¡ESTE FANFIC ES UNA CONTINUACIÓN DE "CONGRATULATIONS! SI NO HAS LEÍDO "CONGRATULATIONS" PRIMERO, RECOMIENDO ALTAMENTE HACERLO, PARA ENTENDER MEJOR LA SECUENCIA. (Visiten mi perfil) (disculpen las mayúsculas).

IMPORTANTE: Universo Alterno & Eren's POV

Disculpen el OoC y cualquier falta ortográfica/gramatical que puedan encontrar.


Gusto en conocerlos. Nos vemos en casa, Eren.

Se despidió con un beso en la mejilla y vio a su novia marcharse del bar, quedándose a solas con sus compañeros de trabajo: Reiner Braun y Bertolto Hoover.

Tu novia es agradable, Eren.

Gracias Bert.

Oye Eren, no sabía que las serias eran tu tipo.

Eren arqueó una ceja: —¿Qué quieres decir, Reiner?

No me malinterpretes, es que ella es más reservada y tu eres muy escandaloso.

Ah, bueno…—Eren se rascó la nuca —Las cosas siempre han sido así.

¿Cómo que siempre han sido así? ¿Cuánto tiempo llevan juntos? —Inquirió Reiner.

Eren se mostró pensativo, llevándose su dedo índice a su barbilla.

Mikasa me ha gustado desde que tengo memoria, y somos novios desde…

Espera, ¿Me estás diciendo que nunca te ha gustado otra chica?

Pues no…

Bertolto y Reiner intercambiaron miradas, Eren los observó curioso.

¿Qué pasa?

Nada. —Negó Bertolto.

Eren frunció el ceño: —Si tienen algo que decir, díganlo de una vez.

Bertolto abrió la boca para hablar, pero Reiner se le adelantó:

Eren, ¿Te has dado cuenta de que llamas la atención entre las chicas?

¿No? Y no me interesan esas cosas Reiner-

No te estamos juzgando, es sólo que es raro conocer a alguien tan monótono como tu.

Eren lo fulminó con la mirada: —¿Me estás llamando aburrido?

Reiner soltó una carcajada lo cual intensificó el coraje que crecía dentro de Eren.

¡No! Es solo que…— Reiner calló unos segundos como si eligiera sus palabras cuidadosamente —Mira, hasta Bertolto tiene sus aventuras cada semana.

Bertolto se llevó un trago de cerveza mientras intentaba esconder su sonrisa.

La mayoría de los hombres salen con muchas mujeres antes de tener una relación… tan formal como la tuya.

Reiner parecía haber concluido y dio un largo trago a su tarro de cerveza. Eren arrugó la nariz.

Pensé que todos buscaban lo que yo tengo con Mikasa. —Eren respondió sinceramente.

No todos buscamos una relación así de formal. —Dijo Bertolto—Pero no te preocupes por eso, Eren, Mikasa es fenomenal.

Si Eren—Lo apoyó Reiner—Es muy diferente a ti, pero parece que se complementan bien.

Tenía su mirada perdida en lo que parecieran ser la etiqueta de los ingredientes de la leche.

—Tu cereal se aguadeó.

Eren volvió en si al escuchar la voz de Armin a través de la mesa. Rápidamente se preguntó cuando tiempo llevaba ahí.

—Has dejado la leche afuera. —Dijo al tomarla y notar que la leche se había calentado.

—Debe de haber otro litro en el refrigerador.

Armin bufó: —Más te vale.

Se dirigió al refrigerador con el litro de leche caliente, lo volvió a colocar dentro y sacó otro litro de leche fresca. Regresó a tomar asiento frente a Eren y también se sirvió un tazón de cereal.

—¿Vas a seguir enojado? —Preguntó Eren.

—Ya te lo había advertido.

Armin comenzó a desayunar mientras revisaba su Facebook. Eren se sintió más ignorado que de costumbre y redirigió su mirada a su cereal aguado. Sentía que había perdido el apetito. La cosa es que llevaba siete días sintiéndose así.

—Cómete ese cereal, en esta casa no desperdiciamos comida. —Soltó Armin después de unos minutos.

