"EL COMIENZO"
ADVERTENCIA
Esta historia contiene alto contenido específico de delitos, violencia y lenguaje inapropiado, su lectura es individualmente responsable a cualquier contenido específico, se recomienda discreción.
Estaba enamorado.
Siempre, desde pequeños.
Ella era una pequeña niña con carácter que me salvó, yo era la burla de algunos compañeros, sufría de fuertes golpizas debido a mi físico un tanto, femenino, tan solo tenía 5 años, entonces la conocí a ella esa tarde.
-¡Oye princesa! ¿Verás a tu novio? jaja.
Dos risas más le hicieron compañía ante el comentario del niñito perturbador, siempre creí que ellos también tenían de él, y solo fingían su amistad con tal de que no les hicieran nada, o bien, eran niños con el mismo problema.
Yo tan solo me aferré a mi mochila y seguí mi camino dispuesto a ignorarlos como hacía siempre, aunque empezaba a creer que no debía hacerlo ya que eso cada vez los provocaba aún más.
Un jalón me hizo caer de sentón al instante, miré a mis agresores furioso.
-Sasuke, Como sabes hoy no fui a clases, así que TU me darás los apuntes.- hablo el mismo niño castaño y regordete, líder, su nombre no lo sabía, los demás solían llamarle por su apellido, Akimichi.
Sus dos amigos caminaron hasta mi colocándose lado a lado de mi esperando las órdenes de Akimichi
Fastidiado de la situación solo atiné a una opción, defenderme.
-No te daré nada...- le dije tratando que mi voz sonara intimidante, seguido trate de apartarme de las manos de sus amigos queriendo arrebatarme la mochila.
Akimichi abrió los ojos sorprendido, quizá nadie le había respondido así como lo hice yo, pero inmediatamente se puso más furioso contra mi.
-¡¿Que dijiste marica?!.- me grito nuevamente comenzando a jalarme de la sudadera, yo lanze mi puño directo a su cara antes qué el, pero siempre era en vano, ellos eran más, y yo estaba solo.
Sus amigos me tiraron al suelo, pero aún así lanze patadas a Akimichi para apartarlo mientras el me rasguñaba la cara y me golpeaba
Mi sorpresa llegó al sentir como el niño regordete caía a un lado mío y sobre el una niña de cabello rosa hecha una furia
-¡¿Te crees mejor porque ustedes son más, tonto?!.- le grito ella soltando sus pequeños puños en el rostro de Akimichi con la fuerza que podía permitirse.
Inmediatamente sus amigos me soltaron y corrieron hasta ella dispuestos a apartarla, yo estaba atónito.
-¡Corre niño!- me gritó ella al momento que se atrevió a mirarme, seguido uno de esos niños le jalo el cabello quitandola con facilidad debido a que era muy delgada, incluso sus ropas eran más grandes que su propio cuerpo
-¡Eres una tonta!- gritoneo el regordete lanzándose ciego de furia a ella.
Entonces reaccione ¿Cómo es que Akimichi podía ser tan violento con esa niña? ¿Cómo se atreve? y entonces corrí a protegerla.
Patee los tobillos de Akimichi mientras forcejeaba contra ella, ambos tratando de para derribarse, sus amigos, temerosos a qué sus preciosas víctimas se estaban rebelando terminaron huyendo sin voltear atras
Solo hasta que Akimichi grito frustrado de no poder contra la pequeña niña de cabello rosa alborotado decidió irse también jurando que, algún dia se vengará.
Ambos terminamos heridos igual que ellos, claro.
-¿Estás bien? No deberías dejar que te molesten.- me dijo extendiendo mi mochila a mi.
-Gracias, e... estoy bien- estaba sorprendido ante sus ojos color jade, un poco más grandes de lo normal.
-Son unos abusadores...- se quejo al aire mirando por dónde se habían ido, me volvió a mirar con preocupación, pero no sé comparaba a la que yo sentía, tenía sangre escurriendo de su pequeña nariz y rasguños en su mejilla. Me sentí terrible por ella.
-¿Cómo te llamas?.- pregunte mientras me ponía de pie y me sacudía el polvo, buscando una bendita para su mejilla.
-Sakura...- murmuró extrañada cuando le tendí la bendita color azul y ositos, me sonroje por eso.
