Aquí vamos de nuevo, un one shot

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Conversaciones a destiempos

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- Te gusta Hiragizawa - dijo el chino con incredulidad una vez se encontraron a solas en el salón de clases. Observó como la cabeza pelinegra dejaba seguir la figura del mencionado para posar sus ojos amatistas en él, espero paciente por una respuesta, tomó una bocanada de aire profunda antes de afirmar - Te gusta Eriol.

- Me sorprende que lo notaras - dijo ella sonriendo levemente. El chino estaba sorprendido, fuera ella en su lugar estaría enrojecido y avergonzado de pies a cabeza, pero Tomoyo Daidouji era diferente, la miro encogerse de hombros restándole importancia, antes de sorber su jugo.

- ¿Cómo?.. - el chico preguntó con el ceño fruncido - ¿Desde cuando? ¿por qué..?

- Preguntas como si fuera imposible que me guste Hiragizawa - replicó ella riendo levemente, sin dejar de mirarlo tras sus largas pestañas - él es guapo, carismático y muy amable, tiene a la mitad del cuerpo estudiantil encantado…

- ¡Pero no debería de haberte encantado a ti! - contraataco agitadamente, la miro ladear la cabeza en confusión - Eres Tomoyo Daidouji, deberías de ser… - dijo moviendo las manos frenéticamente, buscando la palabra correcta - ¡inmune!, eso es, sí deberías de ser inmune a sus "encantos" - dijo con con hastío solo de recordar al inglés.

- ¡Oh Shaoran! - dijo riendo a carcajada abierta - aprecio tu lado sobreprotector, pero no debes de preocuparte, me gusta Eriol, tal como me gustas tú - dijo ella sin siquiera dejar de mirarlo, Shaoran miró rápidamente en el salon, si hubiera alguien mas que mal interpretara esa oración se metería en grandes problemas con Sakura - y no me ves escribiendo cartas de amor

Shaoran quería decirle, que era diferente, que podía notarlo, que se encontraba en el camino equivocado en esos momentos.

- Tomoyo, sabes que no es seguro - dijo él con preocupación - Lo último que quiero es que salgas lastimada de esto - la miró largo y tendido,

- Dame un poco de crédito, no va a pasar a más - dijo ella antes de ponerse de pie - y no le digas nada de esto a Sakura - dijo apuntándole con el dedo amenazante.

Los ojos castaños del chico siguieron la silueta de la mejor amiga de su novia, de su mejor amiga, y quiso quitarse el presentimiento que se encontraba ante una historia de amor que aun no se escribía, soltó un largo suspiro, y rogó a los dioses que todo terminara en un simple capricho.

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- Dijiste que no iba a pasar a más… - le reprocho el chino. Se acercó y sentó en el mismo lugar que minutos antes había ocupado el inglés, dejó caer su mochila en la mesa con fuerza visiblemente molesto de toda la situación.

- ¡Me has pegado un susto! ¿Dónde está Sakura? - pregunto mirando detrás de él, entrecerró los ojos al notar su tono ligero de voz.

- Práctica de porristas, pero no desvíes la conversación ¿Que está pasando? - insistió mirándola impacientemente, y esta vez odio el sonrojo que se posó en las mejillas de la heredera daidouji - ¿Por qué ha pasado?

- No pasa nada.. no sé de qué…

- Estas enamorada de Hiragizawa… - interrumpió los balbuceos de la chica. Miro como el sonrojo se acentuó aún más, la vergüenza y timidez que se embriagaba su amiga, ahora más que nunca esperaba una negación, pero verla balbucear hacia todo lo contrario, Daidouji Tomoyo no balbuceaba nunca - por los dioses Tomoyo… - murmuró echando la cabeza hacia atrás.

- ¿Podrías darme un poco de tu té? - preguntó suavemente, él le pasó su termo y la miró dar pequeños sorbos - Lo siento… pero sabes cómo es esto, un momento dices puedo hacerlo y al otro, estás pensando en esa persona a cada minuto, pero es un enamoramiento…

Shaoran cerró los ojos con cansancio al escuchar la premura de su voz, en esos momentos no sabía si estaba tratando de convencerlo a él o así misma.

- Tomoyo… - dijo suavemente tomándole la mano, donde pudo sentir su pulso acelerado - él tiene a la maestra…

- ¡Ya lo sé! - agregó rápidamente - jamas me atreveria a hacer algo para separarlos...

