la nada este chico llego y la salvo.

"¡Solo escapa! ¡Los monstruos estarán más concentrados en mí!" Insistió Bell al ver que ahora los monstruos estaban más enfocados en el que en esa chica, seguramente por haber matado a uno de ellos y viéndose así como la amenaza superior para los monstruos.

Los monstruos aun siendo seres sin inteligencia, seguían siendo seres con instinto básico… para ellos la prioridad paso a ser quien mato a uno de ellos.

Por su parte si bien Leina había escuchado las palabras del chico peliblanco, y de que esta entendiese que tenía toda la lógica del mundo siguió sus instrucciones de irse…

…Sin embargo Leina no era del tipo de chica que huía y dejaban a los demás peleando solos. Eso era algo que ella acababa de descubrir en esta, su primera pelea contra un oponente de verdad.

'¡No puedo dejarlo solo!' Se dijo a sí misma la rubia quien con dificultad llamo a las pocas fuerzas que le quedaban para así poder una vez más ponerse de pie y agarrar su espada.

"Espera… yo te ayudare," Dijo Leina quien nuevamente preparo su espada para pelear.

"No tienes que forzarte, yo puedo con esto," Dijo Bell viendo que esa chica estaba cansada y lastimada.

"No… no me perdonaría si algo te pasase por ayudarme… mientras yo escapase," Y esos eran los honestos sentimientos de Leina.

Si eso ocurriese, ella se sentiría terrible.

"Muy bien, entonces acepto tu ayuda," Sonrió Bell, "Por favor cúbreme las espaldas,".

"¡De acuerdo, lo prometo!" Asintió con intensidad la hermosa rubia, si ella terminaba corriendo y algo le ocurría a este chico que la ayudo… entonces Leina realmente sentiría terrible.

Esta chica… tenía realmente un buen corazón.

"¡Por cierto, mi nombre es Bell Cranel de la Familia Hestia!" Exclamo Bell, "¿Cuál es tu nombre?" Pregunto el peliblanco.

Si iban a pelear juntos, entonces Bell por lo menos quería saber el nombre de esa chica… la primera que él había rescatado en el Calabozo.

Si bien Bell no podía recordar con toda claridad las palabras de su abuelo, este sabía que el rescatar a una chica era un evento importantísimo que un hombre nunca podía permitirse desperdiciar.

"¡Me llamo Leina Vance!" Respondió con fuerza la rubia quien siguió a Bell que se lanzó al combate.

Y así dos novatos, uno un chico que no llevaba mucho como Aventurero y otra una chica que escapo de casa y ni siquiera poseía un Falna… pelearon juntos contra un grupo de monstruos del Piso 1 de la Mazamorra.

Para aquellos Aventureros poderosos de nivel alto, ellos podrían hacer con los ojos cerrados y una mano atada a la espalda esto que les costaba un poco de trabajo a Bell y Leina juntos. Sin embargo, para este dúo que cada uno comenzando con lo de adentrarse en el Calabozo… este número de enemigos era un desafío.

Ya que al final sin importar lo grande que fuese un Aventurero que se metiese al Calabozo, uno siempre iniciaba en este piso contra monstruos como estos.

-Fuera de la Mazmorra, (Minutos Después)-

El sol estaba comenzando a ponerse en Orario, curiosamente la entrada y salida del Calabozo se encontraba vacía, eso pasaba pocas veces y más que nada era por coincidencia, a menos que fuese un día festivo en Orario.

Igualmente, eso era bueno para estos dos, esta calma luego de la batalla les estaba ayudando bastante.

Bell Cranel y Leina Vance se encontraban saliendo de la Mazmorra, ella se encontraba más cansada que él, claramente.

"Ahh… eso fue… muy difícil…" Dijo con dificultad la hermosa rubia. Leina estaba exhausta después de ese encuentro cercano con la muerte.

Su primera experiencia en la Mazmorra casi termino por ser la última… pero afortunadamente ella fue rescatada al último momento por un Aventurero.

Si el abuelo de Bell estuviese aquí entonces él hubiese estallado de felicidad al ver que su nieto había logrado cumplir una de esas escenas de las que él había hablado a Bell.

Bell no recordaba con toda claridad dicho escenario, pero igualmente sintió que su abuelo estaría orgulloso.

Siendo dicho eso en su posición ayudando a Leina a caminar al hacer de soporte… digamos que como la figura de Leina era bastante generosa en el área del pecho, Bell podía sentir la suavidad de los pechos de Leina en su hombro debido a como este la estaba apoyando para poder caminar mejor.

'Que suaves son… son muy suaves…' Pensaba un sonrojado Bell quien intentaba distraer sus pensamientos de la suavidad de los pechos de Leina… pero eso estaba demostrando ser más difícil de lo que parecía.

¿Que? Este chico seguía siendo un adolescente saludable e impulsos como esos eran francamente de lo más normal.

