Ladybug No me pertenece
Madriguera del conejo
Capítulo 2: En un mar de lágrimas
Han pasado dos semanas desde que Marinette sigue en el pasado y no hay aparición de Bunnix por ningún lado, lo cual la pone sumamente nerviosa. No ha logrado fingir bien que es una adolecente, lo cual ha llamado la atención de sus amigos como de su familia, la mayoría ha notado algún comentario que señalan como muy maduro o también recalcado alguna acción que la ha puesto tensa cuando no puede excusarse. La falta de akuma por suerte le ha dejado tranquila, no tiene que fingir frente a Chat Noir que no sabe que es Adrien, lo cual ya le cuesta fingir con Adrien que no es Chat Noir. Falta mucho para la revelación de ambos, así que sin la supervisión de Bunnix no puede hacer mucho por ahora.
Eso sí, ha destruido el mural de fotografías de Adrien como su calendario.
Ama a Adrien, no por nada es el hombre con el que en un futuro deseaba casarse y estuvo tan cerca, pero le enferma verlo como es actualmente. Tan delgado por no comer bien, a veces con maquillaje sobre sus ojeras, sus ojos apagados en ocasiones por la situación con su padre. Ese mural de fotografías solo le recordaba lo mucho de esta situación, le recordaba el mural de su departamento en el futuro donde tenía fotografía con todos sus amigos, le dolía la soledad de todo.
Tikki le alabo por su madurez, incluso si esta sabe que oculta algo, le alegra ver que de alguna forma ella parece madurar en cada momento.
Siente la culpa por mentirle, en este caso por omitir información.
Pero prefirió guardarlo para ella.
Por ahora.
Entonces fingir ser un adolecente era una tortura, pero al menos siente que ha podido descansar. A pesar que es la presidenta de la clase, no tiene que hacer tanto como en su vida adulta y tiene aún horas libres para dormitar. Si bien ha tomado cuadernos de dibujos para hacer bocetos, debe contenerse de hacer algo muy elaborado o podrían sospechar de ella. Los diseños siempre vienen a su mente, ha vivido moda desde que tiene memoria, por lo cual no tiene tanto estrés incluso si alguien le pidiera algo.
Camina a su salón de clases, donde nadie parece sorprendido de verla tan temprano, supone que dos semanas de llegar temprano hace que la novedad desaparezca. Si bien la adolecente Marinette debe correr siempre para llegar a tiempo, la adulta Marinette que ahora vive en su cuerpo, ha aprendido que no puede darse ese lujo como adulta y con un novio amante de la puntualidad, bueno, llegar tarde quedo en el olvido.
Toma asiento mientras estira sus músculos un poco, antes de sacar su Tablet para investigar un poco más sobre los miraculous. Claro que no hay nada textual en la internet, pero quiere ver cómo están los miraculous alrededor del mundo y comienza a investigar sobre los héroes de otros países. Todo estaba como recordaba fue en esa época, lo cual fue algo frustrante.
Todo parece ser que ha vuelto al pasado, pero no quiere aceptar esa realidad.
Quiere ir donde Fu en este momento para reclamarle, pero decide no hacerlo. Sabe cómo ser la guardiana, tiene una guía memorizada en su mente y mucha experiencia en su espalda, pero quiere que todo se mantenga como debería ser hasta que llegue Bunnix.
Está escapando de su trabajo como guardiana.
Pero nadie lo sabe.
—Buenos días Marinette—es la alegre voz de Adrien desde su asiento, que gira a verle con ojos brillantes y sonrisa emocionada.
No se ve afectada, bueno, tal vez un poco. Adrien es bastante adorable a esta edad, pero si ha soportado el saludo de su novio completamente desnudo cuando tuvieron la primera vez, puede soportar esta adorabilidad sin parecer pez fuera del agua. Es incluso algo doloroso, pensar que Adrien estaba preocupado de que ella lo considerara amigo (algo que admitió avergonzado su novio en el futuro) que ahora que ella actúa como un ser humano normal, este piensa que ha ganado un nuevo amigo.
Tal vez luce demasiado feliz y emocionado, pero Adrien siempre fue el sentimental de la relación. También cuando no eran pareja, se nota que Adrien siempre aprecio su amistad sobre muchas cosas.
—Buenos días Adrien, espero que pudieras descansar luego de la sección de fotos de ayer—habla con normalidad a su lado, recordando el comentario de este la tarde anterior con Nino.
Sus ojos lo escanean cuando ve como parece dudar un poco sobre el tema, nunca le gusto hablar de su trabajo, sabe que no le gusta y desea no hacerlo más. Pero también sabe que no dirá nada, desesperado por tener la aprobación de su padre y no decepcionar a los demás.
Deberá trabajar en eso, fue difícil cuando fueron una pareja oficial explicarle a Adrien que no tenía que complacerla en todo, que incluso si fallaba alguna vez, no debe pensar que es su culpa. No tienes que hacer a todo el mundo feliz a costa de tu infelicidad, era un ideal que le costó aprender a su novio.
