Aviso legal: Este fic, es partícipe del desafío "Crea tu final" del grupo Forever Ackerman. Los personajes son de Hajime Isayama y la imagen de portada la saqué del tumblr antifashion19 Esta rara versión alternativa: mía mía mía. ADVERTENCIA: Contiene spoilers, ya que está al día con el manga. NO LEER SI NO QUIERE SABRE EL FINAL DE SHINGEKI.
Emancipación
por Gabriela NC
Parte 2
Esa noche marcó un antes y después para los últimos miembros del clan Ackerman. Se miraban de manera distinta y el contacto físico entre ellos no era una incomodidad para ninguno. Eran ya los tiempos invernales, cuando trabajaban en equipo para cortar y apilar leña para la chimenea, protegían el huerto y los árboles que Mikasa había plantado. En medio de esos y otras labores eran normales para ellos que Mikasa se sentara a la izquierda de Levi y apoyara su cabeza en el hombro del azabache mientras tomaban un descanso. Levi por su lado consideraba natural tomar los mechones del cabello de la chica para ordenarlos suavemente cuando le comenzaban a cubrir el rostro.
Se turnaban para ir en sus caballos a Trost a abastecerse de víveres, artículos de limpieza y libros. Estos últimos eran utilizados en su rutina después del almuerzo para ser acompañados por una taza de té, en la sala de estar donde en vez de ocupar cada uno un sillón (tenían dos individuales y uno doble) se acomodaban ambos en uno pequeño, con Mikasa a la izquierda de Levi. Si hasta tenía la parte de la mesa de centro preparada para sostener sus tazas.
Mikasa seguía visitando la tumba de Eren, iba cada tres días o máximo una vez a la semana. Ella seguía sufriendo la ausencia de Eren, pero ya después de más de seis meses acostumbrada a mantenerse distraída con los cuidados de Levi y el mantenimiento de su casa, era algo apaciguado donde lamentaba que Eren no pudiese vivir algo tan simple y ordinario como lo que vivía ella.
Con las heladas que sufrían no podía estar mucho tiempo fuera, por lo que Levi siempre la esperaba con algo caliente para retomar la temperatura. Era imposible negar que después de que decidieran seguir viviendo juntos, Levi era más demostrativo en sus atenciones con Mikasa. Sabía que la oriental volvía desanimada de Shiganshina, y se aseguraba de acompañarla en las noches como la primera vez.
Ella no negaba nada: se sintió segura, junto a Levi en la cotidianidad doméstica, le recordaba cuando era pequeña y sus padres todavía vivían. Quizás esos recuerdos fueron las que le dieron una señal de lo que comenzó a sentir, al pensar en su padre usando su pecho de almohada para su madre, de la manera en que ella descansaba esas noches en el pecho de Levi.
Era tan diferente. Ella se sintió diferente. En un comienzo pensaba que el no tener que luchar ni decapitar titanes iba a hacer de los Ackerman unos seres ajenos a lo pasivo de la normalidad, pero les dio tiempo de sentir otras cosas que no fuera rabia, miedo y violencia. Sentía como por una vez, alguien quería protegerla a ella para variar, la respetaba y buscaba siempre su parecer de las cosas sin una razón en particular más que su bienestar.
Su premio extra era cuando lograba apreciar a Levi dormir, podía comprobar con tranquilidad lo atractivo que era. Su ceño quedaba levemente fruncido, su nariz perfilaba hacia el cielo y sus delgados labios el mínimo de separados. Aprovechaba esas noches compartidas porque sabía que el capitán podía dormir más tiempo cuando lo hacía con ella. Y sí, tuvo que soportar las ganas de besarlo cuando comenzó a preguntar que sabor tendrían esos labios.
El soldado más fuerte de la humanidad no dejaba que las emociones lo sobrepasaran, bueno quizás sí, pero no tanto para no poder controlarse. Fue más rápido en identificar sus sentimientos, pero estaba tan fuera de práctica, porque no tenía ninguna en realidad, que no sabía cómo manejar el asunto. Era consciente de que le estaba gustando más de lo normal Mikasa; la mocosa que conocía desde sus 14 años. Y sí, reconoce que la sobreprotegió mucho más de lo que necesitaba y debía por motivos personales, pero jamás pensó en enamorarse de ella.
