Los personajes de esta historia no me pertenecen. Son propiedad absoluta de la hermosa y talentosa escritora JK Rowling. Yo solo juego un poco con ellos.

Para no confundirnos, me referiré al kingsley del presente como " kingsleyP" y al del futuro como " kingsleyF"

Ahora tomen sus palomitas, una gaseosa, chocolate y acomódense en un lugar confortable que esta historia está por continuar.

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En el capítulo anterior ...

-¡Idiota! -Exclamó Regulus en dirección a su hermano, tomando una servilleta para limpiarse el líquido que goteaba por su cara y cabello. Aún así le divertía la situación, nunca había visto a su hermano tan nervioso.

Por su parte, Emmeline también observaba atenta al joven, expectante. Queriendo saber si aquel muchacho era el bebé que ya llevaba en su vientre.

-¡Hola Hogwarts del pasado! Soy el fabuloso, apuesto y perfecto Regulus James Remus Black.- dijo el chico con una coqueta sonrisa dibujada en su rostro, causando el suspiro de varias de las chicas presentes. -Ahora sí, es hora de mi tan esperada presentación ...


Sirius Black había experimentado la desilusión y el dolor a muy temprana edad ante el trato inhumano de sus padres. Había convivido directamente con los monstruos de sus pesadillas y experimentado el más puro temor, también había sentido de mano propia la tortura despiadada a manos de quienes supuestamente debían protegerlo y velar por su bienestar. A pesar de ello, también había tenido la dicha de apreciar el valor de la amistad más pura y sincera, el amor fraternal e inquebrantable. Había sufrido la perdida desgarradora y lacerante de quien fuera su mejor amigo, e inculpado injustamente a una vida miserable y privada de libertad por un crimen que nunca cometió. Sintió la culpa corroer sus entrañas ante el pensamiento de ¨Si hubiera ... ¨, se llenó de resignación y posteriormente de un agónico deseo de venganza, que se vio eclipsado y mermado al saberse reconocido como inocente, por quien fuera uno de sus mejores amigos y por su ahijado. Había vuelto a sonreír ya experimentar ese peculiar sentimiento que brotaba por la risa. A pesar de las cicatrices irreparables, sintió felicidad de nuevo.

Pero hasta ahora, nada se había comparado con ese momento. No solo el volver a tener la oportunidad de reencontrarse con James y Lily; sino también con su hermano, de quien se había distanciado desde hacía demasiado tiempo. Todo esto, albergaba un sentimiento que explotó de pronto al encontrase frente a frente con quien sería su futuro. Una extraña sensación de calidez creciente comenzó a embargarlo.

-¿Qué? ¿Acaso te comió la lengua el gato, papá? -bromeó Regulus II al verlo en aquel estado, queriendo aligerar el ambiente y eliminar, aquel nudo que se había instalado en su garganta desde que pudo a ver a su padre por primera vez. Allí, con vida. Frente a él y no en una fotografía antigua de un portarretratos. Sirius salió de su estupor y manifiesta con orgullo creciente al joven ante él, ansioso por escucharlo presentarse, aunque más asombrado de su existencia.

-¡Sentaste cabeza, Canuto! -Exclamó James finalmente, provocando la risa de algunos por aquella repentina reacción, cayendo en cuenta de algo en ese momento.-Gracias por ponerle mi nombre a tu hijo.

Agradeció James Potter a su hermano del alma, dandole un abrazo que Sirius correspondió sin dudarlo. Remus por su parte también se incorporó y abrazó a su amigo, expresando su gratitud por permitirle el honor de que su hijo llevara su nombre. En el caso de Regulus I no podía estar más sorprendido, no imaginaba que su hermano hiciese aquello. Al momento de su fallecimiento ellos ya ni siquiera se dirigían la palabra y de pronto ver a su sobrino nombrado en su honor lo dejó sin palabras.

