BanG Dream! no me pertenece. De ser así, todo sería altamente lésbico (?
Desde ya me voy disculpando por escribir semejante historia. He sufrido escribiéndolo, así que van a sufrir conmigo :u (?)
Nuevamente, disculpad por las etiquetas, pero no hay de las seiyuus, así que ocupé la de sus personajes en la serie.
Sin mas, disfrutad de la lectura (?
La presentación de Roselia fue increíble, los fans vivieron a flor de piel su música. Es la forma especial en la que la banda conecta con ellos. No fueron los únicos que vivieron la música, pues esa noche y casi finalizando el concierto, tocaron una canción muy esperada por muchos "Yakusoku". El momento fue especial y muy conmovedor, por lo que la bajista del grupo, Yukki, no pudo contener sus emociones y soltó algunas lágrimas; aún así continuó tocando hasta el final con mucho profesionalismo.
Luego del concierto, cuando las chicas iban casa cada una, Non-chan ofreció su ayuda a Yukki, para llevarla.
—Yukki, te acompañaré a casa, aún estás caminando extraño —dijo con un tono de preocupación.
—Siento preocuparte, pero está bien, gracias Kanon-chan —respondió tranquilamente y dándole una ligera sonrisa.
No era algo que quería darle tanta importancia, puesto que no quería preocupar a sus amigas. Tenía una ligera lesión en su pie derecho, por lo que no podía caminar o hacer mucho esfuerzo.
Non-chan, muy aparte de querer cuidar a su amiga y compañera de banda, también quería pasar el tiempo con ella, pues ya hacía buen tiempo que tenía ciertos sentimientos y al parecer era correspondidos, pero en cierta medida. Era algo que no le gustaba del todo porque era una especie de "tira y afloja" por parte de Yukki.
Había un sinnúmero de situaciones en donde coqueteaban, se decían palabras lindas o simplemente el trato era muy íntimo, pero también situaciones en las que Yukki tenía una actitud en la que la ignoraba olímpicamente y se iba tras otra chica, como si nada pasara.
Non-chan pensó que esta podría ser una ocasión para hablar al respecto, quizá podría resultar bien, sin embargo, ni bien llegaron a casa de Yukki, empezó a sonar el teléfono de esta. Eran algunas amigas y colegas suyas escribiéndole y consultándole si estaba bien, puesto que la vieron llorar en su presentación.
Los primeros treinta minutos fueron tranquilos, de a ratos hablaban un poco, pero pasada una hora, Non-chan se sintió incómoda, Yukki no le estaba prestando la atención debida.
Pasó algo inesperado, ninguna de las dos se lo esperaba, una porque lo hizo sin más y la otra porque no pensó que reaccionaría de ese modo.
Non-chan tomó el teléfono sin más, con intenciones de tirarlo por algún otro lado y tenía una expresión de enojo.
—Estoy aquí, pero prefieres darle atención a lo que sea que te estén escribiendo tus amigas —alzó ligeramente su voz, mostrando claramente su molestia.
—Perdón Kanon-chan, sólo me estaban preguntando cómo estoy y el tema pasó a otra cosa —su tono de voz fue dócil, se sorprendió por la actitud de su amiga.
—Siempre tienes una excusa para todo, ¿por qué eres así? —cuestionaba, aun con enojo.
—No entiendo, lo siento ¿Hay algo que deba saber? No sueles actuar así —respondía con otra pregunta, estaba confundida.
Non-chan estaba claramente enojada, pero trataba de controlarse en lo posible para evitar una pelea. Tenía las mejores intenciones de hablar con Yukki y aclarar sus dudas, pero el que estuviera muy distraída con otras chicas la sacaba de sus casillas. Sólo quería saber si realmente podía ser correspondida como debe de ser, había ocasiones en las que se sentía agobiada y el comportamiento de la bajista no ayudaba en nada.
—A veces no sé si realmente no entiendes o te haces la que no, ¿acaso estás jugando conmigo? — el tono de voz de Non-chan, aunque mostraba enojo, parecía que también quería llorar.
—¿Qué? Kanon-chan, te agradecería si fueras más directa con lo que quieres decirme —regresó a su tono de voz usual, estaba tratando de entender la situación.
