Disclaimer: Shingeki No Kyojin y sus personajes no me pertenecen, sólo la trama de ésta historia.

Advertencias: Posible Ooc (Fuera de personaje), narración de dudosa calidad, Universo Alterno, temas clichés, entre otros.


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DEPTH OF YOUR SOUL

Capítulo II

"Ni tú ni yo tenemos a dónde huir"

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Si pensaron que luego de ésa pequeña conversación ambos serían grandes amigos, estaban muy equivocados. La vida de Kirstein no era como un manga shojo o una película de romance, ninguno de los dos se había vuelto a dirigir la palabra. Él a veces la miraba de reojo, parecía hipnotizado detallando cada centímetro de su rostro, pero la más mínima señal de que Mikasa voltearía era suficiente para enderezarse y sonrojarse avergonzado y nervioso; Jean estaba empezando a pensar que era patético.

—Muy bien, para la siguiente actividad quiero que se agrupen de a dos —informó el profesor, fue cuando Jean sintió una señal de pedirle a Mikasa que formara equipo con él—. Para no entrar en discrepancias, su compañero de equipo será el que esté detrás —al decir eso, Jean sintió como su mala suerte proseguía. El profesor pudo haber dicho que la persona de su lado, pero no fue así.

Mal, mal y mal. Ahora tendría que hacer equipo con Hannah Diamant.

—Disculpe profesor, me gustaría cambiar de compañera por Hannah —habló Franz refiriéndose a su novia, quien justamente era con quien Jean debía formar equipo.

—De acuerdo, si Kirstein no tiene objeción, su compañera será Arckerman —al decir eso el mundo de Jean se paralizó, más bien, casi le dio un infarto de la emoción que tenía pero que no podía expresar en aquel momento.

Quizá para no ser un manga shojo, tenía mucha suerte, o la persona que se encargaba de escribir sobre el libro de su vida le tenía algo de estima.

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—Tenemos que reunirnos —le había dicho Mikasa después de clases— ¿Está bien si voy a tu casa?

—No —rechazó Jean inmediatamente y sin pensarlo, se arrepintió de haber sido tan seco, pero no era momento de que del patio pasara a su hogar, por más de que así lo quisiera—. Perdón —dijo avergonzado—, ¿puede ser en tu casa en su lugar?

—Sí, no hay problema —aceptó sin quejas—. Nos vemos en la salida.

—Claro —él sonrió y ella se fue segundos después, Jean se quedó mirando como aquella hermosa chica que le quitaba el aliento se alejaba de él.

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Jean era idiota. No por sus capacidades intelectuales de aprendizaje, no, él contaba con notas excelentes. Estaba dentro de los 10 mejores en la preparatoria, obviamente siendo superado por Mikasa Ackerman, quien en el listado vio que era la primera de su año. Para que Jean lograra sus objetivos tenía que seguir así o mejor, no podía ser de otra forma. Pero no se refería a esa clase de idiotez. Kirstein recordó que nunca veía a Mikasa después de las clases de inglés avanzado, por lo que no sabía la hora exacta en la que salía, mucho menos dónde se encontrarían luego de éso.

Intentó buscarla por todos lados, pero no pudo encontrarla. Jean no quería indagar en su privacidad y ver que horario realmente era el que tenía, así que prefirió rendirse y salir de regreso a su casa.

Justo afuera del edificio de la preparatoria estaba ella esperándolo, pensó en lo idiota que había sido en pensar que sería de otro modo, cuando se trataba de Mikasa solía actuar algo idiota.

—¡Perdón te dejé esperando! —exclamó nervioso y algo sonrojado.

—No te preocupes, suelo salir más temprano que muchos de todas formas, así que tenía que esperar —explicó Mikasa a lo que llamó la curiosidad de Jean— ¿Vamos?

—¡Ah, sí! —reaccionó.