Cuando vio que su espacio personal era el espacio personal de ambos, que su rutina era de ambos, quiso detenerse; por un momento alejarse. Pero no lo hizo. Se dio el lujo de disfrutarlo. No se iba a sentir culpable por ser feliz en unos pocos meses después de décadas de pérdidas y malos momentos. Estaba viviendo su vida como le había sugerido a Mikasa que hiciera y era claro que ninguno de los dos estaba insatisfecho.
Pero, ¿debería dar otro paso? ¿Debía hablarlo? Era en esos momentos que dudaba. Gozaban de un entendimiento más allá de las palabras, fruto de tanto entrenamiento militar y trabajo en equipo. Y no quería arruinar todo con abrir su boca tan mala para expresarse. Además, tenía la inseguridad de que Mikasa no estuviese en el mismo plano que él por Eren. Era realista y jamás pensaba que la azabache dejara un sentimiento tan profundo y obsesivo. Por eso, decidía callar. Jamás se perdonaría el faltarle el respeto al imponerle cualquier cosa, no arriesgaría que se fuera de su lado.
En los primeros días primaverales, fueron visitados por un mensajero de la reina que anunciaba su llegada en dos días junto a sus ex compañeros de escuadrón. En Trost ya tenían sus caseros habituales que los reconocían, y hacían que el correo de sus amigos le llegase a la librería que frecuentaban, por lo que era raro que llegasen a su casa. Historia sí había ido con su familia dos veces antes del invierno, pero nunca estuvieron los dos anfitriones a la vez. Por lo que era algo nuevo para ellos.
No alteraron su rutina más que para hacer todas sus diligencias más temprano en Trost. La comitiva llegó toda junta en carruajes: Historia, Armin, Jean, Connie, y para sorpresa de ambos azabaches, Reiner, Annie, Pieck, Gaby y Falco.
Aunque Historia les había contado sobre cómo estaban viviendo sus amigos su nueva vida, fue increíble para ellos ver a los otrora soldados más fuertes convertidos en dueños de casa. Levi no ocultaba ni la cicatriz en su cara, ni la vista y los dedos perdidos, y su cabello estaba un poco más largo de lo usual que mantenía amarrado en un corto moño tras las orejas. Mikasa dejaba su cabello crecer y ya le llegaba a los hombros, sus mejillas más rosadas. Pero lo que los descolocó a todos fue ver en sus rostros una enorme sonrisa de bienvenida (bueno, Levi no sonreía, pero tenía un rostro muy amigable).
-¡Capitán Levi! - Gritó Gaby bajando del carruaje para ir a toda velocidad al azabache y abrazarlo.
Todos quedaron expectantes de la reacción de Levi, pero sorprendió al sonreír igual que la vez que Historia lo golpeó y corresponder el gesto con un brazo. -Hola mocosa.
Falco le siguió con más tranquilidad y vergüenza, mientras los demás saludaban y admiraban a Mikasa. Fue quien les hizo un recorrido por la casa, exceptuando la segunda planta. Cuando terminaron, Levi estaba junto a los niños preparando bandejas con tazas de té, donde el hombre se lamentaba por tener que abrir un juego nuevo de porcelana ante la cantidad de visitas.
Estuvieron por mientras en ese ambiente distendido, donde parecía que solo era una reunión de amigos. Una vez que ha comentado movido sillas para acomodarse en la sala de estar, todos se sentaron notando como Levi y Mikasa se sentaban en el mismo sillón individual con la costumbre que tenían, no emitieron más que el de mirarse entre ellos.
-Me alegra mucho ver que están en tranquilidad aquí. -Dijo Armin sonriendo con sinceridad mirando a su amiga frente a él. -Les ha hecho bien alejarse.
-Pues no puedo decir lo mismo de ustedes, mocosos. -Dijo Levi mirando uno a uno a sus invitados con su ojo crítico. -Parecen querer vomitar mierda retenida en la boca, no hemos perdido la práctica.
-Levi. -Susurró Mikasa a su lado alzando la ceja levemente. El aludido se dejó estar soltando un bufido y cruzándose de brazos dejando la inspección evidente a sus ex cadetes. -Pero tiene razón, parecen muy preocupados, por lo que no creo que vengan con buenas noticias. Nos agrada recibirlos, pero verlos a todos (Reiner y los demás) nos extraña.
El ambiente se tensó tras Mikasa y los gestos se hicieron notar. Fuera de Pieck y Annie, todos adoptaron posición de combate natural, como cuando se reunían a hablar de estrategias y rutas de escape.