Aun así, Bell estaba dando todo de sí para que… aquello entre sus piernas no reaccionase ya que en este momento eso sería lo último que el necesitaría.

Para evitar quedas expuesto de tal forma Bell Cranel intento distraerse.

"P-pero aun así es una suerte haber llegado cuando lo hice," Dijo Bell intentando disimular el sonrojo en su rostro, "de no haberlo hecho algo horrible hubiese pasado,"

"…si, tienes razón," Luego de una corta espera, Leina Vance dijo esas palabras asintiendo lentamente.

Ahora que ella estaba fuera de la Mazmorra esta pudo pensar… ¿Realmente lo que ella se enfrento era solo lo del Primer Piso? ¿Acaso no se volvían los monstruos cada vez más fuertes?

Entonces… realmente fue una idiotez entrar sola y sin Falna alguna.

Leina realmente había subestimado a la Mazmorra… ella creía que, si se trataba del primer piso, entonces sin Falna ella podría acabar con uno o dos monstruos…y de hecho ella sí lo hizo, solo para terminar con un gran número de ellos yendo tras ella.

"Ehhh…. ¿Primera vez en la Mazmorra?" Pregunto Bell, diciendo lo primero que se le vino a la mente al notar que sus palabras pusieron triste a esa chica.

Viéndola, Bell pensaba que ella no era una Aventurera o si lo era, una muy novata que ni siquiera tenía la ropa apropiada para ir la Mazmorra.

Y bueno… este estaba en lo cierto.

Ciertamente ahora mismo Leina no lucia realmente como una 'Aventurera' o siquiera alguien que pudiese pelear. Con sus ropas ella más bien parecía una chica de alguna familia adinerada o algo así.

Ella se veía como el tipo de persona que entraba la Mazmorra pensando que sería divertido, usualmente esas eran personas sin siquiera una Falna, quienes pensaban que ser Aventurero sería algo fácil.

Por muy increíble que pareciese ese escenario era algo común, no mucho con los nativos de Orario ya que el tener la Mazmorra y muchas Familias en tu ciudad hacia ciertos efectos sutiles como entender que ir al Calabozo sin Falna era pedir que te matasen.

Pero si no era de Orario entonces… era fácil subestimar la Mazmorra, especialmente si eras de aquellos que matan por casualidad a uno o dos monstruos salvajes.

Casos como los de Bell y Leina eran de hecho un tanto comunes, no encontrar una Familia era algo que podía ciertamente pasar si no te veías fuerte o impresionabas a dicha Familia de alguna forma entonces estabas a tu suerte.

"Bueno… ni siquiera eso, no tengo Familia… asique me adentre por mí misma al Calabozo," Admitió Leina.

"¿¡No tienes un Falna!?" Pregunto un sorprendió Bell ante la admisión de Leina quien solo asintió desanimadamente mientras miraba al suelo.

"Me dijeron que una mocosa como yo no está hecha para ser Aventurera… creí que si lograba matar a algunos monstruos alguien cambiaria de opinión," Suspiro una decaída Leina recordando esos rechazos.

Cuando esta llego a Orario luego de un largo viaje, Leina estaba muy ilusionada sobre qué Familia unirse.

Aun en un lugar tan alejado de Orario como el territorio de la Familia Vance, las historias de las poderosas Familias notables en la actualidad terminaban llegando ya fuese por comerciantes o demás y eventualmente algún que otro sirviente de la Familia Vance terminaba hablando de ellos, cosa que Leina podía escuchar para ver a cuál Familia era buena idea unírsele luego de hacer su plan de escape.

La Familia Loki, la Familia Ganesha, la Familia Hermes (Quienes no estaban presentes en Orario por lo que Leina desconocía como hubiesen reaccionado ellos), todos esos nombres llegaban a donde ella vivía antes.

Para partir Leina había tomado sus propias cosas y llevado ropas, dinero (Del que francamente ella tenía bastante) y la armadura de su madre siendo el ultimo objeto lo único que no era suyo.

Sin embargo, Leina al haber vivido toda su vida en los lujos del territorio de su familia la habían dejado ingenua en varios aspectos del mundo. Más específicamente lo difícil que sería encontrar una Familia para ella quien no tiene ni experiencia peleando ni tampoco algún contacto que le facilitase el unirse. Además, que sus ropas normales eran claramente las de una chica adinerada y no una Aventurera.

Asique debido a no verse fuerte más esas ropas finas y caras que ella vestía con toda normalidad, las Familias más grandes no la tomaron en serio… y aun siendo ella una chica linda eso no le ayudaría porque las Familias grandes y conocidas tenían un gran número de bellezas también.

Otros le dijeron que ella era solo una de esas chicas que se trataba lo de ser Aventurero como una broma, que era una de esas chicas que creían que ser Aventurero la haría popular y que sería más un estorbo que una ayuda.