Li quiso refutar que no era eso lo que temía.

- Lo sé, no eres esa clase de persona…

- Además solo es un enamoramiento- rió aunque la sonrisa no le llegó a los ojos, se encogió de hombros - no te preocupes, como todo, se me pasará.

- Tomoyo…

- De verdad, no es como si no tuviera experiencia en amores no correspondidos… - dijo ahora sí riendo levemente, Shaoran cerró los ojos ante la oración - ¿Cómo es que te has vuelto tan observador? 5 años atrás no podías ver que Sakura estaba enamorada de ti y ahora andas por ahí leyendo a todos como si fuéramos la sección de deportes - dijo en tono divertido, Shaoran no pudo emitir una leve sonrisa.

- Me junto demasiado contigo… y el maldito de Hiragizawa para mi propio bien.

La escucho reír con libertad y él no pudo evitar desear que lo que fuera que se estuviera escribiendo terminara ahí, en ese lugar y así poder evitarle el corazón roto a una de las personas a las que amaba.

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- A este paso no creeré nada lo que me digas, Tomoyo - dijo entregando un vaso con vino a la chica, ambos se encontraban en el balcón de la mansión daidouji, adentro la fiesta de graduación de su generación se llevaba a cabo - ¿Qué estás haciendo?

- Si tan solo lo supiera - murmuró ella recargándose en el barandal.

- Amas a Eriol- dijo el chino mirándola acusadoramente.

- ¿No es estupido? - dijo ella riendo pero sin gracia - tengo menos de 20 años y ya he experimentado dos amores no correspondidos.- el chino asintió suavemente, sin saber que decir - realmente creí que no pasaría a más, y que se me pasaría.

- Algunas cosas son difíciles de predecir… - ofreció en modo de condolencia el hombre.

- ¿Acaso no supere a Sakura? - refutó ella en un susurro, Shaoran se removió incómodo en su lugar - La amaba justo como tu la amas ahora, y aun asi logre dejarlo atrás, ¿Porque no puedo hacerlo ahora?

- Tal vez no la amabas como crees… - la mirada de la chica lo hizo callar de inmediato, tosió incómodo desde su lugar - tal vez es diferente, esto… que sientes por… Eriol. Deberias de decirse…

- ¿Porque haría algo así? Sabes que no conseguiría nada…- murmuró ella derrotada.

- No lo sabes, tal vez él…

- Tiene a la maestra Mizuki - dijo ella seriamente - ¿Cómo es que me meto en estos líos?..

- Debes de decirle… - quiso continuar el chico de cabellos castaños con vehemencia.

- No importa, no importa - dijo tomando la copa de vino de un solo sorbo y quitándomle la suya al chico de las manos para acabarla en segundos, el chino se quedo inmovil estupefacto - Si la persona que amo es feliz, entonces yo tambien lo sere, ese fue el principio que use con ustedes dos - dijo refiriéndose a su situación con el par de castaños - también me sacara de este…

La miro irse a la fiesta con determinación. Shaoran realmente quería creerle, como todas las veces anteriores, pero así como sabía que esta historia se estaba escribiendo, ya había otra escrita para el inglés y no había escena para su querida amiga en ella, no por lo menos en la forma en que lo necesitaba, Clow había previsto, que Eriol Hiragizawa necesitaría en esta vida a una Kaho Mizuki, no una Tomoyo Daidouji.. Miro al cielo y rogó con vehemencia porque la historia del inglés se perdiera y así le dieran el final feliz a su amiga.

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- Te vas a ir por culpa de él ¿Verdad? - dijo dejando sobre la mesa el café de la amatista. Ambos se encontraban en la cafetería de la universidad, el día anterior Tomoyo compartió la noticia de su ingreso a una beca en un conservatorio de Suiza de 3 años.

- Es una buena oportunidad, esta beca - dijo sorbiendo levemente de su café - pero será benéfico, llegue a la conclusión que lo que necesito para arrancarme… - dijo con una mueca de cansancio - necesito distancia, y será más fácil.

- No quiero que te vayas, Sakura no quiere que te vayas, incluso tu madre… - dijo el chino rápidamente con desesperación, al final quiso agregar que sabía de buena fuente que Eriol no quería que se fuera, pero se contuvo - no tienes porque… si alguien se debe de ir es él… - concluyó enojado.