-Tienes razón Mikasa. -Dijo Historia. - Por el lado de nosotros, hemos estado solucionando los conflictos entre los cuerpos militares que quedan, conciliando con los jaegeristas que quedan. La gente sabe toda la verdad sobre lo que ha pasado, y por lo general están tratando de seguir con su vida. La medida es no aplicar más violencia y de mejorar definitivamente la calidad de vida de las personas, sobre todo a medida que se alejan de Mitras. Ha costado ya que el invierno detuvo la urbanización de muchos lugares y también estoy tratando de estar presente en todas las reuniones, gestiones necesarias, sin dejar de lado mi maternidad.
-¿Estás bien, His ... digo Reina Historia? -Preguntó Mikasa preocupada por su amiga que tanto les había ayudado a formar casa.
-Historia seré siempre para ti, Mikasa. Y sí, estoy bien. Mi esposo me ayuda mucho para cumplir con todos mis deberes. - Sonrió con tranquilidad la rubia. -Armin.
-Yo he estado a cargo de las relaciones de Paradis con el resto de las naciones que quedan. -Explicó Armin tomando el control de nuevo de la conversación.-Onyankopon nos ha llevado a cada lugar posible, con las órdenes de la Reina Historia de establecer paz y beneficios bilaterales. Con ellos ha ido bien, pero muchos han querido tomar represalias contra Marley para responsabilizarlos por desencadenar la sucesión de guerras de titanes contra la humanidad.
Levi quería ir al punto. Maldita sea, necesario que fueran rápido al punto. Porque sintió la tensión de Mikasa a su lado apretando en puño sus manos, que inconscientemente se trataba de pegar más a él en busca de apoyo. Y lo único que pudo hacer fue tomar su mano para dejase de marcarse las palmas con sus propias uñas, aguantándose la timidez que tenía al hacerlo frente a terceros.
-Nosotros en Liberio estamos teniendo problemas con los marleanos.- Tomó la palabra Annie. -Theo Magath ha tratado de que los que quedan de ellos desistan de su trato a nuestro pueblo, pero ahora que no tenemos el poder de los titanes muchos consideran que es mejor mantenernos encerrados como siempre para trabajar y producir materia para ellos y nosotros.
-Han comenzado a matarnos. -Dijo Gaby con sus ojos cafés brillantes soltándo lágrimas. - Mataron a mis padres, los de Falco ... y mataron a la madre de Reiner.
Los Ackerman se miraron y apretaron más sus manos ante el dolor de la niña. Reiner tenía el rostro totalmente endurecido para no manifestar nada, pero sólo así se notaba como estaba destrozado. Falco sólo se mantenía con la cabeza baja.
-Fue una matanza importante. -Explicó Annie, su padre se había salvado. - Magath lo único que pudo hacer fue darnos libertad para dejar Marley, aceptando que quizás los marleanos van a ser aniquilados por mantener la guerra como solución.
-Vendrán a vivir a Paradise. -Sentenció Historia. - Los eldianos debemos convivir por fin entre nosotros. No deben sentirse ajenos a una nación ni esclavos de nadie.
-Así que estamos, con ayuda de Hizuru, comenzando a trasladar a la gente de Marley a Paradis en barcos. Es lo mejor que podemos hacer de momento. -Dijo Jean.
-Kiyomi Azumabito mandó sus saludos, Mikasa. Dice que le gustaría que alguna vez intentaras contactarte con ella ante cualquier cosa que necesites, aunque sea para decirle cómo estás. -Dijo Connie que era el que, acorde a su personalidad, era el que menos podía mantener seriedad ante la conversación con los azabaches siendo tan considerados con el otro.
-Le escribiré una carta para que la lleven a mi nombre. -Prometió la aludida un poco más tranquila. El calor a su derecha era mejor que la valeriana en su opinión.
-Y bueno, a nosotros la Reina Historia nos ha solicitado ayudar a Armin, Jean y Connie con el reconocimiento y relaciones internacionales. -Dijo Pieck con su tono adormilado de siempre. - Por eso estamos todos juntos.
-¿Y los mocosos qué? ¿También andan de paseo por el mundo? -Preguntó Levi indicando con su mentón a Falco y Gaby.
-Están seguros con nosotros. -Respondió Reiner que era el más reticente a dejar a su prima.
Los Ackerman cruzaron miradas por un tiempo más largo. Entendieron que la misma idea había cruzado por su cabeza lo que harían a continuación. Era realmente reconfortante saber que podía comunicarse de esa manera, que no era algo que sólo ocurrió cuando debían ser rápidos en una batalla. Con sólo darse cuenta de que podía hacerlo se relajaban.
