La Promesa
¿Y ahora que? hago el balance del primer día sin ti el presagio es tan oscuro, que te juro que el futuro se presenta como un muro frente a mí. (Danna Paola)
¿Enojo?, ¿Rabia?, ¿Furia?, ninguna palabra conocida por el hombre describiría el sentimiento exacto de Senku en aquel instante al leer esa nota, esto sin dudas era insólito.
Siempre dijo que las relaciones le eran una molestia a decir verdad y más al tomar conciencia de que quisiera o no debía desposar a Luna al cumplir la mayoría de edad para asegurar el próximo legado, todo este teatro no tenía ni un milímetro de lógica. Al estar cerca de su escritorio por buscar el abrecartas con anterioridad se sentó en la silla cercana a este suspirado y arrugando la carta al cerrar su puño gracias por la frustración que sentía en aquel momento. Soltó la carta para pasar sus manos por su rostro y cabello controlando solo un poco el ritmo acelerado de su corazón.
¿Por qué el querer a esa leona acarreaba toda esta oleada de sensaciones dolorosas?
¿Qué acaso los romances como en los libros no debía ser algo así como su padre y la duquesa Lilian?
Estas y más preguntas se formaban en su ya deshecha mente, quería o no debía descansar para pensar con lógica sus siguientes pasos. Miro la carta releyendo un par de veces más verificando que efectivamente decía aquellas crueles palabras, pero lo que más le dolía era que sin dudas estaban escritas con la letra de Kohaku, su leona; ahora su vista fue al collar que venía también en el sobre, bien recordaba las veces que la leona le comentaba sobre su difunta madre y que el tener ese dichoso collar era como tener a su madre siempre a su lado, algo realmente ilógico a su parecer pero al ser ella y verla tan emocionada hablando con aquel brillo celestial en sus ojos simplemente prefería guardarse parte de su opinión, si bien era bastante sincero (por no decir cruel e insensible) entendía que al tratarse de una persona especial en la vida de ella, aunque sea una ridiculez era su forma de preservar su memoria. Un ligero tirón en la comisura de sus labios se hiso presente dando una mueca de nostalgia al recordar esos preciados momentos.
Tomo la carta y la arrugo en su mano, se levanto de la silla y sin titubeos tiro esa carta a las llamas de la chimenea de su habitación viendo hipnotizado como esta se quemaba lentamente hasta solo quedar cenizas. Ya luego de que esta fuera consumida por el fuego su extraña sonrisa de complicidad se reflejo en el rostro del príncipe-científico.
Lo siento Senku, debo de partir, entiéndeme
Entiéndeme…
"¡ja! Lo siento leona pero no te entiendo."
Al día siguiente Senku estaba de camino al estudio de su padre que era donde generalmente se encontraba gran parte del día, entro sin tocar previamente por lo cual pudo verlo concentrado en varios documentos pero el hombre al notar la presencia de su hijo este levanto su mirada sonriendo ampliamente.
-¡Senku, buenos días! -dijo felizmente.- el baile fue un éxito, hable con el padre de Luna y estuvo de acuerdo con realizar la boda lo más pronto posible.-
-ah, pues vengo a discutir eso contigo viejo.-suspiro para cerrar la puerta tras de él y acercarse al escritorio donde su padre estaba sentado –no me casare con Luna.- corto, simple y sencillo pronuncio aquella declaración con su postura despreocupada, muy contraria a la cara de su padre.
-¡¿Que?!- Byakuya estaba estupefacto.- Hijo eso no será posible ya la promesa fue hecha además de que el compromiso fue anunciado de forma publica el cancelar la boda significaría…-fue interrumpido por el joven.
-No me interesa la promesa viejo, tengo mejores asuntos en los cuales concentrarme que en el matrimonio.- hablo indiferente a las quejas de su padre.
Byakuya quedo viendo a su hijo largo rato y le pareció un tanto ilógico que ahora mismo el se niegue a casarse teniendo en cuenta que desde niño se le hiso consciente de su compromiso del cual siempre mostro poco interés, incluso le era irrelevante, pero que ahora se negara rotundamente a tan poco tiempo antes de dicho evento solo podía significar una cosa…
-Esto es por la señorita Kohaku ¿no?- sonrió comprensivo, no era idiota como para no darse cuenta de que desde la llegada se aquella chica Senku se comportaba de forma distinta.- imagino que te has enamorado de ella.-
Senku abrió sus ojos prestando su completa atención a su padre, bien dice el dicho "mas sabe el diablo por viejo que por diablo" y esta era una de esas ocasiones en las que su padre podía leer sus emociones como si se tratase de un libro cosa que si se pensaba con detenimiento no era extraña, era su hijo a final de cuentas bien lo conocía y sabia la razón tras sus acciones o por lo menos la mayoría de veces.