Eren agarró la cuchara totalmente desganado y acompañó a Armin en el desayuno. El rubio apartó su celular de su vista mientras y se dedicó a observar a su mejor amigo

—¿Ya no piensas usar pantalones?

—¿No se te hace tarde para el trabajo? —Replicó Eren.

—¿Y tú? ¿No irás a trabajar?

—Hoy me toca descanso.

—¿Entonces podrás pasar tu día libremente pensando en Mikasa?

—Pensé que no querías que te hablara sobre eso.

—No quiero, pero es inevitable verte así.

Eren desvió la mirada, completamente molesto. Obviamente sabía que se veía patético, no había necesidad de recalcárselo.

Armin suspiró: —¿Qué pasó con la chica con la que saliste?

—¿Qué podría pasar?

—No lo sé, pensé que por lo menos habías quedado en buenos términos. —Armin se encogió de hombros —¿Te disculpaste por abandonarla en el tren?

—Sí.

—¿Y aceptó tus disculpas?

—No de buena gana, después de todo la abandoné para salir tras Mikasa. —Dijo Eren con indiferencia. —No sé como pudo desplazarse tan rápido, después de todo no sabe usar-

—Si, si, "no sabe usar tacones" ya me lo has repetido muchas veces. —Armin lo interrumpió enfadado.

Ambos amigos quedaron en silencio.

—Escucha Armin. Lo que esa chica piense, es más, el como se sienta, me tiene sin cuidado.

—A mi tampoco me importa. Pero te advertí desde un principio que muchas personas podrían salir lastimadas gracias a tus decisiones.

Eren, esto que dices es una locura.

Armin veía con incredulidad a su mejor amigo, que ahora se encontraba cabizbajo mientras tenía la mirada fija en su taza de café.

No he podido sacarme de la cabeza la conversación que tuve con Bertolto y Reiner.

¡Eren, ya te lo he dicho! Fue una conversación absurda, ¡ellos no conocen a Mikasa! Y para ser sincero, ¡tampoco te conocen a ti!

Pero eso fue solo el principio, Armin. Desde ese día he pensado sobre mi individualidad, he pasado tanto tiempo con Mikasa que no me recuerdo, siempre hemos sido "Mikasa y Eren" pero ahora, solamente quiero ser "Eren", quiero saber que se siente ¿sabes? Y no solo eso, tengo miedo de haberme apresurado. Me enamoré de una chica y nunca me pregunté si podría haber alguien más, digo, ¿Cuáles son las probabilidades de que tu primer amor sea el único? ¿El indicado? ¿Qué tal si somos esas parejas de noviazgos largos y matrimonios cortos? No lo sé, tengo miedo…

Armin se quedó en total seriedad, y después de soltar un bufido miró a su mejor amigo directamente a los ojos.

Eren. Créeme cuando te digo que jamás has perdido tu individualidad. Y lo que tú y Mikasa tienen… Eren, hay gente que daría su brazo por tenerlo. Yo he sido testigo del amor que hay entre ustedes dos y créeme que no conozco algo más genuino y puro. Esta bien tener inseguridades, pero si permites que crezcan… podrías arrepentirte por el resto de tu vida.

En este punto Armin sabía lo que estaba a punto de pasar. Conocía perfectamente a Eren. Sabía que la idea ya estaba plantada en su cabeza, la mirada en sus ojos lo delataba y solo podía intentar con todas sus fuerzas hacerlo desistir. Pero quizás ya no había vuelta atrás. Y ese pensamiento lo horrorizaba.

Armin… si llegará a pasar… ¿Podría quedarme contigo por un tiempo?

Armin continuó sosteniéndole la mirada. Eren sentía como su mejor amigo lo juzgaba, y de cierta manera sabía que tenía razón en hacerlo.

Su mejor amigo dejó escapar un suspiro, sintiéndose derrotado:

Si, si puedes. —Armin se reacomodó en su asiento —Pero te advierto que, si lo haces, si lastimas a Mikasa, no querré estar involucrado. No voy a querer escucharte. Es más, ni siquiera estoy de tu parte. Te comparto mi techo, pero no mi apoyo moral.

Eren observó a su mejor amigo con detenimiento. Tenía un rostro que muy pocas veces había mostrado, sintiéndose ligeramente intimidado ante el.

