Para leer esta historia es necesario conocer la temporada uno llamada "La noche del 3 de Abril" Aunque, bueno, si les da pereza ir a leer igual pueden leer esta historia que es su continuación, pero, si algo no entienden es porque en la temporada 1 hay información previa.

Sin más que decir, comenzamos con la segunda temporada.


Días habían transcurrido luego de la fiesta de Bienvenida del día Sábado, o mejor dicho casi dos semanas las cosas habían estado bastante tranquilas para algunos, extrañas para otros y también incómodas para otros.

Yamato y Mimi luego de ese día seguían intentando ser "amigos" aunque claramente su amistad no era una simple amistad, el rubio podía ser muy serio y callado con los demás, pero, con la chica podía sacar esa faceta divertida de él, quizás, aún había cierto dolor por los años separados, dolor que cada hora, cada minuto, cada segundo iba desapareciendo, la chica había sido sincera con él y le había contado la raíz de su problema, algo que él valoraba, ya que, para nadie debía ser sencillo hablar de ese tema y pues, cada vez entendía más a la chica, Mimi era una chica de buen corazón y sensible. Mientras que Mimi estaba verdaderamente feliz con Yamato, quizás, llevaba apenas una semana ahí y había logrado hablar con el rubio, eso era una avance, ya que, solo así prepararía el terreno para cuando debiera decirle la verdad, porque, ese día llegaría.

¡Si o si!

Pero, por el momento se conformaba en ser su amiga.

Algo que la llenaba de felicidad.

Felicidad.

Un sentimiento totalmente opuesto a lo que estaba sintiendo Taichi Yagami, en esos momentos, ya que, luego de la fiesta Sora no le daba ni la hora, ella lo había terminado y pues, no tenía intenciones por el momento de reparar esa relación, evidentemente ella estaba enfada con él, a esto se le sumaba que las cosas entre Hikari y él no estaban bien, ambos estaban enfadados, cada uno por sus respectivas razones, y como guinda del pastel con Yamato ya no se daban ni la hora, luego de la pelea de esa noche hacían todo lo posible por ignorarse.

En pocas palabras, esas tres personas cercanas a él estaban enfadados por lo que le había dicho a Takeru esa noche, y eso lo hacia sentir triste, pero, a la vez incomprendido.

¿Por qué nadie veía que solo quería proteger a su hermana?

Mientras que Sora día a día intentaba no arrepentirse de su decisión, había terminado una relación de bastante tiempo con Taichi, por las razones que le había dado esa vez, y pues, le dolía sin duda, ya que lo quería, pero, le había advertido miles de veces que ocurriría si no dejaba de actuar de esa forma, se supone que como su novia, él debía escuchar su consejo, pero, simplemente la ignoró y terminó comportándose de una mala forma con Takeru, un chico que simplemente quería proteger a Hikari luego de lo que habían pasado.

Cada día se hacia más difícil todo lo que había ocurrido, sin duda, Hikari siempre había querido a su hermano, lo estimaba, era su protector, pero, verdaderamente se había pasado, su relación luego de esa Noche del 3 de Abril había sido complicada, cada uno había intentado confiar en el otro y luego de la Fiesta de Bienvenida Taichi había dejado más que claro que él no confiaba en ella y había insultado a Takeru, algo que quizás había permitido mucho tiempo, pero, que ya no.

¡Ella lucharía por estar con Takeru!

El rubio menor de los Ishida estaba alegre por esto, ya que, amaba a la castaña, su amada Hikari, pero, luego de la fiesta no podía evitar sentirse incómodo, él nunca había querido provocar tantos problemas entre los Yagami, quizás, hubo un tiempo (hace tres años atrás) que verdaderamente detestaba que Hikari idolatrara a su hermano, pero, luego de ese 3 de Abril había entendido cual importante era relación fraternal entre ellos y pues, sabía que Taichi no era un santo, pero, aunque la castaña no lo dijese, él sabía que le dolía estar lejos de su hermano y pues, eso igual lo hacia sentir mal a él.

Aún así, ignorando el tema de Taichi, su relación de noviasgo iba de lo mejor.