-¿Por qué no dijiste nada?- interrogo Byakuya a su hijo con su tono de voz compresivo.
-Pensé que solo era atracción por proximidad.- confeso riendo un tanto nervioso al verse totalmente culpable.- me di de cuenta bastante tarde que en realidad si la llegue a querer mas allá de una simple atracción.-
"y yo que pensaba que solo era un simple amor pasajero, para mas colmo ¿quién me manda a darte esperanzas?… bueno que sea lo que dios quiera."
-Hijo -Suspiro liberando la presión en sus pulmones, lo que diría no sería fácil.-por más que quisiera apoyarte en esta ocasión, no puedo. Como dije antes el padre de Luna no aceptara una deshora así para su hija, la gente comenzara a hablar de muy mala forma y es muy posible que tomen represarías contra nosotros ¡somos un reino pequeño en comparación a los demás! Si nos declaran la guerra dudo mucho que podamos sobrellevarla.-concluyo dando sus razones.
Senku analizo un momento las palabras de su padre que no eran descabelladas en lo absoluto, a pesar de ser dueños de grandes reconocimientos no quitaba el hecho de que eran minúsculos ante los demás cosa que les daba cierta desventaja. Adopto una pose pensativa posando una mano bajo su barbilla sopesando sus opciones y así llegando a una simple conclusión.
- hablare con el padre de luna- sonrió confiado.
Una semana después el estaba en el reino vecino mas específicamente de frente a la puerta de la sala del trono donde esperaba ser anunciado y poder hablar con el padre de luna sobre la conversación que tuvo con anterioridad con su padre.
-hagamos un trato hijo.-luego de un rato discutiendo Byakuya entendió que no había forma que su hijo entendiera la magnitud de sus acciones.- si logras convencer al rey de anular el compromiso, yo aboliré la ley que te obliga a casarte con alguien de la realeza al cumplir la mayoría de edad y si decides ir a buscar a kohaku te apoyare también pero solo cuando tengas dieciocho- sonrió amable.
-mi rey, es un honor presentar ante usted al Principe heredero Ishigami Senku.-
Las puertas dobles se abrieron dejando ver al joven muchacho con una expresión seria y de porte severo, miro con atención al frente y avanzo a paso moderado sin despegar sus ojos a los del rey, un hombre ya entrado en sus años.
-su majestad –hiso una reverencia, odiaba con todo su ser las formalidades pero en esta ocasión debía ser cuidadoso con sus acciones- vengo a discutir con usted asuntos relacionados de mi compromiso con su hija.-
Ante eso el rey asintió expectante, ni en diez mil millones de años hubiera imaginado la noticia que estaba a punto de recibir.
-Quiero anular el compromiso.- sintió un ligero peso menos en sus hombros al expresar aquel pensamiento que lo estaba torturando desde hace un tiempo atrás, al ver la cara de sorpresa del rey le recordó por un instante a su padre quien su reacción inicial fue la misma al decirle que no quería casarse.
El rey quien se mantenía expectante ahora estaba con la boca abierta, con sus ojos abiertos en gran medida, sus cejas alzadas resaltando las líneas de expresión en su frente, sin poder creer lo que estaba escuchando; rápidamente dicha sorpresa cambio a enojo.
-¡¿Como que no quieres casarte con mi hija?!- vocifero enarcando las cejas y levantándose de su asiento- ¡si te arrepientes ahora mismo de tus palabras puede que te perdone esta falta de respeto!-
-ah, calma viejo. No es el fin del mundo- rasco su oído con su meñique.
-maldito seas tu y tu linaje, ¡sabía que no debía hacer promesas con ese miserable de Byakuya!- eso ultimo lo dijo mas para si mismo cosa que capto la atención del príncipe al recordar sobre esa supuesta promesa.
-debes entender que el rey no aceptara tu rechazo de buenas a primeras-suspiro- antes del nacimiento de Luna nosotros hicimos una promesa que los involucra a ambos.-
-¿y de que trata?- ladeo su cabeza extrañado.
-No puedo decirte mucho, eso solo quedo entre nosotros hijo, no puedo hablarte sobre asuntos entre reyes, lo que si puedo decirte es que tiene que ver con las diversas minas de esas tierras y conexiones con reconocidos mercaderes, pero… principalmente lo hice por ti, para que pudieras seguir con tus ideales.-su expresión alegre venia acompañada de cierta tristeza- Pensé que estaba haciendo un bien para ti, perdóname Senku.-
Bien, si no podía sacar información de su padre lo haría por otros medio.
