Esto será una historia de 4 capitulo, basado en las bases del beisbol aplicado a la temática sexual. Además de presentarnos a ciertos personajes que molestaran a Sasuke en su amorío por el rubio.

Si la historia tiene buena cabida, haré unos extras relacionados con la misma y de temática más picante (o sea con lemon), pero dependerá de si gusta o no.

No hagáis caso de la trama original de Naruto, habrá cositas cambiadas. Disfrutad...

1r obstáculo…

Lo odiaba, lo odiaba con toda su retorcida y podrida alma. Ya cuando lo vio la primera vez en la jodida guarida de Orochimaru, con esa sonrisita falsa, esa pose de mosquita muerta e intentando hablar con él como si hubieran de ser grandes amigotes, pues ya en ese momento le cayó mal. Pero es que ahora le odiaba con todas sus fuerzas. Le miró y achicó los ojos intentando fulminarlo con la mirada, pero no surtía efecto, tampoco le funcionaba el que le tratara mal y le diera miradas de odio eterno e infinito cada vez que se lo cruzaba, éste le hablaba o estaban en un mismo espacio. Nada. Parecía como si el capullo ese fuera inmune a sus miradas made in Sasuke "te voy a fulminar sin necesidad de activar el sharingan". Y si, esas miradas funcionaban, lo había probado con muchos otros al ver que ese tal jodido Sai era inmune a ellas.

Y ahí iba de nuevo… Hablando con Naruto, con esas confianzas… ¡Y estando él presente! Le daban ganas de activar el Susanoo, agarrar a ese cabrón y estrujarlo con la cadavérica mano de su técnica hasta convertirlo en pulpa. Gruñó por lo bajo. Como llegaba a odiarlo. Y como se divertiría regando el suelo con esa sangre. Sonrió tétrico.

–¿Pasa algo, teme?– Preguntó el dobe, SU dobe que lo tenía al lado. Porque si, Naruto era suyo… Aunque éste aun no estaba enterado de eso.

–Nada, vamos a entrenar que necesito ejercitarme… Y gastar energía.

Que raro, pensaba Naruto, el Uchiha parecía tenso y cabreado desde ayer que le dejó un momento para irle a comentar una cosa a Sai. Y ahora, aunque él lo negase, presintió que le pasaba algo pues no respondió a su mote.

Fueron a entrenar y pelearon durante horas. Pelear contra Sasuke siempre le fascinaba porque aunque era una persona fría y calculadora, cuando luchaba lo hacía con pasión, eso si, siempre pensando estrategias para aprovecharse de las debilidades del rival en su beneficio.

–Creo que Sasuke-kun va a vencerte, Naruto-chan.– Dijo una voz tranquila mostrando una sonrisa.

El rubio se desconcentró y su rasengan desapareció haciendo volar al rubio por el receso de energía.

–¡AGH!–Se levantó para encarar al pintor. –¿Pero que dices Sai? Es evidente que yo iba a ganar. Y no me llames Naruto-chan, que ya te he dicho muchas veces que mi tamaño es correcto.

Naruto estaba rojo de la rabia y gesticulaba como un loco. Pero Sai le ignoraba con su sonrisita en el rostro.

–Sasuke-san estaba seguro que iba a ganar por la sonrisa que mostraba.– Y haciendo el gesto de pequeño con la mano, añadió–Y ya sabes que si tienes el pene pequeño, te lo he visto y tu has visto el mío, así que puedes comparar… Naruto-chan.

Sasuke achicó los ojos enfadado, sólo él tenía derecho a ver desnudo a Naruto… Y en cambió ese capullo había estado desnudo junto a su dobe y midiéndose las pollas, cuando de nuevo… Sólo él tenía derecho a mirar los atributos del rubio. Apretó los puños con fuerza y contrajo el rostro con rabia.

Los otros dos seguían discutiendo sobre tamaños de miembros y no le veían.

–… Si quieres podemos volver a comparar.

¿Qué? ¿Cómo se atrevía ese maldito bastardo? Aquí ya no pudo contenerse más.

–Si tan seguro estás de ti mismo, prueba conmigo–Susurró con voz amenazante.