-Gracias, hermano-fue lo que pude articular el joven Black, dedicándole una sonrisa agradecida al pelinegro, quien le devolvió la sonrisa. Desde que se enteró de la muerte de su hermano, tenía presente que de tener un hijo alguna vez, lo nombraría en su honor. Aunque para el momento de su muerte existiese un odio irracional entre los dos.

-Sí, sí. Tal como saben ya por obvias razones, mi padre es Sirius Black -padre e hijo se dedicaron una enorme sonrisa y entonces el futurista siguiente- Y mi madre es la hermosísima Emmeline Vance.

A la mencionada se le dibujo una enorme sonrisa en los labios mientras sus ojos se cristalizaban. Una de sus manos viajó a su vientre aún plano y su hijo confirmó justo lo que ella estaba pensando.

-Me parece que para esta fecha ya me estás esperando.

La sonrisa y la elevación de cejas en torno a sus padres provocó que Emmeline se ruborizara y que Sirius mostrara una sonrisa arrogante para luego plantar un apasionado beso en sus labios. Fue entonces cuando todos cayeron en cuanta de sus palabras. Y tanto los merodeadores como los Weasley, Harry, Hermione y varios miembros de la Orden tuvieron una reacción colectiva de jubilo.

-¿Estás embarazada, Emi? -Le preguntó Tonks, con el pelo de un brillante color rosa. Tal vez aún más intenso de lo normal por la felicidad de la noticia reciente. La mujer se limito a asentirle con una sonrisa sin dejar de frotar suavemente su viente con la palma de su mano.

-¡Felicidades, Canuto! -Exclamaron James y Lupin, felices por su mejor amigo. Lily se incorpó al igual que Tonks y ambas abrazaron a Emmeline y luego a Sirius.

-Los felicito, hermano-Fue el comentario de Regulus, sonriendo al pelinegro mayor.

Harry, Hermione y los Weasley abrazaron y felicitaron a la pareja respectivamente. Especialmente Harry se sintió muy feliz con aquella noticia. Le alegraba que su padrino formara su propia familia y pudiese tener la felicidad que le arrebatado.

-Sé que serás tan buen padre como lo has sido de padrino-susurro la pelirroja mientras lo abrazaba. Sirius no pudo evitar emocionarse ante las palabras de la que él consideraba como su mejor amiga. Snape observaba aquella escena a lo lejos, cuanto deseaba ser él quien pudiese ser merecedor de aquel abrazo por parte de Lily. Tantos años soñando con volver a verla y cuando finalmente la tenía enfrente, no tenía el valor para acercársele.

En cuanto al resto de los presentes, felicitaron a la pareja de futuros padres, volviendo su atención al joven futurista cuando este habló de nuevo.

-Sí, mi concepción es todo un acontecimiento pero necesito seguir con mi presentación -bromeó el pelinegro, haciendo a varios rodar los ojos con diversión por su arrogancia tan parecida a la de su padre.

-Mis nombres, que son tres, son en honor a tres hombres de los que me enorgullezco ya los que admiro profundamente- James, Regulus y Remus no pudieron evitar sonreírle al chico, obteniendo una sonrisa de vuelta. -Suelen decirme Reg la mayoría de mis amigos y soy el Canuto de la nueva generación de Merodeadores.

Los Merodeadores y los gemelos Weasley y Prewett chiflaron al chico. Una nueva generación de bromistas se hacía presente.

-No otra vez-resoplo McGonagall con un atisbo de pánico en la mirada, Dumbledore los observaba divertido.

- No te preocupes, Minnie. Sabemos que nos amas.- Le dijo Regulus II, guiñándole un ojo con coquetería. La profesora de Transformaciones con el rostro enrojecido lo regañó.

-No me diga así, señor Black-lo reprendió la bruja con el ceño fruncido, aunque con un atisbo de sonrisa que era casi imperceptible.

-¡Ese es mi hijo / sobrino! -Dijeron Sirius y James con orgullo, felices de que su legado continuara.

-Tengo 26 años, fui un magnifico, maravilloso y valiente Gryffindor- Toda la casa de los leones aplaudió con entusiasmo, en especial sus padres y los bromistas presentes. Aunque quizás algunas chicas y chicos de otras casas aplaudieron, para disgusto de sus respectivas parejas. -No fui prefecto, ni premio anual.