Eso no podía estar más fuera de la verdad.

Leina honestamente quería ser una Aventurera, ella no tenía una razón tan pobre como ser popular o era alguien quien se lo tomase como una broma… ella quería volverse una Aventurera tan grande como lo fue su fallecida madre.

Sin embargo, nadie le creyó cuando ella quiso explicar que sus sentimientos eran honestos. Al final cada día las almas que llegan hacia las Familias más conocidas buscando ser parte de ellos son simplemente muchas.

Sin embargo, hubo ciertas ocasiones en donde ciertos miembros masculinos de ciertas Familias (Entre ellas la Familia Soma) al verla ofrecieron convencer a su Dios de dejarla unírseles si ella estaba dispuesta a tener un poco de 'diversión' con ellos.

Obviamente Leina rechazo eso y tacho a esas Familias de su lista.

Sin embargo, esos tipos no se veían muy afectados, ellos le decían cosas como que ella iba a reconsiderar cuando 'se le acabase el dinero y no tuviese a donde ir', 'Cuando un extranjero se queda sin dinero en Orario se acabó su suerte,' y finalmente 'Con ese cuerpo la visitare cuando termine con la Familia Ishtar,'.

Cuando Leina pregunto qué clase de Familia era la Familia Ishtar… y la respuesta que recibió la dejo sonrojada y molesta.

Leina buscaba ser como su madre, una valerosa y poderosa Aventurera que podía llegar a los pisos profundos del Calabozo. Asique la Familia Ishtar simplemente no era lo que esta buscaba… Leina quería el tipo de Familia que se adentrarse en el Calabozo como profesión.

Su madre le explico que no todas las Familias eran de Aventureros que iban al Calabozo, había unas que se dedicaban a cosas como hacer medicinas, a la agricultura o incluso a la pesca.

Leina lo entendió y creía que preguntar en esas Familias podría ayudarla… pero ella había decidido desde muy joven el volverse miembro de una Familia que explorase el Calabozo.

Y así Leina sin saberlo había caído en una mala situación de Orario.

Básicamente: Un forastero que no tiene dinero en Orario… está básicamente perdido al no tener a nadie en la ciudad.

O te ibas sin nada de Orario… o te quedabas sin nada en Orario e intentabas como fuese posible generar dinero. Francamente lo segundo si bien sonaba fácil… en práctica podía ser en extremo difícil.

Lo más común seria terminar en algún callejón, terminar como un criminal o en el caso de una mujer atractiva y con buenos atributos como Leina… prostituta o en posesión de un tipo con dinero.

Tal era la ciudad de Orario la cual si bien tenía grandes oportunidades para brillar y alzarse a lo alto… también tenían grandes oportunidades de caer a las sombras en lo más bajo.

Leina estuvo a punto de no poder experimentar ninguna de esas opciones en lo que sería una muerte segura de no haber llegado Bell.

"Quería demostrarles que yo no era una debilucha y que podía sobrevivir en el Calabozo… pero termino siendo demasiado para mí," Ahora Leina estaba deprimida.

Ella pensaba que, si esta lograba llevar consigo de regreso las Piedras Mágicas y quizás algún pedazo de un monstruo, y así hacerles ver a los que la rechazaron por parecer solo una chica común y corriente que ella era alguien capaz de manejar el Calabozo.

Pero en lugar de eso ella casi termino volviéndose una víctima del Calabozo en tan solo el primer piso.

'Habría muerto sola… sin que nadie supiese donde estaba… olvidada mientras cualquiera podría haberse llevado la armadura de mi madre…' Esos pensamientos verdaderamente hacían que Leina se sintiese terrible.

¿Quizás su padre tenía razón y ella no estaba hecha para pelear?

Leina no quería pensar en eso, pero... ¿Sera que ella solo servía para darle un heredero a la Familia Vance?

Cuando las dudas estaban comenzando a apoderarse del corazón de Leina… fue Bell Cranel quien la ayudo sin siquiera intentarlo realmente.

"Yo creo que lo que hiciste fue increíble a pesar de todo, Leina-san," Dijo Bell con toda honestidad, "Creo que eres una chica increíble y fuerte,".

"Solo lo dices para hacerme sentir mejor…" Dijo una decaída Leina mientras tomaba un mordisco de su crepa.

Si bien no tenía la misma calidad que los dulces que eran servidos en sus fiestas de alta gama. Para Leina esa crepa era deliciosa. Quizás incluso más que los dulces finos que ella comía usualmente.

Había algo especial en comer ese dulce al lado del que la ayudo sin preguntar por nada. Quizás era que la compañía podía hacer de dulces bastante simples mucho más deliciosos que de costumbre.