—Terminamos tarde, pero pude dormir lo suficiente, además hoy tengo la tarde libre después de mucho tiempo, escuche algo sobre elegir a los próximos participantes de un torneo de video juegos y quiero participar—explica este de manera algo tímida rascando su nuca.
Ah.
El torneo.
Un leve recuerdo de Max y ella ganando el torneo llega a su mente, ambos recordaban eso con ternura muchos años después. Max suele enviarle invitaciones para juegos en línea cuando tiene tiempo libre, que suele aceptar. La idea de dejar que esta vez Adrien y Max compitan es tentadora, pero también lo es dejar que todo suceda como la primera vez para ver si el akuma aparece.
¿Podría hablar con Gabriel?
En su mente se genera una mueca en su rostro, al recordar lo sucedido con su esposa y como costo derrotarlo, si llegaba ahora diciéndole que sabía su secreto y tenía una idea para la cura de su esposa, no creía que lo tomara muy bien que digamos. Además, siempre esta Bunnix, no quiere hacer nada hasta que esta llegue, o de alguna forma lleguen a un punto de la historia donde aparezca. Otro punto en contra es que no tiene la cura de su esposa, hasta que aparezca Mayura y traiga de regreso a los monjes que fueron compañeros de Fu.
Le duele la cabeza de pensarlo.
Aunque duda que Alix del futuro este muy feliz con su ineficiente acto de chica de 13 años.
—Suena interesante, tal vez deba participar, aunque no lo creas soy bastante buena—habla con una sonrisa divertida al recordar que su novio tiene la mayor cantidad de derrotas en su record de video juegos.
Hay una linda tabla de puntuación en su departamento, que, si bien demuestra que Adrien con los años ha logrado ganarle algunas veces, son pocas veces comparadas a su aplastante record de victorias, algo de lo cual está bastante orgullosa de mostrar a los demás.
Pestañea confundida cuando ve un leve tono rojizo en las mejillas de Adrien, quien ríe apenado antes de volver a ver al frente. A su lado Alya le alza el pulgar de forma victoriosa, como si de alguna forma estuviera haciendo algún progreso con Adrien.
Suspira nuevamente antes de ver a otro lado, ella no estaba haciendo progresos con Adrien, solamente estaba haciendo que fuera su amigo.
Lo necesitaba.
En este momento el chico debe sentirse tan solo.
De reojo mira como Alya parece feliz por ella desde su escritorio, sin notar que de alguna forma Marinette ha estado haciendo un distanciamiento de esta poco a poco. No es nada serio, pero ya no le comenta sus cosas como probablemente lo hizo su versión adolecente y ha dejado de pasar tiempo con esta, si bien Alya debe notarlo no ha dicho nada. También ha dejado de acercarse al resto de sus compañeros, con cada día que pasa siente que Lila pronto llegara y debe estar preparada.
Si nada cambia, debe tener unos tres o cuatros meses como mucho antes que aparezca y no quiere quedarse nuevamente en el fuego cruzado. Eso es algo que no cambiara incluso con la llegada de Bunnix del futuro deba quedarse aquí, no piensa ser tan patética de pensar que puede hacer algo contra Lila de manera infantil, si bien odia la idea, sabe que la mejor forma de tratar con ella es apartarse de su camino, llegara un momento donde sus mentiras se regresaran contra ella. Ese fue de los momentos más gratificantes de su vida.
Entonces para que no le duela una segunda vez, no piensa tener expectativas en sus compañeros de clase, sobre todo en Alya, esta vez los dejara acercarse a Lila sin decir nada. Nadie le había creído la primera vez y ahora no va a cambiar, eso sí, mantendría sus muros alerta para que cuando esta fuera contra ella, dejarle en claro que no piensa dejarse engañar.
Eso en el peor caso de que deba vivir de nuevo su vida, en el mejor de los casos ya no estará aquí cuando eso suceda.
El día pareció pasar en un parpadeo de pensamientos.
.
.
Camino con el resto de los chicos a la biblioteca para ver cómo se realizaban las clasificatorias para el torneo, tomo asiento al lado de Juleka quien sonreía tímidamente explicando sobre su hermano a Rose. Sonrió levemente ante el recordatorio de Luka y no podía esperar por conocerlo. Si de alguna forma debe vivir esta vida probablemente no salga con este de nuevo (la imagen de Luka y Kagami casados jamás la olvidaría) pero no por nada este era uno de sus más grandes amigos en el futuro. Sabe que puede confiar con él y podría incluso ayudarlo en este tiempo a que se encuentre con Kagami, de una mejor forma que en una cita doble con Adrien con las parejas invertidas.
Alguien llamo su nombre y supo que era su turno para jugar en las eliminatorias. Esta vez fue diferente, pensó con pesar cuando desde la primera partida todos vieron que era buena, bastante, tal vez demasiado para su época. Antes había sido buena porque jugaba horas con su padre, pero ahora tenía el conocimiento del futuro y este video juego que parece tan viejo, es un pedazo de pastel comparado con las más nuevas invenciones de Max.
