Star Wars y sus personajes no son propiedad mía sino de Lucas Films y Disney, lo único de mi intelecto es la historia aquí presentada.


No, no era posible, se congeló en donde estaba y su lengua se bloqueó. No era la mujer quien la llamaba, sino el bebé que llevaba en sus brazos.

La mujer levantó la mirada al sentir su presencia, pero Rey siguió con la misma postura de antes, sólo que había comenzado a llorar, ese bebé de cabello azabache era Ben, lo podía sentir y al parecer él también la había sentido a ella.

— ¿Lo conoces? — Preguntó la mujer después de sentir que había pasado una eternidad entre las miradas de ellos. — Mi hija lo encontró hace días en el pueblo. Hemos preguntado en varias ocasiones si alguna familia había perdido un hijo recién nacido, pero no obtuvimos respuestas, así que nos encargamos de su cuidado.

Rey muy apenas podía escuchar lo que decía la mujer, no sabía cómo sentirse, estaba feliz porque Ben estaba con vida, pero a la vez sentía un hueco en el pecho al ver que era un infante, la fuerza había hecho algo y no sabía si era para bien o para mal, ¿Qué es lo que haría con él de esa forma?

El bebé Ben la miró fijamente a los ojos y entonces comenzó a reírse mientras levantaba sus manitas hacia ella, la mujer que se dio cuenta que había sido ignorada simplemente decidió ponerse de pie y le entregó el bebé a Rey.

— Creo que se quiere ir contigo ¿Ves? — Dijo mientras el niño estiraba sus manos para irse con ella. — Anda tómalo, creo que ambos se han extrañado.

Aun con miedo, Rey recibió a Ben en sus brazos, y con el simple hecho de tocarlo sintió como su conexión empezaba a fortalecerse.

— ¿Cómo? — Preguntó, sin saber que más decir.

— Mi hija lo encontró en medio del bosque, ella es muy sensible y escucha ruidos a kilómetros de distancia. Dijo que escuchó al niño y lo encontró llorando y sin cobijo, así que decidió traerlo con nosotras mientras buscábamos a su familia para alimentarlo y darle calor…

Rey lo único que pudo identificar era que la chica que lo había encontrado era una usuaria de la fuerza que tenía más desarrollado su sentido del oído.

— ¿Y dónde está? Necesito hablar con ella.

— Fue a cotizar unos boletos interespaciales, tal como he dicho ella es muy sensible a los ruidos, y debemos de viajar a planetas tranquilos para que éstos no le causen dolor de cabeza y pueda trabajar. Antes aquí era muy tranquilo, pero con la industrialización ha disminuido la paz, y tenemos que ir a otro lado más remoto, aunque nos quedemos sin dinero.

— Les recomiendo Ahch-To — Sugirió Rey sin dudarlo — Es un lugar donde hay mucha tranquilidad y hay seres que se dedican a ayudar a los foráneos recién llegados si es que cooperan con las actividades diarias. Si quieren una vida relajada y alejada de la gente, ese sería su lugar ideal.

— Ahch-To — Repitió la mujer para memorizar el nombre del planeta — No me suena conocido, pero esperemos que con nuestro créditos alcancemos para ir a ese lugar.

Rey de nueva cuenta dejó de escucharla, Ben se había quedado dormido en sus brazos, y podía sentir su respiración como si fuese propia, su conexión estaba uniéndolos de nuevo, pero aun así Rey no podía distinguir que era lo que le había ocurrido.

Ambas mujeres se quedaron en el mismo lugar mientras esperaban a que la hija y salvadora de Ben llegara. Cuando lo hizo, Rey vio a una niña humana de unos 12 ciclos de edad que mostraba dolor de cabeza y malestar en general.

Ambas hablaron y Rey escuchó la misma historia; que él había aparecido de la nada en medio del bosque y ella lo había encontrado gracias a su súper-oído.

— ¿Cómo lo perdió? — Preguntó la niña, aunque Rey estaba en su propio mundo, estaba recordando todos los textos Jedi que había leído, pero ninguno hablaba explícitamente sobre reencarnaciones o el hecho de que un adulto se pudiese convertir en un bebé.

— No creo que te conteste — Dijo la mujer al ver que tampoco su hija recibía respuesta — Al parecer está perturbada, es normal que haya perdido a su hijo por un distracción. Esperemos que no le pase de nuevo pronto, porque no estaremos nosotras para ayudarle.

— ¿Estarán bien solos?

La mujer levantó los hombros en señal de indiferencia.

— Creo que no nos debería de interesar. Lo único bueno que nos dejó es el nombre de un planeta donde al parecer no hay tanto bullicio como aquí, podemos intentar vivir ahí por un tiempo.

La niña dudó, y lentamente estrujó a Rey para que volviese a concentrarse en ellas. Ésta o hizo muy apenas, intentar entrar en la mente de Ben era muy difícil, no porque no la dejara entrar, sino que no había nada de información ahí.