Tuvo que ser directa, lo estaba pensando, porque Non-chan no llegaría a nada de seguir así.
Se tragó su enojo y respondió de la manera más directa posible.
—Quiero saber si te intereso como algo más que una amiga o si sólo te estás divirtiendo conmigo, así como haces con tus demás amiguitas —la miró con seriedad.
Yukki se congeló por unos segundos, pero respondió a su pregunta.
—Kanon, yo… bueno, no sé que responderte a eso. No imaginaba que tú sentías algo así por mí —tartamudeó un poco, estaba algo sonrojada.
Hubo una pequeña pausa, Non-chan la dejó hablar, aunque en el fondo, estaba perdiendo la paciencia.
—Y no estoy jugando contigo, eres importante para mí y te quiero, pero… —trató de continuar su respuesta.
Ese "pero" fue suficiente para no dejarla hablar más. Fue la gota que derramó el vaso ¿Cómo es que pasó tan rápido?
—Al parecer, siempre habrá un "pero" contigo. No es algo que esté dispuesta a seguir soportando —habló de manera rápida y contundente.
—¿Eh? Déjame terminar de hablar, Kanon —alzó un poco su voz.
—¿Para qué? Si lo siguiente que dirás será algo que me va a doler y a ti no te va a importar. ¡Siempre has sido así Yukki, dices que soy importante para ti, pero a la primera te vas con otra y me dejas ahí sin más! —Alzó la voz, no pudo más con lo que sentía— ¡No sabes lo bien que me siento cuando estás conmigo y sólo somos las dos, pero cuando actúas de esa manera, sólo me lastimas!
—Non-chan, pero… —sorprendida y confusa, trató calmar la situación.
—¡Ya deja poner peros! ¡Nunca te has dado cuenta las veces que hice tantas cosas tan sólo para tener tu atención! ¡Realmente no te enteras si no lo digo, me tienes en tus manos, pero sólo juegas conmigo!
Eso fue lo último que dijo, tomó sus pertenencias e inmediatamente se fue, dando un portazo en el proceso.
Yukki no pudo hacer nada, en cuanto intento dar un paso, sintió el dolor en su pie lastimado. Se quedó ahí, pensando en las cosas que Non-chan le ha dicho, enojada y casi llorando. ¿Realmente ella no estaba jugando con sus sentimientos, o sí?
.º*
Non-chan llegó a casa con el corazón completamente destrozado, se había hecho esperanzas en Yukki y lo que pudo ser, pero al final no.
Con todo el peso del mundo en sus hombros, se dio una ducha, aunque no pudo evitar llorar en el proceso.
Se puso su pijama e intentó dormir, pero no pudo. Las palabras de Yukki daban vueltas en su mente, eso sólo hizo volver el dolor y con ello, el llanto.
No supo en que momento se durmió, supuso que fue de la tristeza.
Estaba desganada y con los ojos hinchados. Para suerte suya era su día de descanso, así que no tenía que esforzarse en inventar una excusa.
.º*
No tuvo noticias de ninguna de las dos, hasta que todas se encontraron para el ensayo de la banda. Aunque Non-chan hizo como que nada pasó, Yukki trataba de conversar con ella sobre lo ocurrido y disculparse.
Para Roselia, de forma laboral, el día transcurrió normal. Son profesionales, incluso si pudieran, jamás mezclarían sus asuntos personales con el trabajo. Ni aún así pasó desapercibido a los ojos de Kudoharu y AiAi.
—¿Viste eso? Esas dos andan muy raras. Tenemos que hablarles para saber que ocurre y ver si podemos ayudarlas —Kudoharu habló tomando iniciativa al asunto.
—Tienes razón, iré a hablar con Non-chan, ocúpate de Yukki —respondió y sin pensarlo dos veces, se fue.
Kudoharu sabe por experiencia propia, que AiAi es de las personas que no deja a sus amigos a su suerte, sea el tema que sea en que tenga que meterse. Sin embargo, la reacción de su incondicional y mejor amiga, fue demasiado rápida que la dejó con una sensación de extrañeza.
