Esta capítulo comienza inmediatamente después de lo ocurrido en el prólogo.
La escena que se describe aquí corresponde al fanart de portada (vestimenta en la cual se basa todo el fic).
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Capítulo I
El frío empezó a calarle los huesos hasta que despertó. El ensordecedor ruido de disparos y explosiones la hicieron salir de su letargo, más aún al notar que estaban huyendo. Pero Rey no corría, otro lo hacía por ella llevándola en brazos.
Se quedó quieta observando al misterioso hombre de casco blanco que respiraba agitado, viendo salir bruma por debajo de la máscara al contrastar su aliento con el gélido ambiente nevado.
El sujeto entró a una casa abandonada derribando la puerta de una patada.
- Quédate aquí. No hagas ruido- le indicó, dejando escuchar su voz mecanizada. La recostó en el suelo dispuesto a salir a terminar la batalla.
Al oírlo, su piel se erizó... Ese casco se le hacía demasiado familiar. Aquel hombre tan alto, vestido con túnicas blancas y negras, encendió su sable de luz en cruz blanco. Estaba perturbada y perdida pero aún así quiso acompañarlo.
- Puedo ayudar- insistió, encendiendo su sable dorado
-No!- se lo prohibió de inmediato- Ya te equivocaste una vez. Luke Skywalker me envió por ti y cumpliré mi misión. Así que más te vale que sigas viva.
- Ya te entendí. No es necesario que me sigas señalando con tu dedo- añadió molesta, apagando su arma
- Eres terca. Casi te matan. Todos los cazarrecompensas vinieron a Kijimi por ti. Te quieren viva o muerta, entiendes? Al Emperador poco le importa tu bienestar. Así que obedece.
Él no le dijo más y salió de allí, corriendo tras los que lo habían perseguido. Ella suspiró angustiada. ¿Entonces sí estaba en Kijimi? Se asomó por una de las aberturas de la casa en ruinas, observando a quienes peleaban. Sus ojos llenos de asombro no podían creer ver a Finn luchando hábilmente con un sable de luz azul. Y no solo él, habían muchos. ¿Todos eran jedi?
La curiosidad pudo más. Salió disimuladamente a mirar desde otro ángulo, manteniéndose oculta. Pudo visualizar a Poe junto a Rose, Jannah y Zorii disparar certeramente a varios stromtrooper. Quería correr a su encuentro pero algo se lo impedía y no era precisamente obedecer las órdenes de aquel extraño sujeto. Tuvo un mal presentimiento.
Encendió nuevamente la hoja amarilla brillante, cortando todo a su paso con tal de encontrarlo. Hasta que lo halló rodeado de 7 sujetos de armaduras negras: los caballeros de Ren más su Maestro. Fue en ese momento en que la mente de Rey empezó a colapsar. Le asustaba la idea de saber qué rostro se acultaba bajo la máscara de aquel Líder Oscuro. Se le llenaron los ojos de lágrimas al sospechar que nuevamente podía ser el hijo de Leia... sin embargo, se veía demasiado distinto a él.
- Vamos, Kylo. Únete. Estás perdiendo el tiempo con ellos- habló por fin en representación de todo el grupo
¿Kylo? Otro quiebre más. Se mantenía escondida detrás de escombros y arbustos. Escuchar ese nombre hacía que se le apretara el corazón.
- Largo de aquí! - respondió el aludido- No seré un sirviente más del Emperador como ustedes!
- Pero le sirves a la Resistencia. Igual eres un esclavo- lo desafió Ren, frente a él
- Estaré del lado que yo considere correcto. Ahora fuera! Sé a lo que vienes y no te la daré - lo amenazó, empuñando más fuerte su sable
- Yo me ocuparé de él. Ustedes vayan por la chica.
Cuando Rey escuchó esas palabras, sabía que se refería a ella. No se quedaría quieta a esperar su final. Salió de su escondite, gritando furiosa contra los 6 caballeros que fueron a su encuentro. Ágilmente devolvía los ataques de cada uno, pero empezó a dudar si podría contra todos ellos al mismo tiempo.