Todos los bromistas vitorearon ante esta nueva información.

-Durante mi época en Hogwarts fui golpeador y Capitán de Quidditch durante los dos últimos años.

Esta vez fue el turno de los amantes del Quidditch de aplaudir y vitorear con fulgor.

- Mis clases favoritas eran DCAO, Transfiguraciones y Cuidado de Criaturas Mágicas. -McGonagall, Hagrid y el mismo Remus le sonrieron al joven al saber sus gustos académicos durante su estancia en Hogwarts.- Y detesto con todas mis fuerzas Adivinación y Runas Antiguas.

La profesora Trelawney le miró con reproche, a diferencia de Bathsheda Babbling, quien solo le observo con una pequeña sonrisa comprensiva.

-Actualmente trabajo en la Oficina de Aurores con el tío Ron y el tío Harry.

-¡¿Aurores?! - exclamaron Molly y Lily, más que preocupadas al saber que sus hijos tendrían una profesión tan peligrosa. Harry y Ron se encogieron en sus asientos por la reacción de sus madres.

-¿No podías trabajar en el Ministerio como tu padre? -Se quejó la señora Weasley. Ron tan solo rodó los ojos y Arthur y James se dispusieron a tranquilizar a las dos pelirrojas.

-¿Tío Ron / Aurores? -Preguntaron los dos al mismo tiempo, pero luego Ron también cayó en cuenta de lo que había dicho el chico.

-Espera, ¿Dijiste Aurores? -Preguntó de nuevo el pelirrojo.

- Sí, Tío Ron. Ambos son Aurores. El tío Harry es el Jefe de la Oficina de Aurores y tú eres uno de los mejores Aurores del departamento. Y sí, a todos los Weasley les digo tíos porque son como mi familia- Ron y Harry abrieron la boca asombrados por esa información y toda la familia Weasley le sonrió al muchacho.

-Mi patronus es un perro, específicamente un Boyero de Berna. Como ya dije soy parte de los merodeadores 2.0 y soy animago. -Varios lo miraron con asombro y admiración. James y Sirius por su lado, saltaron en sus asientos haciendo un baile de la victoria, causando que Emmeline y Lily les propinaran un golpe para que se quedaran quietos.

-¿Cuál es tu forma animaga? -Le preguntó una chica de Ravenclaw.

-Me convierto en un Lobo siberiano. -Le respondió, dedicandole una sonrisa ladeada que causó que la chica se sonrojara y un gruñido brotara del pensadero.- Aparte de eso, mis padrinos son Remus Lupin y Nymphadora Tonks -Los mencionados le agradecieron el honor a los futuros padres.

- Estoy casado y tengo un hijo de cuatro años- Varias mujeres en la sala se desilusionaron, soltando algunas expresiones de reproche que fueron acalladas por la exclamación de Emmeline.

-¡Podría ser su hijo! Les recuerdo que en el futuro tienen canas y arrugas.-Las jovencitas que se han quejado, la observaron indignadas pero se quedaron calladas trás las risitas que soltaban algunos ante la reacción de Emmeline.

- Gracias, mamá- Le agradeció Regulus II divertido, causando una maravillosa sensación en la mujer al ser llamada mamá.

-¿Y quién es tu esposa, hijo? -Le preguntó Sirius curioso.

-Ella se presentará después así que aún no puedo decir su nombre. Ya la conocerán.

-¿Podrías mostrarnos una foto de tu hijo? -Preguntó esta vez Lily, entusiasmada por ver al pequeño.

-Oh, claro -le respondió el pelinegro sonriéndole. Y con un movimiento de su varita, deslizo un hilo plateado que brotó de su cien para posteriormente depositarlo en el pensadero. Tal como si de una película se tratase, un humo plateado se hizo presente a su alrededor y pronto comenzó a hacerse presente la figura de un pequeño niño de unos cuatro años que correteaba, por lo que reconocieron, como el jardín de la Madriguera. El pequeño era una copia exacta de Regulus II, a diferencia de que su piel era un poco más pálida y sus ojos en lugar de ser grises, eran de un verde claro, tonalidad que a cierto chico de Slytherin se le hizo conocida.

