Nota: Sé que casi nadie leyó su manga, y también sé que no lo sacarán en la editorial de mi país... Pero, es lindo pensar que Katja sí quiso a Milk.


Milk fue, una niña ingenuamente inocente. Una niña de sonrisa inmaculada, que sólo quería a su perrito (amigo) como lo más preciado de este mundo.

Lleno de basura, lleno de desgracia, lleno de desdicha, indigno.

Milk fue, su primer error.

Porque, una emperatriz como ella no debe encariñarse con nada ni nadie. Pues tarde que temprano, termina marchitándose.

Como una rosa que muere si no es debidamente cuidada.

Y sin embargo, Milk también fue un amargo primer amor de la emperatriz.

(Y eso está bien).

De nada sirve negarlo, mucho menos ocultarlo. Y por estos momentos, se permite saborear lo agridulce de la melancolía al acariciar con sus dedos su mejilla; fingiendo una compasión que en realidad es tristeza y pena.

Porque Milk fue una niña tonta para el lugar donde ambas estaban, y sin embargo.

Ella siempre sería esa rosa blanca tirada en el suelo que quiere ser olvido. Pero como emperatriz, se permitiría admirar.

(De lejos y en silencio).