Hizo una mueca cuando su puntaje claramente aplasto los de Adrien y Max, haciendo que todos chillaran impresionados por esa hazaña. Soltó un suspiro cuando Max le dio el control de forma derrotada y salió corriendo seguido por Kim, ignoro la forma tan evidente de Alya de decirle a Adrien que ahora que cerro la biblioteca ambos deben practicar para el torneo en unas horas, entonces los enlazo en una tarde de juegos.
Curiosamente a diferencia de la primera vez, este pareció algo nervioso en aceptar y ella en cambio le indico que no había problema. Esta vez no hay un mural que ocultar al chico o alguna parte de mercadería que hiciera evidente su anterior obsesión, incluso podrían irse juntos si quisieran, también podría darle comida que la primera vez por su ignorancia no le proporciono.
Ocupaba comer.
Marinette dejo que Alya prácticamente los arrastrara fuera de la escuela en dirección de su hogar, alegres de que Chloe no se hubiera dado cuenta para no escuchar sus reclamos de aquí a China. Caminaron en un extraño silencio, que hizo a Marinette voltear a verlo confusa y que este estuviera muy concentrado en el suelo cuando caminaban.
¿Dónde llevaría a Plagg?
Quiso preguntar, pero se contuvo, ya que este no era el Adrien que conocía que ella sabía que era Chat Noir.
Si.
Sería una tontería.
Al llegar a la panadería, sus padres rápidamente alzaron sus miradas con ojos brillantes, claramente verla llegar con un chico había despertado algo dentro de ambos. Hizo una mueca, pero no negó la presentación de los tres, Adrien amaba a sus padres y estos lo amaban a él, desde siempre. Adrien había comentado que cuando le falto amor de padres en su adolescencia, antes de que su madre regresara y estuviera sana, sus padres lo habían hecho muy feliz.
Verlo ahora sonreír apenado a ambos, le hizo tomar más seriedad de sus palabras en el futuro.
—Tenemos que practicar para un torneo, pero no hemos podido almorzar, espero no importe que tome algunos postres para darle a nuestra visita—hablo Marinette con tranquilidad y antes de darse cuenta tenía una bandeja llena de postres de parte de su padre.
Comenzó a caminar pidiéndole a Adrien que le siguiera, no sin antes darle una mirada de advertencia que sus padres ignoraron como de costumbre.
Con Luka fue igual.
Parecen desesperados porque tenga pareja, sus padres son demasiado evidentes.
Cuando comento que se iba casar ambos lloraron de felicidad.
Al entrar a su habitación puso la bandeja de pan sobre la mesa, le indico a Adrien que se pusiera cómodo mientras bajaba por algunas bebidas. Cuando regreso fue tan evidente que Adrien había estado hablando con Plagg, porque se puso tenso y se ocultó un poco más en su chaqueta. Le dio unas galletas antes a Tikki en su bolsa, esperaba que Plagg pudiera soportar estar un poco sin queso.
—Vamos deberías comer, practicaremos hasta que comas algo…te ves muy delgado—sus últimas palabras hicieron que el chico pareciera tenso, pero ella intento mantener el ambiente ameno para no saltar sobre Gabriel en este momento.
Su jefe y suegro ahora mismo no eran su persona favorita.
—Bueno ya sabes soy modelo, no se me permite comer algunas cosas—dijo tímidamente.
Demasiado.
Entrecerró la vista en el chico, Adrien no suele ser tímido con ella…nunca.
¿Este sería un mundo alterno?
Bueno no podía confirmarlo aún.
—Bueno no hay nadie presente y prometo guardar el secreto—señalo con calma antes de tomar un poco de la repostería y meterla en su propia boca.
Suspiro, sus padres eran los mejores cocineros del mundo.
Adrien dudo un poco más, antes de suspirar y rendirse para tomar algo de comida. Sonrió enternecida cuando este chico pareció suspirar de placer y comenzar a comer, tal vez con demasiada rapidez, pero no comento nada. Después de todo tenía que alimentar a su pequeño gatito callejero.
Marinette les dio una mirada divertida a sus padres cuando se asomaron por la rampilla, pero si antes le había parecido molesto en su adolescencia, esto rallaba lo absurdo.
Había extrañado a sus padres.
.
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Aplastar a Adrien siempre sería una de sus actividades favoritas, pensó Marinette con una leve sonrisa al ver que una hora después, el chico no había estado más cerca de ganarle. Al verlo algo desmotivado en su silla, suspiro antes de tomar un tiempo libre para descansar, probablemente en estas condiciones podría ir a la competencia y ganar sola, pero eso no tendría nada de interesante para ella. Incluso seria aburrido, con talento o no, jugar video juegos sola no le llamaba mucho la atención. Miro al chico suspirar ante el control en sus manos, antes de ponerlo de forma derrotada en su escritorio.
—Vaya eres demasiado buena Marinette, fuiste prácticamente quien hizo todo, probablemente no me necesites—comento este con un medio suspiro al verla de reojo, ella le dio una leve sonrisa antes de recordar algo.
¿Aún lo tendría?