-¿cuál fue la promesa?- pregunto ignorando los comentario despectivos hacia él y su padre.
-esos no son asuntos para un chiquillo malcriado- el rey se veía irritado mientras miraba príncipe con desdén que se mantenía con su misma expresión de seriedad.- esto a ti no te concierne hablare con tu padre, ademas ¿para que quieres saberlo? Esos son asuntos entre reyes ¡y tu, no sabes lo que es ser rey!.- al hablar enfatizo lo ultimo dicho.
- ¿No sé que es ser rey? -sonrió de lado. Ya comprobó lo que dijo su padre, este hombre sin dudas era más terco que el mismo y si no podía convencerlo por las buenas lo haría por las malas y no había mejor forma (y hasta divertida para él) que dejándolo sin argumentos- Soy yo el que de manera indirecta maneja todo el reino, soy yo el creador de todos los inventos que hacen de mi reino el más avanzado en cuanto a tecnología usando la ciencia. Incluso muchas de mis ideas las usa usted actualmente: las vías ferroviarias en las minas, el sistema de acueductos o el telégrafo por solo decir algunas- enumero cada uno de sus inventos que pudo ver de camino al palacio, dio una sonrisa socarrona mirando el rostro del hombre mayor que era de genuina sorpresa.- mi padre lo único que hace es promover el uso de mis ideas.- hurgo en su oído con su meñique sonriendo más ampliamente.- digamos que soy un rey sin título por ahora…-
-de igual forma…-el hombre trato de recuperarse de aquella sorpresa.- no puedo considerarte algo que no eres.-
-¡ho vamos viejo!- soltó una risilla ante aquel comentario lo que hiso al rey crispar sus nervios- bien sabes que despose o no a tu hija lo seré y sé muy bien que a usted le interesa dicha unión por lo cual, le ofrezco un buen trato. Pero solo si usted me dice en que nos han metido a Luna y a mi.-hablo seriamente a lo último.
El rey que miraba estupefacto al muchacho lo analizo por un momento, no confiaba en el. Bien lo dijo el príncipe, solo deseaba que su única hija desposara a ese miserable por los beneficios pero más allá de eso lo despreciaba y luego de esta enorme ofensa hacia su persona y principalmente a su adorada hija tenía razones de sobra para oponerse a que se casaran, ahora bien ¿debía o no escuchar su propuesta?, si era por el tema de la boda podía perfectamente buscar a alguien más, aun estaba a tiempo de buscar un buen hombre para Luna pero algo en su interior le decía que no era por eso y que debía escucharlo.
-déjame meditar con mis aliados, te daré una respuesta más tarde-
Bien, ya había dado un paso, el rey no lo rechazado y se estaba sopesando la idea, por una vez su muy mala suerte estaba de su lado y rogaba por que siguiera así por lo menos hasta que el tomara una decisión.
Los sirvientes lo guiaron a una de la tantas salas comunes del palacio para esperar su tan ansiada respuesta, Senku se encontraba con la mirada perdida mientras bebía un poco de la humeante taza de té que tenía en su mano, estaba pensando en todos los escenarios posibles principalmente si el rey no aceptaba hablar con èl cosa que lo preocupaba un poco pero si se daba el caso ya se las arreglaría para convencerlo. También pensó en lo positivo y en las enormes molestias que se ahorraría gracias a eso y es que mientras más rápido solucionara sus problemas, mas rápido podría ir tras su leona.
-Kohaku…-
El solo mencionarla hiso a su mente nublar con todos sus gratos recuerdos, sonrió de lado al recordar uno en particular.
-Creo me has dejado embelesada…- dijo la chica de alborotado cabello mirando perdidamente al príncipe que estaba sentado frente a ella leyendo en voz alta.
El la miro con horror al pensar que aquellas palabras eran una especie de extraña confesión.
-no llevas mucho tiempo en este lugar y ¿ya te has enamorado?- sonrió burlón.
-¡Nunca dije nada de eso! Solo lo pensé porque te admiro- sus mejillas estaban sonrojadas muy posiblemente de la vergüenza.
-¡Ah!- suspiro aliviado- si ese es el caso te lo agradezco, no hay nada más problemático que las relaciones amorosas.-
Sonrió, gracias al recuerdo de aquel día.
"si, sin dudas las relaciones aun me parecen algo bastante problemático"
El hecho de estar metido en este enrollo y querer pasar por encima de la tradición por no querer desposar a Luna ya era algo bastante temerario para la época a decir verdad, pero siempre demostró lo poco que le interesaban las viejas costumbres y esta ocasión no sería la exención.