De acuerdo…

Y otra cosa: Espero estés consiente del daño que no solo le provocarás a Mikasa si no a ti mismo. Si te llegas a arrepentir, no te ayudaré, no te voy a apoyar, tampoco voy a querer saber al respecto, es más: me molestaré aun más contigo. Porque te lo advertí, te lo estoy advirtiendo ahorita mismo: vas a hacer una pendejada.

Armin…

Será tu problema y sólo tuyo. ¿Entendido?

—Yo… quiero hablar con Mikasa.

Armin dejó caer los platos sucios sobre el fregadero, y se giró hacia él con rapidez.

—Eren, basta.

—Yo me equivo-

—Calla, no quiero escucharlo.

Armin salió de la cocina rápidamente y Eren se quedó en silencio, volviendo a perder su mirada en la pared, recreando mentalmente una y otra vez su encuentro con Mikasa en el tren.

¿Qué tal si hubiera tenido las agallas de haberse acercado a ella? En vez de solo observarla, en vez de solo congelarse ante la mirada penetrante de Mikasa, en vez de solo fantasear que era ella quien estaba sentada a su lado y no de frente.

¿Por qué tuvo que reaccionar tan tarde? ¿Cómo es que la perdió entre caminos? ¿Por qué no reunió el coraje de llegar hasta el departamento?

Eren se recordó a sí mismo corriendo por las calles, doblando en las esquinas con temor a divisarla de lejos ¿Qué haría una vez que la alcanzará? ¿Qué le diría?

Y recordó la extraña sonrisa que Mikasa le dedicó.

Se congeló a medio camino. Reparó en que esa no era parecida a ninguna sonrisa que ella le hubiera dedicado anteriormente. ¿Qué era lo que significaba esa sonrisa?

De la nada la respiración se le empezó a cortar y un temor en el pecho lo invadía, se recargó en la pared mientras sentía la vibración del celular en el bolsillo de su pantalón. De seguro era aquella chica que dejó en el tren.

Dios, ¿Qué estaba haciendo? Su corazón le decía que se dirigiera al departamento, pero su razonamiento hizo que sus pies echaran raices y se quedará inmovil.

—Eren.

La voz de Armin lo devolvió a la realidad, provocando que un escalofrío le recorriera el cuerpo y se girará rápidamente hacia el rubio.

Armin aun parecía indeciso, sus ojos se posaban sobre el suelo, chasqueó la lengua y soltó:

—Por favor aun no contactes a Mikasa. Espera a que yo regrese.

—¿Entonces… me ayudarás?

Armin suspiró: —Quiero que primero inspecciones tus sentimientos, ¿Extrañas los momentos o la extrañas a ella? ¿Extrañas los hábitos o extrañas estar con ella? Por favor, razona primero Eren. Hazlo antes de tomar una decisión.

—Yo…

—No, Eren. Esto no es tan fácil como suena.

El reloj de Armin comenzó a sonar, el rubio presionó un botón para que se detuviera y volvió a dirigirse a Eren:

—Debo irme. Por favor no hagas nada estúpido mientras no esté.

Su amigo desapareció por el pasillo y antes de que cerrara la puerta de entrada, gritó:

—Y ponte un jodido pantalón.

Eren supo que se había ido una vez que estrelló la puerta. No era para menos que Armin le pidiera vestirse. Desde su encuentro con Mikasa no había hecho más que quedarse en casa y estar en ropa interior mirando a la nada.

Terminó de lavar los platos y decidió comenzar el aseo. Recordó que su mamá le decía que "una mente ocupada no extraña a nadie".

Los rayos del sol que se filtraban a través de la ventana terminaron por despertarlo, pegó un largo bostezo y estiro su mano izquierda en busca de su novia, deslizando su mano a través de su espalda. Mikasa no parecía estremeserse ante el contacto, por lo que decidió abrazarla por la espalda.

Olío el cabello oscuro de Mikasa que se desparramaba por las almohadas, y bajó su rostro al hombro desnudo que se asomaba por sobre su camiseta, comenzó a formar un camino de besos entre su cuello y su hombro, y aspiró el aroma de su piel, la fragancia natural que a él tanto le gustaba.