No tarda mucho en dar con la pulsera dentro de una gaveta de su escritorio, que ahora está en su posesión, los hilos rojos no parecen tan desgastados como en su tiempo y las pequeñas piedras le traen una sonrisa nostálgica. En el futuro de donde ella viene, Adrien sigue guardando esa pulsera como una de sus posesiones más valiosas, es casi antinatural que ella lo vuelva a tener. Si bien en un inicio fue de ella, siente que Adrien lo apreciaba más, era más significativo para este, era suya no de ella.
Intento recordar las palabras exactas que dijo ese día, pero había sido hace tanto tiempo que no tenía buenos recuerdos.
Rayos.
Sonó tan vieja en ese momento.
Le dijo algo sobre algún secreto o algo así, pero si pensaba mucho sobre eso no tenía sentido. Suspiro atrayendo la mirada inocente a Adrien y se encogió de hombros. No es que si dijera algo cambiara el asunto, solo tendría que darle la pulsera, hacer que sonara algo importante y seguramente todo seguiría igual.
¿Verdad?
Eso esperaba.
Tenía la sensación de que Bunnix la mataría en más de una ocasión en el futuro.
—Bueno esto es mi pulsera de la suerte, le pertenecía a una persona importante para mí—comenta dándole una suave mirada a la pulsera en su mano y el recuerdo de Adrien en el futuro hizo que una sonrisa creciera en su rostro—esta pulsera me ha traído buena suerte en la vida, estoy segura que si la tienes te dará muy buena suerte—añadió ofreciéndola al chico que parecía confundido.
Bueno, él siempre dijo que la pulsera le daba buena suerte, aunque fuera su futuro yo, en si eran la misma persona.
Intento no pensar en una paradoja espacio tiempo en este momento, siempre odio la física.
—Pero…—comenzó algo nervioso sin aceptar la pulsera—es de una persona importante para ti o al menos lo fue, no puedo aceptar algo por el estilo—comento rápidamente incomodo por la situación.
¿Se había negado la primera vez?
Rayos era difícil recordar eventos de hace más de 10 años, nuevamente la edad mental le golpeo con dureza y se sintió algo cansada.
Incluso cuando las cosas sucedían como ella recordaba, tampoco era una maquina o computadora para hacerlo todo de forma perfecta.
Tomo la mano del chico, quien pareció tensarse en su contacto, pero le ignoro, con agiles movimientos ato la pulsera a su muñeca y no pudo evitar sonreír al verla, ahí era donde debería estar. Alzo la mirada notando al chico parecer algo incrédulo e incómodo, pero al mismo tiempo tímido, tan poco normal en su persona.
Raro.
Tal vez ella no recordaba tan bien el pasado como pensó.
—¿Quién dice que no eres una persona importante para mí? —cuestiono con diversión, los ojos de Adrien se abrieron levemente cuando ella se alejó con una sonrisa suave en sus labios aun—es mi amuleto de la buena suerte, estoy segura que su anterior dueño quiere que lo tengas, de esa forma también tendrás buena suerte—comento con tranquilidad levantándose.
Lo siente, algo se acerca, probablemente un akuma.
Sería mejor salir de aquí para que no afecte a sus padres y ver cómo se desarrolla la situación. Solo tendría que buscar una excusa perfecta para poder salir sin hacer sospechas a sus padres. El rostro levemente sonrojado de Adrien supone que podría ser una excusa decente, aunque no está segura de porque esta rojo, tal vez hace mucho calor en su habitación.
Se encoge de hombros, no entiende a los adolescentes incluso cuando ella ahora es una.
¿Pubertad?
—Hace algo de calor, deberíamos salir un rato para descansar, probablemente mis padres tengan algo para comer fuera—pensó con un brillo de hambre en sus ojos, a pesar de haber comido.
Bajo a su hogar ignorando con cierto grado de diversión las miradas de sus padres entre ellos, era casi como regresar a la época donde comenzó a salir con Luka, por dicha cuando fue el turno de salir con Adrien, sus padres parecían un poco más controlados en algunas cosas. Para su curiosidad Adrien parecía algo tímido al lado de ellos luciendo sumamente avergonzado, pero no entendía que pudo ponerlo en ese estado.
En el futuro su novio siempre recordaba con ternura que ella se avergonzara por todo, pero si era sincera no recordaba que fuera, al contrario. Adrien siempre lucia tan calmado y sereno en sus recuerdos, que verlo tímido ahora supone que algunas cosas fueron borrando en su memoria.
No cree que ella pudiera cambiarlo tan rápido, no tiene sentido.
Con los bocadillos caminaron al parque cercano a su casa, donde tomo asiento viendo a la distancia con seriedad. Con los años había comenzado a sentirlo, dentro de ella, cuando algo malo sucedía y probablemente estaba relacionado algún akuma. Tenía diferentes teorías de la situación, pero la que más habían acertado tanto Tikki como ella, era que después de tanto tiempo como portadora y guardián, podía sentir esas sensaciones oscuras fluctuando en el ambiente.
Entonces iba a suceder como recordaba.
Suspiro.
Estaba cansada de suspirar.