- Pero esto es lo que necesito - dijo en suspiro.

- Nosotros te necesitamos aquí…

- Shaoran - dijo mirándolo con atención - no lo puedes ver… pero es difícil. Verlo, desear, y verlo… con la profesora..

- Todos sentimos que te estamos perdiendo… - dijo acercándose a ella para ponerle una mano sobre los hombros.

- Por supuesto que no lo están haciendo… pero de verdad necesito esto para mi - dijo mirando la ventana - no sé porque no funciona, funcionó con Sakura, él es feliz, yo debería de ser feliz, pero conforme mas lo miro, mas tiempo paso con él.. quiero que sea feliz conmigo y nunca me había sentido tan egoísta en mi vida, y no me gusta.

- Estás muy lejos de ser egoísta, por fin te estás escuchando a ti misma… esta vez no es suficiente, con Eriol, lo que sientes es diferente..

- Sí, muy diferente, pero estoy segura, la distancia debe de resolverlo, el problema, es que lo tengo constante en mi vida… separarnos un poco - su mirada se alejó de cualquier punto lejano en la ventana antes de agregar - además no es como que me voy a otro planeta, pueden visitarme cuando quieran..

- Tomoyo… nadie mas que tu merece un final feliz…

La chica lo miró con tristeza y agradecimiento.

- Tal vez debí enamorarme de ti… - dijo con una mediana sonrisa.

- ¡Tomoyo!...- exclamó el hombre sintiendo el rubor subirse a la cabeza.

- ¡Que! cerraría el ciclo, así me habría enamorado de todos mis allegados… quizás es mi destino, navegar en esta vida entre amores no correspondidos - culminar soltando un leve suspiro.

- No digas tonterías, por favor… deberíamos decírselo a Sakura… - agregó mirando con atención su humeante café.

- ¿Que?.. ¿Que deseo enamorarme de ti?.. - replicó ella en tono de juego.

- ¡No!, por dios, que amas a Eriol, seguro ella tendrá mejores consejos que yo…

- No, Sakura tendrá la idea segura de que debo de decirle a Eriol y es lo que menos quiero… además tu lo has hecho bien, no te quites méritos..

- Si lo hubiera hecho bien, no estarás preparándote para irte de nuestras vidas por 3 largos años - terminó agregando el chino aún con enfado.

- Lo has hecho bien, soy yo quien ha quedado corta… pero se solucionará.

- Además aún creo que deberías decirle… a Eriol, ahora más que nunca…

- No - murmuró ella por lo bajo - todo marcha bien para él… no voy a echar a perder eso… - dijo un segundo después para continuar en un tono más ligero - podrían irme a visitar en las vacaciones de verano e iremos a esquiar… - Shaoran entendió que este era el cambio de conversación que estaba buscando.

- Odio el frío, no podrías haber solicitado una beca en un lugar más cálido… - contestó él tratando que su voz sonara normal.

- No seas aguafiestas, además sé que te gustaria pasar unos días en una cabañita solo con Sakura… - dijo de modo pícaro.

Shaoran contempló por varios minutos si debía de comentarle que ayer, cuando dijo que se iría, había visto a los dioses abrir un segundo libro a través de los ojos de Eriol, que no estaba seguro si era una nueva historia u otro capítulo, que quería creer que era una historia nueva, que la desesperación que había notado en la cara y actitud del inglés no era solo su imaginación y que por fin, la pluma escribiría su nombre junto al de ella. Suspiro suavemente escuchándola hablar animadamente del que sería su nuevo hogar los próximos tres años. Y rogó a los dioses que de verdad estuviera ahí, esa tercera historia.

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- Sabes… - dijo el chico una vez Sakura se retiró a dormir después de una sesión de juegos de mesa, no era de esperarse que se encontrara cansada, después de esquiar y jugar en la nieve durante horas, además ya pasaban de la media noche - Tal vez te lanzo algún hechizo, ¿Como es que no funcione nada?

- Tus adivinaciones son tan buenas como las mías… - murmuró ella suavemente - es extraño, un día me levanto y no pienso en él, pero en el momento en que siento que ya no está ahí, vuelvo añorarlo.

- Las mujeres Amamiya aman con mucha intensidad - agregó en un pensamiento en voz alta el chino mirándola atentamente - ¿No has intentado salir con alguien más?