Kylo quedó petrificado al verla allí. ¿Es que acaso esa mujer no era capaz de seguir una simple orden? ¿Por qué Luke y su madre insistían que debía protegerla si al parecer ella solo quería morir de la peor manera? ¿Por qué tenía que arriesgar su propia vida por la descendiente de ese maldito que lo torturó mentalmente desde su infancia?
Ben, entiéndelo. Ella es como tú.
¡Por supuesto que no, madre! Es la heredera de ese malnacido de Palpatine! Tiene que morir!
¿Entonces tú también mereces morir por ser nieto de Darth Vader?
Yo elegí mi propio destino
También ella lo puede hacer. No la condenes, Ben. Ella ni siquiera sabe de dónde viene. Lucha entre la Luz y la Oscuridad al igual que tú. Aprendiste a bloquear por completo al Emperador de tu mente, aún así te dolió saber quién era realmente tu abuelo cuando Luke y yo te lo dijimos. Pero estabamos juntos y nos apoyamos. Ella necesita ese apoyo ahora.
Ganas no le faltaron para dejarla allí a su suerte. Pero las palabras de su madre rondaban su mente... Fue por enésima vez en su ayuda. Hasta el mismo Ren había perdido interés en Kylo con tal de conseguir a su objetivo principal.
- ¡Te juro Rey que ésta es la última vez que te ayudó a salir de los problemas que tú misma provocas!- le gritó mientras luchaba junto a ella, de espaldas uno con el otro
- De qué hablas?! Ni siquiera te conozco!
Ella seguía en batalla como si nada, dando lo mejor de si para vencer a los caballeros de Ren, mientras él se quedó quieto después de la dura respuesta de la joven.
- En serio?! Ahora vienes con eso?!- exclamó indignado, pero su distracción tuvo consecuencias.
Diversos cortes en la espalda que afortunadamente pudo evadir justo a tiempo, dejando solo restos de tela sobre su cuerpo. Se quitó con la mano lo trozos colgando, quedando a torso desnudo. Su enojo era tan grande hacia ese clan de usuarios oscuros que ni siquiera recordó lo frío que era ese lugar. Ya lo tenían harto: lo perseguían por todos lados insistiendo en que se uniera a ellos, derramaban sangre inocente sin remordimientos, obedecían al Emperador y continuaban en ese proceder a pesar de todas sus advertencias. Había llegado a su límite después de ver que realmente estaban dispuestos a llevarse a Rey, viva o muerta.
Estaba tan agotada que sentía el sable tiritar entre sus manos. ¿Era cansancio o hipotermia? Tal vez las dos. Dudaba de su victoria hasta que vió a aquel hombre semidesnudo arrasar con los seis que la tenían acorralada. Era hipnotizante observar sus movimientos perfectos, dejando inerte a quien se le cruzara. Tan enviciante, que no dejó de verlo ni un segundo. ¿Por qué sentía esa necesidad de ir, de tocarlo, como si fuera de lo más natural? Podía jurar que ya lo había visto así antes...
Finalmente yacían todos sus oponentes en el suelo, sin respirar, incluyendo a su Líder. Kylo se giró para ver si ella seguía bien, encontrándose con su mirada fija en él. Apagó su sable, lo colgó en su cadera. Entonces apretó los sensores del casco y se lo quitó, tirándolo al suelo, mostrando su pálido perfil y ondulado cabello oscuro.
- No vuelvas a hacer otra estupidez- le advirtió severamente, esperando que, como en los últimos 6 meses desde que la conoció, ella se negara a admitir sus errores.
Sus ojos se cristalizaron al instante, ignorando lo que él le acababa de decir. Solo se centró en su rostro... en su verdadera voz. Se le acercó temblando, llena de dudas.
- Ben?-
Él la miró extrañado. ¿Quién le había dicho su verdadero nombre? Estaba prohibido revelar su identidad y solo su familia la conocía. Suspiró rendido cuando supuso que su padre se lo contó.
