Muy buenos días, tardes o noches, damas y caballeros. Heme aquí una vez más con un proyecto que esta vez y con honestidad confieso que se limita a este pequeño one-shot, cuyos protagonistas se tratan de los miembros más sobresalientes de The Loud House y Los Casagrandes que ya ni necesitan presentación a estas alturas. Espero lo disfruten.

El concepto de "Loud House" y todo lo relacionado con el mismo pertenecen a su autor y casa productora: Chris Savino & NICKELODEON © 2016. La historia se realiza sin fines de lucro.

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Lincoln nervioso se miraba ya con el traje puesto frente al espejo del vestidor en el lugar donde la boda se llevaría a cabo. La corbata parecía torcida, pero pese a sus intentos por arreglarla, esta insistía en mantenerse desalineada.

—¡Rayos! —exclamó viendo su reflejo—. Un día tan importante y no puedo…

—¿No puedes qué, patético?

Se sobresaltó tras escucharla. En efecto al darse la vuelta la encontró ahí de pie frente a él tan hermosa en su elegante vestido. Era extraño verla así, pero ese día en que sus vidas emprenderían un cambio tan importante no podía ser de otra manera.

—Ro… Ronnie Anne. ¿Tu mamá sabes que estás aquí conmigo?

Ella no le contestó. Se le acercó con aire gatuno y con sus manos le acomodó con un grácil movimiento la corbata. Lincoln se ruborizó. La hermosa joven suspiró.

—Aún no puedo creer que esto de verdad está pasando. ¿Te imaginaste que este día realmente llegaría y estaríamos aquí presentes los dos?

Lincoln negó.

—Me siento tan sorprendido como tú todavía. Por cierto, te vez hermosa.

Ella aceptó el cumplido. Tomó su mano y lo invitó a acompañarla ya a salir hacia la ceremonia.

—Vamos. Esto no tardará en comenzar y nos reñirán por no estar presentes en la boda.

Lincoln asintió. Al salir con ella sus temores se confirmaron. Impresionados, se encontraron a Bobby en el pasillo que parecía tener un humor de perros.

—¿Qué hacen aquí? ¿Es que se les olvidó que tengo una boda?

Ronnie Anne negó con un gesto y le dijo a su amigo.

—No le hagas caso. Todavía está en negación.

—Pues no debería. Si estamos aquí es por él.

—¡Ya sé que es por mí! —exclamó Bobby estresado—. Fui yo quien hizo la propuesta y… estoy aquí en esto.

Ronnie Anne fue a consolar a su hermano, mientras que Lincoln decidió ir a buscar a su hermana pensando en cómo se encontraría ella. A Bobby le resultaron reconfortantes los cariños de su hermanita sobre su espalda.

—Tranquilo, Bobby. Sé que quizás no estén sucediendo las cosas como te hubieran gustado, pero es lo que hay y lo mejor es sacarle provecho a esto.

—Es que todo lo siento tan… extraño, Nini. En este lugar pensé hace ya muchos años que sería donde me casaría con… Lori.

Parecía ya tan lejano ese momento. Ronnie Anne abrazó a su hermano entendiendo su conflicto.

Mientras tanto, Lincoln entró tras tocar la puerta del vestidor, donde una muy nerviosa Leni era atendida por varias de sus hermanas para quedar presentable.

—¿Dónde estabas, apestoso? —Lynn le reclamó—. Pensé que nos ayudarías para arreglar a Leni.

—Lo siento, me distraje con… Ronnie Anne y… Bobby.

El rostro de Leni se iluminó, mientras que el de Lori que la peinaba se agrió.

—Sigo sin poder creer que me hayas traicionado de esta forma, Leni.

—Como que no creí que te molestara. Bobby dijo que ya estaba disponible cuando comenzamos.

—Ya sé, pero… esto está muy mal.

—No empieces, hermana —Luna la regañó—. Esos dos se esforzaron mucho para llegar hasta aquí y lo que necesitan es nuestro apoyo.

Lori suspiró resignada.

—Solo pienso, que de tantos lugares que podrían escoger para la boda, ¿literalmente por qué tuvieron que escoger este?