"No, no te estaría mintiendo en algo como esto," Bell negó con la cabeza ante la acusación de Leina, "Después de todo lograste matar a unos cuantos tu misma," Ahí Bell recordó los cadáveres de Kobolds y Goblins los cuales él no había matado por lo que fue Leina quien lo hizo, "Eso es impresionante considerando tu situación," Ella lo hizo todo sin Falna alguno.

Luego de escuchar esas honestas palabras, una sorprendida Leina miro a Bell ya que ella misma realmente no había considerado eso, que ella hizo algo notable… debido a que ella se enfocó en el haber necesitado que la rescatasen, Leina estaba ignorando sus propios logros.

"Lograste eso sin la bendición de un Dios, por eso creo que eres bastante fuerte," Y ahí Bell dio una sonrisa totalmente honesta a la rubia, "Yo no podría haber hecho eso sin un Falna, ni siquiera entrado al Calabozo," Y eso era verdad, en su pueblo, su abuelo le dijo a Bell que este nunca debería entrar al Calabozo sin una bendición de un Dios.

Bell se tomó a pecho esas palabras y no lo intento aun cuando los rechazos se habían apilado uno tras otro. Era mejor ser un chico rechazado que no podía encontrar un dios al cual servir que un cadáver olvidado en el Calabozo.

"Me gustaría tener un Falna… me gustaría formar parte de una Familia, pero al final… ninguna me acepto…" Suspiro una decaída Leina.

"Yo sé cómo se siente eso," Dijo Bell mientras la agradable briza les ayudaba a disfrutar la comida.

Para los ojos ajenos, Bell Cranel y Leina Vance parecían como una tierna pareja de jóvenes. Una pareja formada por un Aventurero y una chica común y corriente debido a las diferencias entre las ropas de Bell y Leina… si uno ignoraba como la ropa de Leina estaba rasgada con marcas de garra.

"¿Eh?" Dijo una sorprendida Leina, "¿También fuiste rechazado?" Honestamente a los ojos de Leina era difícil de creer que alguien tan fuerte como Bell hubiese sido rechazado varias veces.

Y bueno… aquí hay que aclarar que Bell se veía como alguien fuerte para los ojos de Leina y solo los de ella.

Ella vio como Bell derroto con facilidad a esos monstruos… pero uno tenía que recordar que eran monstruos del Primer Piso y Bell por lo menos era suficientemente fuerte para poder manejarlos solo. La ayuda que este recibió por parte de Leina solo lo hizo más fácil.

Él se veía fuerte y heroico a los ojos de una chica que realmente solo había participado en un combate y cuyo entrenamiento se limitó básicamente a entrenar con espadas de madera en secreto.

Para los estándares de Orario sin embargo, Bell Cranel era realmente alguien que podía ser considerado un novato en toda regla que por suerte pudo encontrar a una deidad en una mala situación que decidiese aceptarlo a pesar de no verse muy fuerte.

"Antes de conocer a mi Diosa… fui rechazado por cada Familia que visité," Suspiro un Bell que recordaba el sufrir rechazo tras rechazo comenzando por las Familias más conocidas hasta las no tan conocidas. Realmente una experiencia desagradable.

Honestamente le hacía preguntarse si él había hecho algo malo. ¿Realmente él no se veía como alguien que pudiese unírseles?

¿Acaso el ofendió de alguna forma a los Dioses? ¿Acaso el lucia tan débil? ¿Por qué ni le dieron una sola oportunidad para probarse a sí mismo digno?

"¿Eh? ¿Te paso lo mismo que a mí?" Pregunto una sorprendida Leina quien tenía dificultades creyendo eso.

Por lo que ella vio, Bell se veía como un chico bastante capaz, un chico que peleo seguro de sí mismo en contra de los monstruos… y la salvo como todos esos príncipes de las historias que ella leía cuando esta era más joven.

A sus ojos… Bell Cranel se vio muy heroico en ese momento. Como esos héroes en las historias que su madre le contaba.

"Si… en mi caso estuve días intentándolo," Los ojos de Bell se pusieron un tanto melancólicos al recordar esos días de recibir rechazo tras rechazo, "Me dijeron que me veía muy débil… que alguien como yo no servía para ser Aventurero," dolió escucharlo, realmente el llego lleno de esperanzas a Orario.

Fueron días oscuros para Bell.

Después de todo si él no se volvía aventurero… ¿Cómo él podría cumplir su sueño?

Bueno eso ya no importaba, lo que importaba era que él tenía una Diosa que lo acepto por lo que él podría volverse más fuerte para esa doncella, y si bien ellos tenían poco ahora, Bell estaba dispuesto a hacer de la Familia Hestia algo más grande aun si era el solo.

"Por suerte en mi momento más bajo pude conocer a mi Diosa," Sonrió suavemente el peliblanco recordando ese momento, "Ella estaba sola y no tenía a nadie, de hecho, debe trabajar en un puesto de comida para ganar dinero".