De reojo miro a Adrien que lucía inusualmente callado a su lado, no recordaba bien que eso sucediera, pero tal vez algunas cosas cambian debido a que ella en si ya es un cambio a la línea de tiempo actual.
Iba a tomar un macaron al mismo tiempo que Adrien y ambos se quedaron congelados cuando sus manos se tocaron. Marinette tuvo que contenerse de no reírse ante el recuerdo de algo similar pasando en el futuro, donde Adrien habría soltado algún comentario sobre que pensaban igual y que era el destino, tal cual película romántica de niños y probablemente le hubiera obligado a ver nuevamente la dama y el vagabundo de Disney. Pero no sucedió, Adrien aparto la mano rápidamente luciendo apenado, haciendo que el hermoso recuerdo se agriara un poco.
Sí, claro que no lo haría, pero igual dolía.
Dolía el recordatorio que este chico era el mismo que su futuro novio, pero al mismo tiempo no lo era. Curiosamente sintió el cosquilleo en su mano, probablemente debido a sus hormonas adolecentes de este cuerpo, no puede actuar completamente inmune si el amor de tu vida te toca la mano. Ignorando de forma tranquila el contacto, tomo un macaron de fresa que comenzó a comer tranquilamente.
Adrien lucia algo incómodo.
—No te pongas nervioso Adrien, somos amigos, el contacto entre amigos no está mal—dice juguetonamente empujándolo un poco.
El sonrojo no desaparece, pero este parece asentir robóticamente.
Raro.
—Lo siento yo…no estoy seguro que me pasa—musito para sí mismo de forma pensativa, casi queriendo averiguar todo como ella.
Marinette frunce los labios pensando que cuando eran amigos, todo era más fácil, claro que ahora son amigos, pero es…diferente. Recuerda largas tardes donde ambos habían hablado de todo y de nada al mismo tiempo, donde Adrien era sincero sobre sus sentimientos, donde no dejaba nada oculto a ella y siempre le sonreía con esa mirada llena de amor.
Puso una mano sobre su pecho ante la sensación de vacío dentro.
Anteriormente ella había visto películas o leído historias, donde personas vuelven al pasado o cambian de cuerpo y buscan la forma de cambiar sus vidas. Nunca se le había pasado por la mente el querer cambiar algo de su pasado, simplemente disfruto de esas historias de forma de espectador, pero ahora que le estaba sucediendo comprendió porque no le importaba cambiar el pasado.
Le gustaba su vida.
Mucho.
Ella amaba a sus amigos, su familia, su novio, todo había sido como ella siempre quiso. No fue fácil obtenerlo, pero ella había luchado tanto por ellos.
Los extrañaba tanto.
De reojo vio a Adrien que parecía en su propio mundo viendo al parque y sintió una punzada de culpa, incluso si este no era su novio, era Adrien, el chico risueño y encantador que siempre le había enamorado. Pero en lugar de intentar ayudarlo en este extraño mundo, prefería hundirse en la miseria de lo que había perdido. Tomo un poco de aire antes de sonreírle al chico, quien le había estado viendo de reojo, haciendo que este se sonrojara levemente.
Era adorable.
Bueno hasta que llegara Bunnix, debe hacer algo con su querido amigo.
—Sabes Adrien, la panadería siempre está abierta para ti—comenta con tranquilidad ganando una mirada confusa del chico, su mirada se suaviza—sé que no hablamos tanto, pero te considero un buen amigo, siempre que te sientas algo solo o quieras cambiar el chip un rato, puedes venir a la panadería. No es porque sea la hija de los dueños, pero puedo decirte de fuentes confiables que su comida es deliciosa—dice lo último como si fuera un secreto.
Adrien permanece unos momentos viéndola, antes de lucir contrariado en su rostro, ella no lo culpa.
—¿Por qué haces todo esto? —pregunta completamente valida de parte del rubio.
Ella no se inmuta, sabe que su querido amigo es un gato inseguro por dentro, al menos por ahora.
—Porque eres el chico más solo que he visto y no me agrada eso—expresa con seriedad y sinceridad, ganando una leve mirada mortificada del chico, entonces le sonríe amigablemente—lo dije enserio antes, eres un amigo importante para mí, tu felicidad también es mi felicidad, no puedo estar tranquila viendo uno de mis amigos infelices…entonces me gustaría poder brindarte toda la felicidad que puedo, mi familia y yo estamos para ti Adrien, no tienes que estar solo—le asegura con tranquilidad, antes de ver por el rabillo del ojo una sombra gigante.
Tanto por un poco de tiempo tranquilos.
Toma la muñeca del chico para arrojarlo contra unos arbustos, al tiempo que ella salta de forma bastante coordinada al lado contrario. Cae sobre sus pies y se desliza un poco al ver al akuma gigante producido por Max, haciendo que se sienta un poco irritada como divertida por verlo después de tanto tiempo.
Parece tan…simple.
No es que un Akuma fuera una cosa buena, claro que no, todo Akuma es un peligro para los ciudadanos. Pero ver a este akuma le hizo recordar tiempos más simples, donde solo estaba Gabriel Agreste tras los hilos, sin Mayura, sin sus fusiones, sin todos los problemas del futuro.