Y pues, también habían otras parejas "felices"

Kouji e Izumi seguían siendo novios, todo estaba bien entre ellos, intentaban no discutir, hablar, en pocas palabras matenían la misma relación de novios que tenían desde que habían comenzado a serlo. Aunque, Kouji de vez en cuando no podía evitar preguntarse ¿qué pasaba por la cabeza de la rubia y por la cabeza de Takuya? Su mejor amigo y su novia en el pasado habían tenido algo, y pues, aunque ambos no quisieran hablar de ese tema no podía evitar preguntarse ¿qué sería de ellos?

Takuya simplemente se encontraba en un verdadero enredo con sus sentimientos, no sabía si seguir a su corazón o hacer las cosas bien. Solo tenía una cosa clara y esa era que su corazón había vuelto a latir con fuerza como hace años atrás.


—Tú y yo somos uno para la eternidad, Eres el reflejo de toda mi verdad, Todos nuestros días por ti voy a luchar.— Cantaba Mimi Tachikawa, una hermosa chica de cabello castaño claro, ojos color miel y piel pálida mientras arreglaba su ropa frente a su espejo— Cuando nos miremos ya no habrá soledad

—¡Hey! Mimi.— Izumi Ishida, una chica rubia de ojos verdes apareció a su lado— ¿Nueva canción?

Mimi sonrió de lado— Algo así.— Contestó mientras arreglaba su top color crema tejido a crochet— Dime ¿como se me ve nuevo top?

Izumi observó atentamente esa pieza de ropa de su amiga y sonrió— Excelente.— Contestó— ¿Es nuevo?

Mimi asintió— Si.

—¡Está increíble!— Habló la rubia— Se te ve completamente sexy, de seguro muchos quedan boquiabiertos cuando te vean.

Mimi sonrió de lado— ¿Todos?— Preguntó— A mi solo me importa uno.

Izumi sonrió de lado, ya que, sabía a quién se refería. A su rubio y guapo hermano, Yamato Ishida, con quién tenía una linda e "inocente" amistad—¿Qué onda entre mi hermano y tú?— No pudo evitar preguntar, ya que, últimamente andaban muy juntos ellos dos, salían de vez cuando, según ellos ensayaban, pero, tanta cercanía la hacia dudar de esa información.

Mimi simplemente sonrió de lado— ¿Nuevamente preguntando eso?

—Bueno, tu me has dicho que no ocurre algo entre ustedes, pero, no sé, si yo no confiara tanto en ti yo pensaría que entre ustedes hay algo más.— Respondió la rubia.

Mimi rodó los ojos divertida—Ya te he dicho.— Contestó—No ocurre algo entre nosotros.

—¿Segura?— Preguntó la rubia.

—Segura.— Contestó la Tachikawa— Si ocurriera algo te lo diría.— Guiñó el ojo derecho antes de voltear en dirección a una de las puertas del departamento— Ya es hora de bajar y Sora aún no sale.

Izumi hizo una mueca y ambas se acercaron a la puerta de la habitación de la pelirroja para dar unos pequeños golpes.

¡Toc, toc!

—¿Sora?—Llamó la rubia.

Y al cabo de treinta segundos de espera la puerta se abrió dejando ver a una chica pelirroja de ojos ámbar y piel bronceada totalmente despeinada, con ojeras y con los ojos inflamados.

—¿Sora? ¿Qué te ocurrió?— Preguntó Mimi preocupada.

—Luces terrible.— Habló Izumi.

Sora hizo una mueca.

—No nos digas que ¿nuevamente estabas llorando por Taichi?— Preguntó Mimi.

Sora asintió— Si.

Izumi y Mimi intercambiaron miradas ante esto, la Takenouchi y el Yagami habían terminado hace tres semanas su relación y pues, habían días en los cuales la chica andaba bien, pero, habían otros días en los cuales la tristeza le ganaba.

—Sora, no deberías seguir llorando por eso...

—Lo sé, lo sé.— Habló Sora— Pero, no puedo evitarlo esto es difícil para mí.

Nuevamente Mimi e Izumi intercambiaron miradas preocupadas por esta situación, era triste que le ocurriera eso, ya que, era evidente que Taichi y ella se querían, pero, bueno, ella le había advertido que si no dejaba de ser tan machista y molesto con Takeru e Hikari, ella se alejaría de él y pues, Sora era una chica de una sola palabra, aunque, le doliera estar lejos de él se mantendría firme en su decisión aunque doliera.