— ¿Estás bien? — Preguntó la niña. — Ya nos tenemos que ir.

— ¿Eh? ¿Sí? — Respondió, pero su duda se hizo evidente ¿Qué haría con un bebé? Ella no sabía nada de ellos.

— ¿Segura?

— Sí — Aclaró su garganta. — Nosotros también volveremos a nuestro hogar.

La mujer mayor entonces tomó a su hija y la obligó a que diese la vuelta, ella se había encariñado mucho con el bebé, pero era una responsabilidad que no le correspondía. Además, la joven que ahora lo sostenía lo calmaba, lo sabía porque el niño muy pocas veces podía estar tranquilo por un periodo largo de tiempo, pero con ella lo había hecho.

— Hasta luego — Dijo la niña y Rey de nueva cuenta la ignoró para seguir intentado descifrar la historia del bebé que tenía entre sus brazos.

Seguía impactada, tanto así que ni siquiera les preguntó sus nombres a las mujeres, no importaba, lo que importaba era que debía de investigar qué era lo que le había sucedido a Ben. Uno pitidos por parte de BB-8 que al fin la encontró lograron regresarla a su realidad.

— Yo tampoco lo sé — Le respondió cuando el droide preguntó por su nuevo acompañante. — Pero sí, tienes razón, ya encontramos a quien deberíamos encontrar. Regresemos con los demás.

Y aun con la confusión en su mente, decidió regresar a donde la Resistencia les esperaba.

Cuando vio la nave de Luke en la atmosfera del planeta, Finn aún no se permitió tranquilizarse, sentía a Rey, pero sabía que venía acompañada, y esa presencia conocida no le agradaba en lo absoluto.

Tenía muchas cosas que decirle, como por ejemplo el hecho de que la persona que habían encontrado en Exegol era un hombre llamado Ezra Bridger, un Jedi de la edad de Leia que se veía mucho más joven. Al parecer un enemigo le había encerrado ahí, y no sólo su tiempo se congeló, sino que también su cuerpo, que parecía el de un hombre de veintitantos años, no de sesenta y tantos que eran los que realmente tenía.

Pero tuvo que posponer esas pláticas para después, porque una vez aterrizada la nave supo inmediatamente con quien venía Rey acompañada, y necesitaba una explicación, ¿Qué era lo que le dirían a los demás cuando ÉL llegase como si nada? ¿Si quiera tenía una excusa? Por lo que Poe le dijo Rey no estaba en sus cabales cuando tomó la nave en primer lugar.

El primero en bajar fue BB-8 que al verlo empezó a pillar sin control, él lo entendía, pero con la velocidad de los pitillos ni siquiera distinguió una frase entera. El droide estaba nervioso, y al ver que él no le hacía caso, salió corriendo rumbo a las instalaciones, seguramente en busca de Poe.

Rey tardó en bajar, Finn pensó en lo peor, pero cuando la vio de frente, todo su instinto protector se activó: estaba hecha un caos. Su rostro mostraba signos de estrés y desvelo, estaba totalmente despeinada y caminaba jorobadamente mientras sostenía algo en su pecho, al parecer no se había cambiado su ropa en días, ésta estaba sucia y arrugada, nunca la había visto tan mal.

Corrió hacia ella de inmediato, parecía que estaba a nada de desmayarse, aunque cuando se acercó aún más para verla, distinguió que tenía una mirada decidida, y su presencia en la fuerza estaba acompañada de otra que se sentía demasiado cercana.

Rey al verlo dejó al descubierto que era lo que sostenía.

Finn sintió que ahora él era quien se desmayaría.

— Tengo que investigar — Fue lo que dijo Rey con la voz quebrada — Tengo… que hacer algo.

Finn se congeló cuando Rey puso al bebé en sus brazos, no podía creer lo que veía, no era posible.

— ¿Qué hiciste? — Preguntó cuándo sostuvo al bebé, no había duda de que era Él.

— Yo… ni siquiera sé si lo hice yo o alguien más...

— ¿Entonces?

— Debo de investigar, los textos Jedi no dicen nada de casos como este.

— ¿Investigar? ¿A dónde Rey? ¿Sabes lo que acabas de hacer?

La chica se notaba perturbada, seguramente su viaje de regreso había sido de corrido y ni siquiera se había detenido a descansar o a comer algo.

— No, pero encontraré la respuesta. — Al escuchar su propia respuesta, Rey pareció reaccionar un poco, y con eso, se giró para volver a su nave.

— ¿Rey?

— Debo de irme.

Finn no pudo más cuando escuchó aquello, esas excusas de Rey se estaban haciendo una costumbre, y era momento de detenerlas, tenerlo a él entre sus brazos le recordaba que la fuerza era algo con lo que no se jugaba, y ella lo estaba haciendo de una u otra forma.

Aun con el bebé dormido, lo sujetó con una mano para con la otra hacer el intento de detener a Rey. La sujetó del hombro.

