Una vez más se encontraban de pie frente a aquella cabaña en medio de un hermoso bosque, donde la primavera se hacía presente de la mejor manera. Las flores estaban en su máximo explendor, todas de distintos colores y llenas de vida rodeando un lago que reflejaba las siempre imponentes montañas. Todo seguía intacto, como si los años no transcurrieran.

Sasuke nuevamente había puesto música. Mientras Sakura se acomodaba en un gran sillón en el porche de la cabaña disfrutando del buen tiempo en silencio hasta que regresó Sasuke quien al llegar a donde estaba, tomó lugar junto a ella.

—Siempre amé esta Vista—Tenía su vista fija en el paisaje, para Sakura era un lugar sagrado en el que vivieron tan bellas historias las cuales sólo ellos conocían.

—Aún recuerdo cuando me pediste matrimonio—Volvió a hablar Sakura con voz suave, después de unos minutos de silencio —Traía aquel vestido rosa largo que tanto amaba, andaba descasa. Siempre buscaba una excusa para estar así—Al rememorar aquello ambos rieron—Estábamos de regreso, después de nadar en el lago desnudos, ¡No teníamos pudor alguno! que jóvenes eramos.

—Si tuviera la fuerza suficiente como para cargarte y llevarte al lago sabes que lo haría de nuevo—La sonrisa de su rostro no desaparecía.

—Estoy seguro de ello querido—Una vez más comenzaron a reír juntos—Estábamos escuchando estas mismas canciones mientras bailabamos al ritmo de la música, tan suave y hermoso—Sakura recordó sentirse flotar como una nube, mientras cualquier preocupación desaparecía—Después, cuando comenzó a tocar la canción de love me tender, tu te inclinaste y me pediste que fuera tu esposa, como siempre yo comencé a llorar, como ahora—Habló dejando caer lágrimas de felicidad—me prometiste amor y lealtad y así fue, nunca me fallaste.

Sasuke, recordo lo nervioso que se encontraba aquella vez, lo había planeado tantas veces en su cabeza, hasta que sintió que era el momento perfecto, cuando vio su rostro iluminado pensó en lo afortunado qué podría ser si decía que si, y así fue. La amo con devoción cada segundo de su vida y siempre sería así. Incluso tal vez, si pudiera vivir de nuevo la seguiría amando, porque ella era sin duda alguna su chica.

—Veamos el atardecer juntos una vez más— Dijo mientras tomaba la mano de Sakura y besaba lentamente su frente. Mientas que ella recargaba su cabeza en su hombro.

Las horas pasaron y ellos seguían ahí hasta que llegó Sarada acompañada de Boruto. Quien al ver la escena frente a sus ojos no pudo evitar soltar algunas lágrimas.

—Así que aquí era dónde querían venir.

—Sarada...—

—Esto es totalmente su estilo—Fue inevitable para ella pensar en su vida y lo afortunada que había sido de tener unos padres como ellos. Eran tantas emociones las que sentía en su interior "Vaya que son problemáticos" pensó mientras sonreía noslagica, recordando que al final no importaba donde estuvieran ellos puesto que sus sentimientos siempre estarían conectados.