—Me pareció encantador —Leni le respondió—. De tanto que nos hablaste de él, pensé como Bobby cuando hizo la propuesta, que sería el sitio indicado.

Lori suspiró con tristeza. Sencillamente no le cabía en la cabeza todavía.

—¿Y dónde está mamá, por cierto?

Casi todos temblaron pensando lo peor, salvo por Luna quien le respondió.

—Está terminándose de arreglar —y el alivio regresó—. También se me ocurrió que podría intentar escapar al no poder con esto, pero parece estar ya más tranquila. Sabe que cuenta con nuestro apoyo, a pesar que al inicio no estuvimos muy de acuerdo con esto desde el divorcio.

Ciertamente hubo tensiones y quizás todavía las había, pero desde que Bobby y Leni decidieran poner en sus manos el arreglo y la coordinación de la boda, fue que poco a poco la aceptación prevaleció sobre la resignación entre ambas familias.


Mientras eso sucedía, apoyando su cabeza contra una pared, una mujer latina elegantemente vestida parecía a nada de tener un ataque de pánico. Sintió a alguien tomando su mano, de pronto al voltear se encontró con su hija al lado de su hijo.

—Mamá, ya debes de terminar de prepararte.

La mujer asintió.

—Deben de estar decepcionados que al final su padre y yo no…

—Está bien —Ronnie Anne la interrumpió buscando tranquilizarla—. En lo personal sabía desde hace mucho que lo suyo no tenía arreglo, pero… cuando los padres de Lincoln se divorciaron, admito que me tomó por sorpresa saber que… bueno, que ambos salieran tanto después y más que algo como esto sucediera entre los dos.

—¿De verdad están bien de que lo haga? No es que esté pensando en…

—Lo que nos interesa es que tú también seas feliz.

María suspiró.

—Soy feliz. Estoy segura que será un cambio para bien, aunque siento que no podré ver a Rita a la cara por la vergüenza.

Eso no se lo discutirían, de cierta manera sus dos hijos así se sentían tanto con ella como con algunos de los Loud.


Mientras tanto, en otra parte el señor Loud trataba de calmar a las gemelas quienes parecían a punto de estallar de coraje.

—¡Esto está muy mal! —Berreaba Lola— ¡Se supone que son nuestros padres y deberían de estar juntos!

—Hija, tienen que entender que así son las cosas y que aunque esto las tomó por sorpresa, es algo que deben de aceptar.

—¿Cómo es que estás tan tranquilo con esto? —Lana le preguntó.

—Porque es un día muy especial y aunque sé que no están del todo satisfechos y de verdad créanme que puedo entenderlo, quiero que todo salga bien por el bien de nuestra familia para que siempre haya un buen entendimiento a pesar de la separación.

Lola se limpió las lágrimas.

—Sigo sin entender cómo mamá pudo dejarte después de tanto tiempo.

El padre la abrazó.

—Bueno, hija. Son cosas que suceden, pero que quede claro que esto no es su culpa y lo mejor que podía hacer por su mamá para que fuese feliz, era permitirle apartarse en lugar de retenerla conmigo después de... esto.

Lisa que entró tras escucharlo todo, suspiró.

—Si estamos aquí en esta ceremonia, es evidente por qué te dejó.

Aunque se había escuchado un tanto grosero, el hombre dejó pasar el comentario un tanto malintencionado de la pequeña.

—Papá —Luan lo llamó—. Ya está por comenzar todo. A tu lugar.

—Sí, cariño. Gracias por tu apoyo.


Mientras tanto, María era increpada una vez más por su familia, específicamente por su madre y hermano.

—Aún estás a tiempo de irte, mija. Esto no es normal. ¡Ese hombre estuvo casado y tenía familia!

—Yo también estuve casada y tuve a Bobby y Ronnie Anne, mamá. Sé lo que se deja atrás, pero ya me comprometí a hacer esto y quiero con orgullo frente a mis hijos ir al altar de la mano de Arturo para la ceremonia civil.

Carlos suspiró.