"¿Un Dios haciendo eso?" Pregunto una sorprendida Leina ya que la imagen que esta tenia de los Dioses era una donde ellos no hacían cosas como trabajar.

"Yo también me sorprendí cuando me entere," asintió un sonriente Bell, "Resulta que mi Diosa había descendido hace poco a este mundo por lo que nadie sabía de ella y entonces…" Hestia le había explicado a Bell su situación y este le explico a Leina.

"Wow, no sabía que los Dioses pasaban por eso," Dijo una sorprendida Leina, en general como toda forastera de Orario, ella tenía una visión más grande de los Dioses al nunca antes haber siquiera visto uno.

"Te sorprenderías," Contesto Bell, "Mi abuelo me conto de que, a pesar de ser Dioses, al haber descendido ellos son como todos nosotros, pueden reír, llorar, enojarse y todo eso,".

"Entiendo, entonces tu Diosa si trabaja vendiendo comida," Asintió Leina quien le creyó al instante a Bell, "¿Y entonces solo tu estas en su Familia porque nadie quería unirse a una Diosa desconocida?"

"Soy el único miembro de la Familia HESTIA," Confirmo Bell. Y contrario a lo que uno podría imaginar, Bell no mostraba vergüenza sino orgullo al decir aquellas palabras.

¿De qué había que avergonzarse? Después de todo Bell estaba en la Familia de una Diosa amable.

Luego de escuchar más de Bell, de su situación antes de tener Falna, y finalmente el hecho de que su Diosa le haya aceptado junto con la situación de esta hizo que Leina llegase a una conclusión: La Familia Hestia definitivamente se veía como un buen lugar.

"Tu Familia está buscando nuevos miembros, ¿Verdad?" Pregunto Leina quien miraba directamente a los ojos a Bell, "Dijiste que eras el único miembro asique deben estar buscando más, ¿No es así?".

"Eh, bueno si… estamos buscando más miembros" Dijo Bell ya que, si bien desde que él se unió, Hestia se veía simplemente contenta de tenerlo a él como miembro de la Familia Hestia porque ella no ha mencionado interés en reclutar a más gente. Pero Bell creía que al final necesitarían más personas.

Bell sabía que con más personas la situación podría mejorar ya que más personas significa más dinero obtenido de las Piedras Mágicas.

"Entonces… desearía unirme a la Familia Hestia," Dijo con determinación Leina.

"¿¡E-en serio!?" Pregunto un emocionado Bell al oír la oferta de Leina.

Bell se había resignado a ser el solo el único miembro de la Familia Hestia desde que él se pudo unir hace dos semanas. Al final nadie quería unirse a esas Familias poco conocidas, y en el caso de Hestia ella estaba entre las deidades menos conocidas.

Su Diosa le explico que fue porque ella descendió hace no realmente tanto como otras deidades, al no ser muy conocida pocos tenían interés unírsele aun cuando al final del día TODOS recibían la misma bendición sin importar el Dios.

Al final ella debía trabajar y vivir en malas condiciones…

Sin embargo, eso solo le hacía más determinado a darle una mejor vida a su diosa. Ella lo acepto aun cuando ella solo tenía una iglesia abandonada como lugar donde vivir y luego de ser rechazada por muchos que buscaban ser aventureros.

Y… al pensar en eso, Bell Cranel recordó exactamente las condiciones de vida de la Familia Hestia.

"Ah, pero espera Leina," Un poco más desanimado Bell dijo aquellas palabras mientras que Leina se vio confundida por el súbito cambio de ánimo, "Si quieres unirte… hay algo que deberías saber,".

"¿Eh?, A-acaso hay que pasar por una prueba para unirse?" Pregunto una nerviosa Leina, ella había escuchado que algunas Familias hacían pruebas previas para ver si algún individuo era digno de unirse, usualmente eso estaba para las Familias más grandes y conocidas (En caso de Leina ni le dejaron intentarlo) pero que cualquier Familia podía probar a quienes deseasen unírseles.

"Ah, ¡No! ¡No es eso!" Rápidamente Bell negó con la cabeza, "¡Mi Diosa acepta a cualquiera que realmente quiera unirse!" Bell hizo esa declaración sin problema alguno.

Si había algo que Bell estaría seguro era que su Diosa aceptaría a quien desease honestamente unírsele. Por eso este no quería que Leina pensase que ella imponía algo como una prueba para unirse a la Familia Hestia.

"Entonces cual es el problema?" Pregunto una confundida Leina.

"Veras… somos pobres," Bell decidió ser honesto con Leina y decirle a lo que ella estaba aceptando, "Creo que somos la Familia más pobre de todo Orario, vivimos en una iglesia abandonada," Bell no sabía si eso era la verdad absoluta… pero el hecho de que ambos viviesen en una iglesia que estaba decaída claramente era un mal indicador.

