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Me gustas
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Gemía.
Gemía.
Gemía.
La humedad de su lengua paseaba por toda su clavícula hasta llegar a sus senos redondón causando que su excitación aumentada. Su mano suave masajeaba su seno izquierdo mientras que la otra lo lambia y succionando sacando gemidos imprevistos de la rubia.
—Ahh ... ahh
Hizo un camino de besos en su vientre plano. Su mano libre tocó su zona más sensible sintiendo la humedad que traspasaba la braga de encaje. Encima de la tela, movió sus dedos de forma circular en el lugar más placentero de la fémina. Sin perder el tiempo, quito las bragas con lentitud y sensual. Su mirada reflejaba el deseo que su pedía.
—Espera ...— murmuró deteniendo su mano - De ... ten ... te.
—¿Qué pasa, Ino?
—Yoo-o ...— regularizo su respiración y se acomodó en su lugar - Necesito decirte algo.
—Dilo
Se preparó mentalmente para decir las siguientes palabras.
—Debemos terminar esto ...— dijo sin rodeos.
—Dime una razón —respondió mientras apoyaba su codo en su rodilla doblada.
—Me enamoré ...— desvió su mirada con las mejillas rojas por la temperatura. No podía sostener aquellos ojos penetrantes que tanto la intimidaba— y pienso declararme.
Termino de hablar y con sutileza la miraba de reojo. Su rostro no mostraba ningún signo de expresión que pudiera descifrar fácil. Sus ojos pardos se perdieron en un punto fijo, procesando las palabras mencionadas. Suspiró la rubia. Su relación era más que un lazo de placer, sin sentimientos de por medio. Una propuesta que fue establecida por ella y que no fue rechazada por su acompañante. Pero a pesar de eso, aún mantenía una amistad que desde hace 6 meses se volvió algo más íntimo.
—Entiendo— y se alejó.
Se levantó de la cama para colocarse la camiseta holgada que se quitó hace unos minutos y luego una gorra negra que conjugaba con su ropa. La vio caminar hacia la puerta con las manos en los bolsillos, sin despedirse, salió de la habitación.
—Adiós, Sakura.
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Pov. Sasuke
El sabor amargo paso por toda mi garganta a la vez que degustaba aquel licor escogido por Naruto. La fiesta tenía buen rato desde que se inició, la música resonaba en mis oídos, disfrutando las rolas de mis bandas favoritas. Me veo en la cocina apoyado en la mesa. Mis amigos me incitaban a bailar con varias chicas para pasarla bien, pero me negaba automáticamente, mi propósito de mi llegada no era eso.
Me sentí cansado después de pasear por toda la casa, buscando un rastro o una señal de la persona por la cual mi presencia seguía en la fiesta y no en mi casa.
¿En dónde estás?
Era como si se escondiera de mí.
Sabía que aún se restauró en la casa. Hinata - su mejor amiga - seguía sentada en el mismo lugar desde que llegó, hablando con el rubio de su amigo.
Y sabía que Hinata no se iba sin ella.
Me terminé el contenido del vaso y me dirigí a la pequeña sala que está llena de personas.
La busqué con la mirada.
Su aspecto era fácil, el color de su cabello lo delataba, a pesar que siempre usa una gorra para cubrirlo.
Pero nada.
—Sasuke-kun ...— gire mi cabeza hacia la voz que pronunciaba mi nombre. Me topé con una hermosa chica de largos cabellos rubios y unos ojos celestes. La reconocí de inmediato.
—Ino.
—Yoo-oo necee-sito decirte algo-oo ...— sus mejillas sonrojadas me daban una mala espina ... no otra vez.
—Ino, estoy ocupado - trate de alejarme, pero su mano me detuvo.
—Será rápido, por favor— su mirada suplicaba. Así que no me quedo de otro que asentir con resignación - Podemos hablar en otro lugar ... mas privado.
Le indiqué el bibliotecario que se encontró vacío y ella asintió. Caminamos entre toda la multitud de personas. Ino iba adelanté, acomodándose su cabello detrás de su oreja con nerviosismo.
Abrí la puerta y nos adentramos.
—Qué quieres de ... —no terminé de hablar por unos labios que chocaron con los míos. Ino tenía los ojos cerrados a la vez que se aferraba sus manos en mi cuello, queriendo profundizar más el beso.