Cada una y por su lado, hizo su tarea. En un par de semanas recopilaron información, aunque no fue tanto debido a que una aún no caía en cuenta del todo lo que ocurría y únicamente atinó a decir lo que sucedió aquel día; la otra por su parte, se negaba rotundamente a hablar del tema, no quería saber de nadie en absoluto. Era sólo llegar a casa y hacer lo que sea con tal de no pensarlo.
En el día acordado, AiAi y Kudoharu se reunieron para hablar sobre sus amigas. No tuvieron necesidad de entrar en detalles y dado que el asunto era bastante delicado, concluyeron en tratar de ser cercanas con ellas y poder darles su apoyo en lo que pudieran.
La idea fue buena en un principio, sin embargo, a Kudoharu se le hacía un poco difícil tratarla, puesto que parecía que la densidad de Yukki era infinita. Además, el hecho que ya no podía pasar tanto tiempo junto a la vocalista y líder de su banda, mermaba un poco su voluntad.
Algo que notó en lo que transcurrían los días, era que Yukki y AiAi ya no hacían sus actividades de siempre. Teniendo tantos gustos en común, simplemente dejaron de frecuentarse y eso le pareció extraño. Algunas veces era porque no alcanzaba el tiempo, pero otras eran excusas y cayó en cuenta de ello dado que pasaba más tiempo de lo usual con Non-chan.
Ciertamente estaba en marcha en volverse el soporte de sus amigas y en consecuencia, puedan reconciliarse, pero por un instante no pudo evitar sentir que le estaban quitando la atención de su persona preciada.
Dentro de la banda, Non-chan no era la única que estaba en un lío amoroso. Kudoharu también trae, de tiempo atrás, fuertes sentimientos por su compañera y vocalista de banda. Nunca supo exactamente cuándo empezó, pero adoraba que fueran tan cercanas, muy confidentes. Sabía que podía confiarle hasta su vida si pudiese, pero a pesar de ello, temía que se alejara una vez confesara sus sentimientos. Lo único que atinó, fue ir mostrándolos de a pocos y a su propio estilo, tenía esperanzas de que se diera cuenta en algún punto.
Solía aprovechar los lives o los distintos programas donde estaban únicamente las dos para coquetearle un poco, era una pequeña forma de expresar su amor por ella. Se sentía inmensamente feliz cuando AiAi le correspondía, hasta que volvía a la realidad, donde no ocurría nada más.
.º*
La realidad la está golpeando de nueva cuenta, sobretodo ahora que Non-chan y AiAi están siendo cada vez más cercanas.
Kudoharu llegó al ensayo programado y era algo temprano respecto a la hora pactada, por lo que pensó que estaba sola, hasta que escuchó algunas risas en la sala continua. Se acercó despacio, notando la puerta entreabierta y divisó a Non-chan con AiAi riéndose de una forma tan cómoda y confidente, que no pudo evitar sentir celos ¿No se suponía que solo ellas dos eran así?
Tocó la puerta para sacarlas de esa burbuja, no toleraba seguir viendo esa escena.
—Hola chicas, pensé que era la primera en llegar, no sabía que estaban aquí —las saludó, tratando de ocultar sus celos.
—Kudoharu-san, que bueno que llegas. Meguchi-san dijo que está de camino —Non-chan respondió alegremente.
—Genial. Oye ¿te importa si me llevo a AiAi un momento? —preguntó con cierta cautela, no quería ser evidente.
AiAi y Kudoharu se fueron a otra sala vacía para hablar sin ser interrumpidas.
—Bien, dime que tienes alguna buena nueva respecto a Yukki —AiAi fue la primera en hablar.
No hubo tiempo para desperdiciar, la afirmación salió sin más.
—Estar cerca de Aimin te ha afectado lo suficiente como para hacer lo mismo, jugar con una, sin tomar en cuenta lo que uno siente —sus palabras fueron contundentes.
Parecía que AiAi estaba confundida, pero sólo se estaba tomando el tiempo para analizar las palabras que su amiga le ha lanzado.
—Kudoharu, te quiero mucho, pero eso que acabas de decir no es algo que me haya gustado escuchar —respondió serena.
—Déjate de rodeos, se supone que sólo ibas a hablar con Non-chan y tratar de ayudarla, no que vayas a intentar enamorarla —respondía, intentando ocultar sus celos.