- ¡Por supuesto! Y mira que aquí los hombres son guapísimos, sin embargo, al final de cada cita, tal vez es el hecho de que nunca pude tener la oportunidad de tener una con él… no es suficiente - ella miro la nieve caer por la ventana - Ninguno es Eriol Hiragizawa - terminó en un suspiro mirando con atención la invitación de boda que reposaba acosadoramente en la mesita de noche

- ¿Irás? No tienes ninguna obligación de asistir, Tomoyo…

- Afortunadamente, tengo un concierto ese día en Berna - dijo riendo de forma sarcástica - a este paso pensará que lo evito, aunque hablemos todos los días por teléfono.

- Pensé que esto de la distancia incluía alejarte de él de todos los medios…

Ella lo miró sobre sus pestañas aun con ambas manos sosteniendo el chocolate que se habían preparado en cuanto llegaron, seguramente ya estará frío.

- La mayoría de las veces… él es quien me llama… y es difícil ignorar a la persona que amas, ¿Sabes?

- Te extraña...

- Soy una de sus buenas amigas… pasamos muchas cosas juntos, desde lo de las cartas, a juntarlos a ustedes dos, pasar tardes enteras en el consejo estudiantil o en el coro… - dijo calmadamente sin darle mucha importancia al comentario de su acompañante.

- No, te extraña, más que como una amiga… - ella lo miró acusadoramente antes de agregar. él sorbio levemente de su chocolate que ya se encontraba frío.

- No hagas escenarios de algo que no existe - dijo molesta.

- No son imaginaciones mías, te lo juro - tomó el asiento libre a su lado - así como tú lo viste, lo mio con Sakura, ahí está… puedo verlo, lo tuyo con Eriol…

- Basta Shaoran, no quiero hablar más al respecto…- ella se puso de pie a la velocidad de un relámpago, pero la mano del chino evitó que saliera de la sala.

- No, escúchame, debes de decírselo, antes de que sea demasiado tarde…

- ¡Ya es tarde! - grito ella, apuntó a la invitación - ¿Qué quieres? ¿Le arruinó su boda con la mujer que ha amado toda su vida?, Le digo que siempre lo he amado y que no importa lo que haga no puedo quitarmelo del corazón?, ¿Que pensé que mirarlo de lejos y que su amistad me bastaba pero cada vez se metia mas en mi piel, en mi alma? - continuó llorando levemente - que me fuí a otro país solo para olvidarme que cada vez que miro el cielo lo miro a él y lo que jamás podré tener… - ella se dejó caer en el piso, por primera vez en su vida lloró con fuerza sosteniendo su cabeza - Siempre ha sido tarde, porque nunca fue para mi.

- No lo sabemos Tomoyo, nunca lo sabremos… necesitas decírselo.. - insistió el chino con urgencia.

-Me tendrá lástima… no quiero su lastima. No quiero premios de consolación - dijo ella hipando - Lo siento, nunca he logrado llorar con clase - dijo una vez sintió como Shaoran limpiaba con sus manos las lágrimas de sus mejillas.

- No hay problema, no has tenido mucha práctica… - murmuró con suavidad el chino abrazándola.

- Lamento haberte gritado… - dijo la chica contra su hombro con remordimiento, él negó suavemente - gracias por estar conmigo…

- Lamento haber insistido tanto - replicó él - Siempre estaré contigo… soy Team Tomoyo hasta el final - dijo haciéndola reír levemente.

- Dios, soy una cobarde…

- Eres la mujer más valiente que he conocido en mi vida Tomoyo, cualquier otra en tu lugar habría hecho lo imposible por su propia felicidad, pero tu estas aquí, con el corazón roto, para dejar que la persona a la que mas amas sea feliz, eres todo menos una cobarde, se necesita mucho valor para dejar ir.. - dijo mirándola directamente a los ojos.

Y ahí en medio de la sala de una cabaña de un país que no era el suyo. La siempre calmada heredera del imperio Daidouji se largó a llorar contra el hombro de su mejor amigo, y él espero que por el momento eso fuera suficiente para aliviar un poco de su dolor.

- ¿Hay alguna pócima para el desamor?.. - murmuró ella con voz ronca una vez se había calmado.

- Puedo prepararte una del olvido… - ofreció él después de pensarlo por unos minutos.