—Lo sabemos.— Finalmente habló la rubia— Pero, Sora, no puedes estar así.— Señaló su reloj de pulsera— Mira, ya es tarde, tenemos que desayunar, tenemos que ir a clases y no estás lista.

Sora suspiró— No quiero desayunar.

—Porque, no quieres encontrarte con Taichi ¿cierto?— Preguntó Mimi.

Sora asintió.

Izumi y Mimi intercambiaron miradas y sin esperar más, ambas agarraron a la chica de un brazo cada una y la ingresaron a su habitación.

—¡Hey! ¿Qué hacen?— Preguntó la pelirroja sorprendida.

—Te vamos a arreglar para que bajes con nosotras.— Contestó Izumi.

—Pero, no quiero...

Mimi rodó los ojos— Pero, lo harás.— Contestó— Entendemos que estés así por Taichi, pero, no dejaremos que te heches a morir por alguien que simplemente no supo apreciar todo lo que hiciste por él.


El día había comenzado para todos en el Internado Billonario de Odaiba, algunos se habían levantado con todas las energías, algunos parecían haber tenido una pésima noche y uno que otro parecía aún no haber despertado del todo.

Yamato Ishida parecía haber despertado bien, no estaba con toda la energía del mundo, pero, evidentemente estaba más despierto que Taichi Yagami, su mejor amigo, quién parecía no haber dormido bien, tenía unas ojeras terribles y cabello desordenado.

—¡Tengo sueño!— Exclamó Taichi agotado.

—Tu siempre tienes sueño, Yagami.— Habló el Ishida— Aunque duermas hasta el medio sigues teniendo sueño.

Taichi hizo una mueca— Mejor guarda silencio Ishida.

Yamato rodó los ojos— Solo decía.— Comentó—Pero ¿Sabes? Deberías considerar dormirte más temprano.

—Pero, si ayer dormí temprano, es solo que...—Taichi suspiró— No concilie el sueño.

Yamato hizo una mueca ante esto, ya que, aunque el Yagami no lo dijera, él sabía que el Yagami no dormía hace semanas, luego de su ruptura con la Takenouchi, era evidente que había quedado afectado luego de esa separación.

Era triste, si.

Pero, para su mala suerte, era algo que se merecía luego de haber actuado como había actuado.

Ambos ingresaron al comedor, tomaron sus bandejas respectivas con sus desayunos y caminaron en dirección a una de las mesas de ese lugar.

—¡Hey! Buenos días.— Los saludó cierto un chico moreno de ojos azules que apareció frente a sus ojos.

—Buenos días Ryo.— Saludaron el rubio y el castaño.

—¡Vaya! Yagami, luces terrible.— El Akiyama le comentó a Taichi.

Taichi simplemente hizo una mueca— Estoy agotado.

—¿Agotado?— Cuestionó el Akiyama— ¿Agotado por los entrenamientos de fútbol? ¿o agotado de llorar por Sora?

Taichi hizo una mueca— No me simpatizas, Akiyama.

Ryo simplemente rodó los ojos y sin decir más, los tres tomaron asiento al rededor de una mesa.


Los dos gemelos de cabello negro-azabache y ojos azules venían bajando las escaleras acompañados de un chico moreno de ojos chocolates y cabello castaño.

—Nuevo día, nuevas energías.— Exclamó alegre Koichi Kimura, el mayor de los gemelos.

Takuya hizo una mueca ante esto— Para ti.— Bostezó— Tengo sueño.

—Siempre tienes sueño Takuya.— Habló Koichi.

Los tres amigos simplemente caminaron hasta la puerta, pero, antes de ingresar alguien llamó la atención del castaño—¡Hey! Takuya.— El nombrado ante esto volteo encontrandose con Daisuke Motomiya, uno de sus compañeros del club de fútbol— Piensa rápido.— Y sin decir más, pateo un balón en dirección al moreno.

Takuya en un rápido movimiento con los pies agarró el balón, pero, antes de que le pudiera responder algo al Motomiya una mujer rubia de piel pálida y ojos lilas apareció frente a ellos.

—Joven Takuya y Joven Daisuke.— Habló la mujer cruzandose de brazos— ¿Que hemos dicho de jugar con balones aquí adentro?

Takuya hizo una mueca y llevó una mano a su nuca— Lo sentimos directora Rumiko.

—No se repetirá.— Esta vez habló el Motomiya.