Y era verdad, sólo tenía una tarea, pero a veces el tiempo hace de las suyas. Sobretodo cuando ella ya estaba segura de lo que sentía por Non-chan, pero también era consiente de que la tecladista tenia ojos por otra persona. Aún así y a pesar de la situación actual, decidió acercarse. Se dio con la sorpresa de que el problema que tratan esas dos, no tenía solución, al menos en el sentido en que puedan corresponder sus sentimientos.
Por su cuenta también había conversando con Yukki, por lo que concluyó qué aunque se pudieran volver a amistarse, sus sentimientos románticos no. Eso le dio una pequeña esperanza, pero haría las cosas lentamente, primero debía sanar el corazón de Non-chan.
Ya sabía hacia dónde iba toda la conversación, por lo que era mejor aclarar las cosas, sin la necesidad de involucrar terceros.
—Lo siento Kudoharu, nunca quise que mis actitudes se malinterpretaran. Eres importante para mí y te quiero mucho, pero sólo como una amiga. Realmente, lo siento —Hablo con un tono suave, por sí servía de algo.
La guitarrista no dio respuesta alguna, sólo podía oír como su corazón se rompía en miles de pedazos. Ya tenía sus sospechas, era algo que de cierta forma lo veía venia, aún así eso no evitaba el dolor y la rabia.
Tenía los ojos llorosos y su garganta quemaba, pero no quería llorar delante de ella, tampoco estando en el trabajo a punto de ensayar.
Tomó fuerzas y se fue de la sala dejando a AiAi con cierta pena, se notaba la expresión en su rostro. Minutos después de caminar, ya estaba con un pie en el baño, divisó el lugar por si había alguien; no quería que la vieran en ese estado. Cerró la puerta del baño con seguro e inmediatamente empezó a golpearlo. Necesitaba desfogar la rabia, quitar el dolor de su corazón con más dolor en alguna otra parte de su ser.
Al cabo de unos minutos dejó de hacerlo, no quería llamar la atención del personal de seguridad. Se deshizo de cualquier señal que podía hacer que sus compañeras y amigas de banda se preocupen o sospechen de algo.
El ensayo transcurrió sin problemas. Finalmente, cada una fue a casa por su cuenta.
.º*
Meguchi había notado que el usual ambiente en Roselia se había tornado un tanto extraño. Ya no había bromas ni risas y eso no le gustaba.
Se le ocurrió la idea de ir a comer. Puso en mesa la tradicional salida y posterior cena con yakiniku, nada como la comida para animarse. Las demás no se lo pensaron, por lo que esa noche se reunieron e intentaron divertirse como siempre lo hacían.
La diferencia de esta cena, era la formación de parejas. AiAi estaba junto con Non-chan, mientras que Kudoharu estaba con Yukki. Meguchi le restó importancia, lo genial era que se estaban divirtiendo y eso escaló cuando a cierta guitarrista se le ocurrió agregar más bebidas alcohólicas.
Non-chan no es alguien de beber sin más, pero esta vez decidió hacerlo. Unas horas después y entre copa y copa, la joven tecladista de Roselia, soltó algo que le alegró la noche -y tal vez toda la vida- a AiAi, sólo que esta no quiso ser demasiado obvia.
—AiAi-san, a mí me gustas —dijo, confesando y sin vergüenza alguna, lo que no hace poco empezó a sentir por ella.
—Non-chan, esto debemos platicarlo cuando estés sobria –respondió tranquilamente, mientras quitaba de sus manos la copa ya vacía.
Aunque ellas estuvieran en su burbuja, la plática no pasó desapercibida para las demás. Sobretodo Yukki, a ella le cayó como balde de agua helada en cuanto escuchó esas palabras. Meguchi estaba contenta, sólo no al tanto del lío que estaban hechas sus otras dos compañeras. Kudoharu sintió alivio que fuese alguien dentro de Roselia en quien AiAi estaba interesada, eso a pesar de su lucha interna por el rechazo sufrido inicialmente.
Cada una se fue a casa, procurando avisar que estaban bien una vez llegaran, puesto que tenían tragos encima.
Por el caso de Non-chan, esta fue escoltada por AiAi.