- No… es mejor esto a no recordarlo…

- Está bien - aceptó él - podría soltar a spinel después de comerse el pastel en la recepción…

- Eso sería divertido… - rió ella.

Una vez que se encontraba acostado junto a su novia no pudo evitar pensar de nuevo en sus ía que no era su imaginación, el hombre estaba seguro ahora de que había una tercera historia por ahí siendo escrita, y esta vez sí contenía el nombre de sus dos buenos amigos juntos, ¿Pero cuando entraría en escena? ¿Sería en esta vida? ¿Sería un final alternativo? ¿Que planeaban los dioses? Él podía mirarlo, podía presentirlo, pero no sabía con seguridad quién saldría ganando. Abrazo a Sakura y rogó en silencio casi en suplica, si en verdad hay algo ahí, que lo pusieran en marcha pronto.

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- No me gusta…

- ¿Mmmh? - replicó la chica aceptando el vaso de limonada.

- Tu acompañante… no me gusta - repitió el chino sin dejar de mirar al rubio que se encontraba al otro lado de la sala rodeado de varios invitados con desdén.

- Es mi pareja, y es mejor que te acostumbres - dijo ella bebiendo un poco de la bebida.

- Pensé que solo estaban juntos por la colaboración de sus agencias en esa canción… - preguntó

- Así era… pero bueno, las cosas se dieron… Además necesitaba un acompañante para la boda de mis mejores amigos… - dijo riendo levemente mirando la recepción - todos les ha quedado perfecto.

- Nos tuvimos que arreglar sin ti, fue difícil, ¿Como planeas una boda sin la dama de honor?.. - replicó el chino - ¿Cuando regresarás a Japón?

- No lo sé, tengo varias fechas por cumplir, y mi agencia siente que es mejor que siga residiendo en suiza - contestó ella perdiendo su vista en la pareja que bailaba en el centro de la pista, Shaoran se mordió la lengua y prefirió evitar preguntar si era nada más por eso.

- ¿A tu pareja, no le molesta?..

- Si le molestara las relaciones a distancia, no habría propuesto una - dijo ella desviando la mirada hacia el mencionado sujeto - Tiene los ojos de Eriol - dijo sin pensar.

- Sorprendentemente, el pequeño hiragizawa es muy lindo, a pesar del padre que tiene - contestó Shaoran mirando a la pareja bailar en el centro de la pista

- Ese fue un comentario muy cruel.. - dijo Tomoyo sonriendo levemente. Shaoran se encogió de hombros restándole importancia - Ayudó mucho que su madre fuera bastante guapa… - repitió seriamente con un brillo diferente en los ojos, y Shaoran se preguntó, cuántos si hubiera se estarían repitiendo en la cabeza de su mejor amiga.

Ambos miraron al inglés caminar hacia la pista y tomará de las manos de la maestra al pequeño niño, intercambiaron varias palabras con calma antes de que un segundo hombre se acercara y empezara a bailar con la mujer.

Shaoran años atrás no lo había visto antes, tal vez sus ojos estaban clavados solo en los movimientos la amatista y el pelinegro, si hubiera puesto un poco más de atención a la segunda protagonista, habría notado la cuarta historia, uno ajeno, uno donde ninguno de sus amigos, nada más que la maestra era quien figuraba en él. No estaba seguro cuando fue, de haberse dado cuenta habría sido más vehemente en la insistencia de que Tomoyo se le confesará. Suspiró suavemente, y es que los dioses eran seres caprichosos.

- Deberías deshacerte de él.. - dijo Shaoran mirando con atención a la pareja de su amiga - esta es una oportunidad…

- Solo porque lo de la maestra y Eriol no funcionó, no significa que deba ir corriendo tras él, no es telenovela esto Shaoran.- la escucho decir con cansancio.

- No, esta es tu vida, y en la vida tienes que tomar las oportunidades que se te presentan… - contraataco el chino rápidamente.

- No deberíamos de estar hablando de estas cosas en el día de tu boda… - reprocho ella mirándolo molesta - Además está el pequeño Ryo… yo no podría..

- ¡Pft! Lo dices como si fueras a ser la causa de su separación - exclamó levantando una de sus manos al aire en desesperación - llevan más de dos años así, Ryo los conoce más tiempo separados que juntos… - la miro negar suavemente, ambos voltearon a ver al rubio que le hacía varias señales a la chica para que se acercara, la mitad de sus invitados querían una foto con la cantante más popular del momento.

