Fic de Sesshomaru y Rin debo admitir que me encanta la pareja y amo con toda el alma que me inviten a estas dinámicas, por lo que el siguiente fic lo escribo con todos mis buenos deseos para todo aquel que lo lea, sigan cuidándose.
Los personajes no son de mi propiedad, escribo sin fines de lucro, ¡disfruten!
Este fic lo escribo por partes, lado A es un poco de contexto, quiero ambientarlos en una situación de universo alterno en la que voy a desarrollar la interacción de ambos personajes, el lado B viene siendo la sukulencia en todo su esplendor. Pueden leer ambas partes o solo una, debo advertirles en el lado B se describen situaciones graficas cargadas de lemon, si eres sensible al tema y no te agrada, pasa de el, en cambio sí lo disfrutas, pues ¡amonos!
El resto de los lados, no estaba planeados, es solo que fueron surgiendo, quería cerrar el fic en dos caps, pero sencillamente estos dos (Sesshomaru y rin) no me dejaron parar hasta acabar.
Se dice por ahí
Lado A
Te contare la historia de dos amantes, pero cuidado no son dos amantes comunes y corrientes, esta es la escandalosa historia de mi ex profesor de historia y una de sus estudiantes.
Mis amigas y yo asistíamos a la escuela para señoritas shikon no tama, que en realidad era más bien un internado, nos dejaban salir los fines de semana, días festivos y vacaciones, todos los días por la tarde podíamos salir del complejo estudiantil y volver antes de las diez, con que llegaras un minuto tarde eras merecedora de una suspensión indefinida, eso sí, no dejaban de cobrar tu colegiatura, había chicas que empezaban el colegio desde la preparatoria, otras que solo asistían a la universidad, yo por ejemplo estudiaba medicina, estaba en el octavo semestre, a dos de irme a trabajar de planta en algún hospital. Mis amigas, una de ellas estudiaba enfermería, la otra fisioterapia, ambas eran más pequeñas que yo, siempre las vi muy inmaduras, comparándome con ellas, claro, pero a la última que conocimos fua la pequeña Rin y ahí si fue otra cosa.
Apenas comenzaba mi octavo semestre, regresábamos de las vacaciones de verano, cuando nos avisaron que tendríamos una nueva roomie, la idea no me entusiasmaba en particular, ya éramos 3 chicas conviviendo en un pequeño departamento de 2 habitaciones, aunque la estancia no era pequeña, tampoco teníamos el lujo de tener privacidad, bueno, tal vez yo sí, mi habitación era la más grande, tenía baño propio y dos camas individuales, naturalmente la cama que no ocupaba la usaba de closet de un lado la ropa sucia y del otro la limpia que algún día doblaría y guardaría en su respectivo lugar, Kagome y Sango compartían habitación, había notado que ambas desaparecían los fines de semana y varias tardes a la semana. Después de un día de prácticas en el sanatorio, propiedad del internado, me pareció verlas llegar en un convertible rojo fuego, podría jurar que él chico al que Kagome acompañaba era el ex novio de mi hermana, pero ciertamente no le preste mucha atención y ese chismecito te lo debo, ya te lo platicare en otra ocasión, en cambio Sango y su novio siempre estaban comiéndose a besos, no me sorprendió nada cuando, nos dieron su "noticia" en el último trimestre de su carrera, bien por ellos.
Ahora bien, la pequeña Rin y el profesor, déjame contarte primero sobre ella, tengo entendido que ella desde muy niña es huérfana, en un asalto fallecieron su hermano y sus padres, estuvo en alguna institución gubernamental al cuidado de personas muy desobligadas, hasta que lo conoció a él, era tarde por la noche, Sesshomaru regresaba de sus prácticas de natación cuando la vio en el parque, aquel día, según nos contó Rin, él venia muy mal, después de noches de insomnio, días sin comer y su constante mal humor fue a entrenar hasta el desmayo, necesitaba sacar toda la furia que llevaba dentro de él, claro enterarse de un medio hermano no es noticia fácil para nadie, menos de la forma en que él se enteró, justo el día en que su padre falleció, al momento de leer el testamento, vaya escándalo, me puedo imaginar perfecto la escena, entonces; ambos se encontraban en el parque muy tarde por la noche él a punto del colapso y ella simplemente desatendida, cuando por fin colapso entre los arbustos, ella se acercó y le arrojo un poco de agua en la cara, logrando despertarlo, obviamente de mal humor, en lo que el mareo se dispersaba, le ofreció de su barra de chocolate, sus galletas e incluso de su jugo, él no acepto nada, me parece recordar que le dijo algo como "no es tu problema" o algo así, ella se entristeció un poco, ya que estaba realmente preocupada por el chico de cabello plateado, es tan rubio que su cabello es casi color plata, coincido con ella tiene una mirada tan profunda que es imposible no sentir "nervios" cuando te mira. total, que él la termino confundiendo con una niña perdida y le ofreció llevarla a casa porque ya era muy tarde para que estuviera fuera, cuando llegaron al orfanato, él toco el timbre, recuerdo bien como Rin actuó de Sesshomaru imitándolo perfecto, los mismos gestos, expresiones e incluso tono de voz, autoritario y orgulloso, "¿Cómo es posible que se hagan cargo de estos niños y no se hayan dado cuenta de que ella estaba fuera?, ¿ya vieron la hora que es? ¿les parece bien que esta niña este fuera tan tarde y si algo le pasa? ¿Quién va a ver por ella?" después de su gran interpretación las cuatro no aguantamos la risa, siguió con su relato, él solía regresar de sus entrenamientos entre las diez u once pm, cada dos o tres días se veían, ella le confeso su molestia por aquel lugar, nos mostró una foto de aquel entonces y realmente se veía mal, todos los niños estaban sucios y notoriamente mal nutridos, si me pongo a pensar, era la época universitaria de él, tendría tal vez unos veintidós, veintitrés años seguramente también noto las precarias condiciones de aquella niña.
