Hola a todos! He aquí traigo un pequeño one-shot que me gustó mucho escribir, la idea la saqué de un comic propiedad de TOXICCAT99, me encantan sus arts. Así pues espero que les guste, y sin más qué decir además de que espero que todos se sigan cuidando Y QUE ESTOY MUY EMOCIONADA CON EL ESPECIAL QUE ESTÁ CERCA… COMENZAMOS!

….

Leche caliente.

Capítulo único.

Marinette se acercó a Adrien nerviosa. No sabía cómo decirle aquello, ya no eran unos niños y estaban experimentando cosas nuevas… muy nuevas, pero necesitaba decirle de alguna forma no tan directa al haber gente alrededor.

-A-Adrien…- le llamó cuando este limpiaba su sudor por la clase de esgrima, viéndolo mucho más guapo que antes, incluso su sudor tenía un aroma agradable.

-¿Sí, Marinette? ¿Pasa algo?

Ella se sonrojó. Necesitaba decirle pero no podía encontrar las palabras.

-¿P-Podrías tú…? Es decir, me preguntaba s-si podrías…- las palabras enredaron su lengua, y tras boquear un momento como pez en el agua logró al fin soltar lo que tenía atorado.- Me gustaría algo de leche caliente esta noche. E-En mi casa, estaré sola… esta noche y bueno… pensé...

Adrien se sorprendió por sus palabras, pero una sonrisa se dibujó en su rostro y su mano enguantada se elevó para acariciar con dulzura la mejilla de su novia.

-Por supuesto. Iré esta noche a tu casa, Marinette.- le dio un beso rápido al ver que monsieur D´Argentcourt ya le estaba esperando. Dejando a Marinette roja desde la cabeza hasta los pies y ahogando un grito en su garganta.

-¡No me puedo creer que Alya haya tenido razón en esto de los códigos!- musitó cubriendo su boca, casi saltando de felicidad cuando salió de la escuela.

Todo estaba listo. Los kwamis estarían abajo viendo televisión, había completado los entrenamientos estipulados, su tarea, y avanzado a un diseño. Era su momento. Revisó su conjunto de pijama, un vestido de tirantes rosa con estampado de flores y corte recto que se ajustaba perfecto a su figura y dejaba al descubierto sus largas y torneadas piernas. Se soltó el cabello y se puso un poco de brillo rosado. Estaba lista para todo.

Escuchó los toques en la trampilla y subió a su cama para abrir y ver a su visitante llegar con ese traje de cuero negro que adoraba retirar de su cuerpo.

-Bienvenido Chat Noir.

-Te dije que vendría purrincess. Y como todo buen gato… vine a traerte algo de leche caliente para tu delicado paladar.- sonrió mostrando sus colmillos y ella se sonrojó imaginando cuánto disfrutaría de ello.

-Y estoy segura que voy a disfrutarla.

-No te quepa duda alguna.

Sentía que iba a gritar, al demonio con entrar a su habitación, el techo tampoco no estaba tan mal. Estaba a punto de invitarlo cuando que vio que este puso frente a ella un vaso de plástico con tapa.

-¿Qué es esto?

-Leche caliente. Justo lo que pediste.

-¿Eh?

-Está bien si tienes problemas para dormir. Una lástima que no tengas leche en tu casa pero no te preocupes. La próxima vez que necesites un vaso de leche caliente tu heroico novio vendrá a traerte un vaso de la mejor leche que hay.

Quería gritar y decirle que era un idiota. Pero sonrió tensa y aceptó el vaso.

-G-Gracias, mi príncipe…

-Bien, mi trabajo está hecho. Nos vemos mañana miaumor.- se fue saltando de felicidad ante tan buena acción, en cambio ella no se decidía si gritar o llorar.

Chat Noir regresó a su casa y se destransformó, dejando que Plagg comiera todo el queso que quisiera.

-Me alegro mucho haber ayudado a Marinette. Pobre, como sus padres no están de seguro no tuvo tiempo de hacer la compra y por eso me pidió ese vaso de leche para conciliar el sueño.

-Oh, sí. Seguro que ahora conciliará muuuuuy bien el sueño.

-¿Por qué ese tono?- preguntó ante el tono burlón del kwami que rio.

-Sólo te diré que aun después de tanto sigues siendo muy obtuso.

-¿Qué quieres decir?

-Bueno, era obvio que tu noviecita quería leche caliente, pero no creo que se refiriera a la leche de vaca.

-¿No a la leche de vaca? Entonces tal vez debí llevarle un vaso de leche de almendra.- Plagg rio aún más, no sabiendo si sentir pena por su portador o por la pobre chica.

-Más bien quería un tipo de leche que no viene en cartón, galán.- dijo mirando abajo entre sus pantalones y luego su cara, obteniendo en unos segundos la expresión que buscaba.

-¡MARINETTE!- gritó sonrojado volviéndose a transformar para ir a casa de su amada a cumplir su pedido pero al llegar se encontraría con la trampilla cerrada y a su dama profundamente dormida con algodones en las orejas, todo gracias al vaso de leche caliente que le llevó y sin oportunidad de darle de la suya esa noche.

….

Y… FELIZ DÍA DE LOS INOCENTES! JAJAJAJAJA Y espero que les haya gustado! Gracias a todos por leer. Dejen review, nada de tomatazos, acepto dulces y en su mayoría chocolates, y sin más qué decir… UN ABRAZO! UN GUSTAZO! Y HASTA LA SIGUIENTE!