-Dejen a los mocosos con nosotros-Sentenció Levi con su tono de capitán que no admite réplicas.
-¡¿Qué?! - Soltaron todos a excepción de Historia que tenía una ligera sonrisa.
-Lo que quiere decir Levi-Mikasa le lanzó una mirada de soslayo como diciendo "que bruto eres" - es que Falco y Gaby pueden vivir con nosotros. Tenemos el espacio para recibirlos y así pueden tener tranquilidad en lo que ustedes resuelven los problemas.
-¿No nos van a ayudar? -Preguntó a Connie recibiendo un manotazo de Jean en la cabeza. -¡Sí!
-Tch, relacionarme con personas no es lo mío, menos con gente estirada. -Dijo Levi resoplando ante lo obvio.
-Y sigues en recuperación. -Acotó Mikasa. Miró con tranquilidad a Connie. - Estamos bien acá, no nos hemos arrepentido de desertar de la milicia. Además, que llevarnos a los dos puede no dar la imagen de un trato pacífico.
-Ustedes están perfectos aquí. -Dijo Historia apoyando a los azabaches al dirigirse a Reiner. - Creo que sería buena idea, Reiner. Podrían tener paz quedándose aquí.
-¿Y si los quieren atacar? -Rebatió el rubio a pesar de que siempre cedía a las peticiones de Historia.
-Tch, seguimos sabiendo defendernos de los humanos idiota. -Dijo Levi con ganas de recordarle cuantas veces les pateó el trasero. Pero sabía que la chica del lado lo iba a regañar- Y tenemos armas, no somos estúpidos.
Reiner miró a cualquier lado, menos a Historia. Buscó apoyo en sus amigos, pero tanto Pieck como Annie estaban de acuerdo. Los chicos no se metían en esos asuntos, por lo que no le quedó más que preguntarles a los aludidos.
-¿Ustedes ... se quieren quedar a vivir aquí? -Preguntó a Falco y Gaby.
Los niños se miraron y saltaron afirmando con emoción. Abrazaron brevemente a Reiner, pero fueron con todo hacia Mikasa y Levi para abrazarlos y agradecerles por quererlos con ellos. Los azabaches entendían que los niños debían sentirse superado por todas las cosas que vivido, perdiendo a su familia y su hogar, que les correspondía vivir como lo que alcanzaran antes de convertirse en adultos.
-Bien, aclarados los puntos. ¿Por qué no me acompañan arriba a escribir mi carta para Kiyomi Azumabito para que sepan donde se van a quedar. -Dijo Mikasa colocándose de pastel.
-Yo también te acompaño. -Dijo Armin.
-Perfecto. Los esperamos fuera. -Dijo Historia comandando la salida.
Levi cerró la comitiva de ex mocosos que esperarían en el amplio exterior. Realmente tenían una vista maravillosa del campo y el camino que llevaba a Trost. Sin la presencia de la anfitriona, le preguntaron a su ex capitán por el estado anímico de Mikasa. No fue extendida su respuesta, pero les contó que iba a visitar la tumba de Eren, que se distraía entre sus tareas en la casa y en Trost. Obviamente no iba a abarcar los momentos compartidos entre ellos, aunque sospechaba que con Armin, Mikasa no iba a mantener el mismo hermetismo.
Efectivamente, Mikasa había terminado de escribir la carta y sellarla en un sobre, dejándola al cuidado de Falco para quedarse a solas con su amigo. Lo primero que hicieron fue abrazarse con mucha fuerza, besándose en la cabeza y llorando en silencio ante las sensaciones de estar juntos sabiendo que Eren no llegaría a unirse a ellos.
-Te ves mucho mejor Mikasa.-Dijo cuando se separaron, limpiando las lágrimas que quedaban en las mejillas de su amiga. -Tenía mucho miedo de que estuvieses en un hoyo del cual no quisieras salir por Eren.
-Elegí otro tipo de duelo. -Admitió Mikasa ordenando su cabello. -Tenía que hacerlo por mí misma. Vivir con la libertad que Eren quiso para él.
-Y para nosotros. -Recalcó el rubio. -Te ves tranquila.
-Es que estoy tranquila. Alejarnos de todo nos hizo muy bien. Estamos acostumbrándonos a hacer las cosas que no podíamos hacer por estar en guerra, o tratando de salir de las murallas. Y vale mucho la pena-Explicó la azabache.
-Mikasa ...- Dudó Armin de continuar, pero necesitaba saberlo de ella. -¿Qué relación tienes con el capitán Levi?