Si bien Leina se veía como una buena persona y Bell la consideraba una chica buena y agradable, este tenía un poco de dudas de que si ella todavía quisiese unirse cuando este mostrase en donde vivía el con su Diosa.

Una iglesia decaída después de todo no era el lugar más agradable para vivir, especialmente para una chica joven, aun siendo denso Bell podía entender eso.

Bell prefería ser rechazado aquí y solo el antes que darle la mala experiencia a su Diosa de ser rechazada directamente si esta se formaba esperanzas de poder tener otro miembro en la Familia.

Sin embargo… con Leina esos miedos eran infundados.

"No me importa," Respondió Leina dándole a Bell una sonrisa para calmar sus temores, "Esa Diosa que te acepto suena como una Diosa amable,".

Bell dio una sonrisa ante las palabras de Leina.

"Si, ella es muy amable, ella incluso trabaja vendiendo comida y no se molesta por hacerlo, ella lo hace para ayudar… Por eso estoy trabajando duro, para poder hacer que nuestra Familia viva en mejores condiciones," Declaro Bell mirando con determinación hacia la dirección donde estaba el Calabozo.

Si bien no había mucho que el pudiese hacer siendo tan solo una persona quien al ser un Nivel 1 que recién comenzaba, Bell igual estaba determinado a ganar lo que fuese posible para ayudar a su Diosa.

El escuchar a Bell solo hacía que su resolución aumentase.

Leina ahora estaba fuera de todos los lujos de su hogar, fuera de aquella enorme mansión llena de sirvientes, fuera de aquellas deliciosas comidas cálidas que esta comía siempre, fuera de la protección asegurada que venía con tener a dos poderosas hermanas y varios guardias.

Sin embargo… ella lo había aceptado, ella había aceptado el estar lejos de eso para cumplir el sueño que le prometió a su madre.

Leina… nunca olvidaría la sonrisa cálida de su madre María quien apoyo su sueño y dijo que Leina sin duda podría lograrlo.

"Ya lo decidí, me uniré a ustedes," Asintió una determinada Leina, "Los ayudare a mejorar su situación,".

Y luego de escuchar esas palabras y la forma como la voz de Leina no dejo espacio para las dudas… un Bell que no pudo más con la emoción de la situación simplemente se dejó actuar.

Este dejo de caminar para inmediatamente…

"¡Muchas gracias!" Y con eso Bell no pudo contenerse más y así este salto directamente hacia Leina para darle un abrazo… pero la diferencia de altura entre los dos causo que Bell terminase con su cabeza entre los perfectos pechos de Leina.

"¡Ah…ah!" Gimió una sorprendida Leina ante lo que estaba pasando… nunca ella había tenido un contacto tan cercano con un chico… o tenido sus pechos siendo tocados de esa forma. Usualmente los hombres mantenían la distancia de ella debido a su posición ya que nadie sería tan suicida como para intentar tocarla de forma indebida en el territorio de la Familia Vance.

Esta era la primera vez que ella tenía un contacto tan cercano con un hombre… y solo digamos que de haber estado viendo esto, cierta hermana menor de Leina hubiese usado ese preciso instante para acabar con Bell quien cometió el crimen de atreverse a tocar de esa forma a Leina.

Coincidentemente ahora mismo en otro lugar del mundo, dicha hermana menor sintió un poderoso deseo de usar su Lanza para perforarle el pecho a alguien más… mientras la zona seguía en caos intentando buscar por todos los lugares del país a la desaparecida heredera de la Familia Vance quien se escapó en medio de la noche llevándose consigo la armadura de su madre.

Leina no lo sabía por supuesto, el tipo de revuelo que causo su partida.

Ella ni siquiera había dejado una carta de despedida explicando su situación por miedo de que de anunciar que ella se iría a Orario, su padre enviaría a su hermana mayor a traerla de regreso… y Leina no tenía ilusión alguna de poder resistirse si alguien tan fuerte como Claudette si realmente iba a traerla de vuelta.

Y conociendo a su padre si ella terminada siendo traída a la fuerza al territorio de la familia Vance… Leina se estaría comenzando a despedir de su libertad.

Por eso ella espero el momento adecuado para hacer su escape, cuando sus dos hermanas estuviesen lejos en una misión de exterminio de monstruos en el territorio (Claudette siempre era enviada por los monstruos más poderosos o los números más superiores mientras que Elina era enviada generalmente a lugares con monstruos no tan peligrosos pero igual difíciles de manejar), Leina sabía muy bien que debido a donde las mandaban estaban alejadas del castillo de la familia, ellas no volverían sino después de unos días o incluso semanas.

Leina supo que el único momento de hacer su plan de escape era cuando Claudette y Elina estuviesen exterminando monstruos. Ella confiaba en que sus hermanas regresarían, ellas siempre volvían de esas misiones… mientras que ella debía quedase en casa aprendiendo lo que era ser una heredera.