La mujer rodó los ojos— Siempre dicen lo mismo.

—Pero, esta vez es verdad.— Habló Takuya.

Rumiko Nonaka suspiró— Eso espero.— Y sin decir más, se alejó del lugar.

Sin decir más, los gemelos tanto como Takuya y Daisuke entraron al comedor para desayunar, cada quién tomando asiento al rededor de una mesa, Daisuke con los demás chicos del club de fútbol y los gemelos con Takuya como todas las mañanas junto a Taichi, Yamato y Ryo.

—Buenos días.— Saludó Koichi con su buen humor de todas las mañanas.

—Buenos días.— Contestaron el Ishida, el Akiyama y el Yagami a la vez.

—¡Wow! Taichi...—Takuya exclamó al ver al capitán del equipo de fútbol—Luces terri...

—No es necesario que lo digas, ya lo sé.— El Yagami interrumpió a Takuya, provocando que este hiciera una mueca e intercambiara miradas con sus demás amigos, verdaderamente estaba siendo preocupante la actitud del Yagami luego de su ruptura.


¡Toc, toc!

Un guapo chico rubio de ojos azules de nombre Takeru tocó la puerta de uno de los departamentos del edificio y a los pocos segundos ante sus apareció una chica castaña de cabello corto y ojos cafés—Hola preciosa.

La castaña sonrió al verle— Hola, amor.

—Amor.— Takeru repitió con una sonrisa en su rostro— Me encanta que me digas así, Hikari.— Se acercó y la tomó por la cintura— ¿Cómo amaneciste?

Hikari sonrió—Muy bien ¿y tú?

—Bien.— Contestó el rubio—Aunque, un poco triste, ya que, anoche no me diste mi beso de buenas noches antes de dormir.

Hikari hizo una mueca— Disculpa, pero, me dolía un poco la cabeza y me quedé dormida.— Contestó— Cuando desperté ya eran las dos de la mañana y supuse que estarías durmiendo.

—¿Te dolía la cabeza?— Preguntó Takeru preocupado.

Hikari asintió— Si, pero, ya pasó.

Takeru suspiró— ¿Segura?

—Si.— Contestó la chica— Simplemente me dolía por todo el sol que tomamos en la playa, pero, fue algo leve, así que, no te preocupes.

—Lo siento, no puedo evitar preocuparme— Respondió— ¿Segura que estás bien?

Hikari rodó los ojos— Si.— Suspiró— Estoy bien.— Posó sus brazos en los hombros del chico— Aunque, bueno, estaría mejor con un beso tuyo.

Takeru sonrió— ¿A si?— Preguntó antes de acercarse a la chica y unir sus labios en un dulce y suave beso que la chica correspondió.

O mejor dicho que SU NOVIA correspondió, porque, eso era, desde hace tres semanas habían formalizado su relación noviasgo y pues, era lo mejor del mundo.

El fin de semana pasado que había pasado ambos habían ido a la playa y pues, la habían pasado sensacional entre besos, abrazos y caricias inocentes.

Ambos se separaron por falta de aire, pero, sus frentes permanecian unidas.

—¿Bajamos a desayunar?— Preguntó el rubio.

Hikari asintió— Está bien.— Contestó— Pero, primero tengo que despertar a Rika.— Hizo una mueca— Porque, luego de la fiesta que fue anoche dudo que despierte con facilidad.

Takeru asintió— Está bien.


—¡Adoro el desayuno!— Exclamó Takuya degustando tu comida.

—Tu amas todo lo que tiene que ver con comer.— Habló Kouji sin interés.

Takuya sonrió— Si, pues, amo comer.

—Se nota.— Respondió Kouji.

Takuya hizo una mueca y tuvo intención de seguir comiendo, pero, algo llamó su atención— ¡Hey! Taichi.— Llamó al Yagami— No has probado ni un bocado de tu desayuno.

Taichi hizo una mueca— No tengo hambre.— Y este comentario provocó que todos en la mesa intercambiaran miradas de preocupación.

—Taichi.—Lo llamó Koichi— Sabemos que estás triste por tu ruptura, pero, llevas tres semanas sin querer comer, sin dormir y pues, eso no te hace bien, mucho más al entrenar un deporte.

—Koichi tiene razón.— Habló Takuya— Verdaderamente nos está preocupando tu actitud, porque, si sigues así podrías terminar perjudicando tu salud.