-Yo soy Sasuke Uchiha.-dije mirando a otro lado mirando en ocasiones como ella se limpiaba su mejilla y se ponía la bendita.
Entonces me sonrió y extendió su mano en señal de despedida.
- Deberías tener más cuidado a partir de ahora ¿de acuerdo?, no dejes que te molesten.- me aconsejo y de inmediato salió corriendo.
Desde aquel día no pude evitar notar que, cierto sentimiento nació dentro de mi cuando la vi sonreirme, radiante y tan bonita con mi bendita de osos sin pensar que, ese sentimiento jamás iba a desaparecer, todos los días caminaba por el mismo lugar con la esperanza de volverla a ver pero jamás la volvió.
*20 años después*
Orgulloso de usar mis dotes característicos a los de mi padre para conquistar a la chica más linda del lugar, ellas siempre caían acariciando mis cabellos oscuros para tenerme más cerca debido a que tenía la altura de 1.80. Otras chicas siempre me miraban a los ojos coquetas y más risueñas, según ellas perdidas en el abismo infinita que parecían mis ojos.
Yo correspondía con intensos besos llevándolas hasta algún lugar privado y cargandolas para colocarme entre sus piernas, era fácil, pues me la pasaba de alguna manera ejercitándose.
Sin embargo, algo dentro de mi buscaba a alguien, ya no lograba recordarlo a la perfección como o quién era, pero estaba seguro que la reconocería al instante, de alguna manera me pase la vida buscando a aquella persona, en ocasiones pensaba que seria como en las novelas romanticas, aún así siempre terminaba riéndome de esa tonterías y me sumergía en la cama de alguna chica.
Esta noche sería igual, me embriagaria hasta llegar a mi límite y me buscaría alguna linda chica dispuesta a pasar la noche.
Estába por tomar mi última copa cuando el tipo rubio a mi lado me sacudió el brazo, por suerte logré tomar mi bebida.
-Ese tipo de allá luce muy bien a su chica ¿No lo crees? - me dijo por encima de la música un amigo de la universidad, Naruto Uzumaki.
Fastidiado de que fuera aún más hiperactivo de lo normal logré adaptar la visión a las luces neón revoloteando por todos lados buscando a las personas que Naruto me había señalado
Sobre un sofá de piel color negro, vi a un tipo pelirrojo con los brazos sobre el respaldo, no parecía llevarme muchos años, sonreía y mantenía la mirada clavada a otra persona, busque un poco quién era su compañía, algunas personas atravesaron en mi campo pero logré verla, una mujer con llamativas caderas y un trasero espectacular contoneandose al ritmo de Best make me believe it, luciendo un lindo vestido color negro ajustado, su espalda también podía verla, del color que la luz neón le tocará la piel, y su cabello atado a su costado en una desordenada trenza.
Seductoramente se sentó en las piernas del pelirrojo, ambos mirándose como si acordaban algo despues de esa noche, entonces el acaricio la piel de su cuello y le sostuvo la mandíbula para que ella le permitiera el acceso a su piel, fue ahí que vi sus ojos, reconocí el verde que alguna vez llegué a grabar en mi memoria años atrás, finalmente, después de tanto tiempo sentí que era ella a quien buscaba.
-¿ A que es linda? ¡Wow! Imagina como será ese contoneo sobre mi...
-Callate, no seas... dobe.- murmuré apresurandome con la bebida mirándola discretamente, ideando un plan para llegar hasta ella y quitar del camino a Naruto dije
-Es mía dobe, no me llames ¿de acuerdo? Te contaré luego
-¡¡Que!! Oye es injusto, yo la vi primero.
Para cuando me acercaba, ellos se estaban poniendo de pie dispuestos a irse quizá a un lugar más privado, no quería que eso pasara. Por lo menos quería saber el nombre de ella así después yo la encontraría.
Los seguí hasta la puerta trasera que daba al callejón, pero lo que vi no era lo que esperaba.
El pelirrojo calló al sucio suelo del callejón oscuro inconciente, quizá tenía sangreenla cabeza.
Solo quise auxiliar, estar seguro de que ella estaba bien así que corrí al tipo buscandola a ella también.
Todo se volvió negro.