Luego Leina tenía que buscar un momento donde la seguridad fuese lo suficientemente baja como para tomar la armadura de su madre y escaparse del territorio de los Vance.

Afortunadamente cuando sus hermanas estaban afuera coincidió con su padre teniendo que salir y por su seguridad llevándose a una cantidad considerable de soldados para su protección ya que la ruta que el tomaría era una que podía ser atacada ya fuese por monstruos o por bandidos.

Si bien eso dejaba al territorio de los Vance con poca protección, debido a la ubicación de dicho territorio los monstruos que podían llegar ahí eran usualmente bastante débiles al punto de que incluso los guardias normales sin Falna podrían derrotarlos.

Asique viendo una oportunidad que no se repetiría muy a menudo, Leina tomo todo su dinero guardado, sus ropas que sirviesen… y la armadura de su madre, con todo eso ella simplemente escapo en la hora más profunda de la noche y nunca dejo de correr hasta estar segura de que ella estaba lejos.

Luego de llegar a un pueblo cercano temprano en la mañana (Antes de que las sirvientas fuesen a despertarla) Leina solo tuvo que pagarle dinero a una caravana de mercaderes que iban hacia Orario.

Sin saberlo el precio que le cobraron a Leina era el doble de lo que algo como eso costaría, considerando como Orario era básicamente el centro del mundo, no era extraño que una caravana de mercantes provenientes de cualquier lugar del mundo terminase yendo o pasando por Orario ya que al final, ¿Qué mejor lugar que en donde circula tanto dinero y tantos compradores?

Y así comprando además una espada de mala calidad (La cual le dijeron a Leina que era una espada de gran calidad y ella se lo creyó) Leina embarco un viaje a Orario.

Para cuando los sirvientes se dieron cuenta de lo que paso, Leina ya había salido del pueblo cercano a su mansión. Para cuando su padre regreso, Leina ya estaba en medio camino a Orario, para cuando sus hermanas regresaron, Leina ya había llegado a Orario.

Asique el plan de esta para escapar fue sin dudarlo un éxito perfecto… mientras que el de ser aventurera parecía haber fallado de la peor forma posible hasta que ella fuese salvada por Bell.

"¡Gracias! ¡Prometo que mi diosa te aceptara! ¡Prometo que juntos nos volveremos una gran Familia!" Pero todavía segado por la emoción de que Leina hubiese aceptado unírseles, Bell siguió abrazándola y al mismo tiempo metiendo su rostro en los pechos de esta, cosa que este no veía porque sus ojos estaban cerrados pero que al menos sentía una suavidad muy agradable.

Había tal estado como el dejarse llevar por las emociones de uno… y al mismo tiempo si alguien los viese, Bell Cranel se hubiese vuelto la envidia de muchos hombres debido al poder haber metido su cabeza entre los pechos de Leina.

Y… la hermana menor de Leina hubiese intentado matar aquí y ahora a Bell de haber visto esta escena, considerando que esta poseía un Falna y un nivel alto entonces era claro que en este punto esa hermana hubiese podido matar a Bell de haberlo querido.

Básicamente digamos que si dicha hermana menor se enterase de como Bell estaba tocando el cuerpo de Leina… Bell Cranel tendría a cierta persona buscando matarlo.

Bell no lo sabía, Leina no lo sabía, todo Orario no lo sabía, pero este encuentro entre Bell Cranel y Leina Vance era un inicio, un inicio no solo del viaje de ambos para ser más poderosos y volverse grandes Aventureros… sino el de un harem tan grande y épico que se volvería una leyenda en Orario…. No, una leyenda en todo el mundo.

Sin embargo, por ahora, estos eran solo dos jóvenes que buscaban cumplir sus sueños en Orario, uno era un chico quien seguía las historias que su abuelo le había contado.

Otra era una chica que había escapado de su hogar para cumplir su sueño gracias a las historias que su fallecida madre le había contado. Tomando consigo incluso la armadura y armas de esta.

Este era el inicio de como la Familia Hestia se convertiría en una de las más poderosas de todo Orario.

"S-si… e-entiendo que este feliz… p-pero… ahhh…" Gimió la hermosa rubia al sentir a Bell en sus enormes pechos.

Y… ¿Por qué su corazón estaba latiendo tan rápido?

Sera por ser la primera vez que ella realmente tenía un contacto un hombre que se extendía más allá de tocarse las manos.

Realmente ella nunca tuvo un contacto tan cercano con un chico. Únicamente ese contacto era en las fiestas de su familia.

Dicho contacto se reducía simplemente a esas personas besando su mano ya que nadie intentaría algo más que eso en una fiesta formal, lo único más que esos hombres podían hacer era hablar con ella… en un intento claro de seducción.