Una noche de invierno, en su pabellón de infantes, la calefacción se había averiado, hacia tanto frio dentro como afuera, al no lograr congeniar con varias niñas, ellas la excluían en muchas cosas, aquella noche por ejemplo, todas juntaron sus camas y durmieron pegadas una a la otra, el frio casi no lograba penetrar el caparazón que crearon con las cobijas de todas, sin embargo Rin lo sentía hasta los huesos, cansada de aquella situación, salió por la ventana y fue al parque a reunirse con Sesshomaru inocentemente creía que al pedirle ayuda él podría prestarle su emblemática chamarra blanca, forrada por dentro con lana y por fuera resistente a la lluvia, increíblemente calientita, por desgracia esa noche Sesshomaru no apareció, ni las siguientes tres, fue hasta cumplir la semana que él se preguntó qué había pasado con Rin, no hablaban mucho cuando se reunían y en realidad era él quien le llevaba dulces, libros e incluso ropa, me parece que genuinamente se preocupaba por ella, ¿y quién no? Pobre Rin su infancia fue realmente trágica, hasta aquel invierno, como te decía, a la semana de no verla, él fue a buscarla al orfanato, digamos que tenía una corazonada, ahí le informaron que la pequeña Rin estaba hospitalizada, con un severo cuadro de neumonía y probablemente no sobreviviría, no lo pensó dos veces, firmo el acta de responsiva tutorial y fue por ella, la llevo al mejor hospital de la zona y en menos de una quincena ella pudo recuperarse, volvió al orfanato y a los pocos días él fue por ella, le pregunto si deseaba ser adoptada por su familia o si prefería quedarse en aquel lugar, ella confesó que ni siquiera necesito un minuto para pensarlo, de inmediato se fue con él.
Así fue como ella paso a ser adoptada, él tutor era Sesshomaru, aunque nunca le pido que lo tratara de forma diferente, sencillamente seguía siendo él, se dedicaba a continuar con su día a día y pocas veces a la semana lograba verlo, con quien si convivía e incluso le tomo tanto cariño casi como a un padre fue a su "niñero/ sirviente" Jaken un hombre bajito de edad mayor, que le enseño a comportarse en el circulo social de aquella familia. Rin nunca lo menciona, como si fuera ciega a ese detalle, pero aquella familia es inmensamente rica, sin importar que gran parte de la herencia fue repartida al medio hermano de Sesshomaru seguían siendo inmensamente ricos, más aún cuando él se graduó de la universidad y convirtió su tesis en una aplicación de fácil acceso para todas las edades, básicamente era un buscador, tú ponías el año o el nombre o periodo o lo que fuera y el buscador te arrojaba toda la información necesaria, podías verlo por imágenes, resúmenes, videos, etc… con acceso a un chat privado, para que pudieras hablar con cualquier profesor de historia del mundo, sin importar la barrera del idioma, revoluciono las técnicas de estudio, hasta las escuelas pedían descargar dicha aplicación, porque claro, al notar su potencial lo extendieron con las demás materias. el orgulloso Sesshomaru se convirtió en poco tiempo en uno de los solteros más jóvenes, millonarios y codiciados de todo Japón.