–¡Oh, Sasuke-san! ¿También quieres que comparemos tamaños.–Sonrió girándose hacia el Uchiha.

–¿Qué?

–Aunque estoy seguro que a diferencia de Naruto-chan. Tu si que debes tener un buen tamaño de pene–Seguía Sai a su rollo–Naruto-chan ¿Tu te has bañado alguna vez con Sasuke-san? ¿No te has fijado…?

–No todos tenemos esa manía pervertida, ttebayo.–Recriminó el rubio, aunque en su interior intentaba recordar esa situación.

–Pero si es normal que los hombres…

Esos dos seguían discutiendo, Sasuke ya estaba rojo de la rabia, eran idiotas y no se enteraban de nada… Aunque la respuesta sobre lo que opinaba Naruto de su pene si que le interesaba, pero preferiría oírla en privado para luego poder decirle "Te gustaría comprobar como anda tu memoria, usuratonkachi". Oh si, y luego con un poco de suerte podría comerse a su rubito. Así que sobraba Sai y se tenía que deshacer de él… Y de paso dejarle en claro que las propiedades Uchiha no se tocan, ni se miran.

–¡BASTA!–Gritó con furia haciendo callar a esos dos que lo miraban alucinados– Te estaba diciendo que lucharas conmigo, si te atreves claro.

Sasuke le estaba proponiendo entrenar con él, se sentía feliz, por primera vez podría participar con el otro, como un verdadero compañero, como el Uchiha hacía con Naruto.

Sonrió de verdad mientras asentía. Naruto por su parte no estaba tan seguro, aunque en otras circunstancias le habría encantado que Sasuke le propusiera entrenar a Sai, esta vez no creía que fuera buena idea y más viendo la tensión en si amigo…Pero si su rabia se podía palpar en el aire. Iba a advertir a Sai o parar esa situación, cuando el teme, notando lo que quería hacer, le advirtió.

–No digas nada y no te metas– Le susurró.

Naruto levantó los hombros quitándole importancia, primero de todo Sai también era bastante fuerte y segundo, le molestaba que le llamara Naruto-chan y que lo hicieran por creer que tenía un mini pene… Su polla era de buen tamaño, como para que Sai estuviera insinuando cada dos por tres que necesitaba lupa para vérsela y unas pinzas para poder agárraselo. Maldito imbécil, definitivamente que le dieran un poco de estopa no era tan malo. Y si la cosa iba a mayores, o sea Sai a punto de morir, ya se encargaría de detener al furioso Uchiha.

La pelea comenzó y la verdad es que Sasuke no se estaba conteniendo ni controlando para nada, pero el pintor luego de un par de golpes, que le hicieron volar por los aires y golpearse con troncos y rocas, y sangrar un poco también, se puso serio. Él no se dejaba acobardar, por algo había sido un anbu raíz.

Naruto hacía tiempo que no se divertía tanto viendo una pelea, las patadas y los puñetazos volaban en las dos direcciones, y aunque Sai era el que más recibía, Sasuke también salía volando por algún puñetazo del otro. Eso no parecía una pelea de ninjas, no utilizaban jutsus ni técnicas secretas, más bien parecía una pelea de gallos marcando territorio. Aunque no entendía que pretendían marcar como suyo.

Ya no aguantaba más, el Uchiha era extremadamente fuerte y veloz, le atacaba sin cuartel y usando una potencia que se solía reservar para los combates con los enemigos y no en un simple entrenamiento. "Definitivamente no me soporta" pensó algo decaído. Usando la poca fuerza que le quedaba y su ingenio, consiguió golpear duro a su rival, mandándole contra una roca.

En cuanto su espalda tocó ese pedrusco se levantó, ahora vería ese imbécil de Sai.

–¡Chidori!– Y con esa técnica en su brazo se lanzó a por el otro, que estaba a cuatro patas en el suelo intentando recuperarse de la pelea.