Despertando por la mañana, se topó con la terrible resaca. A pesar del mareo, decidió darse un baño para aliviarse y de paso quitarse el olor a alcohol. Se puso una ropa cómoda para estar en casa y al salir de su habitación para tomar algún medicamento para el dolor, vio a AiAi durmiendo en su Sofá.
Se sorprendió por ello, luego recordó que llegó a casa acompañada. Así también, volvieron las palabras que le dijo a AiAi. Si alguien pudiera verla, diría que su rostro parece un tomate.
La cercanía que estaban teniendo era cada vez más constante y empezó a sentirse cómoda con ella a su lado, aunque es cierto que eso le recordaba a Yukki, hubo un punto dentro de todo en que sus sentimientos por ella ya no eran los mismos y que no había anda que pudiera salvarlos.
Si ahora tenía una nueva oportunidad, entonces no lo desaprovecharía, de todos modos, tendría mucha más cautela y cuidaría su corazón como si de oro se tratase.
Se tranquilizó un poco y fue por la medicina. Ella no tenía mucha hambre, pero probablemente AiAi sí, por lo que se dispuso a preparar un desayuno ligero y después ir a despertarla.
No tuvo que esforzarse en ello, el mismo olor de la comida despertó a su compañera.
AiAi se despertó tranquilamente, no tenía señal alguna de haber bebido. De lejos, vio a Non-chan de espaldas, ocupada con la comida. Se acercó a ella y la abrazó desde atrás, por puro impulso. Non-chan reaccionó con un mini-susto, pero por ser AiAi lo dejó pasar.
—Buenos días Non-chan~ —saludó susurrándole al oído.
—AiAi-san… Buenos días —respondió en voz baja, como queriendo que nadie más escuche.
Estaban a gusto así y no lo cambiaría por nada, excepto el hambre. El estómago de AiAi rugía. Non-chan rio ligeramente e invitó a AiAi a sentarse para comer.
Ellas podían estar envueltas en su burbuja, pero sabían que tarde o temprano tenían que hablar sobre lo que sienten una por la otra.
Luego de desayunar y ordenar, se fueron hacia el sofá y se sentaron frente a frente.
—Non-chan ¿Recuerdas lo que me dijiste anoche? —Empezó AiAi, preguntando con cautela.
—Si. Soy consiente de ello, no me retracto. Lamento si te incomodé con ello —al igual que su amiga, tuvo cuidado con sus palabras.
—Bien, sólo quería asegurarme de ello. Lo de Yukki es reciente y quiero tener cuidado contigo. Mi intención nunca va a ser el lastimarte, al contrario, pero eso dependerá también de lo que tú desees —Fue sincera en sus palabras, poniendo en bandeja sus sentimientos, pero de forma no tan desesperada.
Sus miradas cómplices, la comodidad una con la otra evidenciaba que se gustaban mutuamente.
Cuando se daba la ocasión de reunirse con otra amiga muy cercana -Maho Tomita- AiAi solía platicarle sobre Non-chan. En esas reuniones, ella era el tema de conversación, ella siempre estaba presente en su mente.
Se preguntaba en que momento se enamoró de ella, a extrañarla o que, si escuchaba su voz en alguna canción, empezaba a cantarla.
Tal vez nunca sabría cuándo empezó a sentirse así por ella, pero de que estaba enamorada, era una verdad absoluta y aunque fuera un amor poco prudente, haría lo posible para que las cosas marcharan bien.
Desde luego, Non-chan no queda exenta, no había día en que no extrañara su compañía. Desde hablar sobre cualquier tema, hasta cuándo se daban un corto abrazo al despedirse. En algún momento la idea de confesarse apareció en su mente, pero sentía que sería vergonzoso, al menos estando sobria.
—No quiero que te sientas presionada, AiAi-san. Hagámoslo despacio, creo que podemos tomarnos nuestro tiempo —le sonrió para darle algo de calma a su corazón.
—Entiendo perfectamente y aunque no tengo prisa, quisiera pedirte algo —se sintió avergonzada por siguiera pensarlo.
—¿Qué es? —preguntó Non-chan, que se al parecer se hacía una vaga idea de la petición.
—¿Puedo besarte? —intentó mostrar decisión en su vergonzosa solicitud.
Non-chan soltó una pequeña risa, pero asintió con la cabeza. A lo que AiAi no dudó en acercase para besarla.