Solo digamos que el apellido Vance era uno importante en la nación de donde Leina provenía, no había entonces falta de gente interesada en ella solo por dicho apellido…. Y por el hermoso cuerpo de esta.

Tal era su vida como la heredera de los Vance.

Sus días consistían en levantarse, lecciones de modales, comer y luego lecciones académicas para ser la perfecta señorita heredera de los Vance la cual eventualmente daría a luz a la siguiente generación.

Tal era su vida… tanto Leina odiaba dicha vida que esta decidió abandonar esos lujos para llegar a Orario donde esta iba a cumplir su sueño… a cumplir la promesa a su madre.

Y si bien eso se vio imposible por los múltiples rechazos… ahora ella había conocido a una persona que la llevaría a su Familia para que ella fuese añadida como un miembro nuevo.

"¡Vamos! ¡Estoy seguro de que mi Diosa estará feliz de recibirte!" Sonrió el peliblanco quien agarrando de una mano a Leina, comenzó a llevarla hacia donde se encontraba el hogar de la Familia Hestia.

Al parecer Bell no se había dado cuenta que él había restregado su rostro en los pechos de Leina Vance, cosa que muchos otros hubiesen deseado hacer y al mismo tiempo acción que le hubiese costado un gran castigo de haber sucedido en el territorio de los Vance… lo más seguro que muerte a manos de la hermana menor de Leina.

Solo digamos que dentro de muy poco Bell se avergonzaría bastante al ver sus acciones desde otra perspectiva.

Por ahora él estaba superado por la emoción. Asique este seguía llevando a Leina mientras al mismo tiempo que este corría, sus ojos nunca dejaron a Leina como si Bell temiese perderla si el apartaba la mirada.

¿Pero acaso uno podía culpar a este joven?

Y aun así algo notable era la capacidad de Bell de simplemente correr sin mirar, después de todo este había recorrido varias el camino desde la Mazmorra hasta su hogar que incluso mirando hacia otra dirección el peliblanco era capaz de recorrer este camino, especialmente porque luego de cierto punto ni habría personas en las cual él podría tropezar al estar su hogar en un área abandonada.

Por otra parte, con Leina a esta no dijo nada a Bell por haberla tocado de tal forma ya que aquí y ahora lo que había agarrado la atención de la rubia era… la sonrisa pura en el rostro de Bell.

A diferencia de todos esos otros hombres que ella había visto en las fiestas del castillo de la Familia Vance… los ojos y sonrisa de Bell no tenían ningún deseo oculto.

'Que sonrisa tan hermosa… que ojos tan puros,' Fue el pensamiento de Leina quien simplemente continúo siguiendo a Bell que la tomaba de la mano incluso corriendo ella misma para mantenerle el paso.

NOTAS DEL AUTOR:

¡Hola a todos mis lectores!

¡Nueva historia de parte mía y mi primera historia con Danmachi!

Francamente desde hace un tiempo me ha gustado mucho esa serie, sin embargo, realmente no me había animado a hacer un fic hasta hace poco… pero luego de ver los fics de Danmachi del usuario Albionir me inspire.

Para clarificar aquí estoy usando los diseños de Queen's Blade Unlimited.

Me encanta realmente Queen's Blade, y también me agrada Danmachi y francamente se siente natural intentar ambas series juntas.

Siento que Queen's Blade realmente queda excelente en un mundo como el de Danmachi, con todos los elementos de fantasía que hay el combinar ambos mundos es algo bastante fácil y que le da una buena oportunidad a esta historia.

Eso si habrá unos pequeños cambios por aquí y por ahí para que ciertos aspectos de Queen's Blade queden bien con el mundo Danmachi, pero no será nada muy drástico.

En general le veo un buen futuro a esta historia… y a un Bell que disfrutara mucho sus futuros días (Solo digamos que su inocencia está destinada a desaparecer más temprano que tarde en esta historia).

El harem de Bell será grande, solo decirles que sin duda alguna incluirá a todas las chicas de QB (Si, incluso Cattleya, Ymir y Nyx… y Elina) y a unas cuantas de Danmachi.

Hare lo mejor que pueda con esta historia, sin duda Bell tendrá grandes momentos para brillar tanto en batalla como en romance.

Y bien eso sería todo me encantaría su pudiesen apoyar esta historia también, de Danmachi no hay mucho en español por lo que no se si es muy popular en este lado del mundo, pero espero que puedan tomarse un tiempo para dejar reveiws.

Como dije, fue Albionir quien me inspiro a hacer una historia de Danmachi luego de leer las suyas, asique si tienen tiempo véanlas también.

Asique básicamente los personajes de QB estarán en esto por lo que la historia poco a poco comenzara a ir en su dirección única mientras que Bell y Leina se harán cada vez más fuertes juntos.

Eso es todo, espero que disfruten mi historia nos vemos en el siguiente cap, no tengan problemas en ver mis otras historias.