Oyó el grito del Uchiha y a duras penas consiguió sacar su pequeña katana para parar la espada de rayos de Sasuke. Pero su hoja no aguantó el salvaje golpe de la espada formada de rayos. Veía la hoja cada vez más cerca y él no se podía mover, abrió los ojos por el miedo… Iba a morir a manos de un compañero desquiciado. Y la hoja paró a tres dedos de su rostro, notando los rayos quemarle un poco la piel. Suspiró de alivio y cayó de culo al suelo.

–¿Se puede saber que pretendías teme?–Naruto había conseguido agarrar el brazo de Sasuke a tiempo de pararlo. Y ahora reclamaba al Uchiha muy cabreado.

El otro sólo deshizo la técnica y miró con calma al rubio.

–No iba a matarle si es lo que insinúas, dobe– Sonrió de lado mirando al anbu del suelo.– Sólo quería demostrarle mi superioridad.

Un Naruto muy cabreado sólo le gruñó y le dio la espalda, ayudando a Sai a levantarse.

–Vamos, te llevaré al hospital para que te miren las heridas.– Dijo pasándose el brazo del otro por su cuello para que se apoyara en él, mientras le pasaba el propio por la cintura. Y emprendieron regreso a la villa, eso sí, antes soltó– Idiota.

Naruto se iba con ese, llevándolo pegado a él, preocupándose por sus heridas y le dejaba allí sólo… Él también tenía heridas…Pero había preferido ayudar a ese perdedor. Cabreado se quedó allí destruyendo rocas y árboles.

Al oscurecer se dirigió a su hogar, tenía una cita urgente con la ducha y luego tenía que ocuparse de sus heridas.

En eso estaba, con una toalla en la cintura pues acababa de salir de la ducha y se estaba sirviendo un poco de sake, cuando llamaron a la puerta. Al abrir vio al rubio plantado ante su puerta, aun con el ceño fruncido.

Naruto miró al dueño de esa casa, estaba casi desnudo delante suyo y no pudo evitar sonrojarse, pero que jodidamente bueno que estaba su teme.

–¿Qué quieres?–Rompió el silencio Sasuke, mostrando en su voz su molestia.

–Vengo a ayudarte con las heridas, teme–Apartando la vista del fuerte torso del terco azabache, si seguía así tendría que limpiarse los morros por exceso de babas.

–Pensaba que estabas ayudando a ese maldito bastardo–Soltó con rabia.

–¡No me seas idiota, Sasuke!–Alzando su voz, respiró un par de veces buscando esa paciencia que no solía tener–¿Me dejas entrar o qué?

–Haz lo que quieras, dobe– Apartándose hacia el interior de su hogar. Fue hacia la mesa y se bebió el vaso de sake de un tirón.

–No deberías beber…

–Hago lo que quiero en mi casa, usuratonkachi.

Poniendo una mueca, el rubio agarró un algodón y el desinfectante y se lo pasó por una herida del brazo.

Abriendo los ojos se miró las acciones del rubio que concentrado en lo que hacía empezó a vendar la herida previamente desinfectada. Sus manos eran suaves y sus acciones firmes.

Levantó los ojos un segundo de lo que hacía, Sasuke respiraba algo profundo y estaba un poco tenso, y es cuando lo pilló… Le estaba observando fijamente con las pupilas algo dilatadas. Se sonrojó y volvió su vista a la herida y a lo que hacía.

Después de que sus ojos se cruzaran, las manos de Naruto empezaron a mostrar un leve temblor, estaba nervioso.

–Te has pasado con Sai– Intentando distraerse de lo que le hacía sentir la penetrante mirada ónix y del hecho que estaba semi desnudo– Él sólo quiere hacerse tu amigo y aunque es un poco raro, no lo hace de mala fe. Es que no sabe como comportarse.

Sasuke se apartó del rubio y fue a sentarse, porque tenía que empezar a hablar de ese justo en aquel momento.

–Lárgate con él. Vete a curarle las heriditas y déjame en paz, Naruto.

–¿Qué narices te pasa, idiota?

–Digo-que-te vayas-a curarlo a él y-me-dejes tranquilo–Soltó entre dientes el azabache, aunque más bien fue como si escupiera las palabras.

–Las heridas de ÉL–Remarcó Naruto–Ya se las ha curado Sakura, cuando le he dejado esta tarde en el hospital.