- No hay ninguna oportunidad con Eriol… - la escucho murmurar mas para si misma que para él.

Li quiso gritarle ahí mismo que estaba equivocada, que si tan solo usara sus grandes talentos de observación se daría cuenta que Hiragizawa no le había quitado la vista de encima ni un solo momento las últimas 3 semanas, que cuando estaban cantando la canción de regalo para ellos, nunca había visto un hombre en medio de un conflicto interno tan grande como el inglés, que cuando se enteró de su relación con el actor japonés le había llamado bastante molesto preguntando si sabía algo al respecto, que incluso en esos momentos, para Shaoran no había duda que ahí, ahí mismo, si tan solo uno de los dos fuera lo suficiente atrevido, comenzaría algo. Se preguntó así mismo cuánto tiempo más debería de seguir esperando para que se abriera el telón y poder ver esa tercera historia en función. Y rogó con todas sus fuerzas antes de sorber de un golpe su vino que fuera antes que cualquier otro capricho de los dioses se pudiera planear en el futuro.

- Si tan solo pudieras ver lo que veo yo…

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- No encontré el vino que te gusta... - callo en seco el chino al entreabrir la puerta, ahí en la sala de premios y reconocimientos de la recién remodelada casa daidouji se encontraban no otros que Eriol y Tomoyo en un acalorado beso, las copas casi se cayeron de su mano del asombro y tuvo que respirar levemente antes de cerrar la puerta con cuidado, rogando que ninguno se diera cuenta de su intromisión.

Aún sin salir de su asombro, Shaoran lo vio, todo lo que había visto antes y lo que no, también lo que había ignoro, ahí por fin, los protagonistas habían salido a escena, por fin, la tercera historia entraba en función, por fin… levantó ambas manos al cielo ahogando un grito de emoción, oh dioses por fin, la espera había terminado… con manos temblorosas bebió ambas copas brindando en silencio.

- ¿Shaoran? - la voz de su esposa lo sacó de su estupor - ¿Has visto a Tomoyo?... Unos reporteros la buscan para felicitarla por el final de su gira internacional, Su madre me mandó a buscarla.

- Nope, no la he visto… - dijo rápidamente tratando de controlar su emoción, la tomó de la mano, para guiarla al jardín donde la fiesta aún seguía.

- ¿Porque estas tan feliz?.. - preguntó ella trazando con sus manos la sonrisa contenida de su esposo.

- Señora Li, no debería andar de pie en su condición… - dijo posando su mano en el abultado vientre de la mujer - vayamos por algo de tomar, y te contaré la tercera historia.

- ¿Tercera historia? Estas muy raro, has bebido de más…

Shaoran rió levemente, antes de besar sus manos con dulzura, y rogó en silencio, que por favor, por favor, este tuviera un final feliz, que por fin, después de tantos años, su querida amiga tuviera lo que la hiciera feliz.

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- Y fue tal como dijiste… - dijo Tomoyo ofreciéndole la copa con champán.

- Conseguiste tu final feliz… - dijo Shaoran sonriendo suavemente al aceptar la bebida.

- No, me lo diste… - y la mirada de agradecimiento que le dio fue suficiente para Shaoran para comprender que junto a sus ruegos, estaban las plegarias de ella.

- Por supuesto, Team Tomoyo hasta el final… - Shaoran levantó la mano con su copa y ella también y brindaron en total complicidad de todos los años hablando con bebidas en la mano, un corazón roto y uno esperanzado.

- Shaoran, ¿Te molesta si me robo a la novia? - escucharon decir al inglés llegando en su elegante traje, Shaoran negó con suavidad, recargándose con suavidad en el barandal, miró la sala de recepción con atención, y a lo lejos pudo ver como los dioses preparaban nuevos libros, pero esta vez no pudo presentir más, así le rogó a los dioses que por favor, por favor, dejaran que fueran los protagonistas quienes siguieran escribiendo su destino.

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Boberías de la autora: Sí, aquí andamos, todavía vivas, espero les encuentre bien, después de todos estos años, no han sido tiempos fáciles, espero que mi historia por lo menos los ayude a pasar un buen rato. Sin más por agregar. Blouson out...