-¿Qué, por qué lo dices? -Preguntó Mikasa viéndose en evidencia al sonrojarse a la mención de su compañero.
-Bueno ... los soldados más fuertes dejan su estela donde pasan. Y varios saben que viven juntos. En Trost de diferentes maneras han dado a entender que son pareja porque los ven juntos.
-Sabes lo chismosa que es la gente. -
-Lo sé, por eso yo mismo vi con mis ojos cómo reaccionan entre ustedes. Vi las miradas, las manos. Se compenetran demasiado. Hablan por el otro con confianza. Por eso pregunto.-Armin le tomó las manos y se agachó mirando hacia arriba. -No te voy a juzgar Mikasa, me encanta verte sonreír. Te lo mereces más que nadie. Mereces seguir adelante. Pero si piensas en querer al capitán depositando en él lo que sentías por Eren, no creo que a la larga ...
-¡No es lo mismo! -Saltó inmediatamente Mikasa negando con la cabeza, pero se trató de calmar. - Ha tenido tiempo de pensarlo Armin, detenidamente. A Eren lo quise mucho, salvó mi vida y me incluyó en su familia. Eso me hizo querer protegerlo y salvarlo las veces necesarias para compensarlo. Cuando crecí cegada por eso pensé que lo amaba, me obsesioné lo sé. Pero realmente todo el mundo iba tras él y era la única dispuesta a defenderlo. No quería perderlo. No fue hasta la primera vez que volví a su tumba que me di cuenta de que lo que tenía un miedo horrible a perder a mi familia. Fue la representación de familia que tenía en mi vida, incluso olvidé que tuve la propia antes de él. Tú eres la representación de amistad, de la incondicional. Por eso te quiero tanto.
Y Levi, es completamente diferente a eso. Somos tan tercos que podías pensar que estallaríamos a los pocos días, pero congeniamos y los detalles nos han unido mucho. Siempre me hado la opción de largarme de aquí, de hacer cualquier cosa que quiera. Me respeta y me entiende como nadie, eso me lleva a otro lado, donde siento cosas que no puedo describir porque me pongo roja de sólo pensarlo. Estar con él es tranquilidad y seguridad. Es hogar.
Mikasa se tapó la boca por la verborrea que le había dado. Menos mal había ocurrido frente a su mejor amigo. Armin por su lado suspiró profundamente alegre, su amiga había cambiado y había terminado de madurar.
-Estoy sintiendo a Levi mi hogar. - Se sorprendió la azabache con las dos manos en la cabeza impresionada. - Es que nunca lo había dicho en voz alta.
-¿No se lo has dicho a él? Pensaba que eran pareja. -Se extrañó el rubio.
-Por supuesto que no, ha pasado poco tiempo y recién me he dado cuenta de lo que realmente siento por él. ¿Qué crees que deba hacer? -Preguntó Mikasa desorientada con tanta nueva información.
-Mira me tengo que ir con los demás. -Se colocó de pie Armin sin soltar la mano de su amiga. -Pero sí te puedo decir que debes tener una conversación directa y sincera con el capitán, y al igual que ahora, decirle lo que sientes. En el caso de él, por lo que he visto y lo conozco, creo que debe estar en una situación parecida. Pero puede querer rehuirte, por eso tienes que obligarlo a escucharte y que te sea sincero. Será una pequeña batalla para saber quién es realmente el más terco.
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-¡Espero que nos inviten a la boda! -
Eso fue lo último que escucharon los Ackerman de la boca de un Connie que sacaba la cabeza por la puerta de un carruaje. Los dos se han mantenido solos de nuevo, ya que dos días después regresaría Reiner con Gaby Falco para que trajeran sus pertenencias. Está demás decir que cuando escucharon al alborotador del grupo decir esas cosas ambos miraron hacia otro lado en espera de disminuir el rojo de sus mejillas.
-Idiota.-Susurró Levi buscando qué hacer para romper el silencio. -Voy a guardar la leña que queda para los últimos días fríos.
-Levi. -Llamó Mikasa deteniendo el andar del ex capitán. -¿Podemos hablar después de que ordenes la leña? Yo lavaré la vajilla mientras tanto.
-Está bien. No demoraré. -Dijo Levi retomando el paso para quitar el nerviosismo que sintió. Las miradas socarronas de Connie, Reiner y Annie lo importante perseguido toda la reunión. Armin y Jean por respeto a Mikasa se controlaron por lo menos, pero sintió los pensamientos de sus ex subordinados en su cabeza.