Tan fácil.
Sonrió levemente algo divertida ignorando que Max gritaba sobre querer hacerla pagar y un discurso que no cambiaba mucho entre villanos. Comenzó a correr esquivando sus golpes sin dificultad, solo por unos momentos hasta que Chat Noir apareció para llevarla entre sus brazos por los edificios. Sonrió algo estúpida entre los brazos de su amigo, viendo de reojo al akuma acercarse lentamente por los edificios.
Entonces…puede que esté en el pasado. Pensó cuando vio al akuma perderse de vista.
Había muchas preguntas sin respuesta aun dentro de su mente.
¿Como?
¿Cuando?
¿Por qué?
Pero no tenía ninguna respuesta por el momento, así que dejo que Adrien le pusiera entre uno de los tejados, dándole una mirada de molestia y preocupación por partes iguales. Bueno, no era Adrien exactamente, en este momento era el héroe Chat Noir, con quien, si no recordaba mal, hasta el momento no habían tenido muchas interacciones, a pesar de que habían estado juntos hace solo unos pocos momentos.
¿Tan ciega había sido?
Chat Noir era como ver a Adrien, solo que, con el cabello más despeinado y traje negro, tal vez esta versión de él era más descarada, pero en realidad en su tiempo Adrien era la vida imagen de Chat Noir. Con juegos de palabras de gatos incluidos, para suerte de su padre, Tom y Adrien eran grandes amigos y compartían juegos de palabras simplemente horrorosos.
Todos eran unos ciegos.
Incluyéndola.
Bueno estaba el hecho de la magia entre los kwami que impiden revelar la identidad, aun así, para ella resulta sumamente frustrante ahora.
—Bueno princesa eso fue peligroso, debes quedarte aquí hasta que sea seguro, Ladybug y yo haremos nuestra parte del acto—comento este con su usual carisma que la hizo reír levemente.
Si.
Había sido muy ciega.
Si bien algunos diálogos parecen borrosos por la edad en su mente, recuerda que había sido bastante grosera con Chat Noir sin creer del todo sus sentimientos por ella. Claro que habían sido muchos años de ir detrás del otro de forma ridícula, pero ahora que estaba en el pasado, no pensaba repetir sus mismos errores.
Lo detuvo rápidamente de que se fuera sujetando su muñeca.
—Ten cuidado Chat Noir y gracias por el rescate—hablo con sinceridad al ver sus ojos, este pareció unos momentos congelado, antes de sonreír tímidamente y salir de regreso al akuma.
Ese idiota.
Tikki sale volando de su bolso al mismo tiempo que se ha marchado Chat Noir, su rostro se vuelve serio al comprender que deberá luchar nuevamente.
Suspiro, vaya día.
.
.
.
Adrien sabe que algo está diferente, no puede decir exactamente que es o que ha pasado, pero algo cambio. Recuerda perfectamente a Marinette nerviosa y sumamente incomoda cuando su tío vino a una competencia de comida, como esta parecía dudar de sus acciones y sinceramente Adrien había llegado a pensar que la chica lo odiaba o algo por el estilo. Entonces cuando la competencia termino, pocos minutos después que esta estuviera despidiéndose de su tío con una sonrisa, fue como si algo le hubiera golpeado de la nada, su rostro se puso rojo y sus mejillas habían cedido sobre su cuerpo, cayendo al suelo ante los gritos de todos.
Fue horrible, la fiebre subió rápidamente en todo su cuerpo y tuvieron que llevarla al hospital, donde paso unas cuantas horas antes de regresar a su casa en los brazos de su padre adormilada. Toda la clase (tal vez Chloe no) se había preocupado por lo que había sucedido, ya que los médicos no pudieron explicar que paso a la joven que de repente se había tambaleado y enfermado casi de la nada.
Entonces despertó.
Adrien recuerda claramente cuando la vio en clases dos días después, su cambio de ropa ya era un faro que atrajo la mirada del resto de los demás, su rostro pálido al mismo tiempo le hizo sentir preocupado. Fue cuando ella lo vio, que algo dentro de él se rompió por su mirada de completo horror antes de salir corriendo.
Lo odia, pensó de forma algo herida sin saber porque, Marinette definitivamente lo odiaba. No importa cuánto Alya comento lo contrario, luego de ver esa expresión en su rostro, de notar cuanto parecía nerviosa o dispuesta a dejarlo varios metros de largo, no había otra explicación.
Se había sentido miserable.
Si bien Adrien sabe que es no tener afecto y ser rechazado (su padre es un claro ejemplo) cuando ingreso al colegio se sintió libre, aceptado, apoyado por sus compañeros, sobre todo por Nino. También no podía negar que tiene una vena algo débil por Marinette, quien después del incidente de la goma de mascar, pensó que podría ser su primera amiga (Chloe es algo especial para él, pero no tanto como amiga cercana) y eso lo lleno de dicha. La adorable chica algo tímida, pero valiente a su manera y risueña que todos parecen querer dentro de la clase.
Había pensado que sería igual con él, que le sonreiría de la misma forma que a los demás y lo incluiría dentro de una amistad como todos.