Mikasa soltó un bostezo, en este punto los cariños matutinos de Eren ya la comenzaban a despertar. Eren se acercó a su oído y murmuró un "buenos días".

Eren. —Soltó con la voz aún ronca. El ojo verde se aferró aun mas al cuerpo de Mikasa y volvió a oler su cabello —Te amo.

Y escuchar esas dos palabras un domingo en la mañana era la mejor parte de su día. Eren subió su pierna atrapando por completo a su novia. No se cansaba de estar cerca de ella.

«¿Por qué no puedo sacarte de mi cabeza?»

Eren se tiró en el sofá a la vez que sacaba su teléfono y volvía a revisar el perfil de Facebook de Mikasa. ¿Para que diantres lo tenía si nunca subía nada?

Torció su boca y decidió pasar a su galería de imágenes, donde aun conservaba todas las fotos que tenía de ella. Su ex novia siempre le había pedido que no subiera sus fotos, y una parte de Eren le obedecía con vehemencia; esas fotos donde solo a él le sonreía bonito las guardaba con recelo. Hasta la mirada que le dedicaba en sus retratos eran solo para Eren.

Volvió a revisar el perfil de la Ackerman, quizás ya por rutina. ¿Por qué revisaba el perfil de Mikasa si el tenía más fotos que su Facebook? Simple, revisaba que Jean no la agregará a sus amigos, aprovechando el estado de su relación.

Gruñó al recordar a Jean.

¿Por qué aceptaste ir con él al festival?

Mikasa se encogió de hombros: —No lo sé. Se animó a invitarme, y además no es como que iremos solos, también asistirán Sasha y Connie.

Ah, ¿entonces es una cita doble?

Mikasa frunció el ceño, Eren desvió la mirada.

Por supuesto que no. Jean y yo no somos pareja, Sasha y Connie tampoco lo son.

Eren rodó los ojos: —Ajá. Te invitó con ese cuento, pero ya verás como Sasha y Connie casualmente los dejarán solos.

Eren. —Mikasa suspiró—¿Por qué estas tan enojado?

Le tomó por sorpresa y comenzó a abrir y cerrar la boca, sacudió su cabeza y se castigó mentalmente por ser tan obvio (pero quizás no tan obvio para Mikasa).

Sé que vamos los tres cada año, pero acepté ir con ellos porque Armin se fue de viaje y tu no diste ninguna señal de querer ir.

Malamente supusiste eso. — Eren la regañó

Entonces… ¿Por qué no vas con nosotros?

Eren se hizo el pensativo. Pero internamente sonreía: era una oportunidad perfecta para echarle a perder a Jean su cita con Mikasa.

De acuerdo, pero solo porque vamos cada año y no quiero romper tradiciones.

Mikasa soltó otro suspiro, pero esta vez de alivio.

Bien.

Ella le sonrió tímidamente y el corazón de Eren dio un salto. ¡Por supuesto que no permitiría que Jean se le adelantará!

Eren se quedó pensando en como Mikasa nunca se dio cuenta de sus intenciones. De ninguna de sus intenciones, desde cuando la pretendía hasta cuando le ahuyentaba a hombres que intentaran conquistarla. Si, Mikasa lo conocía mejor que nadie, tanto en las buenas como en las malas, pero cuando se trataba de ella, era como si fuera ciega ante todas las acciones de Eren.

No pudo evitar pensar, ¿Qué estarían haciendo si no hubieran terminado? Es su día libre, y generalmente a ambos les gustaba quedarse en casa. Probablemente también estaría tirado en el sillón, pero recargando su cabeza en los muslos de Mikasa, mientras ella le acariciaría el cabello y lo miraría descansar. El abriría sus ojos y se encontraría con los orbes oscuros de Mikasa, su corazón latería con lentitud, se sentiría tranquilo, en casa, en el regazo de la persona que ama.

¿Por qué debió tener esa idea retorcida?