Era obvio que sería mal visto que un hombre y una mujer sin estar casados viviesen juntos. Cada vez que iba a la cuidad era rodeado por susurros y comentarios, pero estaba acostumbrado a ignorarlos. ¿Y Mikasa qué? Quizás su trato con Mikasa fue muy evidente y para gente que lo conocía de verdad como Armin, Jean y Connie era obvio que pasaba algo. ¿No que no iba a sentirse culpable por ser feliz?
Cuando entró en la casa, Mikasa ya tenía todo ordenado, una excepción de dos tazas de té al lado de la cocina, donde lo esperaba de pie.
-Beberé esto y encenderé la chimenea. -Agradeció el azabache tomando su taza. -¿Qué querías conversar conmigo?
Mikasa esperó que regresara la tasa a la mesa para invadir de un paso su espacio personal. Podía parecer normal, pero nunca lo había hecho mirándolo así; la única vez que la había visto más decidida fue cuando quiso quitarle el suero para transformar a Armin en lugar de Erwin. Y eso lo puso nervioso.
-Por favor, no te alteres, voy a pensar que lo que estoy haciendo está mal-Susurró frente a él. Levi sólo pudo fijarse los labios que normalmente llegaban a sus ojos descendían para toparse con los suyos.
Un segundo de su vida se detuvo y pensó en los millones de posibilidades que podía significar lo que estaba ocurriendo ¡Mikasa lo estaba besando! También había colocado ambas manos en sus mejillas para mantenerlo firme. El segundo terminó y se encontró rodeando con sus brazos la cintura de la mujer para devolver el beso. Eso hizo que ambos se relajaran y ante la pequeña ventana que fueron los labios abriéndose, Levi hizo uso de la lengua para atacar con todo. Ella lo seguía, porque a pesar de ser profundo no era rápido, y le daba tiempo de guiarse por él y también por el instinto. Hasta que el oxígeno se hizo necesario.
Ambos abrieron los ojos. Azul con gris se toparon y brillaban, las mejillas rosadas y una sonrisa estúpida.
-Pensé que querías conversar. -Fue lo primero que salió de la boca de Levi que no era su lengua. No estaba ni cerca de querer soltarla de su abrazo.
-Yo a veces también soy mala con las palabras y opté por demostrarlo para que no me ganara la cobardía. -Explicó Mikasa apenada apoyando su cara en el hombro de él para oler su cuello. -Me gustas demasiado, de hecho, creo que te quiero. Pero lo único que pasaba por mi cabeza eran las noches que duermes conmigo y puedo verte descansar: siempre me preguntaba que sabor tendrían tus labios.
Levi le regaló la mejor de las sonrisas, ¡si hasta dejó de tener el ceño fruncido! Fue mejor de lo pensado. Armin tenía razón en que tenía que ser directa. Qué mejor que pasar directa a la acción. Se vio demasiado recompensada y quería volver a besarlo. Lo que ya sabía que sintió por él se multiplicaba mil veces con esa forma de mover los labios, de jugar con su lengua, de acariciar su espalda.
-Maldita Mikasa Ackerman, qué has hecho conmigo. -Susurró en sus labios Levi acariciando su cabello en toda su extensión. -Te doy todo y lo poco que queda de mí, pero no se te ocurra apartarte de mi lado.
-No me quiero mover de aquí. -Admitió Mikasa para tranquilidad del enano, digo Levi. -Ya sé a qué saben los labios del capitán.
-¿Oh, sí? ¿Tengo algún sabor en particular? - Preguntó acortando esta vez él la distancia.
Mikasa lo miró con esos hermosos ojos grises que tenían en sus manos.-Sabes a hogar, Levi.
: -: -: -: -: -CONTINUARA: -: -: -: -: -
Hola de nuevo! Parte 2 de Emancipación. Perdón por decir que iba a actualizar el jueves, se me pasaron los dias rapidísimo. Pero lo importante es que está listo. Agradezco las casi 100 vistas que ha tenido la primera parte, ojalá fueran también comentarios (se vale soñar). Agradezco principalmente a iam2724 que sí me comentó y espero que les guste muchísimo esta parte.
El Levi de mi mente es demasiado deconstruido, un ejemplo de hombre. Y es lo que necesita Mikasa en su vida, en mi opinión.
Así que los dejo, el jueves viene la parte 3 y final. ¡No olviden dejar sus comentarios, seas cuales sean!
Los quiero
Gabriela N. C.
