TODOS LOS CRÉDITOS A LA ESCRITORA Y CREADORAS MISUKI E IGARASHI.
AMARTE MÁS QUE NUNCA.
Capítulo 2.
UN PASADO MUY DOLOROSO.
Subió las escaleras alentada por las palabras de su abuela Martha, ni en sueños imaginó que una persona como ella fuera quien le diera ánimos incluso sabiendo que sus padres no estarían de acuerdo con su proceder, tres meses hizo ya que partieron del puerto de Nueva York y con la tristeza a cuestas de cerrar un capítulo en su vida, jamás se imaginó que al llegar a Francia en ese preciso momento estaría tocando la puerta de la recámara donde tenía hospedado a Stear… tocó con insistencia y no obtuvo respuesta y abrió la puerta encontrándose con Jean y Pierre afuera del cuarto de baño.
¿Qué pasa Jean? Pensé que estarían con Stear – Jean se acercó a ella.
Disculpe señorita el joven Stear no nos permitió entrar y ayudarle como lo ordenó usted – Patty discretamente les pidió que se retiraran.
Por favor Jean que le preparen sopa, algo de frutas y té.
Enseguida señorita – y se retiraron ambos hombres… Patty sacó un juego de llaves de su bolso y abrió con cuidado y cuando entró encontró a Stear sentado en un banco cerca de la bañera con la cabeza entre sus manos.
Stear – él se sobresaltó y levantándose algo nervioso se acercó a una de las ventanas alejándose de ella – per… permíteme ayudarte – llegó a él por atrás quitándole lo que antes fuera un abrigo, él quiso evitarlo volviéndoselo a poner – Stear… necesitas asearte.
Yo… yo no puedo estar aquí – intentando salir
Stear por favor – tomándole del rostro y mirándole a los ojos con dulzura y súplica… él se rindió a ella sin siquiera darse cuenta que ya le había quitado su camisa y lo tomó de la mano e hizo que se sumergiera el las tibias aguas de la bañera… él se sentía en ese momento preso de un encantamiento donde las suaves manos de Patty no dejaban de manipular su voluntad, sintió como ella enjabonó su cabello rellenando una y otra vez la bañera hasta quitar toda suciedad de su cabeza, lavó con una esponja su espalda cuello y brazos logrando que su piel mostrara su verdadero color, habían algunas escoriaciones y se propuso curarlas después de que lograra bañarlo, ella se encontraba a espaldas de él, tomó una tijeras y comenzó a quitarle el cabello y parte de la barba crecida, poco a poco él fue cediendo a ella y permitió que lo afeitara.
¿Dónde aprendiste? – la tenía frente a él mientras pasaba la rasuradora en su mandíbula, ella levantó sus hombros como no dándole importancia a lo que estaba haciendo.
Algunas veces Candy me permitió apoyarla en el hospital – sintió cuando sus hombros se tensaron y recuerdos vividos llegaron a su memoria.
Como… ¿Cómo está ella?
Espero que muy bien… Candy se ha casado y tiene tres hijos
¿de verdad? – por un momento pensó que el tiempo no había pasado
Stear… creo que tendré que afeitarte la cabeza – mirando como algunos piojos estaban sobre su espalda – bien… quita nuevamente la tapa de la bañera – él lo hizo sin protestar sintió como ella cortaba con las tijeras su cabello hasta dejarlo casi a raíz y volvió a lavarle la cabeza quitando cualquier resquicio de pelo – no te preocupes… crecerá… quítate los pantalones – él la miró sorprendido – eeeeh… no… no me mires así… tú… tú te lavarás ahí… ven ¿recuerdas como lavarte los dientes? – pasándole un cepillo con pasta dentífrica, él sonrió con timidez – aquí hay toallas y todo lo que necesites – ambos se sonrojaron y dándose la vuelta y cerrando la puerta tras ella se apoyo de la puerta sintiendo que su corazón latía estrepitosamente y sentía que estaba por salirse dirigiéndose con prisa a su recámara encontrándose con Danielle – por favor ayúdame a quitarme esto – la joven hizo lo que se le pedía, un tanto desesperada Patty se metió a la bañera enjabonándose abundantemente la cabeza y el cuerpo, cuando terminó de arreglase volvió a la recámara de Stear que ya había terminado de asearse.