Adrien siempre quiso eso.
Ser parte de los demás.
No sucedió así, si bien Marinette le sonreía, siempre parecían sonrisas nerviosas, siempre estaba a la defensiva y tartamudeaba mucho. Una parte de él piensa que tal vez no le era de su agrado, pero ella no encontraba alguna forma para decirlo a su cara, incluso cuando Alya aseguraba que no sucedía nada, la pequeña espina de la inseguridad creció dentro de él.
Pero algo cambio, tal vez ese primer día luego de enfermarse estuvo extraña, pero luego también lo fue, de alguna extraña manera. Había escuchado a sus compañeros comentar sobre el cambio de Marinette y Adrien era el primero en asegurarlo. Las palabras nerviosas, el tartamudeo o su forma tan extravagante de ser, habían desaparecido de la noche a la mañana. Había sido cambiado por miradas cálidas, pero algo lejanas con todos, como una extraña madurez que ella siempre había tenido, pero ahora lo era más. Parecía algo alejada de la clase, pero al mismo tiempo unida a todos con sonrisas amables, incluso a Chloe le había saludado con cordialidad, para el desconcierto de todos incluyendo su rubia amiga.
Si bien había querido ver a Marinette fuera de los nervios, su nueva forma de ser era bastante desconcertante, incluso temió que fuera causa de un akuma, pero ahora con Max akumatizado, puede asegurar que eso no sucedió.
También había algo que lo dejaba intranquilo, eran sus palabras, cada palabra de Marinette dirigida a él era como un bálsamo cálido que parece calmar su alma. No estaba seguro de que buscara esa clase de calidez hasta que ella pareció brindársela, aceptando que era su amigo, comentando sobre su soledad sin despreciarlo y brindándole sonrisas reconfortantes que jamás había esperado de ella. Se sentía inseguro a su lado, casi temiendo que ella pudiera ver su alma de alguna forma, lo peor es que incluso viendo su interior, parecía no despreciarlo.
No le alejaba.
No corría.
No lo señalaba.
Era lo que siempre busco desesperadamente, una mano amiga que lo ayudara en medio de toda su soledad. Si bien Nino había sido un gran amigo como el resto de sus compañeros, era diferente, siempre se había sentido asfixiado y alejado, su única ventana al exterior en realidad era Chat Noir, su alter ego que le ayudaba a disfrutar de la libertad que tanto añoro. Porque para él, Adrien era una fachada y Chat Noir era todo lo que siempre quiso ser, el chico respetado y amado por Francia, que podía hacer juegos de palabras sin sentirse presionado.
Pero incluso si eran pocos días, incluso si fueran apenas pocas palabras, Marinette parecía estar ahí. Como cuando él le había ofrecido el paraguas hace tantas semanas atrás, ella parecía estar ofreciéndole un protector a la lluvia que lo atormentaba. Tal vez no dure mucho, tal vez la chica pronto descubra que no es más que pedazos de un chico que apenas se mantiene estable y que con cualquier cosa se puede romper.
No debería mostrar su sufrimiento a otros, no debe dejar su interior expuesto, no debe ceder ante los demás, lo odiarían si lo conocieran realmente.
Estaba seguro.
Pero aun así Marinette le dio una pulsera, incluso si en su mirada pudo descubrir que era algo importante para ella, se lo había entregado. Le dijo que él era importante, le invito deliciosos postres y le invito a regresar a su hogar cuando quisiera. El hogar de Marinette era cálido, sus padres, ella, todo a su alrededor gritaba que era una casa hermosa. Cuando llegaba de regreso a casa luego de un día de clases, todo parece frio y distante, no como la panadería Dupaing Cheng, donde todo parece ser cálido y lleno de sonrisas que le hacen querer permanecer ahí.
Le hace sentir confuso por dentro, no entiende que sucede, pero siente su corazón latir demasiado rápido cuando ella se acerca con esa calma y mirada tranquila, que le hacen ser inusualmente tímido.
No sabe que le pasa.
Pero le gusta la sensación de la chica a su lado con sus sonrisas, tenía algo de seguridad que le daban ganas de acercarse. Era un aire similar al de Ladybug, esa serenidad, pero al mismo tiempo serenidad y confianza que tanto había amado.
Fue diferente, pero le gustaba la idea de tener un amigo de esa manera, un amigo para Adrien, no solo para Chat Noir.
Como todo en su vida, no solo fue Marinette un cambio en su vida, pudo verlo cuando Ladybug apareció ese día, que su vida parecía una incontrolable carretera de curvas que no lo dejan respirar. Porque mientras Marinette parece ser ahora un arroyo calmado y sereno lleno de calidez, Ladybug apareció como un maremoto a la lucha. Intento saludarla y hacer algún juego de palabras como siempre, feliz de verla luego de tanto tiempo.
Se quedó con las palabras en la boca.