— Rey, sé que no estás bien, lo sé, todos los sabemos, pero no puedes seguir huyendo así, míralo. No sé qué es lo que haya sucedido pero no es normal, y lo peor es que nunca dices lo que haces y no podemos ayudarte. Quiero ayudarte, pero no me dejas hacerlo. Por favor, permíteme hacerlo esta vez.

Rey comenzó a llorar.

— Cuídalo. — Suplicó — Por favor, cuídalo hasta que regrese. Sé… que no es tu persona favorita, pero… es un bebé.

— Un bebé que se convertirá en asesino, Rey.

— No si yo lo evito. Ayúdame a evitarlo.

— Rey… — Volvió a decir Finn, pero sabía que era un caso perdido, él tampoco sabía qué hacer en esa situación — Quédate.

— Un último viaje sola — Suplicó ella, al parecer incluso en su estado, podía pelear — Sólo dame una última oportunidad.

El bebé comenzó a inquietarse, seguramente leyendo el ambiente entre ambos. Finn se preocupó, ¿Qué haría para controlar a un infante que tenía tendencias para irse hacia el lado oscuro?

— Rey, te necesito… él te necesita ¿Cómo crees que la Resistencia lo recibirá? No importa que sea un bebé, su persona ha dañado a muchos de nosotros, y no todos son tan amables como yo. — Intentó convencerla.

— La Resistencia no necesita saber quién es él, no aún.

Finn sabía que no debía de dejarla ir, pero Rey estaba segura que existía una forma de volver todo a la normalidad. Era un duelo de convicciones, lo malo que él tenía cierta debilidad por las lágrimas.

— Cuando regrese con respuestas te prometo que le diré a los demás su identidad, o encontraré una forma de solucionar las cosas. Pero por favor, no digas nada, no quiero tener más cosas de las cuales preocuparme. Finn, promételo.

El nombrado dudó, ¿Cuánto tardaría esa investigación? ¿Días? ¿Meses? No podían ser años, odiaba admitirlo, pero Rey y el bebé parecían demasiado unidos para separarse por demasiado tiempo, lo podía sentir.

Lo odiaba.

— Lo prometo, sólo con la condición de que cuando regreses, te enfoques totalmente en la restauración de la republica ¿Estamos? No puedes estar por ahí sola, la galaxia es peligrosa.

Rey bufó irónica.

— Mis antepasados son más peligrosos.

Y con esa oración se regresó a su nave, sin tomar combustible, alimento o algún androide. Finn sabía que esa era una muy mala idea.

— Mínimo llévate algunos créditos. — Le dijo mientras le lanzaba los que tenía con él. Rey atrapó con la fuerza la bolsita llena de metales variados.

— Gracias, enserio gracias por este favor, nunca lo olvidaré.

— Nunca te dejaré hacerlo — Bromeó, intentando aligerar el ambiente.

Rey no le contestó, ya se había subido a la nave.

Cuando Finn la vio partir, Poe se colocó a su lado.

— ¿Qué es lo que le pasa? — Preguntó indignado. Y el moreno se giró para mostrar el bulto que tenía en sus brazos.

— ¡¿QUÉ?! — Gritó, y llamó la atención de las demás personas que se acercaban de reunir sólo para ver irse de nuevo a la joven Jedi. — ¿Planea formar una nueva escuela Jedi? ¿Qué eso no fue lo que ocasionó el destierro de Luke?

Finn lo pensó por un momento, esa era una gran excusa.

— No lo sé, tal vez, no me dijo mucho salvo que teníamos que cuidarlo hasta que regresara.

Poe parecía que quería replicar, pero en eso llegó Rose que era la única que se atrevía a intervenir entre sus conversaciones.

— ¿Un bebé? ¿Es enserio? Por favor dime que no lo secuestró. — Finn sintió una calada, Rey no haría tal cosa ¿O sí?

— No… — Contestó dubitativo. Rose notó su nerviosismo.

— ¿Cómo se llama?

Finn volvió a ver al bebé, ¿Cómo le diría? Su nombre y su apodo estaban descartados. Al girar hacia él éste le sostuvo la mirada, y sintió como el bien y el mal luchaban en su interior, todo era un revoltijo de emociones, no había nada blanco ni negro definidos, sólo materia gris.

Gris.

— Gray — Anunció.

— ¿Gray? — Preguntó Poe, que seguía indignado por la decisión tan precipitada de Rey por adoptar un bebé humano. — ¿Y cuál es su historia?

Finn volvió a mirar al niño.

— Eso nos lo contará Rey cuando regrese. — Decretó, y sintió como el niño volvía a tranquilizarse, de alguna forma sabía que él sería quien lo protegería.

— Cuando regrese — Repitió Poe pensativo, esperando que ese periodo de tiempo fuese corto.

No lo fue, pasaron los años, y Rey nunca volvió.