Te traje ésta pijama… es de papá… estoy segura de que te quedará – se acercó a él acariciando su rostro – todo estará bien.
Es la segunda vez que me lo dices – le contestó
Solo quiero asegurarme de que así te sientas…
No sé si algún día podré sentirme bien… todo… yo…
Por favor Stear… – de repente sintió miedo de lo que pudiera decidir, él la abrazó buscando un refugio que no tuvo por tanto tiempo, Patty correspondió el abrazo sintiendo la desnudez del pecho de Stear…. Elevó sus ojos encontrándose con el azul oscuro de él, con una de sus manos callosas acarició su rostro… ella había cambiado, su rostro ya no era como el que recordara ahora sus facciones eran más finas y afiladas pero su lozanía era la misma, bajó hasta ella para sentir sus labios y se supieron en el mismo cielo, Patty acariciaba sus brazos suavemente… era el primer beso que compartían y cuando por fin abrieron sus ojos se vieron llorando, Stear no la soltaba la cerró con sus brazos por la cintura.
Te amo Patty… nunca pude olvidarte… juro que traté… pero no pude…
Mi amor… déjame ayudarte… quiero escucharte… estoy segura que hay algo que no te permite estar bien… y eso lo tienes aquí – acariciando su cabeza – y aquí – tocando su pecho, unos golpes en la puerta hizo que se separaran – ponte ésta pijama he pedido que traigan la cena, ella salió de la habitación sin antes depositar un suave beso en sus labios y salió al recibidor.
Srita Patty he dispuesto lo que ha ordenado…
Gracias Janette… puedes retirarte yo me encargo de servir – preparó la mesilla y esperó, vio que Stear se tardaba y decidió ir a buscarlo - ¿Stear? – él se encontraba frente a la chimenea y apenas reparó en su presencia, Patty se acercó a él sobresaltándolo al sentir la mano de ella en su hombro hasta bajar a su mano estrechándosela con fuerza – ven… debes cenar – él la siguió y comieron en silencio, Stear saboreó cada bocado sabiendo que si se apresuraba su estómago se revelaría por la carencia de alimento que había tenido por tanto tiempo, cada bocado le sabía a gloria, saboreaba cada cucharada y casi acariciaba con sus dedos cada pedazo de pan que se llevaba a la boca… gruesas lágrimas mojaban sus mejillas y hoy encontrándose bajo un techo y el abrigo de ella se sintió más protegido como nunca se había sentido, Patty le tomó una de sus manos apretándosela suavemente – no comiste suficiente…
Todo estuvo delicioso… pero quiero ir despacio
Toma al menos un poco más de té – él le recibió la taza rozándole los dedos y apoyándose en el respaldo de la silla.
Has cambiado – Patty agachó la cabeza escondiendo apenas una sonrisa.
Todos… todos hemos cambiado Stear… fueron casi 6 años… todo éste tiempo ha sido muy difícil para mí… para tu familia
¿ellos saben? – Patty negó con la cabeza
No… muero por darles la noticia… pero también sé que talvez quieras tomarte un tiempo para recuperarte… Stear… todos te hemos extrañado… dime que quieres hacer…
Sinceramente no lo sé – se paró y fue hacia la ventana ya era de noche y apenas había reparado en eso – por mucho tiempo traté retomar mi vida… pero todo ha sido tan difícil… que tan solo pensarlo se me hacía un imposible… cuando mi avión… el escuadrón fue derribado lo supe todo perdido… Dommi había muerto y las posibilidades de salir de ese infierno eran nulas… yo quería y deseaba poder ofrecerte un lugar donde hubiera paz… pero a donde quiera que volteaba todo era muerte y destrucción… varios caímos presos de los alemanes… yo estaba herido – se pasó la mano en su hombro – y fue gracias a una bomba que logramos escapar unos cuantos – volteó a verla extendiéndole la mano – ahí fue donde perdí parte de mi… pero fue tu recuerdo… la promesa que le hice a Dommi antes de que falleciera de darle a su familia sus pertenencias… de ahí todo fue un caos – Patty de levantó y se acercó a él ¡tenía tantas preguntas! – cuando los alemanes tomaron Francia destruyeron toda línea de comunicación… no hubo manera de hacerlo… mis documentos… mi identidad todo quedó destruido… fue gracias a una anciana que me dio alojo que pude recuperarme pero no del todo… faltaba lo peor… nadie tenía derecho a nada y nadie podía protestar y desde entonces muchos nos quedamos a esperar – otro par de lágrimas resbalaron por sus mejillas – ver morir a tanta gente en la calle te acostumbra y por momentos esperaba que llegara mi turno… la desesperanza se hacía presa de nosotros ¿y sabes que era lo peor? Que me sentía abandonado… y no había razón para que yo me sintiera así… pues fui yo quien decidió venir… fui yo quien te hice una promesa… y no logré nada.
