Disclaimer: Esta es una traducción/adaptación de la historia original de rhapsodybree, Seven Knocks. Los personajes reconocibles pertenecen a J. K. Rowling, la historia original a rhapsodybree.
Siete actos.
1 – No quiero morir siendo virgen.
En la víspera de la guerra, Hermione Granger estaba sola en la cocina.
Ese era un interesante concepto… sola.
Con todas las cosas para las que necesitaba estar preparada, lo único en lo que podía pensar, era lo muy poco que había obtenido de la vida.
Por supuesto, la guerra contra Voldemort era algo importante, pero fuera de eso, ella sentía que no tenía nada más.
Escuchó un ruido y se puso de pie de inmediato, con la varita lista en la mano derecha, preparada para enfrentar a quien fuera que entrara, ya fuera amigo o enemigo.
Hermione bajó su varita cuando vio que era Severus Snape, quien dejó su pesada capa y su máscara sobre la mesa.
Ignorándola, se acercó a una alacena escondida y murmuró un encantamiento, luego tomó una botella de Ogden.
Hermione lo vio beber unos tragos directo de la botella, y antes de poder detenerlas, las palabras escaparon de su boca.
"No quiero morir siendo virgen."
2- No quiero estar sola.
Luego de la guerra, con las emociones destrozadas, el cuerpo cansado, su magia agotada y su alma abandonada, Hermione Granger deseaba sentir algo… lo que fuera.
Vio a Severus Snape en los alrededores de la masacre, caminando en medio de los cuerpos.
Ella caminó hacia él, captó su atención y se miraron a los ojos al pasar.
Ella supo que él la estaba siguiendo mientras se hundían en la oscuridad.
No hacían falta palabras.
3 – Necesitamos olvidar…
Habían pasado funerales tras funerales, luego celebraciones, luego más funerales, luego entrega de medallas, luego funerales otra vez.
Montada en una montaña rusa emocional, Hermione pensaba que ya no podría resistir otro evento en el que tuviera que sonreír, llorar o celebrar.
Se sentía vacía.
Ya no tenía nada que dar.
La sola idea de tener que ir a la cama la deprimía. Sabía que las pesadillas la estarían esperando.
Sus pies ya la habían puesto en camino hacia las habitaciones de él, mucho antes que su cerebro tomara conscientemente la decisión.
La imponente figura de Severus Snape oscureció la entrada.
De repente, la realidad de toda la fatiga que adornaba el rostro de Severus y los casi hundidos ojos, la golpeó de lleno.
"Necesitamos olvidar."
4 – Me quedé afuera de mi departamento…
El tiempo pasó.
Algunas heridas sanaron y ella estaría marcada de por vida, pero la vida había comenzado a volver a la normalidad.
Casi resultaba aburrido.
Con la investigación finalizada por ese día, Hermione Granger ansiaba un poco de emoción en su vida.
De regreso a su departamento, la joven consideraba las opciones para darle un poco de picante a su existencia, mientras jugueteaba con la llave entre los dedos. Estaba tan sumida en sus pensamientos que se sorprendió al ver la familiar estampa de un hombre que la esperaba junto a la puerta.
"Me quedé afuera de mi departamento."
Ella alzó una ceja, con una sonrisita, y Snape le sostuvo la mirada.
"Pasa."
5 – La cita fue una mierda… necesito sexo…
Hermione Granger emitió un frustrado gemido al entrar a su departamento después de otra desastrosa cita.
¿Es que era demasiado pedir por un tipo con un poco de cerebro?
Y lo peor. Necesitaba sexo.
Necesitaba las dos cosas. Un tipo con cerebro y que fuera decente en la cama.
¿Cómo era que se había puesto tan obsesiva con el sexo?
Activó un hechizo y pensó que había muchas ventajas en eso de ser una bruja cuando se requería de su compañero sexual.
Se sentó en la cama y se quitó los zapatos altos.
Pudo sentir el momento en el que él llegaba.
Sin darse la vuelta, rebuscó en su espalda y bajó el cierre del pequeño vestido negro, mientras hablaba con él.
"La cita fue una mierda… necesito sexo…"
6 – No sabía dónde más podía ir…
Había pensado que el saber que sus padres nunca podrían recordarla, que ella ya no podría ser su hija, era duro. Pero el saber que habían muerto, hacía ya tres meses, la destruyó.
Su funeral había sido dos meses atrás y ella no había asistido.
No se había enterado.
Muy pocas personas sabían lo que había hecho, y todavía menos gente sabía lo que había pasado.
Las lágrimas se agolpaban en sus ojos mientras se dirigía al lugar en donde se sentía más segura.
La puerta se abrió y las palabras no salieron.
El primer gemido se escapó y de pronto se encontró firmemente abrazada. Ella se aferró al negro chaleco, mientras era envuelta por la calidez del cuerpo de Severus Snape.
"No sabía dónde más podía ir…"
7 – Te quiero conmigo… para siempre…
Hermione alzó la vista de su libro y su café matutino para encontrar a Severus, estudiándola con detenimiento.
Tomó una galleta y lo miró con una ceja alzada, en tono interrogativo.
Entonces vio las emociones que cruzaban su rostro.
Esperó para que dijera algo, no lo presionaría, y fue a levantar la taza de café nuevamente.
"Ya no quiero hacer esto."
El corazón de la chica se hundió al escuchar esa declaración. Él se puso de pie y se acercó a Hermione.
"Quiero más."
Incapaz de esconder su sorpresa, y sabiendo que Severus observaba con sumo cuidado las emociones que se desplegaban en su rostro mientras trataba de procesar lo que acababa de decirle.
"Te quiero en mi cama, en mi casa, en mi vida."
Él estaba muy serio cuando se arrodilló frente a ella.
"Te quiero conmigo… para siempre."
FIN.
N/T: Cortito, lo sé, pero me pareció muy interesante que mostrara distintos momentos de la vida de nuestros personajes favoritos. Espero que les haya gustado.
Un abrazo fuerte y ¡hasta la próxima!