—Está bien, hermanita. Si es así como lo vez, al menos yo estoy contigo, lo mismo mi esposa e hijos.

Ella se los agradeció. Arturo un tanto nervioso y con la mirada baja entró con ellos.

—Hmm… María, ya es hora de… ya sabes.

Su exesposa lo tomó por ambas manos e hizo que la mirara a los ojos.

—Está bien. Por favor ya no estés nervioso. Yo no quiero que las cosas cambien entre los dos, por nuestros hijos. Quiero que ambos estemos bien y en buenos términos.

Más animado, el hombre asintió.

—Deseo que seas muy feliz en tu vida, María.

Ella le besó en la mejilla y ambos se dirigieron hacia la ceremonia.


Las familias ya en sus asientos en el salón, miraron al juez frente a la mesa presto para iniciar con la ceremonia. Los papeles para oficiar el matrimonio legalmente ya estaban listos.

De pronto la pareja apareció con sus respectivos testigos, que de ser una ceremonia religiosa, podrían pasar como las personas que iban a entregarlos. Primero y a paso solemne, el señor Lynn Loud se acercaba al lado Rita, su exesposa; unos pasos atrás, siguiéndoles iba María un tanto más segura a como estaba momentos atrás, de la mano de Arturo Santiago, quien tragaba saliva por la situación en la que se encontraba.

Los familiares presentes miraron entre enojo, lágrimas y algunos con afecto la inesperada unión. Ronnie Anne tomó de la mano a Lincoln que estaba a su lado. La niña de pronto pensó en algo.

—Cuando se casen… técnicamente tú y yo seremos algo así como hermanos.

—Sí, supongo que lo seremos —contestó su amigo mirando con atención la ceremonia con un nudo en la garganta.

Sonrojada y quizá motivada por el romanticismo del momento, Ronnie Anne al atropellarse con las palabras que le trataba de decir al peliblanco, le soltó tal y como se le ocurrió decírselo.

—Sabes… si tú y yo nos volvemos… hermanos… el incesto no me molestaría.

Lincoln distraído sonrió.

—Puedes apostar que a mí tampoco me molestaría.

Por la emoción al pensar que Lincoln entendió lo que quería decirle y estaba de acuerdo, no se dio cuenta que al otro lado de su amigo, este con afecto tomaba la mano de Lynn.

El juez comenzó.

—Nos encontramos ahora reunidos aquí, en este día y en este momento tan importante y especial en la vida de dos personas que han decidido hacer una vida juntos unidos como matrimonio. Antes que nada, que los testigos por favor firmen el acta.

Entregó las hojas a las respectivas exparejas del próximo matrimonio, quienes firmaron sin vacilación, entonces el juez tras comprobar que todo era válido, le entregó el acta al futuro matrimonio para que la firmaran juntos.

—Ahora ustedes, por favor.

La feliz y enamorada pareja escribieron sus firmas en el acta, lo cual dejó mudos tanto para bien como para mal a los presentes.

Al corroborar que todo quedó en orden, el juez se pronunció.

—Como representante del Estado de Michigan apruebo y certifico el matrimonio entre el señor Lynn Loud y el señor Arturo Santiago. ¡Denle un aplauso a los dos esposos!

Algunos lo hicieron por compromiso, mientras otros con entusiasmo. Feliz, con nerviosismo Arturo le dio un beso rápido a su esposo que optimista lo abrazó.

María y Rita cruzaron miradas un instante antes de apartarlas ante la complicada y e incómoda situación, pese a que aún y ante la negativa de parte de sus familias, se prestaron a ser testigos de esa unión. No se diga a Leni y a Bobby que organizaron el evento en el lugar donde a Lori le hubiese gustado casarse.

Y de esta manera, la vida de los Santiago y los Loud quedó más unida que nunca.

F I N

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Y así concluye la historia del ship que muchos tenían en mente, ¿no es verdad?

¿No?

¿Nadie?

¿Sólo yo?

¡Chales! En fin. Les deseo un buen Jueves Santo, felices Pascuas y un buen… APRIL'S FOOL. XD

Saludos.