—No importa.— Admitió Taichi disgustado— Desde que Sora terminó conmigo ya nada me interesa.

Sus amigos intercambiaron miradas ante esto, verdaderamente había quedado mal después de que su relación terminara y eso no era bueno.

—Hablando de la reina de Roma.— Musitó Ryo señalando la puerta provocando que los demás voltearan en esa dirección.

Sora, Izumi y Mimi ingresaron al comedor llamanado la atención de todos los presentes se vio y ante esto las tres chicas sonrieron.

—¿Saben?— Preguntó la Tachikawa—Ya me estoy acostumbrando a que las miradas se fijen en nosotras.

Luego de la Fiesta de Bienvenida verdaderamente Mimi había salido de ese cascarón, se sentía libre, decidida, diferente, presentarse ante los demás, cantar y hacer sonreír a los demás por esto verdaderamente le habían subido el autoestima, ya no se sentía esa Mimi débil, ya no se sentía esa Mimi de hace tres años atrás, ya no lo sería, quería cambiar y sentirse bien consigo misma.

Izumi sonrió ante las palabras de su amiga, sentir muchas miradas en ellas era algo natural, no era algo que quisieran hacer a propósito, pero, era algo que siempre se daba y también le agradaba, sentirse el centro atención a cualquier chica le gustaría ¿no? No era por alardear, pero, desde hace unas semanas Sora, Mimi y ella venían comentando esto y verdaderamente se sentía genial, aunque, bueno, a ella le importaba solo una...

Recorrió el lugar con la mirada encontrándose con su novio, Kouji, quién estaba de brazos cruzados, observándola, Izumi hizo una mueca y dirigió su mirada al chico moreno de ojos chocolates y cabello castaño que se encontraba junto al Minamoto, sonrió al notar que Takuya igual la observaba— Lo mismo digo.— La rubia contestó a lo que dijo su amiga.

Por mientras la chica pelirroja del trío, Sora, intentaba no alzar la mirada para encontrarse con la mirada De cierto chico de cabello alborotado, castaño, de ojos cafés y piel bronceada. Suspiró, quizás, luego de su ruptura se le hacia dificil verle. Ambos habían tenido una relación, una relación bastante larga y bonita en algunos sentidos, pero, ya todo se había acabado ¿Por qué? Bueno, por la culpa de él. Suspiró nuevamente y volteo en dirección hacia sus amigas.


La mirada del Ishida estaba clavada en la castaña Tachikawa, quién vestía una ajustada mini-falda y una ajustada y corta ombliguera.

Suspiró.

¿Por qué debía ser tan perfecta su "amiga"?

Yamato Ishida y Mimi Tachikawa llevaban siendo amigos desde hace un tiempo, desde que la chica había vuelto de Nueva York y pues, la verdad es que sus interacciones se habían vuelto muy...intensas.

Claro, no cualquiera podía ser amigo de su ex ¿no?

Pero, esto se había más difícil cuando tu ex cada día se ponía más guapa y cada vez llamaba más su atención.

—¡Wow!— Suspiró Ryo— ¿Es mi idea o tu hermana cada vez se pone más guapa, Takuya?

El nombrado hizo una mueca de enfado ante la pregunta del Akiyama, verdaderamente no le gustaba que chicos como él observaran de esa forma tan descarada a Mimi ¡Era su hermana! ¿A quién le gustaba que sus amigos o cualquier chico observaran de esa forma a su hermana?

Suspiró.

¡Más encima! Mimi no contribuía a que esto cambiara. Utilizaba mini-faldas, top cortos, ombligueras, shorts ajustado, entre otras cosas que si fuera por él votaría a la basura o quemaría, comprándole vestidos de monja para que ningún chico como Ryo se pasara por la mente querer asar alguna noche con ella o algo así.

—¡Deja de mirarla Akiyama!— Exigió Takuya molesto y luego se percató de los demás chicos que estaban a su alrededor, sus compañeros de mesa y luego observó a los chicos de la mesa siguiente, Daisuke, Tagirú y otros chicos del club de fútbol— ¡Y ya todos dejen de observar a mi hermana de esa forma! Parecen unos estúpidos babosos observándola.— Y dicho esto lanzó el balón de fútbol a contra la mesa de sus compañeros de equipo quienes se encontraban a un lado.