Todas las mujeres le observaron enternecidas mientras que sus abuelos apreciaban orgullosos al pequeño niño, que de a poco comenzó a desdibujarse hasta desvanecerse sin más de nuevo en el pensadero.

-Ahora sí viene la parte difícil -la expresión relajada y coqueta de Regulus II se transformó en una mueca que ninguno supo descifrar. Pero estaban totalmente claros de que no se trataba de nada bueno. - Durante el quinto año del tío Harry, varias visiones comenzaron a hacerse presentes por su conexión con la mente de Voldemort -La mayoría se estremeció ante la mención del nombre y Harry se tensó en su lugar. Ginny llevó su mano hasta la suya y la juntó con la de él en una muestra de apoyo que Harry agradeció, devolviéndole el apretón.-En resumen, Voldemort le hizo creer por medio de una de esas visiones al tío Harry que mi padre estaba en peligro, así que junto con El tío Ron, la tía Hermione, el tío Neville, la tía Ginny y la tía Luna fueron al Ministerio de Magia para tratar de salvarlo -Los mencionados se sorprendieron, pero Harry estaba más que agradecido de tener su compañía, aunque no estaba seguro de cómo había llegado a tener talmiento acerca de Luna. Por su parte, el rostro de Regulus II mostró el dolor que cada una de sus palabras emanaban.- En realidad Voldemort lo había engañado y luego de una pelea en el Ministerio entre Mortífagos, la Orden del Fénix se hizo presente. Mi padre falleció ese día a manos de Bellatrix Lestrange.

Noo! De todos los que pudieron ser por qué ella.-exclamó Sirius turbado. Pero su exclamación fue superada por la de James, Emmeline, Remus y Regulus, que no se esperaban que Sirius hubiera fallecido sin poder conocer siquiera a su hijo.

-No no. Tú no puedes morir ... Fue todo mi culpa-se lamentaba Harry incorporándose de su asiento con lágrimas en los ojos. Sirius se acercó a su ahijado y pasó un brazo por sus hombros, aferrándose a él cuando este lo abrazó.

-Escúchame bien, Harry. Tú no tuviste la culpa.-afirmó Sirius sin soltarlo-Luché hasta el final y créeme que no lo había querido de otra forma. Pero nos están dando una segunda oportunidad, cachorro. Podemos evitarlo.

James y Lily observaban con lágrimas en los ojos como su hijo se aferraba a su padrino. Era esa figura paterna que le quedaba aparte de Remus y que le arrebatado por tantos años, y ahora lo perdía definitivamente.

-Escucha a mi papá, tío Harry. Él tiene razón. Tú no tuviste la culpa. -habló Regulus también con los ojos cristalinos, acercándose a abrazar a su padre y tío y luego a su madre y otros seres queridos . Aquí se los dejo.

El joven mago volvió a acercarse al pensadero y depositó otro recuerdo allí, permitiendo que el espeso humo volviera a inundar la estancia, recreando algunas formas difusas que poco a poco empezar a mostrar una linda estancia medianamente desdibujada entre la bruma del pensamiento.

Allí podía apreciarse una chimenea en donde varios portarretratos adornaban la zona superior. Un pequeño niño pelinegro, que todos reconocieron como Regulus II, se subía sobre una silla para poder alcanzar uno de los marcos de fotos que permanecían a la altura de la chimenea. En su intento, se tambaleaba un poco sobre la silla y de no ser por una fuertes manos que lo sujetaron, hubiera podido caer de allí en aquel momento.

Emmeline contuvo la respiración ante este hecho y suspiró aliviada al ver como alguien lo había sujetado antes de que golpeara contra el suelo.