-Su majestad- llamo uno de los tantos sirvientes- su alteza real quiere verlo en la sala del trono, por favor acompáñeme-
Fue un camino silente solo las pisadas se escuchaban y al llegar a su destino pudo ver al rey sentado en su trono y junto a él varios hombre igual de viejos que el.
-he consultado con mis aliados y consejeros reales, todos llegamos a una conclusión.- comenzó a hablar el rey- aceptaremos tu propuesta solo si nos parece conveniente. Además que según las propias palabras de mi más fiel consejero -señalo un chico en particular que destacaba de los demás por su juventud y su extraño cabello blanco y negro- eres alguien de confiar. Si logras convencerlo a él de tu propuesta estaré dispuesto a anular el compromiso de mi hija con usted.
Senku sonrió al escuchar sus palabras por otro lado el joven de cabello bicolor miro al príncipe son una sonrisa algo siniestra.
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Ambos llegaron a una sala aparte para hablar con más privacidad por petición de Gen.
-Príncipe Ishigami, me presento mi nombre es Asagiri Gen he escuchado grandes cosas de usted.-su voz era bastante melosa cosa que era bastante extraño.
-si, si un placer.-hiso un ademan con la mano restando importancia a los halagos.- hablemos de lo que nos interesa ¿le parece?.-
-está bien, si usted lo desea…-sonrió misterioso- primero que nada dígame ¿por que no quiere desposar a la señorita Luna? Es una jovencita muy cotizada por muchos hombres y no solamente príncipes.-su mirada se poso en el príncipe-científico analizando hasta el más minúsculo movimiento de su cuerpo.
-Simplemente no me interesa el matrimonio.-dijo indiferente ante la escudriñante mirada de la cual era víctima, debía admitir que le resultaba un tanto incomodo pero nunca lo diría en voz alta.
-ho, ya entiendo...-dijo desilusionado pero sin quitar su extraña sonrisa de su rostro, este hombre ya le estaba dando una muy mala espina- aun sigue interesada en aquella chica que lo rechazo públicamente.-
Un ligero tic nervioso se hiso presente en sus cejas, bien sabia que los rumores sobre aquel suceso se esparcieron muy rápidamente pero no creyó que en el periodo de una semana los chismes llegaran tan lejos.
-Mierda…-susurro por lo bajo sentándose recto en el sillón que estaba sentado mirando con asombro al consejero que lo miraba divertido.- ¿estamos aquí para hablar de mi vida personal o de negocios?.-pregunto irritado y con cierto nerviosismo, a este punto le parecía extraño que el rey no le haya reclamado por dicho escándalo. Ya estaba entendiendo su juego y si era ese el caso el también podía devolverle la jugada
-está bien, tranquilo su majestad.- rio divertido al ver la expresión de fastidio del muchacho de raro cabello a sus ojos era más que obvia la situación y por mas que lo negara sabía muy bien el por que de su negativa al admitir lo obvio.- si no busca el compromiso ¿Qué busca? –Pensó un instante- ¿tal vez, algún poder sobre las diversas minas que poseen nuestras tierras? o ¿busca hacer conexión con algunos de nuestros grandes mercaderes?.-
-No, solo quiero anular el compromiso lo más pronto posible ya que me ha generado grandes problemas personales- confeso de forma relajada.
- ¡Ho Ishigami Senku todavía sigues interesado en aquella mujer que te dejo en ridículo en todo tu reino!-rio de forma escandalosa con una expresión siniestra, ya lo tenía donde quería, era una confesión vaga pero era una confesión a final de cuentas.- Es de admirar lo que es amor-ironizo- pero como dices tu hablemos de negocios que tienes para ofrecer a este reino.-
Senku suspiro en señal de derrota, de igual forma todos se enterarían de una u otra manera sobre la verdadera razón de dejar a Luna pero esa era la menor de sus preocupaciones a decir verdad. Aunque analizando un poco este era el momento exacto para realizar su jugada.
-Nada.-
Hi!
Bien dicen que lo prometido es deuda por lo cual aqui traigo algo para alegrarles la tarde XDD
Como dije en el capitulo anterior se supone seria un final alternativo pero por alguna razón mi inspiración simplemente se bloqueo pero luego de muchas ideas que me dio mi beta creo lo extenderé un par de capítulos mas para explicar el trasfondo de esta pequeña historia.
Quiero mandarla un saludito especial a mi escritora favorita de este fandom celeste Kaomy quien dio la idea de que en vez de un final alterno fuera una continuación :3 gracias de verdad me salvaste de dejar este fic en el olvido X'D
En fin ¡muchísimas gracias por leer!.