—¡Hey!— Exclamó Tagirú, un chico castaño con un llamativo mechón rojo en la frente tomando el balón— ¡Ten más cuidado Tachikawa!

Takuya hizo una mueca— Seré cuidadoso cuando respeten a mi hermana.

—Simplemente estamos admirando la hermosura de tu hermana y sus amigas.— Respondió Daisuke Motomiya.

—¿A si?— Preguntó el moreno— ¿No que estabas enamorado de Hikari?

Daisuke hizo una mueca ante esto y bajó la mirada— Bu-bueno, no me hace mal mirar de vez en cuando a otras chicas.

—¡Si!— Exclamó Tagiru— No nos hace mal ver de vez en cuando.

—Bueno, si mal no recuerdas una de esas tres chicas está de novia.— Esta vez habló Taichi— Quién por cierto, está de novia con Kouji, no creo que a él o a mi nos agrade que las observen de esa forma ¿no?

Takuya hizo una mueca ante esto y volteo hacia el nombrado quién se encontraba de brazos cruzados, evidentemente a él le daba lo mismo por qué simplemente lanzó un suspiró y le dio un sorbo a su té sin muchos interés.

—En todo caso no deberías estar solo enfadado con nosotros.— Habló Daisuke— Todo el mundo ve lo guapa que es tu hermana y sus amigas.

Takuya suspiró y volteo hacia las tres chicas que habían tomado asiento al rededor de una mesa. Bueno, debía admitir que observar a Izumi era una devoción, y pues, Sora no estaba mal.

¡Pero!

Mimi también estaba ahí, así que, no podía permitir que cualquiera la observara así.


—¡Rika Nonaka, despiertate!— Fue el grito de Hikari mientras Takeru con su almohada golpeada sigilosamente el rostro de una chica pelirroja de piel pálida, quién al abrir sus ojos no solo dejó ver sus ojos lilas, sino su molestia.

—¡Hey!— Exclamó Rika enfadada tomando la almohada que Takeru tenía en las manos— ¡Hikari! ¡Takeru! ¿Acaso no saben despertar a las personas de una forma más...—Buscó la palabra— decente?

Hikari y Takeru intercambiaron miradas— ¿Decente?— Preguntó el rubio— Debe ser una broma tu pregunta.— Nuevamente habló Takeru— ¿Enserio nos vas a hablar de decencia cuando llegas a las tantas horas de la noche por una fiesta en época de clases?

Rika hizo una mueca— Ustedes fueron a la playa este fin de semana que pasó, no veo cual sea la diferencia entre eso y una fiesta.

Hikari alzó una ceja— Claro que la hay.— Contestó— Nosotros despertamos a tiempo para la clase y tú, aún sigues durmiendo.

—¡Ay! Dejen de molestar.— Exclamó Rika antes de envolver su cuerpo en sus mantas dandole la espalda a Takeru e Hikari— No iré a clases, estoy cansada.

Hikari y Takeru nuevamente intercambiaron miradas ante esto y el rubio supo lo que tenía que hacer, sin dudarlo dos veces tomó las mantas de la Nonaka y con un solo tiro las sacó de la cama.

—¡Hey!— Rika se levantó molesta por esto.

Hikari se cruzó de brazos y la miró seriamente— Rika, vamos.

La pelirroja hizo una mueca y también se cruzó de brazos— Ya dije que no quiero ir a clases, tengo sueño.

—Bueno, si no salieras a fiestas y te emborracharas en plena época de clases no despertarías tan agotada.— Habló el rubio.

—Para su información, ayer no fui a una fiesta y tampoco me emborraché.— Contestó la Nonaka.

Hikari y Takeru intercambiaron miradas— ¿No?— Preguntaron a coro.

—No.— Respondió nuevamente la pelirroja— No pude salir del Internado, porque, Takato me lo impidió.

Hikari alzó una ceja— ¿Enserio?

La Nonaka asintió— Si.

Takeru la miró confundido— Entonces ¿por qué estás tan agotada?

—Porque, según él, yo salgo a fiestas, consumó sustancias u otras cosaspor ansias y creyó que la mejor forma de combatir esas ansias era haciendo ejercicio.— Contestó Rika— Yo le dije que era absurdo, pero, mi madre nos vio y pues, antes de discutir por intentar escaparme decidí fingir que estaba haciendo ejercicio con Takato y pues...—Suspiró— ¡Quedé muerta!— Y sin pensarlo dos veces se lanzó a su cama.