No respondí su beso como ella tanto anhelaba. No hice ningún movimiento para alejarla. No hice absolutamente nada y ella entendió mi indirecta y se alejó.
Su semblante es confusa y triste.
—No lo vuelvas hacer— mi voz sonó áspero. Odiaba que invadan mi espacio personal.
—Lo siento, pensé que ...— susurro bajo, pero audible. Se mantuvo en silencio con la cabeza aga— yo te gustaba y creí que podíamos ...
—¿De dónde sacaste eso? —Pregunté con una ceja alzará. No recordaba haber dicho o hecho algo para que pensara aquello.
—Siempre me miras ...
—No lo hago— ya entendía por dónde iba.
—Pero ...
—No es a ti a quien miro— declaré. Fueron segundos para ver su rostro sorprendida remplazado por una de dolor.
— Entonces ... ¿A quién? —Preguntó.
—Hmp, deberías ser más observadora con las personas que te rodean - hablé saliendo del lugar, pero logré escuchar sus últimas palabras.
—Espera ... ¿Te gusta Sakura?
Mi silencio fue mi respuesta.
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Sakura
La chica rara que escondía su melena rosa debajo de una gorra vieja acompañada de unos ojos jades perlados que me fascinaban. Unos labios finos y carnosos que me tentaba a besarlo y saborearlo. Su cara redonda y piel clara con pequeñas pecas perceptibles. Usualmente usaba ropa casual con colores oscuros. Se notaba que no le importaba estar a la moda y que prefería mil veces estar a su comodidad.
La conocí hace dos años cuando la integraron a mi salón. Siempre me pareció una chica solitaria acompañada con una actitud de indiferencia hacia el mundo, excepto por sus amigas que estaban pegadas como chicle. No me importaba su presencia, realmente no me llamaba la atención nada de ella, pues en ese entonces tenía novia y estaba en el club deportivo. Pero todo cambió cuando por casualidad chocamos en unos de los pasillos cerca del salón. A Sakura se la había caído la gorra y una libreta que lo tenía en la mano mientras yo me dispuse a disculparme y devolver la gorra que recogí. En ese preciso momento, me quedé cautivado por los ojos de la peli-rosa ya la vez que sentí un ardor en mis mejillas. Un sentimiento cálido y nuevo comenzó a invadir ...
— Uchiha, suelta mi gorra.
Lo solté y volteo rápidamente, dirigiéndome al salón, ignorando la presencia de Sakura que se encuentran unos pasos míos. Ambos entramos al salón, sin mirarnos, sin dirigirnos ninguna sola palabra.
Mi interés de conocerla me invadió por completo. Sin saber cómo acercarme o hablar con ella. Solo me dediqué a verla a escondida.
Aprovechaba en hora de receso, mis ojos se dirigían hacia ella, no podía despegar de esos ojos jades que llamaban mucho la atención —también su cabello— tenía una mirada que hipnotizaba en instante. Pocas veces intercambiaba palabras con Ino y Hinata, pues no es de hablar mucho ni con sus amigas ni en la hora de clase - solo si fuera necesario— La curiosidad de conocerla me carcomía cada vez que la veía sonreír, aunque fueron pocas veces, apreciaba esos segundos que sus labios mostraba una pequeña sonrisa que al segundo lo borraba, ocultando que la vieran, cuando era demasiado tarde, un espectador la admiraba a escondida.
Me alejé de todos. Necesitaba un respiro para no asfixiarme. Caminé el largo pasillo que tenía salida al patio trasero. Con cada paso que daba la música se perdían entre mis oídos y la presencia de las personas se desvanecen.
Llegué.
El patio vacío.
No había nadie.
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Error.
Ella estaba ahí.
Desde lejos me percaté de su figura baja cubierta por la ropa holgada que siempre usaba. Sentada con el respaldo apoyado en la banca, sumamente relajada. Me acerque con las manos en los bolsillos. Vi el humo que salía entre sus labios finos en forma de hoyos. No esperé una invitación, así que me senté, consiguiendo su atención unos segundos para luego voltear y seguir fumando.
—Haruno
—Uchiha— respondió mi saludo.
Manteníamos nuestros ojos en el cielo nocturno.