Miro casi sin aire como la chica había llegado como un borrón rojo para hacer caer al robot gigante, sus movimientos siempre fueron confiados y elegantes, pero ahora eran diferentes, casi de una seguridad alarmante y movimientos calculados. No había ninguna duda en ellos, sus ojos parecen casi fríos al tiempo que somete al robot gigante sin su ayuda, sin necesidad de hablar, sin necesidad de respirar, la tormenta roja con negro termina con el akuma casi dejándolo como espectador.
Una parte de su mente relaciona que eso paso el día de hoy, como vio a Marinette acabar la lucha del video juego sin su ayuda, fue ver lo mismo, pero en versión gigante. Ladybug de igual forma había acabado el akuma rápidamente con una expresión seria en su rostro. Cuando termino, él apareció a su lado, notando que ninguno de ellos tuvo que usar su poder especial, era la primera vez desde que se convirtieron en héroes que eso sucedía.
¿Algo cambio?
Dentro de él algo se agito, inseguro de la situación, sintiéndose extrañamente desplazado e inservible.
Como Adrien.
—¿Ladybug? —pregunto suavemente confundido, cuando purifico el akuma y observo la mariposa irse con algo en su mirada que lo desconcertó.
Ladybug siempre fue un misterio para él, incluso si la amaba con todas sus 9 vidas, había algo en ella que siempre lo atrajo. No sabe si es su seguridad, su deseo de proteger a otros, la hermosa chica que decidió proteger parís en lugar de correr. Confiaba en ella su vida, porque sus grandes ojos azules eran los más sinceros que había visto en toda su vida, por que correr al lado de parís a su lado, era libertad, ella era la expresión que definía su libertad, así como su padre su encarcelamiento.
Pero cuando ella le dio una mirada, algo dentro de él se sintió encogido.
Sus ojos parecían tan distantes, incluso cuando ella siempre dejo en claro que no deben saber la identidad civil del otro (por muy tonto que le parezca a él) y no deben revelar información entre ambos, siempre estuvieron juntos. La complicidad de ambos, ese entendimiento mutuo en las batallas, esas sonrisas que siempre le daba a la ciudad y él observaba encantado, parecieron desaparecer.
Un muro invisible los dividió y Adrien no entendió como.
¿Qué ha pasado?
¿Qué es diferente?
Siente la extraña necesidad de sujetarla de la muñeca para que no lo abandone, porque sus ojos lejanos, parecen no verlo a él en ese momento. Aprieta los puños sin entender la repentina desesperación, la incomprensión que lo rodea y la necesidad de buscar aire, que generalmente no tiene como Chat Noir.
—¿Sucede algo? —pregunta Ladybug de una manera…tan diferente, o, mejor dicho, indiferente.
No hay una sonrisa en su rostro, casi podría jurar que frente a él hay otra persona en este momento y no sabe que debería sentir.
¿Hizo algo mal?
—No yo solo, fue una sorpresa, no usaste tu cura milagrosa, no ocupaste mi ayuda…—dejo de hablar sin entender bien su interior y mucho menos saber cómo expresarlo.
Entonces mientras veía el suelo lleno de muchos sentimientos que no comprende, una pequeña mano toma la suya con guantes. Cuando levanta la vista, se sorprende de ver la lucha interna dentro de los ojos de su compañera, casi como si quisiera decirle cosas, pero al mismo tiempo sin decirle nada, porque no lo dirá, la conoce lo suficiente para saber que prefiere guardar silencio.
Le alegra al menos poder identificar eso en ella.
—Chat, siempre ocupare tu ayuda, somos un equipo…hoy solamente me sentí un poco más motivada, pero te quiero siempre a mi lado—sus palabras son suaves y reconfortantes, pero le dejan lleno de muchas dudas.
Siempre pensó que, si ella le dijera algo por el estilo, saltaría de emoción y se jactaría ante todo Paris sobre una proposición de ese tipo, que no era proposición ya que ella no parece interesada en él de es forma. Esta seguro que ella solo quiere alentarlo para que no piense alguna tontería que está pensando. Es como si lo hubiera leído como un libro abierto y eso le hace sonreír algo nervioso.
—¿Siempre? —intenta bromear de forma algo asustadiza, quiere golpearse contra la pared, ya que no tiene que estar asustadizo.
Es Chat Noir en este momento, no es Adrien.
—Siempre—reafirma Ladybug con una suave sonrisa, que es igual a las de siempre, pero al mismo tiempo tan diferente.
Ella lo suelta antes de usar su yo-yo para salir volando por los tejados de la ciudad, en cambio Adrien se queda en su lugar sin entender porque la afirmación que siempre quiso escuchar, le causa más nervios que satisfacción.
Algo cambio y no sabe que es.
Pero algo si comprende, la lejanía en los ojos de la chica, es algo que le da un gran pavor por algún motivo. Su interior casi parece sumergirse en un extraño rio de lágrimas que no comprende su creación.
Continuara…
Más adelante veremos más del punto de vista de Adrien, pero en generar se enfocará en la visión de Marinette y algunas escenas del futuro. Pero todo en realidad va a cambiar del canon de ahora en adelante. Me encanta la idea de jugar con una Marinette más madura, supongo que conforme avance la serie tendremos más oportunidades de esto, dado lo que esta pasando.