Takeru e Hikari intercambiaron miradas totalmente sorprendidos por eso, ya que, ambos juraban que la chica había ido a la fiesta que Ryo había organizado y al parecer no había sido así.

—Eso explica, porque, Takato llegó tan tarde ayer.— Comentó Takeru y luego dirigió su mirada a la Nonaka— Hicieron ejercicio.— Sonrió de lado— ¿Quien lo hubiera pensado?— Preguntó antes de acercarse a la pelirroja y apretar su mejilla— El chico nuevo verdaderamente está haciendo estragos en tu vida.— Dijo burlón— Pero, estragos excelentes, no tan solo con las drogas, sino que hasta te hace ejercitar tu perezoso cuerpo.

—¡Sueltame!—Exigió Rika sacando la mano de Takeru de su mejilla— ¡Me duele!— Frotó una de sus manos contra su mejilla.

Hikari sonrió de lado— ¡Vaya, Rika! Pensé que de verdad habías llegado borracha como las otras veces.— No pudo evitar hacer ese comentarió— Disculpanos entonces por despertarte así.

Rika suspiró— Ya no importa.— Se levantó de su cama— Ya me despertaron.— Ya no tenía sentido reclamar, ya la habían despertado y eso era sinónimo de no poder volver a quedarse dormida, porque, si algo la caracterizaba era que le costaba un mundo conciliar el sueño (a excepción de que se tomara un sedante o un amsiolitico)

—Creo que no te quedará de otra que ir a clases.— Habló Takeru sonriendo.

Rika hizo una mueca ante esto— No me simpatizas, Ishida.


Taichi, Yamato y Ryo salieron del comedor luego de terminar su desayuno, ya iba siendo hora de que se fueran a clases.

—¡El desayuno estuvo delicioso!— Exclamó el Akiyamma— Lastima que Taichi no haya probado ni siquiera el té.

Taichi hizo una mueca— No hablemos de esto de nuevo, por favor.— Suspiró.

Yamato observó atentamente a su amigo, verdaderamente le preocupaba como estaba su amigo, pero, tristemente era lo que él se había buscado.

¿O no?

Yamato abrió los ojos para decirle algo, pero, antes de que pudiera hablar una dulce voz los interrumpió—Hola chicos.

Yamato, Taichi y Ryo voltearon para encontrarse con cierta chica castaña de ojos color miel que venía caminando hacia ellos.

—Buenos días Mimi.— Saludaron Taichi y Ryo casi a coro.

—Hola Mimi.— El rubio saludó a la castaña.

Mimi sonrió— Hola Yamato.— Y sin dudarlo se acercó al rubio para besar su mejilla.

Yamato sonrió ante esto.

—¿Cómo están?— Preguntó la castaña, pero, antes de que los chicos pudieran responder su mirada se dijó en Taichi.

Mimi hizo una mueca al ver el terrible estado del Yagami, estaba todo desastrado, despeinado, en pocas palabras era un completo desastre. Suspiró, desde que había terminado con Sora ya no se preocupaba si quiera de estar presentable y eso era lamentable.

—Al parecer no muy bien.— Comentó—No es por ser mala Taichi, pero, no te haría mal arreglar un poco tu aspecto.— Mimi le habló al Yagami.

—Lo mismo le dije.— Habló Ryo— Parece un vagabundo así.

Taichi hizo una mueca— Bueno, ya no tengo a quién impresionar, así que ¿por qué debería preocuparme por mi aspecto?

Yamato suspiró— Porque, ya han pasado tres semanas luego de tu ruptura con Sora.

—Sora.— Taichi casi de manera inconsciente repitió su nombre e hizo una mueca— ¡Sora!— Exclamó y llevó sus manos a su rostro— Aún no puedo creer que me haya terminado.

—Bueno, ella te advirtió miles de veces que si no cambiabas tu actitud su relación terminaría y aquí está.— Habló Yamato.

Taichi se mordió el labio inferior ante esto, Sora había terminado con él hace tres semanas atrás, porque, no soportaba su forma machista de comportarse con su hermana, Hikari. Algunos dirían ¿eso que tiene que ver? Bueno, la respuesta era muy simple. Sora miles de veces lo había aconsejado a dejar que su hermana fuera ser feliz con Takeru, miles de veces le había aconsejado que no fuera machista, miles de veces le había aconsejado que cambiara. Y pues...