La extrañaba, a ella. Enteramente a ella. Su voz cuando pronuncia su nombre (y aún más entre jadeos), el sonido de sus pisadas (y cuando andaba de puntitas en la mañana para no despertarlo), su fuerza intimidante y descomunal (porque cuando ella lo envolvía en sus brazos el sentía que se rompería, pero valía la pena), su personalidad aparentemente indiferente (pero en realidad es la persona con más amor para dar en todo este universo), su manera de vestir (sin ningún estilo en especifico pero el se enamoró durante su etapa gótica) la manera en que lo miraba a él y solo a él.

Y volvió a recordarla sentada frente a él en el tren. Habían pasado dos meses, pero se veía radiante, entera, independiente (sobre todo de él). Ella no se intimidó por el hecho de que él estuviera con otra mujer, jamás le quitó la mirada de encima.

En esos momentos Eren se dio cuenta que el 'respiro' lo tomó ella. Mikasa pareciera haberse desarrollado más. Se veía más bonita, más profesional, como una mujer inquebrantable.

Y él solo se sentía chiquito ante la mirada de ella.

No podemos vivir juntos.

Eren se giró, ocultando su tristeza. Mikasa mantenía la mirada firme en su espalda.

¿Por qué no?

Tus padres no lo quieren así. Y yo no quiero causarte problemas con ellos.

Deja de decir tonterías, Eren.

Mikasa, es en serio, yo-

Se detuvo de hablar al sentirse aprisionado entre los brazos de su novia. Mikasa recargó su cabeza en su espalda. Eren tragó saliva.

Dijeron que dejarían de hablarte.

¿Y?

Eren soltó enfadado: —¿Podrías tomártelo en serio, por favor?

Se giró para encarar a Mikasa, él ya tenía un aspecto enojado, sus cejas casi podían tocarse, sus labios estaban tensos. Pero ella solo sonrió.

Eren, he tomado esa decisión porque sé que me hará feliz. Es la segunda vez que hago algo así, algo que me hace sentir independiente y segura, y sobre todo, que sé que dará un buen resultado.

Mikasa colocó sus manos sobre las mejillas de Eren. El suavizó su rostro.

¿Y se puede saber cuál fue la primera?

Y la sonrisa en el rostro de Mikasa se ensanchó:

Fue cuando acepté ser tu novia.

«Tengo que intentar olvidarlo.»

Eren sentía su cuerpo tensarse, empezó a sentir un hormigueo en su rostro, por fin lo veía venir, y aun cuando hizo muecas en un intento de evitarlo, irremediablemente no pudo. Las lagrimas ya habían comenzado a salir.

Su mente volvió a recrear a Mikasa saliendo del tren. Volvió a maldecirse por tardar tanto en tomar una decisión, la única que sabía que lo haría feliz: estar con Mikasa.

¿Y ahora? ¿Cómo le haría para retroceder el tiempo?

Porque el lo sabía muy bien, había causado un daño tremendo en Mikasa (y en sí mismo, pero eso no le importaba), y probablemente su ex novia ya habría decidido avanzar (sin él). ¿Y podría culparla? El de la decisión fue él, el de la idea fue él, el que faltó a su palabra… fue él.

Eren sabía que no debería de tener esos pensamientos, no debería de extrañarla porque ya no había vuelta atrás, pero Mikasa no salía de su cabeza, lo acompañó toda la semana, inclusive lo regañaron en su trabajo por falta de atención. Eren dejó de importarle su aspecto, en casa solo estaba en ropa interior, no se había rasurado, no comía, solo estaba acostado en el sillón o en su cama, a su trabajo asistía desarreglado, se sorprendió que tampoco le hubieran dado una reprimenda por eso.

Empezó a sacudir la cabeza, esto era una tortura. No había punto en pensar en ella, ¿Para qué volverle a hacer daño? ¿Para qué volver a reintegrarse en su mundo y solo confundirla y dañarla? ¿Por qué?

¿Por qué no podía de dejar de pensar en ella?

Tenía que dejarla ir… por el bien de ella. Por salud de ella. Tenía que olvidarla.

Pero entre más se lo repetía, la imagen de Mikasa se aferraba más a el. Ella mirándolo, ella llamándolo, ella besándolo, ella…

Ella era hermosa.

«Intento olvidar, pero eras hermosa.»

Fue hermosa cuando se conocieron a los diez años, a Eren se le había caído el helado de su cono y ella, aun siendo una extraña para él, le regaló el suyo.