Los corazones de ambas latían tan rápido, parecía que el tiempo se detenía. Sus sentimientos eran mutuos y solo esperaban a que la relación que a penas iniciaba, marchara viento en popa.
.º*
Yukki estaba afectada por la confesión de Non-chan a AiAi y como si eso no fuese suficiente, la noticia de que ellas habían iniciado formalmente su relación, fue la gota que rebasó el vaso.
Sus días no fueron iguales desde entonces, se enfrascó en hacer diversas cosas con tal de no pensar en ello. Lo que sea, menos tener que hablar con alguien de sus sentimientos porque prefería arrancarlos de si para ya no sentir dolor alguno.
Cada que las veía juntas y siendo muy cariñosas, sentía un desgarro en su interior, era irritante, pero no podía odiarlas. Después de todo, eran sus amigas.
Entre todo el trabajo en que se envolvió, se encontró con una amiga de la infancia, Hinata Sato. En poco tiempo recuperaron los 12 años en que no se vieron y todo con unas clases de videojuegos.
Hinata había notado una actitud algo rara en Yukki así que, aprovechando su ventaja, la llevó a comer a un lugar más tranquilo.
Se llevó la sorpresa de que el corazón de Yukki aún seguía como en la primaria, el de una niña y eso le estaba trayendo consecuencias muy desastrosas.
No era algo que le hubiera gustado ver, era demasiado, pero haría lo posible en ayudarla. Tal vez era también su oportunidad para ganarse su amor definitivamente. Un amor que alguna vez quiso tener y por aras del destino, no pasó.
.º*
Al parecer la presencia de Hinata nuevamente en la vida de Yukki estaba ayudándola un poco, aunque tenía sus momentos de vuelta a la realidad, que la golpeaba cada vez con más fuerza.
Entendió muy tarde las palabras que tiempo atrás, su querida Kanon-chan, le dijo. Ahora es cuando se arrepentía desde lo más profundo de su ser, en no haber sido consiente de lo que ella sentía, pero ya era demasiado tarde.
El tiempo pasaba, el trabajo en Roselia seguía, así como ver a cierta pareja ser muy afectiva. Seguía el tiempo y con ello empezaron las discusiones con AiAi, simplemente porque no soportaba verlas acarameladas en todo momento. Era molesto y consideraba innecesario que estuvieran así todo el rato.
Non-chan solía hablarle en privado y pedirle que trate de calmarse, aunque las cosas entre ellas no serían como antes, que lo intentase, porque a pesar de ello, son amigas y compañeras de banda.
Estando a solas Yukki sufría, lloraba desconsoladamente y más aún porque sabía que ya no podía hacer nada para remediarlo.
Luchaba constantemente con su dolor, con la rabia e impotencia. Se decía a sí misma que debía ser fuerte, porque esta situación no iba a ser de toda la vida. En algún momento la olvidaría y con ello el dolor se iría.
—Non-chan, tengo que olvidarte y tengo que ser fuerte, pero siempre estoy diciendo y no puedo… —pensó en voz alta para luego echarse a llorar.
Yukki no tuvo problema alguno por lo que le había entregado una copia de las llaves de su departamento a Hinata, para que fuese guste. En el fondo sabía que su presencia aliviaba su dolor, por lo que sí en algún momento la tristeza la consumía, como muchas veces, su amiga de la infancia la ayudaría.
Esa noche Hinata fue a visitar a Yukki, no había podido platicar ni por llamada, debido a la carga de trabajo que tenía. Cuando llegó, el departamento estaba a oscuras. Sus sentidos la pusieron en alerta, por lo que revisó que todo estuviera en orden y sobretodo que Chun-chun, la avecilla y mascota de Yukki estuviese bien.
Supuso que la bajista estaría en su habitación, así que fue a buscarla. La escena con que se topó era un desastre. Encontró a Yukki llorando a mares, era demasiado verla en ese estado. Se acercó lentamente a ella y la abrazó. Era suficiente para traerla de vuelta y calmarla.
Era como si el alma de Yukki regresara a su cuerpo por lo que sujetó a Hinata como si su vida dependiera de ello.