—¿Quieres? —Su voz gélida hizo que volteara a verla. Me ofrecía su caja de cigarrillos. Lo dudé unos segundos, no quería llegar a casa con la ropa impregnada al olor del tabaco y recibir un regaño por parte de mi madre, pero al final lo acepté. No quería rechazar su invitación
—Gracias.
Solo asintió y me entregó el encendedor para prender el cigarrillo que ya lo tenía entre mis labios.
Le di una calada profunda y lo voté todo.
—Me gustas.
Lo solté, sin tapujos. No había más que decir o eso creía. No me consideró una persona que tiene la facilidad de expresar lo que siento o pienso. Siempre he mantenido todo en reserva, pero en esta ocasión decidí hacerlo. La frase, representaba mis sentimientos guardados desde hace un año y que ahora tenía la oportunidad perfecta para saber si soy correspondido.
Lo que Diosito quiera.
—¿Estás drogado?
—¿Eh?
—¿Éxtasis o Ketamina?
—¿What? ... No.
—Mari ...
—¡No!
—Me parece que sí es ...
—No consumo de drogas y es la verdad, me gustas.
—Y yo soy Batman - habló con sarcasmo sin dirigirme la mirada.
—Hablo en serio—
—Yo también - habló —En las noches me cuidó de las calles peligrosas que acecha el mundo y en el día me escondo en mi baticueva de emociones y actuó como si nada.
Si fuera en otra circunstancia a lado de ella, tal vez me reiría por sus ocurrencias, pero no ahora.
¡Joder, me la acabo de declarar y ella se pone mamona!
—Sakura, nos desvía el tema.
—Entonces, ¿Qué quieres que diga?
—¿Sientes lo mismo que yo? - la mire unos segundos con los nervios de punta por dentro.
Su risa espantó mi corazón. Arrugue la frente con fastidio. No entendía el chiste o la broma de la pregunta para que soltará su risa malévola, pero melódica.
—¿Por qué debería sentir algo por ti? —Preguntó con una sonrisa burlona - Ni si somos amigos o algo.
—Podemos conocernos.
—Sasuke ...— por primera vez pronuncia mi nombre ya pesar de la seriedad de su voz, no negaba que me gustaba como sonaba— A estas alturas, sabes que no somos compatibles en ningún aspecto posible, no hay nada que me llame la atención de ti, más que esa maldita camisa que me quedaría mejor a mí— ¿mi camisa? —Yo no soy el prototipo de chicas que estás acostumbrado a salir ni tampoco lo seré. Deberías descartar la idea de que "yo te gusto" y buscarte a alguien más que encaje o soporte tu personalidad de mierda.
—¿Cómo puedes deducir en algo que ni siquiera lo has intentado?
—No lo necesito.
—Pues te equivocas en algo, eres la chica que quiero y me gustaría conocer.
Luego de mis palabras, se quedó en silencio. Ya había acabado su cigarrillo, así que sus manos lo resguardaban en el bolsillo de la polera.
—¿Quieres sexo ... verdad? —Su pregunta me sorprendió, pero lo disimule por completo. Sakura se levantó de su asiento y se paró frente mío. Agarró mi barbilla alzándola un poco mientras acercaba su rostro ocasionado que nuestra respiración chocaran. Primera vez que la tenía cerca, detalle más profundo sus facciones delicadas y no cabía duda que Sakura es una hermosa mujer que arrasaba con todos los estereotipos de belleza— No soy tan zorra como tu amiga Karin, pero si quieres ...
Fruncí el ceño.
—Tsk no quiero eso de ti - la interrumpí, sabiendo con qué intención hablaba.
—Jajaja entonces no tengo nada que ofrecerte - soltó mi barbilla para dirigirse a la salida.
—Lograre enamorarte - le dije.
—Eso no pasará.
—Hmp, soy un Uchiha - soné arrogante - Y cumplo con mi palabra.
—Y yo soy Haruno.
—¿Y eso qué significa?
—Que me vale mierda— alzó su brazo izquierdo con el dedo medio levantado, sin dejar de caminar hasta perderla de vista.
Sonreí.
Esa noche me propuse a enamorarla y nadie me hará cambiar de opinión ni siquiera ella misma. Será un camino difícil, pero estoy seguro que lo conseguiré.
Haruno prepárate.
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SK01