Dices que la odias, pero sé que te gusta, hijo. Noto como la observas. ¿Por qué no hablas más con ella? Es preciosa aunque está media loca. Mira cómo apunta con ese bláster... ahora que tiene su propio sable de luz no me quiero ni imaginar el desastre que hará con él
- Sí, ese es mi nombre. Pero no se lo digas a nadie. No mientras el Emperador siga vivo. Kylo es un seudónimo: "Ky" por Skywalker, "Lo" por Solo. Él piensa que estoy muerto- trató de explicarse, evitando sonar tan ridículo - Por eso uso el traje, para que no me reconozcan.
- Ben- la escuchó llamarlo otra vez, estando justo frentre a él, observando cada detalle de su ser como en un trance.
Tocó con temor su rostro, pensando que desaparecería como la última vez... pero no, él seguía allí, mirándola sin entender su actitud.
Empezó a llorar de felicidad... Él estaba vivo. Lo abrazó lo más fuerte que pudo, como siempre lo quiso hacer. Su torso era tan cálido y ella allí se sentía tan pequeña, frágil pero fuerte a la vez. Por fin estaba completa... y no lo soltaría nunca más.
Ben quedó tan impactado por el gesto que lo único que su cuerpo pudo hacer fue quedarse inmóvil y ruborizar su rostro. La nieve caía cada vez más copiosa al suelo y no obstante para él hacía un calor asfixiante al sentir aquellas manos acariciando su cuerpo y el rostro de la joven reposar contra su pecho. Un calor que se estaba irradiando a otras zonas al tenerla tan cerca y él... ni entendía porqué ella ahora lo trataba así. Aunque sin duda en más de alguna ocasión quiso que pasara... Finalmente lo único que lo retenía era saber que ella era una Palpatine, porque si fuera solo por su belleza, su indomable carácter, su intensidad en la Fuerza, su irresistible cuerpo de mujer...
- Rey, Rey, qué pasa?- se separó después de un rato, antes de que su mente dejara de funcionar y otra parte de su cuerpo empezara a tomar decisiones por él, aunque no soltó el abrazo por completo.
- Yo... no sé, perdón... yo- se sonrojó, mientras su mente divagaba - Sentí... que debía hacerlo, disculpa- entonces bajo la mirada avergonzada
- Está bien... solo dime porqué - le exigió saber en un ronco susurro
Ella alzó la vista de nuevo: esos intensos y hermosos ojos la miraban llenos de amor aunque quizás Ben no lo sabía. Volvió a contemplar en él esa incipiente sonrisa...
La batalla en Kijimi por fin había terminado y la Resistencia los estaba buscando. Los primeros en hallarlos fueron Poe y Finn, descubriendo el momento exacto en que Rey alzó sus brazos al cuello de Kylo para besarlo en los labios.
- Ese desgraciado se las conquista a todas- refunfuñó Finn
- Él no hace nada. Ellas lo persiguen aunque ni lo conocen. Siempre estuvo solo pero ahora- codeó a su amigo- Ahora sí que ya cayó, míralo. Lo está disfrutando siendo que al principio hablaba mal sobre ella.
Finn no quería ni mirar, aunque lo que decía Poe era verdad. De todas formas Kylo no era un Jedi y al parecer, Rey tampoco lo sería, al menos no de la manera convencional.
Y si bien Ben no tenía la menor idea de qué hizo en especial aquel día para merecer esos besos, no lo cuestionó en absoluto. Claro que no. Al contrario, aprovecharía cada segundo para mantenerla apegada a él, cerrando los ojos para concentrase en lo deleitable que era la boca de esa mujer y en sus manos que le hacían hervir la sangre... se retrasaría lo más posible antes de volver con la Resistencia. Porque era ella la que no lo dejaba de abrazar y besar. El respondería sin dudar sus muestras de cariño... ¿o eran de amor? Como fuera, él estaría por completo a su disposición.
Tal vez él no lo tenía claro, pero Rey sí. Deseaba estar entre sus brazos y disfrutar de sus labios el resto de su vida. Su mente ya no era tan certera con sus recuerdos... pero la emoción seguía ahí. Su corazón le pertenecía a él, tuviera o no razones para explicarlo, así era... y así siempre sería. Sin más errores, sin más muerte... solo ese amor que siempre debió ser.
Esto se viene con todo! Intervenir la temporalidad traerá sus consecuencias, ¿para bien o para mal? Pronto lo sabremos