A veces las personas toman decisiones apresuradas y peor aún, con sentimientos que nublan la razón. Yukki se acercó lo necesario al rostro de su amiga para luego besarla. Hinata fue tomada por sorpresa, pero no se pensó dos veces en continuar, al fin y al cabo, era algo que siempre deseó.
Si Yukki quería olvidar a Non-chan, tendría que hacerlo con alguien más, incluso si eso significaba sacrificar una preciada amistad.
El beso fue subiendo de nivel cada vez más, las caricias eran muy indecentes. Manos quitando la blusa y camisa que llevaban, besos y ligeras mordidas en el cuello, a veces con algo de tosquedad. La excitación era demasiado como para tomarle importancia al posible dolor o las marcas que quedarían luego.
Sus ropas fueron regadas por el piso, los besos pasaron de sus labios a otras partes de sus cuerpos. Era un deseo inmenso de poseerse una a la otra, aunque tuvieran propósitos sentimentalmente distintos.
Yukki demostró dominancia en un inicio, acercándose rápidamente a la entrada íntima de Hinata, jugando con su lengua en su interior y provocándole placer intenso. Estuvo así por cierto tiempo y cuando sintió que su nueva amante estaba por terminar, se alejó. Seguidamente introdujo sus largos dedos en la cavidad, moviéndolos rápidamente para ayudarla a terminar.
Hinata estaba cansada y necesitaba recuperar el aire, eso no impidió que pudiera tomar con la guardia baja a Yukki y hacerle lo mismo, incluso más. Quién sabe si vuelve a tener una oportunidad de oro para entregársele una vez más.
Para suerte suya, las sesiones de sexo eran continuas e intensas, se había formado una especie de lazo amoroso o al menos lo creyó así.
Hay un refrán que, en situaciones así, es bueno recordar "lo que mal empieza, mal acaba"
Yukki había tocado fondo en el momento que se le ocurrió utilizar a su mejor amiga para olvidar a un amor que ella misma ignoró desde el principio. No sentía nada por Hinata, siempre lo supo, pero aún así continuó. No importa lo que haga, todo estaba hecho.
Al principio era emocionante de alguna manera, pero no pasó mucho para empezar a aburrirse, con ello también entendió que no habría persona alguna en el mundo que pudiera hacer que olvide a Non-chan, salvo su voluntad propia y de buscar la ayuda correcta.
Lo último que tenía que hacer era ser sincera con su amiga, sin buscar palabras que amortigüen el dolor, otra vez tenía que lastimar a alguien importante. El premio de consuelo era que sería la ultima vez que haría algo como eso.
Esa tarde sería la última vez que estarían juntas.
—Hinata, perdóname. Fui estúpida al pensar que hacer algo así, olvidaría a Kanon-chan. No encuentro otras palabras para decirlo de una manera menos dolorosa. Entenderé si no quieres saber nada de mí después de esto —hablo sin más, quería llorar, pero ya no tenía lágrimas para ello.
Su amiga no respondió en ese momento, tan solo tomó sus pertenencias, dejó las llaves y salió del lugar para jamás volver. Antes de cerrar la puerta dijo algo particular.
—En su tiempo te amé, lo hice como si fueras la única persona en este mundo, sin embargo, ya no te amo como te amé ayer —sin romperse a llorar, soltó esas palabras para dejar todo lo que alguna vez sintió.
Era lo que Yukki necesitaba escuchar y aunque dolía, era el tirón que faltaba para salir de hoyo en que se había metido por sus continuas malas decisiones.
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Recién cuando estuvo en la seguridad de su hogar, Hinata se rompió en llanto. El mundo se le fue encima en tan poco tiempo. No sabía cuánto duraría el martirio, aún no era consciente de todo lo que le costaría superarlo.
.º*
Kudoharu no pudo escapar de la situación, sin embargo, pudo manejarlo mejor. Meguchi llegó a reaccionar a tiempo y poder ayudarla.
Comprendió entonces que, aunque su amor por AiAi no era correspondido, aún conservaba su amistad. Ese era su pequeño rayo de luz entre la oscuridad de su mente. La luz al final del túnel.
Tal vez no sería fácil superar el desamor, pero sí retomar su preciada amistad de casi toda su vida. No era algo que lo echaría a perder.