Ya en marcha, ambos caminaban a paso moderado hacia la casa de Ackerman. Ahora que lo pensaba, conocería el hogar de la chica que le gustaba, y posiblemente a su familia, no podía creerlo, pensó por un momento que estaba soñando, pero el rico aroma de Mikasa que llegaba por la brisa primaveral, lo hacía darse cuenta de que no era así.

—¿Por qué sales más temprano que los demás? —preguntó, con un poco de duda, ya que no sabía si estaba invadiendo su privacidad.

—Por nada en especial, sólo logré adelantar varias materias en vacaciones —explicó sin tapaduras, a Jean le sorprendía aquello.

—¡Vaya, hasta a mí me gusta un buen descanso! —admitió el más alto, a pesar de que quería tener buenas notas para salir de ése pueblo aburrido, dónde su madre lo sometía, le gustaba también descansar, es lo que pensaba que merecía después de tanto esfuerzo.

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—Aquí es —Anunció Mikasa. Ambos pararon en una linda casa con un precioso jardín. Jean se sintió tímido al entrar— Ya llegué —dio aviso la pelinegro.

—Bienvenida a casa —en ése momento apareció una señora que al parecer era su madre; aunque no lucía mucho como ella, pensó que quizá Mikasa se parecería más a su padre—. Oh, trajiste compañía.

—G-gracias por recibirme —dijo haciendo una reverencia apenado.

Después de las presentaciones, Jean supo que el nombre de la señora era Carla Jaeger, no tuvo que preguntar para saber que no se trataba de la madre biológica de Mikasa. Posiblemente eran familiares con los que se quedaba, o algo parecido, no podía simplemente preguntarlo.

La señora pronto los animó a terminar de entrar y a acomodarse en la sala para hacer el ensayo de inglés, pronto les trajo unos aperitivos y té. Jean quería hacer un comentario, como "bonita casa" o "que agradable la señora Carla", pero sintió que sería descortés, así que sólo se concentró en seguir con la tarea grupal. Le gustaba ése momento en que podía conocer un poco más de su "crush", así que sólo podía aprovecharlo lo más posible.

—Regresé —en ese momento, Jean sintió como Mikasa tembló y su expresión cambió un poco.

—Oh, Eren, ésta vez saliste más tarde del club —dijo Carla.

Jean volteó y vio a un joven que si se parecía un poco más a Carla, así que en definitiva ése era su hijo. Pronto notó que tenía el mismo uniforme que ellos, y que lo vio alguna vez en el instituto, sólo un poco, ya que realmente nunca le interesó, sólo lo veía como alguien demasiado ruidoso y molesto; y muchas veces quiso ir a patear su trasero para que se callara de una buena vez.

Sí, ése era Eren Jaeger, la persona de la cual, sin necesidad de preguntar, Jean sabía que Mikasa estaba enamorada.

—¿Eh? ¿Y quién es ése, Mikasa? —Preguntó Eren mientras se acercaba a ellos, quizá curioso, no parecía altanero, sólo directo, haciéndolo parecer mal educado.

—Los presento, Eren, él es Jean, mi compañero de inglés avanzado, vino para hacer un ensayo grupal. Jean, él es Eren, somos... familia —dijo Mikasa con cierto sonrojo en sus mejillas.

Familia, ¿a qué se habría referido con eso? Existían tantas cosas que abarcaban esa palabra. Habían tantas ideas en su cabeza en ése momento, y lo más que podía alcanzar a analizar era que Mikasa tenía una vida complicada, una de la que no podía simplemente escapar, más grave que él, quien tampoco podía en ése momento.

«Ni tú ni yo tenemos a dónde huir.» Fue lo que pensó el joven como título de otro capítulo de su vida. Pero, ¿podría Jean llegar a salvarla?


Notas de autora: ¡Hola! Aquí les traigo otro capítulo, aprovechando que es el cumpleaños de Jean Kirstein! (al menos en Japón), pensaba abarcar otras cosas, pero sentí que mejor dejarlas para el siguiente capítulo. ¡Espero les haya gustado, gracias por leer!