-¿Reg, qué estabas haciendo? Podías haberte lastimado.-El hombre que lo había sujetado antes de que cayera, lo reprendió con suavidad, agachándose a su altura para poder observar su rostro. En ese momento, todos pudieron notar que se trataba del mismo Harry. Su cuerpo claramente había dejado de ser flacucho y ahora una medianamente marcada musculatura se hacía visible a pesar de la ropa. La madurez se notaba en cada facción de su rostro.

-Si que te ha sentado muy bien la edad, Harry-mencionó Tonks bromeando, aunque en realidad no estaba lejos de la verdad, la mayoría de chicas y algunos chicos del gran comedor observaban al Harry mayor con interés, provocando un sonrojo en él y que tanto Ginny como Cho los fulminaran con la mirada.

-Lo siento, tío Harry. Solo trataba de agarrar la foto de papá-Explicó el niño frotando su pequeña manita contra su mejilla. Harry le dedicó una sonrisa triste y se alzó para tomar la fotografía y entregársela, quien la recibió con un agradecimiento.

Tanto a Emmeline como a Lily, Sirius, Regulus I, Remus, James y Harry se les hizo un nudo en la garganta ante la mirada anhelante del pequeño por la foto que ahora portaba en sus manos.

-¿Cómo era papá, tío Harry? -Preguntó el azabache luego de algunos en silencio.

Desde su lugar en la mesa de Slytherin, Daphne Greengrass observa al niño enternecida, sin poder explicar el sentimiento que le había embargado al ver la tristeza en su mirada.

La expresión de Harry se tornó más nostálgica y volvió a hablarle al niño, llevando una de sus manos a su cabello para dejar una leve caricia, despeinándolo con cariño.

-Tu padre fue uno de los mejores hombres que conocí. Era valiente, muy bromista y el más leal de los amigos. Fue como un padre para mí.

Al escuchar esta declaración, Sirius abrazó a su ahijado con fuerza, being correspondido por el ojiverde. Emmeline se acercó luego de que ambos se separaran y depositó un beso en la mejilla de Harry, agradeciéndole por cuidar de su hijo así.

-Gracias, Sirius-Le susurraron James y Lily a su amigo, también agradecidos. Las palabras de Harry demostraban lo importante que había sido en su vida. Este le restó importancia con una de sus características sonrisas ladeadas.

-¿Así como tú lo eres para mí? -Preguntó con inocencia, causando que Harry sonriera abiertamente, emocionado por las palabras de su sobrino.

La mayoría de los presentes en el comedor estaban igual. Sirius y Emmeline no pudieron evitar volver a agradecerle a Harry, quien se sonrojó por ello.

-Sí, Reg. Así como yo te considero mi hijo-El joven alzó al niño en brazos y juntos abandonaron la sala, perdiéndose entre la bruma del pensamiento cuando esta finalmente se disolvió.

Regulus II acomodó su varita en el bolsillo de su túnica y se giró hacía los presentes.

-Luego de la muerte de papá, mi madre se fue a Estados Unidos con una amiga para que no naciera en medio de todo eso. Tres años después mi mamá decidió regresar y fue cuando el tío Harry, la tía Hermione y los Weasley supieron de mi existencia. Desde ese momento el tío Harry y su esposa han sido como unos padres para mí. -explicó el ojigris con una sonrisa hacia el mencionado, que no tardó en corresponderle, recibiendo más agradecimiento por parte de los padres del muchacho. Por su parte, Ginny sintió una punzada en su pecho al escuchar sobre la esposa de Harry, no sabiéndose si deseaba conocer quién era llegado el momento.

-En fin, es todo de mí por ahora. ¡Que pase el siguiente! -gritó hacia el pensadero, procediendo a sentarse de nuevo con sus padres y demás seres queridos.


Holaa de nuevo chavales,

Aquí va el segundo capítulo de la historia.

Recuerden, me encantan el aprendizaje y la retroalimentación y me agrada recibir consejos de redacción y ortografía, así que soy toda oídos. O más bien toda ojos (?)

Me cuentan qué les va pareciendo la historia.

Se despide,

Adhara Dragneell.