Pero ahora estás aquí… y eso es lo único que me importa…
Cada día que pasaba te veía y añoraba en mis sueños… a ti… a Archie… a Candy… a todos… pero verme como me veía en esos momentos recrudeció la posibilidad de volver a casa… de volver a ti – Patty se aferró a su mano y lo llevó a la recámara y se sentaron frente a la chimenea sobre algunos almohadones persas – por momentos te sentía perdida y tuve miedo… miedo de volver y no encontrarte…
Stear… cuando nos dieron la noticia… todos sufrimos por ti… había una parte de mi que no podía creer tu ausencia… cuando enterramos la caja vacía una parte de mi murió también… quise morirme… intenté… – pero su llanto no la dejó seguir hablando… Stear la tomó del rostro perdiéndose en sus ojos – yo… yo intenté matarme – en su llanto convulso ella lo abrazó del cuello – ¡Dios! Si no hubiera sido por la abuela Martha que llamó a Archie y a Candy… yo… yo… no puedes imaginarte lo feliz que me siento tenerte a salvo… a mi lado… te amo Stear… déjame ayudarte – y él la acercó a su cuerpo encerrándola en un abrazo.
Ese… ese no era el plan – se levantó dejándola por un momento sola.
¡estaba desesperada! ¡estaba sin ti! – se separó de su cuerpo – ¿tienes idea de como sufrí tu ausencia?… cada día… cada segundo, minuto y hora me arrepentía de no haberte detenido… de hacerte entender que esa era una decisión tonta y estúpida… de no haberte robado un beso en los días que pasábamos juntos… todo se volvió gris y lo único que me acompañaba era la música de la cajita que le obsequiaste a Candy… ella me la dio para que a través de esa minúscula caja yo encontrara consuelo pero fue apenas hasta ayer en la mañana mi corazón se negaba a abandonar tu recuerdo – Stear volvió a ella y volvió a sentarse en el suelo recargando su espalda en uno de los sillones la acercó a él abrazándola.
Te amo Patty… ahora que ves lo que queda ¿han cambiado tus sentimientos por mí? – ella negó con la cabeza.
No Stear… nada ni nadie pudo hacer que me olvidara de ti… te amo como desde el primer día que te conocí ¿recuerdas? En el colegio San Pablo – él asintió – te amo de una manera que ni yo puedo comprender… porque al no tenerte me hice presa de ti… de tu recuerdo y ahora que te tengo junto a mi… te amaré en todas las formas posibles en las que solo mi corazón puede amarte – el corazón de Stear se llenó de esa promesa y así como cumplió algunas promesas se juró en silencio corresponder a ese amor… no sabía cuánto… como y el tiempo que le llevaría curar su integridad rota pero en su corazón sabía que no todo lo había perdido y que así como en infinidad de noches y días se supo perdido haría un nuevo camino para no errar y hacer lo impensable por ser feliz… por hacerla feliz.
GRACIAS chicas por apoyar ésta nueva propuesta que muy humildemente les ofrezco… espero de verdad que cubra sus expectativas así como también espero sus opiniones,
Magua.
Ale.
Saryfan.
Carol Aragón.
bea03.
Mía8111.