Entonces, la pequeña Rin llega a vivir con nosotras, apenas iniciaba la universidad, tenía buenos modales, era limpia, ordenada, risueña, al principio no salía para nada de la escuela, pero casualmente el profesor de historia universal de la universidad se jubiló y adivina ¿Quién tomo su lugar? Exactamente, Sesshomaru Taisho, ¿Por qué un hombre joven millonario aceptaría el trabajo de profesor? Aquí entre nosotros, te puedo decir que, cada vez que hablábamos con la pequeña Rin de su familia adoptiva su mirada era alegre, pero si me lo preguntas cuando ella hablaba de él tenía un brillo especial, incluso sus palabra eran endulzadas, casi bañadas en miel, yo en realidad no convivía mucho con el profesor, pero al ser de las mayores y representante de piso una vez por quincena me veía obligada a pasar el reporte de todas mi compañeras a los profesores, ya sabes cosas como, quien tiene problemas de convivencia, quien mete extraños a los departamentos, si descubría o sabia de alguien que ingería sustancias ilícitas, mascotas escondidas, un gran etc…, así que en esas pocas ocasiones me reunía con él y el resto del personal, claro, pero siempre me parecido un tipo serio, un poco soberbio, parecía no ponerte atención, pero si le preguntabas algo, cualquier cosa te respondía con pleno conocimiento de causa.
Rin solía decir que era bastante amable, a mí no me lo parecía, siempre actuaba como si no quisiera estar ahí, pero como te decía, yo sospechaba que probablemente la tierna e ingenua Rin tenía un crush con él, era entendible, si salías a las cinco de la mañana lo encontrabas corriendo por el campus, para las seis estaba en las barras casi siempre sin playera, ¿Por qué será que a los hombres les da por encuerarse cuando se ejercitan? Él vivía en los departamento de enfrente del campus, a las siete con treinta minutos exactos estaba sentado en el comedor estudiantil a esa hora eran muy pocas las personas que estaban, casi siempre era yo en una mesa sola junto con mis libros, un grupito de primero, una que otra que se cayó de la cama, Sesshomaru y Rin comiendo en un rincón, ella solo llegaba y se sentaba, porque para ese momento él ya tenía la comida servida para los dos, siempre la veía a ella hablando y hablando, él se limitaba a comer y solo de vez en vez le dedicaba una sonrisa, creo que …,si lo analizo, nunca en toda mi vida he platicado con alguien como ellos dos lo hacían, aunque él no dijera ni pio, la forma en que la miraba, completamente embelesado, ni una pizca de su atención estaba en otra parte, solo cuando ella dejaba de comer él sutilmente tomaba su mano y con su pulgar acariciaba el torso, de la muñeca a los nudillos, esa era su señal, era como un "deja de hablar y come, se va a enfriar" y así sucedía, Rin sonreía y empezaba a comer, después de unos bocados él preguntaba por la continuación de su historia, o lo que fuera, cuando empezaba la aglomeración del comedor se retiraban por separado, por supuesto que no escapaban a mis ojos, ya sabes ojo de loca no se equivoca, muchas veces los vi encontrarse en el jardín, las clases comenzaban hasta las nueve, así que podían pasar un rato juntos. Rin pocas veces se enfermaba y cuando eso ocurría él acudía al dormitorio con dos bentos, en algunas ocasiones era yo quien lo recibía y lo dejaba pasar, no podía quedarme, puesto que tenía mis propios asuntos, pero estaba segura que él permanecía ahí hasta que fuera necesario retirarse.
Yo podría decir, sin temor a equivocarme, que Rin era la protegida de Sesshomaru y él era la única persona en quien ella confiaba plenamente, pero ¿qué más había ahí? Supongo que solo ellos lo sabían.
¿Qué si me sentía celosa de su relación? Pues no, pero yo creo que todos deseamos en algún momento "eso" no sé qué palabra emplear, tal vez si lo descrino, era como… él siempre estaba para ella, atendiendo sus propios asuntos, pero si ella lo llegaba a necesitar él fácilmente podía dejar todo por ir con ella, ¿Qué si era una niña mimada? Talvez, pero después de tan mala infancia ¿Quién no merece mimos? Cuando ella enfermaba, ahí estaba él, cuando ella se regocijaba de sus buenas notas, ahí estaba él, cuando ella tenía miedo por la tormenta, ahí estaba él, era la manera en que se comunicaban, sin palabras lograban entenderse, creo que, cuando lo encontrabas a él solo, las vibras del lugar eran violentas, si esa es la palabra, si estabas con él su aura se volvía casi peligrosa, hostil, pero si él estaba con ella, sin importar donde estuvieran, sus vibras eran de tanta paz, eran melodiosas y lo transmitían, nada podía salir mal.
Transcurrió el primer año de Rin en el instituto y nada parecía fuera de lugar, tenía pocos amigos, era aplicada, disciplinada, organizada; sin embargo, a mí no me engañaba podría jurar que había algo más en ella, ella proyectaba más hacia Sesshomaru y él era una roca, indescifrable, jamás podías saber en qué pensaba, pero no era difícil sentir el ambiente cuando Rin estaba a su lado.
¿sería amor? Si no hubiera estado tan concentrada en mis estudios tal vez me habría dado cuenta de algo más, tal vez hubiera notado los moretones en forma de dientes sobre los hombros de Rin e incluso me habría dado cuenta de las veces que llegaba con los labios hinchados o sin fuerza en sus rodillas, lástima que nunca preste atención a los pequeños detalles que claramente delatarían su idílico amor.