¡No lo hizo!

Entonces, la pelirroja se enfadó, porque, no había tomado en cuenta sus consejos y según ella, como su novia, él debía escucharla y tomar en cuenta su opinión. Cosa que en su minuto no hizo, pero, que ahora se arrepentía de no haber hecho. Porque, en un arrebato de machismo, enojo y celos había tratado de muy mala forma a Hikari y Takeru, quienes ahora no le daban ni la hora y había perjudicado su relación con Sora, porque, verdaderamente se sintió enfadada.

¡Era injusto!

Pero, a la vez no. Porque, Sora le había dicho que si no cambiaba terminaría alejando a todos y pues, en parte había hecho eso. Solamente Yamato lo había perdonado, pero, eso era porque compartían departamento y estaban condenados a verse todo el día.

—Mejor no hablemos más de eso, por favor.—Rogó Taichi totalmente triste.

Yamato y Mimi intercambiaron miradas ante esto y suspiraron, al igual que Ryo, quién verdaderamente estaba harto de esa situación, ya que, al tener que compartir departamento escuchaba noche y día como el Yagami extrañaba a la pelirroja.

—Bueno, Yamato venía a preguntarte si hoy iba a tener tiempo libre para...— La castaña sonrió— Ya sabes. Ensayar.— Volteo hacia el rubio.

—No nos digas que ¿tienes una nueva canción?— Preguntó Ryo.

Mimi asintió— Si.— Contestó— ¡Oh bueno! Casi, porque, todavía está en proceso, con Yamato estamos a punto de finalizarla.

—Si quieres yo también puedo ayudarte, preciosa.—Habló el Akiyama.

Mimi hizo una mueca— No gracias.— Respondió mientras observaba al Ishida— Prefiero que Yamato me ayude.

—¿Por qué él?—Preguntó el Akiyama— Yo también se de música.

Mimi sonrió de lado— Si, pero...—Se acercó al rubio— No creo que tengamos la misma química.

Yamato sonrió al sentir el aroma a frutilla de la chica embriagar sus narices.

La castaña alzó una ceja— ¿Cierto, Yamato?

—Claro.— Contestó el rubio mientras acercaba su rostro al de la castaña.

Taichi hizo una mueca, últimamente esos dos estaba actuando de una forma muy cercana a pesar de ser solamente "amigos" Suspiró, esa era la forma en la cual Sora y él actuaban antes, cuando aún estaban viendo si lograban funcionar como algo más que amigos.

—Bueno, entonces ¿a qué hora nos juntamos?— Preguntó la castaña.

—¿Te parece a las cinco?— Preguntó el rubio.

—Mmm no sé.— Contestó la chica— Me gusta más la noche, a oscuras todo es mejor ¿no crees?

Yamato sonrió de lado— Entonces ¿a las ocho?

Mimi alzó una ceja— Hecho.— Contestó para luego llevar su mano derecha al mentón del rubio— Nos vemos.— Se acercó a su oído—Amigo.— Susurró antes de besar su mejilla.

Taichi y Ryo intercambiaron miradas y cuando la Tachikawa se vio varios metros lejos de ellos no pudieron evitar comenzar con sus "¡Uhhhh!"

—¡Wow! Ya me imagino que el ensayo de ustedes dos estará bueno.— Comentó Ryo.

Yamato rodó los ojos— Solo somos amigos.

—¿Amigos?— Preguntó Taichi— ¡Vaya! Y aún así hablan de esa forma tan intensa.

—Imagínate que harían si volvieran a ser novios.— Comentó Ryo.

Yamato nuevamente rodó los ojos y simplemente volteo en dirección a la salida— Mejor vamos a la Universidad.

No hablaría más de ese tema con ellos, si ellos no eran novios era porque simplemente no querían apresurarse como hace tres años atrás, él no quería volver a sufrir, quería hacer todo como debía y eso haría.


Aquí tenemos el primer capítulo de la segunda temporada de "La noche del 3 de Abril" Espero que les haya gustado, ojalá sigan leyendo los capítulos que vienen a continuación y pues, me encantaría que me dejaran Review jiji pero, bueno, ustedes saben.