El Uchiha abrió los ojos y se lo miró con interés, levantándose se acercó de nuevo al otro y se paró a un palmo de él.

–¿No lo has curado tu?

–No. Yo sólo lo he llevado al hospital– Sasuke sonrió de lado con prepotencia. Había dejado a ese pintor de mierda allí, mientras que a él había ido a curarle.–Seguramente Sakura se habrá ocupado de él, después de todo es su chico.

Sasuke aun abrió más grande sus ojos que antes y después se puso a reír como un loco. Esa adorable risa de desquiciados que tenían todos en ese clan. Naruto se apartó sorprendido y algo asustado, el Uchiha tenía unos cambios de humor algo raros y ahora… Esas risas de psicópata. Además de ser extraño en él que riera, daba miedo… Sólo le faltaba ponerse un jersei a rayas, un sombrero y un guante con cuchillas. Tembló.

"Esa copia barata ya no me cae tan mal, me ha librado de Sakura y además se que no tiene interés en mi Naruto". Se miró al rubio, éste por su parte le miraba como si fuera un extraterrestre, pues nunca se había fijado en que el frío Sasuke mostrase tantas emociones con la cara y sobretodo los ojos.

–Teme, se te ha abierto un corte en la cara…–Y con un algodón y desinfectante lo puso en su herida, cerca de su labio, ocasionado por un puñetazo del anbu. Naruto con una sonrisa en sus labios, feliz de que el teme estuviera de humor de nuevo.

Sasuke por su parte no podía apartar la mirada de ese rostro bronceado y esos labios tersos y apetecibles. Levantó su mano derecha y tocó esas marquitas de su mejilla "tu puedes, es ahora o nunca…", y con esos ánimos unió sus labios a los de su dobe. Llevó su mano hasta su nuca jugando con esos suaves pelitos rubios, mientras profundizaba el beso y colaba su lengua dentro de la boca de un estupefacto Naruto. Tentó la lengua rival, hasta que el de ojos azules se dejó llevar por el beso, cerrando sus ojos y moviendo sus labios al ritmo que marcaba el Uchiha, y su lengua se tocaba y frotaba con la otra. Jadeó dentro de ese ansiado beso y la magia se rompió en ese momento. Alarmado se separó de Sasuke.

–Yo…Yo… ¡Uy, que tarde es! Tengo que ir a dormir y… –Se giró para marcharse. Se había besado con Sasuke, se había besado con Sasuke… ¡Y como le había gustado!

Sasuke le siguió y le sujetó girándole de cara a él, abrazándole en su contra y volviendo a reunir sus labios en otro beso. Esta vez su dobe le abrazó de vuelta pasando sus manos por la cintura del ex vengador. Luego de unos minutos compartiendo el sabor de sus bocas, sin profundizar más, sólo expresando sus sentimientos, se separaron y se miraron antes de sonreírse algo avergonzados.

–Me tendría que ir…– Susurró suavemente Naruto sin dejar de sonreír como bobo enamorado.

–Si, será mejor que por hoy te vayas… Antes de que cometa alguna locura. No quiero correr demasiado en esto.– El sonrojo del Uzumaki era muy notorio, él también se notaba la cara caliente– Además si que es tarde y estoy algo cansado.

–Si, y-yo también estoy cansado

Fue junto al otro a la puerta y se la abrió. Para que el dobe saliera, definitivamente ahora si que era su dobe. Su corazón latía emocionado de por fin haber conseguido lo que durante años había soñado con Naruto.

El rubio, le sonrió una vez más y antes de salir le dio un último beso.

–Hasta mañana, ttebayo.– Se fue corriendo con la respiración muy acelerada y la cara del color de uno de sus adorados tomates.

Sasuke sonrió al verle irse de esa forma, Naruto estaba avergonzado y a la vez feliz. Él también le amaba, los dos se querían y justo ahora se decidían a dar el paso… Vaya dos tontos eran.

Superado

Gracias por adelantado a las personas que se molestan en leer, que marcan como favorito (i love you) y que me envían reviews (i love you too). Muchas gracias.