Mientras trabajaba consigo misma respecto a sus sentimientos, se acercaba cada cierto tiempo a Yukki, ya que notó que Hinata no andaba con ella a diferencia de unas semanas atrás.
Escuchó atentamente la corta y triste historia que tuvieron. Ella no era quien, para regañarla, pero aún así lo hizo. Yukki no dijo nada, cualquiera tenía la razón de hacerlo menos ella misma.
Meguchi estaba como la psicóloga de ambas, pero a diferencia de Kudoharu, con la bajista era más difícil. La única esperanza era su constante en querer hablar del tema a modo de terapia o incluso escribir, puesto nunca antes lo hizo de la manera correcta.
Empezó nuevamente una cercanía con Non-chan, si bien no era como antes, era un pequeño brillo en su vida que se había oscurecido.
Con AiAi, fue igual, sumándole una enorme disculpa y la promesa no actuar estúpidamente en un futuro.
Poco a poco, las viejas actividades y tradiciones eran retomadas en Roselia. Era una forma de reconciliarse por todo lo ocurrido.
Volvieron las situaciones donde metían en aprietos una con la otra por alguna payasada que se les ocurriera.
Como una ocasión, en la que Meguchi pone a actuar a Yukki con Kudoharu, y las compromete con un beso, al que al final no acceden porque era demasiado vergonzoso.
Esta clase de cosas suele traer consecuencias, sólo que esta vez sería para bien.
Cierto par de músicos empezaron a dar paseos por su cuenta, sólo las dos. Desde irse a tomar un café en aquel lugar conocido, ir a alguna tienda por algunos cómics que le gustaban a Yukki o alguna otra donde consiguieran LEGOS para la colección de Kudoharu.
Pasando más tiempo juntas, haciendo bromas en los ensayos o lives. Se hicieron cercanas, mucho más de lo que habían pensado.
No es que sentían algo fuerte de buenas a primeras, pero estaban en proceso de descubrimiento, de comprender si son capaces de amar nuevamente, a pesar del daño que han sufrido.
Algo que aprendieron de todo, es que nada dura para siempre, sin embargo, ya estaban un poco más preparadas para poder lidiar si algo no iba bien. En vez de reaccionar impulsivamente o tratar de desfogarse golpeando cosas inertes que estén por ahí.
.º*
El tiempo hizo darle valor a cierta persona. Estaba platicando con Meguchi, bastante apenada. Quería confesarse sus sentimientos a Yukki, pero debía hacerlo con cuidado, porque si no era el momento, tendría que ser paciente y esperar o de ser el peor de los casos, aceptar el rechazo y seguir adelante.
Se dice que las personas que pasan muy malas experiencias en la vida, aparte de hacerlas fuertes, son recompensadas.
Las cosas para el dúo KudoYukki salieron más que bien. Algo bastante inesperado para el resto de sus colegas en el trabajo, pero fue bueno, al fin y al cabo.
–Parece que muchos de nuestros amigos se han sorprendido con la noticia -mencionó una sonrojada Kudoharu, mientras sostenía la mano de su compañera.
–Completamente, podríamos hacer memes con las expresiones en sus caras -respondió una alegre Yukki, evitando reír a carcajadas.
Habían aprovechado las buenas vibras de las épocas festivas para anunciar entre sus amigos, que oficialmente estaban saliendo, como novias.
A ninguno se le pasó por la mente que ellas, en algún punto, terminarían siendo pareja. Solamente las veían como dos buenas amigas. Realmente fue inesperado para muchos.
A pesar de haber trastabillado muchas veces, ahora Roselia estaba en otro nivel, había renacido, su fuego era más fuerte y toda la banda era mucho más unida que nunca.
Si han llegado hasta aquí, gracias por leer. Aunque haya sido una historia muy triste, espero haya sido de tu agrado de alguna forma ('?
Nuevamente agradezco de manera infinita a mi hermana y beta reader, Tenshi Everdeen (buscadla aquí en fanfiction y seguidla, os gustará sus historias) ella me sigue apoyando y animando en escribir cada que escucho alguna canción que mejor ni les cuento xD
Tampoco olvido a mis nuevos amigos de internerds y que ahora administramos una página y un grupo respecto a estos ships.
Este fanfic tiene de base entre cuatro a cinco canciones, todas conectan con cada situación.
