Los nombres de los personajes que utilizo en esta historia; no son de mi pertenencia sino de RUMIKO TAKAHASHI. La historia si es mía y queda prohibida su copia total o parcial.


El vestido de Rin

Capítulo 2


Rin y Kagome, hablaban por teléfono, en poco tiempo se habían vuelto amigas muy cercanas y más aún, después de casarse con Sesshomaru, pues parecía que la familia se volvía cada vez más íntima.

Inuyasha y Sesshomaru, aceptaban que sus esposas comenzarán a salir, lo único que no les gustaba era que prácticamente, los obligaban a convivir entre ellos, pues aunque los rencores entres los dos, habían terminado hace tiempo, aún no podían llamar a sus convivencias, una " buena relación de hermanos"

Cuando Rin, por fin colgó el teléfono, muy contenta se acercó a su esposo que atento revisaba documentos laborales.

- Mi amor, te tengo una buena noticia

- Dime... - respondió él sin dedicarle mirada

- Inuyasha y Kagome, harán una fiesta en honor a la inauguración de su empresa

- Ya veo... Hasta que por fin lo hizo

- ¿No es emocionante? Ahora tu hermano, también será independiente, eso es muy bueno

- Supongo, aunque no comprendo porque te es emocionante

- Por qué me alegro por él y deberías hacer lo mismo - propuso abrazando por la espalda a su esposo

- Rin...

- Bueno, al menos, debemos mostrarle nuestro apoyo asistiendo a la fiesta, Kagome me dijo que seremos invitados especiales

- ¿Especiales? – pregunto alzando una ceja

- Si... Tendremos un lugar importante. Lo vez. Te dije que Inuyasha te ve como alguien importante en su vida, sino, no creo que te quisiera cerca de él, en su gran día

- Buen intento Rin, sé bien que Kagome fue la que organizó todo esto

- Pero Inuyasha no se opuso – replico

Sesshomaru observó de reojo a su esposa, está, lo miraba con ilusión, pues desde siempre le había preocupado la relación de su esposo con su hermano. Suspiro resignado y aceptó asistir al evento.

La mujer muy emocionada, agradeció a su esposo, llenándolo de besos.

- De acuerdo, vayamos a comprarte un vestido, supongo que el evento es de gala.

- Así es...

- Bien... Entonces vayamos

Ya en la tienda, Rin buscaba con dedicación, el vestido perfecto, y aunque ya tenían varias horas, Sesshomaru esperaba pacientemente, pues conocía el buen gusto de su esposa.

Por fin, encontrado el vestido, decidió probárselo, y al verlo en el espejo, se enamoró por completo.

Era hermoso, color esmeralda, que combinaba a la perfección con el tono de su piel, largo hasta los talones y ajustado del busto, para resaltar sus encantos, a primera vista, sencillo pero por la espalda, un sexy escote que demostraba lo escultural de su cuerpo.

Rin, no era conocida por su vanidad, sino todo lo contrario, pero eso no significa que no reconociera su propia belleza. Pues Sesshomaru también le ayudaba a recordárselo cada que podía. Así que estaba segura que al mostrarle como lucía con él vestido, quedaría impactado.

- Mi amor, ya encontré el vestido que quiero - dijo ella, desde adentro de los vestidores

- Perfecto, ¿Ya podemos irnos? – pregunto ansioso

- No, sin antes me des tu opinión

- De acuerdo - suspiro él - Muéstrame

Rin se acomodó el cabello, se retoco el labial y salió decidida a escuchar los halagos de su esposo.

- ¿Y bien? ¿Qué dices? - preguntó saliendo del vestidor

Sesshomaru, quién esperaba justo en frente, se quedó paralizado al ver a tan hermosa mujer.

- Ese... ¿Te gustó? – cuestiono tragando saliva

- Si... Este, acaso ¿No es hermoso? Y mira el escote que tiene en la espalda - Mostró ella, dando la vuelta, cosa que provocó todos los sentidos depredadores de Sesshomaru.

Cuando Rin no escucho ninguna palabra, se sorprendió y volteo curiosa, estaba segura que la expresión de su esposo no le había mentido. Así que dio media vuelta para averiguar que pasaba. Fue entonces que el imponente hombre, la llevo junto con él al vestidor y cerrando la puerta, la acorralado entre él y el espejo.

- ¿Qué haces? - Cuestionó ella, sintiendo el corazón agitado

- ¡Me encanta! – soltó

- ¿Que?

- El vestido, luces más que perfecta - confesó, mientras la asechaba besando su cuello

- ¿De verdad? – preguntó mientras jadeaba de placer, pues las manos de su esposo, comenzaban a pasearse por el escote de su espalda

- llévate este vestido a casa y modélalo para mí... – susurró

Y dicho eso, atrapó sus labios cuál deseo, con toda la intensión de hacerla suya, justo en ese preciso momento.

- ¡Sesshomaru! - decía Rin sin poder evitar el calor de su cuerpo – Detente…

- No lo creo...

- Mi amor, aquí hay cámaras - explico, reprimiendo un jadeo

- ¿Crees que me importa?

- Por favor, Sesshomaru, aquí no podemos... – insistía más por escrúpulos que por deseo

Y en un momento racional, Sesshomaru supo que su esposa tenía razón, así que con esfuerzo sobrehumano, se separó de ella.

- ¡Está bien! Iré a pagar ese vestido

- De acuerdo, deja me lo quito y...

- No, ponte mi abrigo, vayamos al auto, no me aguantarme hasta llegar a casa

- Pero... ¿Sesshomaru? - pregunto ruborizada

- No te me vas a escapar preciosa, dentro de cinco minutos, estaré besando cada rincón de tu cuerpo

Rin trago saliva excitada por aquellas a palabras, le devolvió la mirada y de acuerdo con la idea, ambos se encaminaron fuera de la tienda.


Comentarios de la autora

Si se percataron, el tiempo de los dos capítulos esta en retroceso, pues el segundo capitulo, es lo que paso antes del primero. Y es que la verdad cuando escribí el primer capítulo, me gustó la idea que intente dar a entender (que casi lo hacían en un vestidor) así que decidí escribirlo y, aquí está el resultado, espero que les guste y me den su opinión.

Les mando un fuerte abrazo, saludos.