Fue hermosa cuando lo empujó después de haberle gritado a Armin y ponerlo en su lugar regañándolo por dañar emocionalmente a su mejor amigo.

Fue hermosa cuando le compartió su paraguas la vez que él se olvidó del suyo, y caminaron juntos bajo la lluvia.

Fue hermosa cuando se compró tacones por primera vez y se dobló el tobillo en el intento de caminar con ellos.

Fue hermosa cuando ella aceptó dejarlo ir, para otorgarle su tan ansiada libertad, sabiendo las consecuencias de sus acciones.

Fue hermosa cuando la vio sentada en el tren, y después de dedicarle una última mirada, la vio alejarse de él.

Siempre ha sido hermosa.

Mikasa es hermosa.

Eren ahogó un gemido, no podía parar de llorar. Después de una semana de sentirse muerto en vida, por fin sus sentimientos se estaban manifestando y ahora por más quería calmarse, no podía. Estaba temblando, sentía su pecho lleno de angustia, se dio cuenta que nunca había sufrido así.

Reparó en que nunca se había limitado de esta manera, jamás se había sentido más reprimido en su vida, que esto era todo lo contrario a la libertad que él se había imaginado.

Se sentía enterrado, atrapado en un panteón de sentimientos.

Y ya era muy tarde.

Se cubrió el rostro con sus manos mientras intentaba relajarse y despejar su mente. Pensó en sus opciones: dejar ir a Mikasa para siempre y amarla a la distancia.

O…

Se revolvió el cabello. No le gustaba a donde estaba conduciendo todo. Su mente lo estaba invadiendo de pensamientos típicos de él (porque siempre se ha sentido egoísta cuando se trata de Mikasa). Y la verdad era, que lo que más deseaba en este mundo, era estar al lado de ella.

De cualquier manera que Mikasa le permitiera estar, él solo quería estar a su lado.

Se quedó serio. Algo dentro de él sabía lo que venía después. Y después de casi estar una hora completamente inmóvil, se levantó lentamente dispuesto a tomar una ducha y arreglarse. ¿Cuántas horas faltaban para que regresara Armin?

.

Armin entró al departamento con cautela, se imaginaba que se encontraría a Eren acostado en el sillón, con un humor de los mil demonios, o a lo mejor un poco sensible, en un estado deplorable, eso sí.

Y al notar que las luces estaban apagadas, supuso que Eren se encontraba en su cama.

Colgó su abrigo y se adentró al departamento, finalmente encendiendo las luces. Pareciera que Eren tuvo un día productivo: todo estaba impecable, ¿Cuándo había aprendido a limpiar así?

Lo fue a buscar a su habitación, tocando antes de entrar, por supuesto, pero no hubo respuesta. Temiendo por la salud emocional de Eren, entró al cuarto, y lo encontró vacío. La habitación estaba impecable, inclusive la cama estaba hecha.

Se rascó la cabeza, ¿A dónde habría ido? ¿Quizás a comprar cena?

Regresó a la sala rogando que sus suposiciones fueran certeras, que el cabeza dura de su mejor amigo no se le hubiera adelantado.

Entre más pensaba en Eren, más angustia sentía, ¿Dónde estaría metido? Sacó su celular para llamarlo, pero de pronto se percató de una nota amarilla en el comedor, acercándose de inmediato a leerla.

Armin:

Hay una razón por la que ese día me bajé del tren.

Atentamente,

Eren.


Quisiera mencionar que Eren también pasó un rato amargo, pero de una manera distinta a Mikasa. Como el hecho de estar desarreglado o constantemente perdido, siento un alto indicio de tristeza.

Inspirada en la canción de DAY6 "You were beautiful" (versión en inglés). ¡Espero hayan disfrutado la lectura!

No sé si es mucho pedir, pero les agradecería mucho si me comentarán que les pareció (siento que no se me da mucho el angst) ;_;

Quise dejar el final abierto a interpretación... o eso creo. (¡Esperaré sus comentarios al respecto!)

¡Nos leemos pronto!

P.D. sufrí mucho escribiendo esto, para mi Eren solo es Mikasasexual, sorry not sorry.